Especial Yel 14
La noche estaba llegando, el cielo ya se estaba oscureciendo. Lisa había llegado hace poco junto con Jennie y lo primero que hicieron fue saludar a su hijo. La niñera se fue y a los pocos minutos Alex tenía una conversación con sus madres sobre un asunto importante.
Cuando Yel ingresó a casa, cerró la puerta en silencio mientras escuchaba curiosa los consejos que le daban a su hermano menor. Lisa estaba inclinada frente a él, parecía que lo estaba motivando mientras mantenía su puño cerrado delante de su rostro.
—Ya lo sabes, primero intenta hablar con ese niño; si no te deja de molestar y te sigue empujando, dale una gran golpiza. Usas tus puños —Alex asentía a las palabras de Lisa.
—Lisa, ¿cómo le vas a aconsejar eso? —regañó la castaña— mejor usa esto, hijo —mostró sonriente un taser.
—Ya llegué —avisó Yel.
Su familia giró a ella, de inmediato sus miradas fueron a su tobillo vendado. Caminaba cojeando en dirección a las escaleras.
—¿Qué te pasó? —Lisa preguntó. Jennie esperaba su respuesta pero seguía subiendo— ¿Yel?
—Me caí de la bicicleta —Yel respondió en voz alta para que escuchen— nada grave, no sé preocupen.
—Estaba llorando —comentó Alex, dejando dudosas y preocupadas a ambas mayores.
Yel cerró la puerta de su habitación y tiró su celular en la cama. Se sentó en un suspiro y quedó pensativa, recordando lo que había pasado hace una hora.
"Lo siento, esto no está bien" Había sido la respuesta de Yuna al separarse de manera rápida del beso "Lo siento, en verdad lo siento, pero no podemos volver a lo mismo"
"¿Y quién te está diciendo para volver?" Fue la respuesta defensiva de Yel, que ahora que lo recuerda, solo le queda cubrirse el rostro de la vergüenza.
"¿Entonces porqué me besaste? ¿Es tu manera de consolarme por lo que dije?" Yuna se veía sensible, pero en ese momento Yel no pudo verlo, estaba tan concentrada en no sentirse humillada al sentirse rechazada, que no estaba pensando bien.
"Solo es un tonto beso" Yel se dejó caer en la cama, sujetó su almohada y la pegó a su rostro, ahogando un grito.
"Ya sé lo que piensas de mí, Yel. Pero ahora hasta un simple beso me importa. Ya veo que ahora es a tí a quien resulta algo insignificante" las lágrimas en sus ojos era algo confundo para Yel "Llamaré a un taxi para tí, pero yo prefiero irme ahora" Iba a irse, pero Yel sostuvo su muñeca, impidiendo su paso.
"Solo quiero saber...porqué te molestó tanto este beso"
"Porque nuestra relación ya tuvo un cierre" Quiso seguir su camino, pero Yel se mantuvo frente a ella. Yuna notó sus ojos cristalinos de igual manera.
"¿Puedes afirmar que lo nuestro tuvo un cierre?" Fue lo más honesto que pudo preguntar "En el beso no parecía que..."
"Tú le diste un cierre" Yuna interrumpió, dejando confundida a Yel "para mí hay una manera de finalizar una relación, y hay dos procesos en el camino. Uno, es terminar, decir que la relación terminó" sus lágrimas caían, mirando directamente con dolor a Yel "y la segunda, lo cuál para mí ya no hay vuelta atrás...es entregarse a alguien más. Ese es el cierre que uno da a una relación, Yel. Lo siento"
Yuna se hizo paso y siguió su camino, dejando en silencio a Yel. Dejándola con las lágrimas bajando por sus mejillas, pensativa.
"Yuna" giró a ella de inmediato, Yuna detuvo su paso y giró a verla "No estuve con nadie más" confesó.
Pero la sonrisa de tristeza de Yuna, le hizo entender que no le creía. Simplemente Yuna siguió su camino.
—¿Dos procesos para terminar una relación? —Yel abrazaba su almohada— lo entiendo, pero...¿quién le dijo eso? Ella no era de esos pensamientos —cerró los ojos al imaginar quien habrá sido— mamás... —y era lo correcto.
—Psss —la cabeza de Jung se asomaba tras la ventana— chaparrita.
Yel escuchó su voz, giró a él y rápidamente se acercó para abrir la ventana y ayudarlo a ingresar. El pelinegro cayó en la cama exhausto, era difícil subir sin que hubiera un árbol.
—Pensé que tardarías, ¿no estabas en tu cita? —se sentó a su lado.
—¿Llamas a eso una cita? —se recostó boca arriba— estuvimos todo el tiempo sentados en el parque, sin decir nada, mi trasero se congeló y para colmo, vino con su papá y él estaba sentado a mi lado mirándome como si fuera un criminal. Simplemente no somos compatibles porque no me daban ganas de decir algo, ni ella conmigo.
—¿Vino con su papá a una cita? —Yel preguntó incrédula.
—Olvida eso —se sentó— ¿Cómo que se besaron? ¿No le tenías resentimiento? ¿Te correspondió? ¿Besa bien? ¿Por qué piensa que estuviste con otros? ¿Qué demonios le dijiste?
***
Jennie estaba preocupada por Yel, había hablado un momento con Lisa y acordaron que esta vez sería la castaña quien hablaría con ella. Estaba por subir, cuando tocaron la puerta. Giró a ver mientras Lisa era quien abría, y ambas vieron a Nia cruzada de brazos.
—Otra vez me falta un hijo —pronunció.
—Yo lo ví trepando por la ventana de Yel —Lee asomaba la cabeza detrás de Nia.
Lisa suspiró, no entendía porqué no solo tocaba y subía. Parecía que a su hijo le gustaba la adrenalina. Pero viendo el lado bueno, seguramente estaba hablando con su hermana. Eran el lugar seguro del otro.
—¿Veniste a llevarlo? —preguntó Lisa.
—No, solo vine a decirte que hables con él. Le gusta trepar en todos lados, en cualquier momento se va a romper algo. Y también trajimos esto —Lee le pasó el balón de fútbol.
—¿Un balón? —Lisa no entendía.
—Lo encontramos en nuestra sala —pronunció Lee— al lado de la ventana rota —Lisa levantó la mirada a ellas— y tiene el nombre "Alex" escrito —Lisa giró a ver a su menor hijo, él sonrió con nerviosismo.
—Se me fue y me dió miedo...—comentó en voz baja.
—¿Cuánto es? —Jennie suspiró, yendo a ellas y sacando su billetera de su bolsillo.
***
—Pues es un buen punto a mi parecer —Jung ya había escuchado todo— ¿Por qué entregarse a alguien más cuando supuestamente sigues amando a otro? Eso ya es cerrar una relación definitivamente.
—Pero yo no estuve con nadie —comentó con frustración.
—Eso te pasa por querer sacarle celos —nuevamente Yel le hacía trencitas— si quieres regresar con ella, debes aclararselo.
—Yo no quiero regresar con ella —respondió cortante, de inmediato recibió una mirada seria de Jung— bueno, no sé. ¿Y qué importa si estuve con alguien más? Ya no estaba con ella.
—Ella no dice que esté mal, ella dice que es una manera de darle un final definitivo a una relación y ya no dar marcha atrás. Y si quieres que haya al menos una esperanza con ella, tendrás que aclararselo, porque se nota que está enfocada en su futuro y no está dispuesta a ver el pasado. Eso me agrada.
—Sí se lo dije, pero no creyó.
—Ya pasaron cuatro años, difícil de creer eso.
—¿Difícil? Tú sigues siendo casto —Jung volvió a verla seriamente— solo es un ejemplo.
—Es que no me gusta nadie —levantó los hombros— y yo sueño con conocer a una linda chica y que se convierta en mi esposa —sonrió, sus ojos brillaron al imaginar ese día— tendremos dos hijos, yo daré a luz a los dos.
—Hermanito, los hombres no quedan embarazados.
—Y las mujeres no embarazan y mira a mamá, por eso nacimos.
Nia, Lisa y Jennie estornudaron al mismo tiempo sin razón alguno. Lee miró extrañada a las tres, estaban en la sala conversando.
—Espera —Jung quedó pensativo— ¿eso significa que tampoco estuvo con alguien más? ¿en estos cuatro años? —levantó la mirada a su hermana, Yel analizaba lo que había dicho— o es porque ama la monogamia o porque te esperó.
—Me correspondió el beso...—Yel miró a Jung, una sonrisa fue creciendo en ella— aún le gusto.
—O ama la monogamia y no volvió a enamorarse —opinó Jung.
—Quizá aún está enamorada de mí, me correspondió.
—O la monogamia.
—¡Me correspondió el beso, Jung!
—¡Entonces ve y dile que la quieres!
—Yo no la quiero...—respondió Yel con timidez.
Jung sintió un tic nervioso en su labio.
—¿Qué es lo que hace tu mamá y el abuelo cuando se enojan?
—Una almohada —Yel mostró su almohada, Jung la tomó y lo llevó a su boca, lo mordió con cada vez más fuerza y hundía sus dedos con molestia.
—Oye —Jung miró la almohada— sí funciona —sonrió a Yel.
Voten ❤️
Felicidades al ganador del album de Rosita, ya se le hizo entrega del premio en efectivo 🥳
Sigan interactuando con mis historias 😊🐁
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