Último capítulo
La noticia sobre el dinero lo habían mantenido oculto hasta que el señor Kim termine de realizar todos los trámites, aquello había durado meses y en ese tiempo, Lisa aún no lo asimilaba. Tenía ideas de qué es lo que haría en cuanto tenga el dinero, pero por más que escribía y planificaba sus ideas, aún parecía algo irreal. Ni siquiera podía imaginar verse como alguien millonaria. Era un sentimiento felíz, pero raro.
Esperaba que nada vaya afectar su suerte esta vez.
_¿Hola? - aquella voz femenina en la puerta llamó la atención de Lisa.
La pelinegra se dirigió a abrir, ella estaba cocinando mientras Jennie daba un baño a Yel. Al abrir, una conocida chica estaba frente a ella. Bajó la mirada y a su lado estaba una pequeña niña mirándola.
_¿Sí? - preguntó Lisa.
La chica parecía nerviosa, como si le costara hablar.
_No sé...si aún me recuerdas...- pronunció por lo bajo - nos conocimos hace tiempo, hace cuatro años para ser exactos...
_Creo que sí te recuerdo - respondió incómoda - eras de la universidad...
_Sí...
_¿Qué es lo que quieres?
_Te ves muy diferente...- no dejaba de verla - cambiaste tu estilo.
_No quiero ser maleducada pero...estoy ocupada.
_Sí, claro, seré más rápida en esto...¿recuerdas esa noche en dónde...estuvimos?
_Mira, ¿puedes ser directa, por favor? Por respeto a mi pareja, no quisiera tenerte aquí. Lo siento si esto te molesta pero...
_No, tranquila - asentía - lo entiendo. Seré directa - respiró profundamente, nerviosa - lo que pasó esa noche...no entendía muy bien lo que me estaba pasando después...hasta que leí la noticia hasta hace poco en internet, eso explicaba todo.
_¿Todo qué?
_Ella es tu hija...- pronunció directamente.
Lisa se quedó en silencio, desconcertada. Bajó la mirada a la niña y ella sonrió con timidez.
_¿Mamá? - preguntó la pequeña.
Lisa se sostuvo de la puerta, estaba pálida. Se llevó las manos a la cabeza y bajó la mirada, pensativa y nerviosa. Volvió a mirar a la niña y la observó detalladamente, el color de su cabello era igual, su sonrisa igual, incluso el color de sus ojos.
Era una pequeña versión de ella.
_Jennie...- fue lo primero en decir, preocupada en la reacción de la castaña.
De pronto una carcajada se escuchó en el pasillo, Jisoo salía riendo de detrás del muro de las escaleras. Su risa era tanta, que sus lágrimas caían. Tenía a uno de sus bebés en su canguro y él también reía con su tierna voz.
Lisa no lograba entender, hasta que cruzó miradas con la chica, ella sonrió con vergüenza, había aceptado la broma por el buen pago que Jisoo le había hecho.
_Es un broma...- pronunció Lisa, reprimiendo su enojo - es una puta broma - se cruzó de brazos.
_¡Debiste de ver tu cara! - Jisoo llegó al lado de la chica - ¡Casi te desmayas!
_No es gracioso, Jisoo - retó Lisa - pensé que tendría tres hijos, que pesadilla.
Jisoo borró su sonrisa.
_¿Qué tiene de malo tres hijos?
_Que te vuelven idiota - respondió seriamente.
Jisoo suspiró.
_Está bien, acepto que me pasé un poquito - respondió - pero al ver a la niña, no pude aguantarme de hacer la broma. Se parece mucho a tí.
Las tres miraron a la pequeña.
_¿Segura que no es mi hija? - señaló Lisa, dudosa.
_No, la adopté junto a mi esposa - sonrió - tiene cinco años, pero parece de tres por lo pequeña - río levemente.
_Bueno, al menos no lo grabaste - Lisa suspiró aliviada.
_¿Quién dice que no lo grabé? - Jisoo señaló el gorro de su hijo, este tenía una pequeña luna, era una cámara.
_¿Rosé sabe que estás haciendo bromas con el bebé allí en medio? - se cruzó de brazos.
_Sí, aquí estoy - se escuchó la voz de Rosé en la gorrita del bebé, había un micrófono también - también los estoy viendo.
_Pareja tenían que ser - murmuró Lisa.
***
Los días iban pasando. Nia no entendía porqué Lisa estaba tan felíz cada vez que la veía, hasta que hablaron en privado y Nia quedó boquiabierta al escuchar el monto que Lisa quería darle cada mes para el cuidado de Jung.
_¿Veinte mil dólares...al mes?
_Sí - Lisa asintió - ¿te parece poco? Puedo subirlo a treinta mil.
Nia la sujetó de los hombros. Lisa miró su acción, extrañada.
_¿En qué te haz metido? - preguntó Nia - ¡Lisa, no quiero decirle a nuestro hijo que sus madres estuvieron en la cárcel! - regañó.
_Tranquila - quitó sus manos - mi querido suegrito y suegrita, ya negociaron sobre el descubrimiento de procreación entre mujeres. Yo recibo la mitad por mi gran talento - sonrió.
_¿Cuánto pagaron? - preguntó curiosa.
_No te diré.
_¿Por qué? - se veía decepcionada.
_¿Qué tal si me demandas y me quitas la mitad? - Nia la miró seriamente y Lisa comenzó a reír - es broma. Me corresponde quinientos millones de dólares.
Nia quedó boquiabierta.
_Quizá si deba demandar - se mostró pensativa.
_Sabía que tu lado que ama el dinero seguía allí - ambas rieron, cuando Lisa recibió un toque eléctrico por su pulsera que hizo que borre aquella sonrisa.
_¿Qué pasa? - la observó preocupada.
_Ya debo irme - se puso de pie - luego hablamos sobre el dinero para Jung - otro toque eléctrico que la hizo temblar - hasta luego - se apresuró a acercarse a la puerta, los toques no dejaban llegar.
En el departamento, Yel jugaba con la pulsera mientras Jennie cocinaba. Se había quitado un momento la pulsera por higiene y para evitar que se dañe por el agua.
***
Ya había anochecido y Jennie caminaba malhumorada en la sala, Lisa no había llegado y cada vez que la llamaba, decía que ya estaba llegando. Había hecho la cena y un pollo entero asado estaba en medio de la mesa, esperando para celebrar la gran noticia de que finalmente Lisa había obtenido el dinero, pero el pollo ya estaba más frío que un helado. Solo Yel estaba comiendo una de las piernas.
_Más vale que tenga una buena explicación porque si no, usaré mucho la pulsera que me regaló, y le va a doler.
Yel sonrió con malicia al escuchar aquello.
_¡Venganza! - pronunció con su tierna voz.
Jennie se quedó en silencio, viéndola nerviosa.
_No pensar en voz alta frente a Yel, no pensar en voz alta frente a Yel - volvía a caminar ansiosa - ¡Voy a culpar a Lisa de esto!
_¡Cupa Isa! - celebró Yel.
_Estos niños aprenden todo - Jennie suspiró.
_¡Amor! - se escuchó la voz de Lisa afuera - ¡Sal un momento! - Jennie se mostró extrañada. Se acercó a Yel y cargándola en brazos, se acercaba a la puerta - ¡JENNIE!
_¡Ya voy! - abrió la puerta, Lisa estaba frente a ella, sus manos estaban en su espalda y sonreía - ¿por qué tardaste? El pollo ya se enfrió.
_Cupa Isa - Yel señaló.
_Lisa, cariño, Lisa - la pelinegra corregía con cariño a Yel - es Lisa, no Isa. Es mami Lisa.
_Ma Isa, ma Ennie -la pequeña sonreía.
_¿Por qué tardaste? - Jennie volvió a preguntar - ¿y qué escondes en tu espalda?
_Cierra los ojos - Lisa sonreía, nerviosa - vamos, amor - animó al ver la duda en Jennie. La castaña cerró los ojos y esperó paciente - ya, abrelos.
Jennie abrió los ojos y frente a ella estaba una llave.
_¿Es de...un auto? - preguntó. Lisa asintió - ¿compraste un nuevo auto? Lisa, ya tienes uno y está en buen estado. Tener dinero no significa derrochar de manera irresponsable. Primero debes poner un negocio o-
_Es tuyo - Lisa sonrió al ver el gesto confundido de Jennie - es un regalo para tí.
_Estás mintiendo...- ella hasta ahora solo había tenido una bicicleta.
_No, mira por la ventana, el auto está abajo - animaba - vé, acércate.
Jennie le entregó a Yel y se apresuró a correr a la ventana del pasillo, abajo estaba un increíble y hermoso auto negro estacionado frente al departamento.
_¿Te gusta? - Lisa llegó a su lado - si quieres puedo cambiarlo a otro color o un nuevo modelo.
_¿En serio es mío? - Jennie estaba desconcertada - ¿no estás bromeando?
_Amor - la admiraba - es tuyo - puso la llave en su mano - lo compre para tí. Mañana podemos ir y ponerlo a tu nombre.
_Es...es un auto, Lisa - Jennie no negaba que estaba muy emocionada, pero aceptar un regalo con tal valor, la hacía sentir que se estaba aprovechando de ella - no puedo aceptarlo, es mucho dinero.
_Amor - Lisa detuvo al verla nerviosa - yo solo trabajaba por dos motivos, por mis hijos...y para tí - se acercó a ella, acariciando su mejilla mientras la admiraba. Yel veía sonriente y sonrojada la interacción de sus madres - te lo digo con sinceridad, te compraría un paseo por el espacio si fuera posible.
_No...- Jennie negaba - Lisa...- cerró los ojos, batallando con sus pensamientos - es mucho dinero - le quería entregar las llaves, pero Lisa se negaba.
_Jennie - sostuvo su mano - ¿qué pasa? - preguntó con preocupación - estás ocupando algo, ¿verdad? Algo te preocupa - Jennie asintió con vergüenza - dímelo, es bueno saber lo que nos pasa.
_¿Y si...me lo sacas en cara en un futuro? - preguntó por lo bajo - no quiero que eso pase. Nadie sabe lo que pueda pasar y...me sentiría muy mal que me lo reproches. Mi sueño es hacerte felíz...pero no sé el futuro, temo arruinarlo sin siquiera saberlo.
Lisa sonrió levemente al escucharla, comprendía su miedo.
_Jennie...- pronunció con voz suave - no voy a dejar de demostrar cuánto te amo...por el temor de pensar si me vas a lastimar o no, eso solo te lastimaría a tí. Mi amor lo voy a demostrar de diferentes maneras, con palabras, con acciones, con detalles. Detalles pequeños o detalles grandes. Ahora que puedo hacerlo...mis muestras de amor serán muchas cosas...menos pequeñas.
_¿Y si te arrepientes después...?
_Podré discutir muchas cosas...menos mis actos de afecto y mucho menos lo material - sonrió, besando sus labios con cariño. Jennie sonreía, sonrojada - este es un regalo de mi parte, para mi hermosa chica. ¿lo aceptas?
Ambas escucharon un sollozo, quedando extrañadas. Vieron a sus espaldas y sus amigas estaban allí, Jisoo era quien lloraba y Rosé la consolaba. La pareja y sus tres hijos habían ido a visitarlas para hacer que Yel y los tres niños sean amigos desde la infancia. Fue la idea de Momo y Moonbyul al ser las tías..
_Sabía que Lisa cursi había vuelto, pero recién la escucho y me pone felíz de verla así - pronunció Jisoo.
_Perdón, son las hormonas - explicó Rosé - está muy sensible y con mucha hambre.
_Oh, pues...- Jennie no sabía qué decir - ¿pasan a comer? Hay pollo.
_Sí quiero - Jisoo fue la primera en ingresar, tenía a uno de sus bebés en s canguro y Rosé tenía a los otros dos en su cangurera doble - ¡¿Dónde está la otra pierna?! - Yel reía.
_Lisa - la pelinegra giró ante la voz de Jennie - lo acepto, pero con una condición - se cruzó de brazos.
_¿Cuál?
_Que no trates de huir de mí, porque me caso contigo o con nadie. No voy a dejar ir a mi chica cursi - pasó por su lado - permiso, iré a ver mi auto.
_Adelante - le hizo paso, sonriendo - ¡y ya lo dijiste! - gritó a lo lejos - ¡Me vas a pedir matrimonio algún día o yo lo haré! ¡Tú tampoco te me escapas! ¡Llevarás mi apellido como esposa!
_¡Eposa! - Yel también gritó señalando a Jennie.
_Eso, cariño - Lisa felicitó - déjale en claro que se casará conmigo - sonrió, admirando por la ventana a Jennie, quien festejaba de la emoción viendo su auto - sí...será mi esposa - ambas sonrieron.
Fin
https://youtu.be/vsP9ydDYlrI
La canción representa la historia ❤️
Gracias por leer esta historia Jenlisa ❤️
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