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Capítulo 5

Jennie no podía evitar verla, Lisa se veía tan atractiva cocinando. Se había quitado la chaqueta, quedando solo en un top negro. Se ató el cabello en un moño rebelde y se puso un mandil blanco que tenía un lindo diseño de un gato chef en medio.

Tomó el plato y fue sirviendo con delicadeza. La pasta cayó en perfecta orden, la salsa fue esparcida en medio y una pequeña hoja de laurel fue puesto en medio como decoración. El jugo de naranja fue colocado a un lado junto a un dulce postre también hecho por Lisa.

_Adivino - Jennie sonrió cuando Lisa colocó el almuerzo frente a ella - tu carrera es chef.

_Exacto - sonrió. Se quitó el mandil y tomando una de las sillas, se sentó al lado de la castaña - pruébalo, adelante - animaba, ella también tenía su almuerzo.

Jennie tomó los palitos, enrolló los ideos con ayuda de una cuchara y soplando por el humeante humo, lo llevó a la boca, probando. Sus ojos se dilataron de inmediato por la sorpresa.

_¡Ay, Dios! - saboreaba - ¿Qué es esto? - Lisa reía.

_Son solo fideos y tomate, no exageres.

_¡Se que me estás mintiendo! - señaló - ¡No son solo fideos y tomate! - volvió a probar otro bocado - ay, Dios mío - suspiró.

_Es una hierba peruana que agregué a la salsa, le da un sabor exótico. Lo usan mayormente para bebidas pero lo probé en un plato en mi último examen, y a mi profesor le encantó. Se llama "muña".

_Bendita sea esa hierba - tenía sus mejillas llenas - solo escuché un poco de ella.

_¿Y cuál es tu carrera? Creo que te visto cargando un par de plantas las veces que te ví.

_Mi carrera es botánica.

Lisa la miraba sorprendida, estaba comiendo muy rápido y a grandes bocados.

_Estás con antojos, ¿Verdad?

_¿Por qué lo dices? - preguntó con las mejillas más llenas que una ardilla.

_Déjame servirte más - tomó su plato vacío.

_Vale pero-

Lisa detuvo su paso al sentir algo extraño, comenzó a tener náuseas de la nada. Giró a Jennie y ella ya estaba corriendo al baño.

_Creo que...- Lisa ya estaba haciendo ligeras arcadas -...compartiremos síntomas - se cubrió la boca al escuchar a Jennie.

La castaña respiraba agitada al levantar su cabeza, ella tenía ganas de comer más pero las náuseas fueron tan repentinas y fuertes. Iba a presionar el botón del inodoro, cuando Lisa pasó corriendo por su lado y se arrodilló frente a la bañera, vomitando, y eso que Lisa aún no había dado ni un bocado al plato.

_Creo que esto va a ser una costumbre...

Minutos después, ambas estaban tiradas en el piso del baño, mirando al techo. Giraron a verse y apretaron los labios, una risa se escapó en cada una. 

_Esto es una mierda...- Lisa suspiró sin dejar de sonreír.

_Estoy de acuerdo contigo...- volvió su mirada al techo - al menos lo compartimos juntas, eso me parece justo.

_¿Te gusta que sufra? - Lisa preguntó fingiendo estar indignada.

_Pues te veía bien agusta cuando hacíamos al bebé - Jennie borró su sonrisa al darse cuenta que no lo había pensado, lo había dicho.

Pero al escuchar la risa de la pelinegra, la hizo volver a sonreír.

_Sí, estaba muy agusta.

Las mejillas de Jennie se sonrojaron. Estar embarazada sí que te pone demasiada hormonal. ¿Cómo una pequeña frase te podía poner así?

_¿Tienes un cepillo? - Jennie se puso de pie, trataba de ignorar lo que sentía - necesito lavar mis dientes.

_Claro - se levantó.

Lisa le dió la espalda y rebuscaba en los cajones del baño. Los ojos de Jennie bajaron a su cintura y espalda admiraba con deseo aquel cuerpo que había estado en sus brazos ese día. Sus recuerdos llegaron a su mente y cerró los ojos en un silencioso suspiro.

_Ten - la voz de Lisa la trajo a la realidad - es nuevo - Jennie lo sostuvo y agradeció nerviosa.

Minutos después, ambas cepillaban sus dientes frente al espejo.

_Eh...Lisa - detuvo la mano de la pelinegra, ella la miró curiosa - ¿Quién te enseñó a cepillar? - río levemente.

_¿Por qué? - preguntó extrañada.

_Se hace de arriba a abajo, no de lado. Lastimas tus encías.

_Ow, siempre lo he hecho así - comentó avergonzada - aprendí sola - levantó los hombros - gracias.

Jennie asintió, no quería indagar en su vida y hacerla sentir incómoda. De pronto, golpearon la puerta fuertemente, asustando a ambas.

_¡Lisa! - era la voz de Jisoo - ¡Venimos a festejar que serás momi!

Lisa sonrió, enjuagó rápidamente su boca y se apresuró a ir a la puerta mientras secaba su boca con una toalla. Al abrir la puerta, sus amigas alzaron sus regalos en alto, sonrientes.

_¡Hoy haremos un pequeño baby showe entre amigas! - pronunció Momo.

Iban ingresando animadamente, cuando detuvieron sus pasos al ver a Jennie salir con cepillo en mano. Las amigas cruzaron miradas, curiosas por la presencia de la castaña.

_Guarda la hierba...- susurró Moonbyul a Jisoo.

_Sí...- Jisoo quedó pensativa - ¡¿Cuál hierba, imbécil?! ¡Nosotras no hacemos eso! - Moonbyul y Momo rieron.

_¿Qué hace ella aquí? - Momo abrazó por lo hombros a Lisa, murmurando - ¿Tienen una cita?

_¿Qué? Solo nos estamos conociendo, por el bien del bebé.

Lisa saludaba con timidez.

_Pues mucho mejor que ella esté aquí - Jisoo dejó su regalo sobre la mesita de noche, las demás la imitaron - así verá los regalos.

_¿No es muy pronto para eso? - opinó Jennie - los doctores dicen...que hay que esperar hasta los cinco meses, por si ocurre una complicación.

_Si ocurre eso, vendemos las cosas y ya - Moonbyul levantó los hombros.

_¡Ya! ¡Tomen asiento! - Jisoo tomó por los hombros a Jennie, y Momo a Lisa, haciendo que se sienten una al lado de la otra - ¿Primero la fiesta y luego los regalos?

_Chicas, es muy bonito esto, pero quedé con Jennie que este día sería solo de nosotras - comentó apenada - debemos saber la personalidad de cada una, los pro y contras, nuestra manera de comunicarnos, nuestra manera de arreglar los problemas, cuales son nuestros valores o si tenemos algo en qué cambiar o mejorar, para poder darle lo mejor a nuestro bebé...

Sus amigas la miraban conmovidas y con sus labios temblando.

_¿Ya ves? - Jisoo giró a Momo - y tú decías que se iba a mudar de país.

_Si quieres podemos dejar esto para otro día - comentó Jennie a Lisa.

_¡Oh, no no no! - interrumpió Moonbyul - solo abran los regalos y nos vamos, no somos exigentes - sonrió.

_¡Primero mi regalo! - Momo tomó su caja y lo ofreció a Jennie, ella lo tomó dudosa.

_Es pesado - comentó la castaña. Lisa la ánimo a abrirlo y así lo hizo, abrió la caja con cuidado y vió extrañada que parecía ser un libro. Al poco tiempo lo reconoció y lo sacó de la caja con emoción - ¡Es el libro de fotos de la película Up!

_¡¿Nuestro libro de aventuras?! - Lisa se acercó de inmediato.

_¡Sí! - lo mostró, Lisa lo tomó en manos, era idéntico - siempre quise uno de esos.

_Yo también - ambas sonreían.

_Genial, Momo nos ganó, vámonos - Jisoo tomaba su caja.

_Ya, resentida - Moonbyul la regresó de su polo - mi turno - ofreció su caja.

Esta vez Lisa lo tomó, era una caja mediana, pero era muy pesada. Lo abrió con cuidado y se sorprendió al ver miles y miles de tarjetas agrupadas en orden. Jennie sostuvo una y lo analizó, no entendía.

_¿Qué es esto? - preguntó Lisa al tomar otra y leer - "válido por una paquete de pañales"

_Son tarjetas de regalo, y no de cosas mínimas - sonrió - les va a servir mucho. Mi papá no los necesita por nuestra posición económica así que te los regaló.

Jennie leyó su tarjeta.

_"Válido por una caja de latas de fórmulas para bebé 1k" - se sorprendió - ¿Sabes cuánto cuesta cada lata de 1k? ¡Y solo es una tarjeta!

_¿Cuántas tarjetas hay? - Lisa estaba desconcertada.

_Creo que unas díez mil - sonrió.

Todas quedaron boquiabiertas.

_"Una caja de latas de leche" - leía Lisa - "fideos" "jugos" "huevos" "azúcar" - sacaba tarjeta por tarjeta - ¡Un costal de arroz!

_¡Ropa para bebé! - Jennie sonrió mostrando la tarjeta a Lisa - ¡Por un valor de cien dólares! ¡Y hay muchas!

_Mejor ya me voy con mi regalo - opinó Jisoo.

_Ya - Lisa rió - dame tu regalo - pidió, dejando la caja de Moonbyul a un lado. Jisoo se lo entregó y sonrió. Jennie se inclinó para poder ver el interior mientras Lisa lo abría. Encontraron una caja de porcelana color rosa - ¿Qué es? - lo abrió con cuidado, eran como dos relojes delgados y elegantes color plateados.

_Es para las mamis - Jisoo tomó uno y tomando la mano de Jennie con su permiso, lo puso en su muñeca - miren - presionó la pantalla del centro, el botón rojo, y en un segundo el reloj de Lisa vibró y sonó dos veces, como si fuera una campanilla, la pantalla completa se llenó de un color rojo que palpitaba - si ante alguna situación que no estén juntas, no tienen tiempo de usar el celular y es alguna emergencia, esto les servirá. No importa la distancia en la que estén, sonará en solo un segundo. Tiene GPS que lo pueden conectar con su celular.

_¿GPS? - Jennie admiraba lo bonito que era.

_Tuve esa idea al ver los relojes pulseras - respondió Jisoo - ¿Y si Jennie está a punto de dar a luz y no está nadie en casa? ¿O si está en alguna tienda u otro lugar? Así podrás encontrarla - sonrió a Lisa - con los celulares tienes que quitarle el bloqueo, entrar al chat, buscar el nombre, escribir. Valiosos segundos para una emergencia.

_Eso es muy lindo - Jennie sonrió conmovida -gracias.

_¿Y el verde para qué es? - preguntó Lisa, poniéndose el reloj pulsera.

_Ah, es que esto es para parejas - río al ver el rostro de las futuras madres, algo incómodas y nerviosas - cuando una de las dos extrañe a la otra, solo presionen el botón verde - presionó el de Lisa, al instante el de Jennie de encendió de un color blanco, con un corazón rojo en medio, haciendo un sonido como de una campanilla - ¿No es lindo?

_Igualmente ese botón no lo vamos a usar - Lisa pronunció incómoda, acomodando la caja sobre la mesita.

Jennie trató de disimular que aquello no le afectó.

_Pero lo pueden usar para algo más - ideó Moonbyul.

_¿Cómo qué? - preguntó Lisa.

_Quizá pueden usarlo cuando Jennie tenga antojos o necesite algo - pronunció Momo.

_¡Claro! ¡Es una buena idea! - apoyó Jisoo - el embarazo es una etapa muy cansado, necesita ser tratada como una reina.

_Me gusta la idea - Lisa giró a Jennie - ¿Qué te parece? Cuando necesites un antojo, solo presiona el botón y llegaré corriendo. No solo eso, si necesitas cargar algo, si necesitas algún masaje, o cuando solo necesites compañía, o quieras salir a pasear - sonreía - solo presiona el botón.

_No quiero agobiarte...- respondió Jennie.

_¿Agobiarme? Jennie - pronunció confundida - es mi hijo, no estoy haciendo esto como un favor. Tú vas a llevar la parte más difícil, hacer el resto es lo que me corresponde, porque esa pequeña cosita en tu vientre también es mío. Estoy complacida de cuidarte, Jennie.

Jennie quería que se callara, así solo la enamoraba más.

Las horas pasaron muy rápido, Jennie y Lisa pasaron la tarde conversando, conociéndose. La química era evidente, tenían gustos muy diferentes pero parecía que aquello solo les gustaba más, porque podían debatir por largo tiempo, pero en las cosas más importantes, sí tenían los mismos pensamientos.

Llegada la noche, ambas iban bajando las escaleras rumbo al primer piso para poder regresar a casa de Jennie. Lisa se olvidó su billetera y le dijo que la espere abajo. Jennie asintió y siguió bajando hasta llegar a la entrada. Estaba esperando paciente, cuando sintió la mirada de alguien, buscó curiosa y notó al chico que estaba en frente al cruzar la calle, apoyado en la pared.

Lo miró curiosa, se parecía mucho a Lisa. Lisa llegó a su lado finalmente y notó su incomodidad.

_¿Pasa algo?

_Ese chico...- pronunció por lo bajo - no deja de mirarme.

Lisa miró en su dirección, su expresión a irritación al verlo, ya estaba cansada. El taxi que había pedido ya se estaba acercando y esperaron pacientes, pero el chico venía cruzando en dirección a ellas.

_Lisa...- Min observó por un momento a Jennie - ¿Ahora tienes una nueva amiga?

_¿Para qué volviste? - preguntó seriamente.

_¿Es tu hermano? - Jennie murmuró, pero Min la escuchó.

_Min Manobal - ofreció su mano, sonriente - mucho gusto - Jennie iba a estrechar su mano, dudosa, pero Lisa la sostuvo y la guío detrás de ella, quedando cara a cara con su hermano.

_Te pregunté, Min, ¿Para qué volviste?

_Te ví entrar a casa de ese hombre - respondió seriamente - dime qué relación tienes con ese tipo.

Jennie se mostró entristecida al escuchar aquello.

_¿Me estás espiando? - enfrentó - ¡¿Estás loco?! ¡Es mi puta vida, Min!

_Solo te estoy cuidando - su voz fue dura - ¿Quieres que me quede tranquilo cuando un viejo se está aprovechando de tí?

_¡A tí no te debe importar lo que haga con mi vida! - Jennie tuvo que sostenerla - ¡Deja de fingir ser un buen hermano cuando sabes perfectamente que no lo eres!

_¿Hasta cuándo vas a estar así, Lisa? Tienes que madurar - explicaba - ya pasaron dos años y aún sigues con lo mismo.

_¿Y tú quién mierda te crees? - ambos se sorprendieron cuando Jennie se metió en medio, enfrentando al pelinegro - eso de "aprende a superar" solo puede venir de alguien que lo arruinó, ¿Verdad? Dígame "hombre maduro", ¿Qué hizo?

_¿Ella por qué se mete? - Min preguntó a Lisa, incrédulo.

_¿Tiene miedo de decir lo que hizo? ¿Qué pasa? ¿Le da vergüenza?

_No es su asunto - respondió a la defensiva.

_¡Pues ahora sí es mi asunto!

Lisa tomó de los hombros a Jennie, haciendo que retroceda.

_Jennie - se puso frente a ella, susurrando - no te debes alterar.

_Es que él me desespera, apenas lo conozco y ya veo que se cree el buenito. Esas personas me irritan.

_Está bien, pero tranquila - el taxi llegó frente a ellas - Solo vámonos, ¿Sí?

Jennie asintió y con mal humor, entró al taxi cuando Lisa abrió la puerta.

_Lisa - llamó su hermano, pero ella lo ignoró y subió al taxi al lado de Jennie - ¡Recuerda que el rencor no es bueno! - gritó cuando el taxi avanzó.

Por la ventana, la mano de Jennie se alzó en alto, mostrando el dedo del medio. La mano le Lisa la jaló de inmediato.

Voten ❤️

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