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Especial Yel 8

La situación fue muy incómoda de inmediato, sus miradas se evitaron y quedaron en completo silencio. Sus corazones palpitaban con más fuerza, llegando hasta sus oídos. No entendían porque sus cuerpos reaccionaban así, tan nerviosos, como si solo ayer se hubieran alejado esa noche en el parque.

_¿Quién eres? - Jung se acercó con molestia a Yuna. Relajaba su brazo tratando de aliviar el dolor - casi me rompes el brazo, ¿Acaso eres de seguridad?

_Lo siento - Yuna hizo reverencia ante él, ya entendió que era Jung, el hermano mayor de Yel - pensé que era un delincuente.

_¿Te estás defendiendo o me estás insultando? - Jung se cruzó de brazos.

_¿Dónde está mi madre? - preguntó Yel seriamente, su voz había madurado, era casi igual de grave que su madre Jennie.

_Ella está en una cita junto a su esposa, señorita - mantenía su mirada en el suelo - vendrá en la noche.

Yel también notó su madurez en su voz, su seriedad. Trataba de ignorar que se veía más atractiva, más alta, más hermosa, pero era difícil; después de todo, su atractivo físico y belleza era lo que la habían atrapado desde un comienzo.

_Entonces podemos visitar primero a los abuelos - ideó Jung con una sonrisa - ¿Qué dices?

_Está bien - Yel giró para retirarse, no quería pasar más tiempo junto a ella.

_¿Me das tu número? - preguntó Jung a Yuna, haciendo que Yel detenga su paso - sé qué nuestro encuentro fue muy...violento - Jung reía, Yuna lo miraba incrédula - pero quizás...

_Jung - Yel giró a ellos - es Yuna - pronunció seriamente.

La sonrisa de Jung desapareció de inmediato, miraba a Yuna con sorpresa, de pies a cabeza, pero entonces recordó lo que le hizo a su hermana y su molestia volvió.

_¿Y tú qué haces aquí? - preguntó incrédulo.

_Soy la seguridad de este restaurante - respondió con serenidad.

_¿Seguridad? - Jung río en tono burlesco - si quisiera robar ya lo hubiera hecho.

_Intentelo y verá porque su madre aún no me despide - Yuna parecía tranquila.

_Mira, Yuna - posó su mano sobre su hombro - tú...

_Le pido, que por favor, quite su mano de mi hombro - pidió seriamente Yuna, causando un poco de temor en Jung por la rudeza en su voz.

Yel carraspeó, incómoda.

_Vámonos - tomó la mano de su hermano para comenzar a retirarse.

Yel no giró a ella, pero Yuna la veía con timidez, se veía igual de linda.

***

_¡Abuelo!

Ambos muchachos abrazaron al mayor de los Kim, este se veía sorprendido por la presencia de sus nietos, pero al poco tiempo, también los abrazó con una sonrisa.

Ya estaba calvo.

_¡Abuela!

Corrieron a su abuela igualmente cuando la vieron llegar a la sala, su cabello ya era completamente canas. Ambos jóvenes tenían sentimientos encontrados, las arrugas en ambos era muy visibles y la tristeza de los años los invadió.

La sorpresa fue igual para Nia y Lee cuando fueron a verlas, Jung finalmente pudo abrazar a su hermanita menor, ella ya estaba en la pubertad. Cuando llegaron a la casa Manobal Kim, encontraron a la niñera, que cuidaba de Yel cuando era niña, cuidando de Alex ahora. Alex se indignó porque parecía más felíz de ver a su niñera que a él.

Al anochecer, ambos hermanos mayores habían preparado la comida para hacerle una cena sorpresa a sus madres. Esperaban con la ventanas cerradas, sentados en el sillón, Lisa ya había llamado a la niñera diciéndole que estaban llegando y que haga la cena.

En poco tiempo, un auto se escuchó afuera, Jung observó por el borde de las cortinas y notó a su madre Lisa apagar el auto.

_¡Son ellas! - susurró Jung.

De inmediato los dos jóvenes se escondieron al lado de la puerta.

_¿Pero porqué ahora no deseas comer con nosotras? - Lisa preguntó a Yuna, ella estaba en el asiento trasero del auto - siempre comemos juntas.

_¿Por qué de repente quieres comer en la calle? - Jennie giró a ella - ¿Y sola? ¿Pasa algo? - preguntó con preocupación.

_No...- Yuna se veía nerviosa, quizá Yel y su hermano estaban dentro queriendo darles una sorpresa, ella no lo quería arruinar - solo que...me parece lo indicado darles su espacio. Acaban de venir de su cita y supongo que querrán tiempo a solas.

_No - Lisa negó - aprovechamos todo el tiempo allá - rió levemente por la mirada de reproche de Jennie.

Yuna sonreía divertida, le gustaba el amor que veía en ellas, incluso cuando aveces tenían pequeñas peleas y desacuerdos. Era la primera pareja a la cuál admiraba, se daban su espacio y luego hablaban comprendiendo a la otra, ninguna se ponía a la defensiva. Cuando sus padres peleaban, siempre había algo que salía volando por la ventana.

Yuna quería una relación como la de ellas.

_Vamos, tienes que comer bien - Jennie bajaba del auto.

_Señora...- Yuna trató de poner otra escusa.

_Será mejor que hagas caso - Lisa estaba por salir - sabes cómo se pone mi esposa cuando no la obedecen - salió del auto.

Yuna suspiró, era cierto, a la señora Manobal le gustaba mandar.

Ambos hermanos esperaban al lado de la puerta, tenían planeado abrazar a sus madres cuando ellas entraran. Cuando la puerta se abrió e ingresó primero Lisa, Jung la abrazó rápidamente causándole primero un susto, y luego una sonrisa llena de emoción por ver a su hijo mayor de regreso.

Ambos giraron eufóricos para ver a Jennie, pero se quedaron en silencio al ver a Yel mirando nerviosa a Yuna, la abrazaba de los hombros y la tenía pegada a su cuerpo, estaba paralizada por su cercanía. Yuna aparentaba tranquilidad, pero su sonrojo era evidente.

Jennie veía curiosa a ambas, no sabía si interrumpir para abrazar a su hija o esperar a que se separen.

_¡Yel! - Lisa se metió en medio, abrazando emocionada a su hija.

_¡Cajita felíz! - Jennie y Jung se abrazaron con alegría - ¡Estás igual que tu abuelo y tu madre!

Yuna estaba en medio, viendo todo ese cariño familiar. Alex se acercó a ella, mirándola desde abajo por sus cortos doce años.

_¿Quieres un abrazo? - estiró sus brazos, haciendo sonreír a Yuna, tenían una linda amistad. Yuna se inclinó a él, abrazándolo - cuando cumpla los dieciocho serás mi esposa - era su ilusión.

_Mejor cuando tengas cincuenta - Yuna pronunció divertida cuando se alejó.

_¡Es un trato! - Alex sonrió.

Yuna miraba aquello con incredulidad, ¿Acaso Yuna le gustaba a los tres hermanos? Eso se sentía raro.

En la cena, Alex y la niñera estaban comiendo en la sala viendo una película, mientras tanto los mayores conversaban en el comedor. Lisa contaba con una sonrisa todo el proceso de Yuna en mejorar y cómo terminó siendo parte de su equipo de seguridad para sus restaurantes. Yuna asentía avergonzada ante cada palabra de Lisa, pero aquello también la hacía sentir felíz, ver esa alegría y orgullo en sus expresiones, como si estuviera contando sus propios logros, era algo que la hacía sentir orgullosa de si misma y que se sienta parte de una familia.

_¿Así que vive aquí? - Yel preguntó, mirando directamente a Yuna y poniéndola incómoda - ¿En mi cuarto? ¿En mi cama?

_No, solo aveces se queda a dormir - explicó Jennie, notando la tensión en la mesa por ambas chicas - muchas veces se queda a ayudar aquí en casa y se hace tarde para irse, por eso se queda.

_¿Ahora la quieren? - Yel no entendía, hablaban de ella con tanto cariño, como si fuera una hija más.

_Yo...me retiro - Jung de puso de pie, incómodo - mis madres me están esperando para cenar también - palmeó su estómago - por eso guardé espacio - rió levemente - agradezco que solo vivo al frente, así mi cena se mantiene caliente.

Jung se despidió de cada una con un beso en la mejilla, hizo una reverencia a Yuna y se retiró, dejando notar nuevamente la incomodidad en la mesa.

_Hija...- Lisa no sabía qué decir, entendía la seriedad en Yel, pero también fué testigo del cambio de Yuna. Miró a Jennie para que ella dijera algo, pero comía con las mejillas llenas de los nervios - ¿Qué tal fue tu viaje? - trató de cambiar de tema.

_Genial - Yel respondió seriamente, sin dejar de mirar a Yuna - conocí a muchas mujeres.

Jennie y Lisa cruzaron miradas, incómodas, eso había sido una clara indirecta. Vieron a Yuna, ella solo mantenía la mirada baja, comiendo de manera lenta, decaída.

_Yel - Jennie intervino - no creo que todo lo que te haya maravillado de viajar por el mundo solo sean mujeres.

_Claro que no - respondió con aparente tranquilidad. Jennie asintió con una sonrisa, esperando que termine su respuesta - también hombres - ambas madres escupieron su comida. Yuna dejó de comer, entristecida.

_¡Yel! - Lisa se puso de pie.

_¿Qué? - Yel la miró con inocencia - hice buenas amistades.

Lisa suspiró aliviada, volviendo a sentarse. Jennie bebía sin parar su agua, esperaba que solo lo esté diciendo para molestar a Yuna, temía que haya dejado a unos nietos en cada país del mundo.

_Me imagino que te quedarás también hoy - Yel pronunció mirando a Yuna - ya que es muy de noche, te quedarás a dormir.

_Yo...- Yuna no sé atrevía a levantar la mirada - es tu cuarto, me quedaré aquí en la sala.

_Duerme conmigo - respondió Yel seriamente.

Ambas esposas miraron incrédula a su hija, y Yuna solamente sonrió con tristeza, había entendido su mensaje, la vé como una chica más, como alguien que ya no le importa.

_Me quedaré en la sala...- levantó la mirada a ella - o puedo llamar a mi novia para que venga por mí.

Lisa la miró incrédula, ella nunca le mencionó una novia. Giró a ver a su hija y su mirada la asustó, esa mirada la tenía Jennie cuando estaba molesta con ella y la mandaba a dormir en el suelo.

_Eh...- Jennie no sabía cómo romper la tensión - hoy visitamos a tu madrina, está preparando una fiesta para sus gemelas, ya van a tener dieciséis - sonreía.

_Y tu tía Momo vendrá mañana de visita con su esposa e hijos - Lisa continuó - va a ser divertido porque fue a la única a quien le salió un bigote en la espalda por las inyecciones - ambas esposas rieron.

Pero Yel seguía mirando con molestia a Yuna.

_Dormiré contigo - pronunció Yuna, dejando sorprendida a las tres.

_¿Qué? - Yel sonrió con burla.

_Tú me lo pediste, dormiré contigo - pronunció segura en sus palabras - yo iré a dormir ahora - se puso de pie, yendo en dirección a las escaleras.

_¿Acaso creé que voy a dejar que me eche de mi propia habitación? - Yel se levantó también, yendo tras ella con molestia.

Lisa y Jennie se mantenían en silencio, no sabiendo qué decir.

_¿Hacemos el amor esta noche? - preguntó Lisa.

***

Ambas jóvenes se mantenían de pie a cada lado de la cama, se dieron cuenta que su molestia las llevó a esto y ahora les daba vergüenza ser la primera en recostarse.


_Esto es una tontería - Yuna se dirigió a la puerta.

_¿Acaso te pongo nerviosa? - Yel preguntó con burla.

Yuna giró a ella, viendo incrédula esa expresión de superioridad.

_¿Nerviosa? - sonrió, negando.

Yel borró su sonrisa al ver a Yuna quitarse su saco, tomó su sudadera y se lo quitó, dejando ver su cuerpo atlético solo con un top rojo.

_¿Qué haces? - Yel trató de disimular su nerviosismo.

_Dormiré aquí, en tu cama - Yel agrandó los ojos cuando se bajó los pantalones, quedando en bóxer - duerme conmigo si no tengo nerviosa - se acercó a la cama y se adentró en las sábanas, tratando de dormir.

Yel se mantenía de pie, mirándola, sentía sus latidos más fuertes por el nerviosismo, ¿Cómo era posible que ahora tenga un cuerpo mucho más atractivo que antes?

¿Por qué demonios tenía que ser alguien demasiado hormonal? Eso está segura que lo sacó de alguna de sus madres.

Jennie estornudó.

_¿Qué pasa? - Lisa preguntó jadeante en medio de sus piernas, las sábanas las cubrían hasta la cintura.

_No sé, solo estornudé - Jennie estaba debajo de ella - tú sigue - la atrajo a un beso, que no duró mucho por los gemidos que Lisa le provocaba por  cada movimiento de cadera.

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