Especial Yel 4
Yel seguía al lado de Yuna, estaba recostada abrazada a ella, la miraba dormir, admirandola con tristeza. En sus pensamientos aún rondaba esa duda sobre el aborto, su pulgar acariciaba de manera lenta su vientre, preguntándose si en verdad había sido un embarazo de ambas.
Ellas se conocieron hace cuatro meses, las cosas pasaron rápido en conocerse y formalizar. La primera vez que lo hicieron, fue en casa de Yuna, hace exactamente dos meses, el tiempo que tenía el embarazo. No entendía muy bien la razón, pero el pensar que Yuna estaba embarazada de ella y que lo acaba de perder, era como si sintiera un vacío en el pecho.
Yel aún no estaba lista, no querría tener un hijo en ese momento, ella quería estudiar, prepararse para una carrera y trabajar, pero esa pequeña sensación de vacío seguía allí, acompañando el miedo de ser madre muy joven.
Quizá era la ilusión, el imaginar; las personas siempre se ponen tristes al pensar en un «¿Qué hubiera sido si...?» «¿Cómo sería si...?» Pensamientos que dejan sobre pensando a uno por mucho tiempo.
Yuna había tenido su periodo normalmente, Yel había cuidado de ella esos días. Había preparado su comida, se había mantenido abrazándola mientras ella lloraba por el dolor, iba a comprar las toallas femeninas mientras descansaba; entonces, era claro que ella tampoco lo sabía.
Se acurrucó en su cuello y cerró los ojos, sintiendo la culpabilidad de que Yuna estuviera embarazada por su culpa, por no informarse sabiendo la condición de su madre, por no realizarse unos exámenes primero. Le hubiera pedido perdón por siempre, ya que un bebé no es algo fácil, hubiera tenido que dejar sus estudios y todo por su culpa, por su idiotez, por su calentura de adolescente.
_¿Por qué sigues aquí? - era la voz de Yuna, se notaba aún cansada aunque haya dormido un poco.
_Estoy cuidándote - respondió por lo bajo - por si despiertas y me necesitas. Pagué para que me dejaran hacerlo - sonrió.
_No te entiendo, Yel...- su voz era apagada - ¿Por qué eres tan buena en este mundo de mierda? Simplemente no lo entiendo.
_Sé que es un mundo del asco, pero hasta ahora solo he conocido personas buenas, quizá por eso soy así.
_¿Yo te parezco una buena persona...?
_Sí - sonrió - mucho.
Yuna bajó la mirada, pensativa, sintiendo la culpabilidad por lo que quería hacer con esas inyecciones. Sin darte cuenta, sus ojos comenzaron a cristalizarse, pero sus lágrimas no cayeron, fueron limpiados de inmediato por Yel, aquello solo hizo que el corazón de Yuna se vuelva más sensible, cerró los ojos y comenzó sollozar, sintiendo el abrazo y suave beso de Yel en su cabello.
_Tranquila, el doctor dijo que vas a estar enferma unos días, pero que luego pasará y vas a estar bien - sujetó sus mejillas - así que no te preocupes, ¿Sí? Puedes llorar cuánto quieras, no te reprimas, aquí estoy yo para cuidarte.
En los pensamientos de Yuna solo estaba una cosa, algo que la hizo llorar aún más en el cuello de Yel, debía de terminar su relación, no podía estar con ella después de lo que planeaba hacer. Yel no lo merecía, y ella, simplemente no va a cambiar.
***
En la sala de espera del hospital, Jung estaba siendo regañado por Nia; Lisa la había llamado para que se lo lleve y al enterarse de que le ayudaba a ocultar cosas a su hermana, Jung solo tenía que bajar la mirada y asentir escuchando cada castigo.
_¿Están seguras de lo que van a hacer? - el señor Kim preguntó a su hija y a su nuera, teniendo la esperanza de que dijeran que no - apenas tiene dieciséis.
_Apenas tiene dieciséis y ya robó viales valorizado en medio millón de dólares - respondió Lisa - me duele tener que hacerlo, pero no puedo cubrir sus acciones solo por ser su madre.
_Lisa...- Jennie se veía más afectada, dudando en si hacerlo - ¿y si solo la castigamos?
_Hemos hablado muchas veces con ella, Jennie - Lisa trataba de verse fuerte, pero sentía a punto de romperse - siempre tratamos de ser comprensiva con ella, la educamos, no la malcriamos, le enseñamos valores, y apenas conoció a esa chica, cambió totalmente. Yel debe aprender que todo trae consecuencias, yo no estoy haciendo nada, solo voy a dejar que todo siga su curso.
_Lisa...- los ojos de Jennie se cristalizaron - es nuestra hija.
_Por eso lo hago, Jennie - respondió - ¿Qué crees que estuvo haciendo con las inyecciones? ¿Por qué crees que está en un hospital? El doctor dijo que su novia sufrió un aborto, ¡Iban a tener un hijo, Jennie! ¡Apenas tiene dieciséis!
_Lisa - el mayor no sabía qué decir exactamente - tranquila, ¿Sí?
_Tiene una casa, tiene el dinero que le damos, ella sabe que la amamos y que siempre estaremos, ¿Por eso pensaba en tener un hijo? - Lisa continuaba - ¿Qué pensaba? ¿Qué es así de fácil tener un bebé? ¡Claro, mamá siempre estará! ¿Verdad? ¡Mamá estará enojada un momento y luego se le pasará! ¡Mamá me apoyará! ¡Mamá no me dejaría en ese momento! ¡Mamá no me echaría de la casa, porque si lo hace SERÍA UNA PÉSIMA MADRE! - sus ojos se cristalizaron - Ahora que sepa que mamá no estará en esto - su voz se quebró - no voy a ser...la razón por la cuál mi hija no tenga miedo a equivocarse.
Jennie bajó la mirada, asintiendo a sus palabras. Se acercó a ella y pegó su frente a su hombro, abrazándola. Cuando escuchó la voz del oficial llegar detrás de ella, cerró los ojos, sabiendo lo que vendría.
***
Yel seguía junto a Yuna, ahora la mayor estaba acurrucada a ella mientras Yel sostenía el celular y veían una película. Golpearon la puerta y ambas vieron la entrada. Yel puso stop a la película y fue a abrir, se mostró nerviosa y asustada al ver a su madre Lisa frente a ella, teniendo la expresión seria, pero ojos llorosos.
_¿Mamá? - pronunció, giró a ver a Yuna, ella cruzó miradas con Lisa y la apartó de ella en un segundo, no sé atrevía a mirarla a los ojos - ¿Qué haces aquí? - preguntó Yel.
_¿Robaste viales de la casa de tu abuelo? - preguntó Lisa, siendo directa.
Ambas menores se mostraron nerviosas ahora.
_No - Yel negó.
_Vuelvo a preguntar, Yel - estaba decepcionada de ella - ¿Tú los robaste?
_No, mamá - negaba - ni siquiera sé de qué me estás hablando.
_Había cámaras, Yel - sus ojos volvieron a cristalizarse al ver la expresión de miedo y arrepentimiento de su hija al escucharla - es muy mucho dinero y es un delito...
_Mamá, perdóname - tomó sus manos rápidamente, asustada - por favor, fue un error, no lo volveré hacer. Te lo prometo que no fue con una mala intención. Por favor - pedía - perdóname, ¿Sí? Le pediré disculpas al abuelo también. Sé que están decepcionados pero solo fue un error. Me entiendes, ¿Verdad? - Lisa mantenía silencio, solo viendo a su pequeña niña - ¿Mamá?
Lisa bajó la mirada, soltó sus manos y retrocedió. Yuna quiso acercarse para abrazarla, cuando vió a dos oficiales esperando en el pasillo, solo a dos metros de ella. Vió a su madre y ella evitaba verla, sus lágrimas caían. El cuerpo de Yel comenzó a temblar, un miedo se apoderó de ella y retrocedió asustada.
Los dos hombres se acercaron a ella y la sujetaron de ambos brazos, pero Yel se negaba, llamando a su madre entre sollozos, pero no recibía respuesta.
_¡Déjenla!
Yuna se levantó de la camilla, se quitó las agujas de sus brazos y corrió a ella, metiéndose en medio de los policías. Su débil cuerpo trataba de defenderla, pero fue sujetada por el fornido hombres y obligada a caer al suelo, quedando boca abajo. Sus manos fueron colocados en su espalda, se resistía a ponerse las esposas y solo miraba a Yel entre lágrimas, gritando su nombre.
Su cabeza fue obligada a recostarse contra el frío piso, soportando el dolor del corte que las esposas le habían hecho al ser colocadas.
_¡Mamá! - Yel logró ver a Jennie sentada en el pasillo, mantenía su mirada baja, sin alguna expresión - ¡Mamá! - suplicaba, pasaron frente a ella, obligando a Yel a seguir avanzando, pero Jennie la ignoraba, eso afectó demasiado a Yel - ¡Mamá! - su voz se quebró.
Yel fue llevada, Yuna fue obligada a volver a la camilla. Lisa la veía desde la entrada de la habitación, viéndola con rencor. Estaba por retirarse, cuando Yuna la detuvo con sus palabras.
_Me voy a alejar de su hija - pronunció segura, Lisa giró a ella, viéndola seriamente - ya no la buscaré. Yo...- temía decirlo - yo la obligué a darme los viales, yo la convencí de hacerlo, ella no quería - a pesar de sus palabras, Lisa solo la ignoró, girando nuevamente para irse - ¡Espere! - Lisa se detuvo - ¡Le acabo de decir que fuí yo! ¿No me va a golpear?
_No voy a hacerlo...- respondió sin girar.
_Entonces...solo dígame qué van a soltar a Yel - suplicaba - ella no tuvo la culpa, yo la convencí.
_Tú no la obligaste...- giró a ella, sus lágrimas caían, pero se mantenía seria - ella decidió hacerlo.
_¡¿Va a mandar a su propia hija a la cárcel?! ¡¿Qué clase de madre es usted?!
Yuna no se inmutó cuando Lisa ingresó a la habitación, apartó a los enfermeros pidiendo que se vayan y al cerrar la puerta, la tomó fuertemente de su ropa, quedando cara a cara. Ambas mantenían su seriedad, la misma fuerza, la misma actitud y la misma mirada.
_¿Por qué te explicaría las cosas a tí? - sonrió de lado - si con tan solo verte...sé que no sabes lo que es el amor porque es facil de suponer que nadie te ha querido nunca en tu puta vida.
_Es cierto...- también sonrió, divertida - muy bien, señora Manobal, adivinó perfectamente. Pero hay algo que no sabe, quizá nadie me haya amado, pero yo sí amo a alguien, y es su hija.
_¡Eso es mentira! - la empujó con brusquedad, retrocediendo - ¡Eres solo una adolescente con complejo de inferioridad! ¿Creés que no he escuchado tus conversaciones con mi hija y lo mal que la tratas? ¡Tú no la amas, solo amas que te complazca en todo! ¡¿Y así querían tener un hijo?! ¡La vida de Yel hubiera sido una mierda!
_Un bebé hubiera salido hermoso...- recordaba con tristeza.
_¡Deja de tomar esto como una broma!
Yuna mantuvo silencio por un momento, pensando en todos los momentos con Yel.
_Aunque no lo crea...- su voz era apagada - yo amo a Yel.
_Si lo hicieras no la hubieras convencido de robar - respondió seriamente.
_Yo amo a Yel, señora Manobal - sus ojos se cristalizaron - pero debo aceptarlo...no soy una buena chica para ella - Lisa la vió con desconfianza - hoy me dí cuenta de eso y...sinceramente, ahora que tengo la sensibilidad de decirlo - bajó de la cama, tuvo que sujetarse un momento por lo debil que estaba - le prometo...que me alejaré de ella. No por miedo a usted, no por miedo a su esposa o a su abuelo, si no por el miedo de lastimarla. Su hija...es una verdadero ángel, señora - sus lágrimas caían - no quiero seguir lastimando a alguien como ella.
_¿Quieres sienta lastima por tí? - pregunta seriamente.
_No quiero que sienta eso - respondió sincera - pero...¿Alguna vez sintió esa sensación de...amar a alguien...pero no querer estar con ella?
Lisa mantuvo silencio, reconociendo sus propias palabras, y sus propios sentimientos que alguna vez sintió.
_Entonces...¿En verdad te alejarás de mi hija?
_Solo si me promete que le dará una segunda oportunidad, no me importa si su castigo solo serán meses por ser menor de edad, quiero que sea libre, porque si no lo hace - sonrió de lado, dejando caer sus lágrimas - le juro...que haré de todo por estar con ella, tendría que matarme para que me aleje, solo lo haría cuando ella me lo pida - levantó su mano a ella - ¿Es un trato?
Lisa observó su mano, luego a ella. Suspiró y se acercó a ella, estrechando manos.
Voten ❤️
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