El silencio se había apoderado de ambas, no sé atrevían siquiera a mirarse, solo se mantenían sentadas al lado de la otra en el sillón. Yel observó de reojo las manos de Yuna sobre sus propias piernas, estaban inquietas. Recordó que estaba igual en su primera cita. Prácticamente, ni siquiera habían hablado aquel día, solo comieron. Ambas habían sido demasiadas tímidas.

_Creo que debes decir algo...- Yuna pronunció sin verla - Moonbyul en cualquier momento me llamará.

_Sí...- miraba sus propias manos - solo...quería - Yel estaba por disculparse, cuando los recuerdos volvieron a invadir su mente. Recordó los días en llanto, las noches sin dormir. Recordó también lo que antes solo ignoraba, el mal trato de Yuna, su frialdad, la insitó a robar a su familia, y lo peor de todo, era que iba a aprovecharse de su confianza para que quedara embarazada a tan temprana edad. A pesar de todo el daño, de todas las acciones, Yel no sintió enojo, sus lágrimas simplemente cayeron - quiero...- su mirada era perdida, pensativa - que realmente...me pidas disculpas.

_Ya lo hice - Yuna respondió sin ánimos, no quería seguir con lo mismo, pero ver su rostro, ver aquel gesto de dolor en ella, hizo que cada muro en su interior cayeran - Yel...

_Solo te pido eso...- su voz era suave, a pesar de sus lágrimas - quiero que te disculpes sinceramente, sin alguna excusa, sin algún pero. Quiero que estés arrepentida por lo que me hiciste, porque...yo estaba muy enamorada...- su voz casi se quiebra - y tú te aprovechaste de eso. Te aprovechaste de lo que sentía.

_Lo sé, no sabes todo el tiempo que-

_Déjame terminar - se limpiaba sus lágrimas - no sé cómo eres ahora, Yuna. En realidad no lo sé, no sé si en verdad cambiaste - finalmente la observó, directamente a los ojos - y sinceramente...no quisiera averiguarlo.

Yuna bajó la mirada. Su garganta dolía, soportando las ganas de llorar también.

_En realidad...mi cabeza me ha torturado todos estos días...- confesó - desde hace cuatro años - no quería mencionar sobre sus sentimientos, solo de su culpa - sé lo que tengo que hacer...

Yel vió a Yuna, poniéndose de pie en un profundo suspiro. Creyó por un momento ver sus ojos cristalinos, pero Yuna parecía evadir cada contacto directo a su rostro. Cada pensamiento de Yel, se desvaneció al ver a Yuna arrodillarse lentamente a ella.

_¿Qué haces...? - intentó levantarse, pero Yuna tomó sus brazos y la hizo sentarse de nuevo, aún sin atreverse a verla - no te estoy pidiendo que te humilles ante mí - sus lágrimas volvían a caer - solo quiero que te disculpes de manera honesta por lo que hiciste.

_Perdón - la voz rota de Yuna la interrumpió - perdón - volvió a repetir - lamentó por lo que hice, lamento mis acciones, lamento haberte tratado siempre de manera tan fría...- sus manos seguían sujetándola, aún con la mirada baja - lamento no haberte amado correctamente. Lamento tanto...haber hecho que te alejaras de mí, por darme por vencida tan fácilmente. En realidad....- su voz se quebró, sus lágrimas cayeron a través de su mentón, cayendo a los pies de Yel - estoy muy arrepentida - su frente se apoyó en sus rodillas, sollozando, dejando salir todo lo que había guardado por años - lo siento...

Yuna mantenía los ojos cerrados. Las náuseas por el llanto se hicieron presente, haciendo una presión en la garganta y en el estómago. Pero, al sentir la caricia tímida de Yel en su cabello, hizo que por un momento se calmara. El sollozo fue más silenciosa, más débil, solo dejaba salir sus lágrimas mientras sentía las caricias.

_Solo sé...- Yel pronunció, aún con ojos rojos - que antes...no te hubieras arrodillado ante alguien.

Yuna no respondió, sentía que si decía algo lo iba a arruinar, solo quería estar así un rato más.

¿De qué serviría confesarle sus sentimientos? Ya pasaron cuatro años. Las personas...se vuelven a enamorar. Quizá ella...ya tenga un nuevo amor.

***

Lisa estaba muy ocupada, estaba en una reunión con otros chefs de reconocidos restaurantes. Los proyectos eran presentados en una exposición, pero ella tenía parte de su atención en su celular debajo de la mesa.

_Deja eso - susurró su amigo, tratando de que no la atrapen - no hay tiempo para conversaciones cursis, tenemos un proyecto al frente.

_Siempre hay tiempo...- susurró Lisa de manera divertida.

Su amigo viró los ojos y se cubrió el rostro avergonzado al leer el mensaje que Lisa envió a su esposa.

"También te extraño 🥺"

Su amigo suspiró, trató de concentrarse en el proyecto, pero el ojo se le bajaba a la conversación.

J: el proyecto aquí está aburrido, estaría mejor estar en casa contigo.

L: aquí igual está aburrido, ya me duele la cabeza.

J: ¿Estás bien? Puedo ir por tí, puedo suspender la reunión para mañana.

L: solo debo tomarme unas vacaciones, me lo recomendó el doctor. No necesitas venir.

J: Igualmente pasaré por tí, solo espérame, salgo en treinta minutos.

L: perfecto, yo salgo en cuarenta, te espero.

J: nos vemos en unos minutos. Te amo ❤️

L: te amo más ❤️

El chico miraba incrédulo a Lisa.

***

El silencio en la habitación había vuelto, pero Yel seguía en sus caricias en su cabello y Yuna mantenía sus ojos cerrados, como si estuviera durmiendo. Su tacto la hacía sentir tan tranquila.

_Ponte de pie...- pronunció Yel - tus rodillas te dolerán.

_Yel...- Yuna abrió los ojos, pensativa - tengo una duda...- su voz era tímida - una duda que tengo desde aquel día en el hospital y quiero tomar esta oportunidad para saberlo.

Yel recordó con incomodidad aquel día, pero aceptó la duda.

_Dime.

_Yo...¿quedé embarazada de tí? - temió a su pregunta - preguntar esto da entender que estuve con otros, ¿verdad? Ni siquiera sé cómo sentirme, solo me crea dudas y mi mente me hace pensar hasta los más obsurdos escenarios.

Yel la miraba, tenerla así, descansando en sus piernas, estaba removiendo sus sentimientos otra vez.

_Entiendo tu temor, lo mismo sintió mi madre Jennie cuando se enteró de su embarazo. Fue más complicado para ella, porque allí aún era algo desconocido.

_Entonces...¿eres como tu madre Lisa?

_Sí...- fue la simple respuesta que tranquilizó a Yuna - me hice exámenes días después. Ese bebé...- sentía un extraño vacío - si era nuestro.

Yuna sonrió con tristeza.

_No era el momento...

_Ponte de pie.

_No quiero que veas mi cara con lágrimas y mocos.

_¿Dejaste mocos en mi pantalón?

_Quizá.

Hubo un corto silencio, para después sonreír ambas a escondidas de la otra. Había sido el primer momento amigable desde que se volvieron a encontrar.

_Ponte de pie - volvió a pedir Yel.

_No quiero hacerlo...

Yel se mostró confundida.

_¿Por qué?

Yuna dudó en responder.

_Si me levanto, temo que el momento se corte y vuelvas a odiarme...

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