Lisa llegaba a la casa Kim como todos los días, cargaba una caja con abono para plantas y tocó con un pie para abrieran. La madre de Jennie abrió y se saludaron. La mayor notó sus ojeras y eso la estaba preocupando. Cada vez se veía más cansada.

_Lisa - el señor Kim la llamó antes de que suba al segundo piso - ven un momento - avisó antes de bajar al sótano.

Lisa dejó la caja a un lado y se encaminó a él. Al bajar, notó que el mayor seguía investigando sobre su situación. Tenía grandes papeles en la pizarra y mucha más información en la pantalla de su laptop. El mayor veía por el microscopio, estando sentado en ese desordenado escritorio.

_¿Sí? - respondió Lisa por lo bajo.

_Dios, ¿Qué te pasó? - notó su cansancio y ojeras - luego hablamos de eso - tomó unos papeles - estuve investigando y descubrí que hubo dos casos parecidos al tuyo. En Inglaterra una mujer embarazó a otra. En Venezuela pasó lo mismo. Fue hace años y en ambos casos se hicieron las pruebas de ADN, resultó ser cierto, ambas eran las madres. ¿Pero sabes cuál es el parentesco contigo?

_No...- su cabeza iba bajando lentamente, con sueño.

_Que también tenían un gemelo - Lisa levantó la mirada, intrigada pero con ojos pesados - sus gemelos eran hombres. En el transcurso del embarazo parece ser que pasó algo, obtuvieron la posibilidad de crear esperma también, pero unos femeninos - mostró las imágenes en la laptop - son algo diferentes al tuyo pero tienen la misma función.

_Que bien....- volvía a punto de quedarse dormida de pie.

_Pero es aquí en donde tengo una gran duda...- estaba pensativo - según sé tu hermano tiene un hijo.

_Ajá...- ya casi no le prestaba atención.

_Lo raro es que en ambos casos, los hermanos de cada mujer...- veía sus hojas -...resultaron ser estéril - leyó curioso.

_¿Qué? - Lisa levantó la mirada, más despierta que antes.

_Debe ser una excepción - el mayor comentaba sereno, él no sabía quién era la antigua pareja de Lisa - es que me parecía raro porque en los dos casos era como si la hermana gemela hubiera succionado aquella posibilidad al hermano - río levemente - típico de hermanos, peleando desde pequeños.

Lisa comenzaba a ponerse pálida, sentía que estaba por caer al no sentir su pies y tuvo que sentarse en el suelo al casi caer. El mayor llegó a ella y le decía algo, pero ella no escuchaba. Todo comenzaba a pasar como flashes en su cabeza. Todo se estaba uniendo y la duda comenzaba a crecer. Su cuerpo débil y cansado no ayudó mucho ante aquella impresión y temor que le causaba al imaginar...a Jung como suyo.

Todo se volvió oscuro, sintió que su cabeza giró y cayó inconsciente al desmayarse. El señor Kim la cargó preocupado y la llevó de inmediato a su hospital. Los gritos de su padre pidiendo que abran la puerta y también la del auto, alertaron a Jennie. Bajó de inmediato y salió fuera de la casa al ver a su madre correr. Observó preocupada a su padre hacer ingresar a Lisa inconsciente al auto, su madre la ayudaba.

***

Al abrir los ojos, sus párpados pesaban, se sentía débil. Notó los delgados tubos conectados a sus brazos, uno en cada uno. La puerta se abrió y vió a su hermano ingresar, detrás esperaba Nia junto al pequeño. Ella la miraba preocupada, pero Lisa no podía dejar de ver a Jung, este estaba dormido en el hombro de Nia.

_¿Cómo te sientes? - su hermano preguntó frente a ella - vine tan rápido como pude cuando el señor me llamó. ¿Cómo sabe mi número? - quedó extrañado - no importa. ¿Cómo te sientes ahora?

_Agotada...

_El doctor dijo que tus plaquetas están bajas. No has estado comienzo bien, Lisa. No has estado durmiendo bien y estás muy estresada con la universidad. ¿Estás haciendo algo más? Porque antes no era así.

_No te interesa...- suspiró, dejando de ver a Nia - gracias por venir, pero no necesitaba que vinieras.

_Lisa...- pronunció con tristeza - ¿Nunca vas a perdonarme?

_Min...vete - pidió, ni siquiera lo miraba.

_Lisa...

_¿En serio crees, que por dos actos buenos que hagas, vas a borrar todo lo que me hiciste? - preguntó irritada - te lo repito una y otra vez, que no quiero saber nada de tí y sigues volviendo. ¿Qué es lo que buscas, Min? ¿Dejarme como la mala por no perdonarte y que los demás digan "pobrecito"?

_¿Pero porqué no puedes perdonar a tu hermano? Hagas lo que hagas siempre vamos a estar unidos porque-

_¡Me importa una mierda la sangre, Min! - gritó alterada - desde pequeña me hiciste la vida imposible, me quitaban mis cosas porque hacías un berrinche al verme con un juguete. Todo lo que yo tenía lo querías y nuestros padres te consentían. Mis padres me golpeaban por hacer algo que tú también hacías, ¿Qué injusto es que a tí abracen y yo era quien recibía los golpes? - sus ojos se cristalizaron - todo eso lo ignoré porque hacía caso a las palabras de los demás: "es tu hermano, es tu familia, no importa lo que hagan"

_Pero eso es cierto, pase lo que pase nosotros seguiremos siendo hermanos - respondió afligido.

_¡Una mierda, Min! - Nia tuvo que salir por los gritos, Jung se había despertado - yo soportaba todo eso, pero llegaste a un límite, "hermanito". Me quitaste mi hogar, lo que nuestra abuela me dejó al ver las preferencias de nuestros padres...- sus lágrimas caían - me quitaste a lo que amaba...a la mujer que amaba...¿Te parece poco eso? Parece que tu objetivo solo es quitarme todo lo que tengo, y ya estoy cansada de eso...no te quiero en mi vida, Min.

_Está bien - asintió en un suspiro - yo...creo que esta es la última vez que lo intento - Lisa evitaba verlo - yo...en unos días me iré del país. Me mudaré a Estados Unidos.

_Haz lo que quieras - fue cortante.

_Está bien - asentía - solo tengo que esperar a que Nia acepte...y nos iremos junto a nuestro hijo - esto llamó la atención de Lisa.

_¿Te llevarás...a Jung?

_Sí, creo que es lo mejor para los tres...

Lisa asentía, manteniendo silencio y pensativa.

Min esperó a que dijera algo, pero al no recibir respuesta, decidió retirarse muy a su pesar. Vió una última vez a Lisa y suspirando, salía de la habitación.

_¿Puedo ver una última vez a Jung? - detuvo - por si...Nia decide ir contigo.

_Claro...

Minutos después, era Nia quien entraba a la habitación, Min ya no la acompañaba. Ambas se sentían algo incómodas pero Nia se acercó cuando Lisa se sentó sobre la camilla. Sin decir nada, Nia le entregó a Jung y Lisa lo sostuvo con cuidado. El pequeño la miraba curioso, sentado en su regazo y moviendo su carrito favorito.

_Hola, pequeño - pronunció Lisa con voz suave, sonriendo levemente - veo que estás mejor - acarició su cabello - ¿Ya no tiene dolor de estómago? - preguntó sin ver a Nia.

_No, hace mucho no come helado.

Esto dejó pensativa a Lisa.

_Tienes mi especie de alergia...- lo estaba observando con disimulo - escuché que probablemente se irán - finalmente giró a Nia.

_Lo estoy pensando...la verdad, no quisiera ir con él, pero Jung lo necesita. Tendría un mejor futuro y en Estados Unidos hay muchas oportunidades para él.

_Nia...- se mostró pensativa, dudosa - perdón por preguntar esto...no sé cómo lo tomes, pero nunca hemos hablado de esto, las cosas simplemente pasaron.

_¿A qué te refieres?

_¿Desde cuándo fue que me engañabas con mi hermano? - esto dejó en silencio la habitación.

Nia bajó la mirada, avergonzada por lo que pasó en el pasado.

_Solo...fue una noche - respondió por lo bajo - en la fiesta en la que fuí...y te dije que me había quedado a dormir con una amiga.

_¿Solo...fue una vez? - preguntó con duda, Nia asintió - eso es imposible - negó en una ligera risa - es claro que estuvieron mucho tiempo juntos, estuvieron incluso cuando me dejaste.

_¿Por qué quieres hablar de esto ahora? - comentó afligida.

_Solo responde, por favor - pidió seriamente - después de todo, merezco saber lo que pasó, ¿No? Después de todo lo que pasé por ustedes.

Nia volvió a bajar la mirada, asintiendo apenada.

_Solo fue...una noche - recordaba - yo estaba ebria - evitaba contarle ciertos detalles - cuando te dejé...Min se hizo cargo de inmediato de Jung, no estaba con él antes.

_¿Y porqué los ví después en el parque? Ni siquiera pensaron e que yo podría verlos, no les importó.

_Me...me ganó la ilusión...- sus ojos se cristalizaron, pero se mantenía serena -...de tener una familia. Fue una emoción tan...fuerte - suspiró profundamente - tener la familia que siempre quise...que mi hijo crezca en un medio de mamá y papá. Me dije "quizá me enamore de él, quizá puede funcionar" Por eso...ambos decidimos estar por nuestro hijo. Se sentía tan...especial salir en familia...porque veía a mi bebé felíz - levantó la mirada a Lisa, ella la miraba con resentimiento - lo siento...- pidió - en verdad lo siento, aquella ilusión me cegó por completo...solo me estaba engañando a mí misma - sus lágrimas cayeron - cuando él intentó dar un paso más...simplemente no pude...y fue cuando comenzó a tratarme mal.

_Se me hace...muy difícil creerte, Nia - el bebé seguía jugando con su carrito, la voz de ambas no era grave, así que el bebé no se asustaba - no puedo creerte cuando me dejaste tan fácilmente y ni siquiera te afectó.

"Debes sacar esas emociones que guardas, porque solo te harás daño a tí misma"

Nia mantuvo silencio, sus lágrimas seguían cayendo, recordaba ese día en que apareció en su puerta y le dijo sobre el bebé. Se mantuvo fuerte y se alejó, pero en cuanto Lisa cerró la puerta, no pudo resistirlo más. Sus lágrimas cayeron y comenzó a llorar, cubría su boca tratando de que Lisa no la escuche. Se quedó sentada al príncipe de las escaleras y estuvo allí por mucho tiempo, dudando en si tocar la puerta nuevamente y pedirle que la perdone, que no lo quería hacer, decirle la verdad.

_Lo sé...- respondió Nia - fuí...una mierda contigo. Lo lamento. Pero te estoy diciendo la verdad, solo fue una noche.

_No te creo...- respondió seriamente.

Nia recibió un mensaje, era Min, le decía que tenían que volver para hablar sobre el viaje, parece que será en cinco días.

_Yo...tengo que irme - tomó a Jung - si decido ir con él...- la observó directamente, nostálgica - espero que seas muy felíz, Lisa. Realmente lo deseo - se dirigió a la puerta.

_¿No te amé lo suficiente? - Nia se detuvo, giró a ella y notó sus ojos cristalinos, sus lágrimas caían - ¿No te dí el amor suficiente...para que al menos...sientas un poco de lástima por mí...y no hacerme daño?

_Lisa...

_Siempre me he preguntado si hice algo mal. Todos los días desde hace más de un año. Ya no te amo, Nia - pronunció seriamente - pero esto no es fácil de sanar, ¿Sabes? Sigue doliendo cada vez que lo recuerdo, es un sentimiento que quisiera borrar pero por más que intento ese miedo no se va, al punto de hacerme temblar. Detesto tanto...haberte conocido.

_Ya basta - pedía con ojos llorosos - me estás lastimando, Lisa.

_¿Te estoy lastimando? - río levemente - que irónico de tu parte. Se te hace tan fácil hacerte la víctima-

_¡Me drogaron! - gritó en un sollozo, Jung sintió el dolor de su madre y comenzó a llorar, nervioso y asustado. Lisa se mantuvo en silencio, viéndola incrédula - ¡Me drogaron y no sé qué demonios pasó!

_¿Qué...?

_¡No sé lo que pasó! ¡Estaba bien en esa fiesta, no había bebido tanto, luego ví a tu hermano en esa misma fiesta y se me acercó! - recordaba - no sé lo que pasó...solo recuerdo que comencé a no sentirme bien, estaba viendo todo borroso y me sentía débil - sollozaba - quería irme pero casi caigo al suelo en la salida y tu hermano me sujetó, me dijo que me llevaría a casa y ya no recuerdo nada más. Solo...desperté en la mañana en su departamento, en su cama...- su voz se agudizó por el llanto - él estaba al lado mío...desnudo al igual que yo. Te juro...que solo sentí asco, solo comencé a llorar. No dejaba de pensar en tí y me sentía una completa mierda.

_Él...- Lisa estaba desconcertada, sus lágrimas también caían - ¿Él abusó de tí...?

_No lo sé...- su voz se quebró - no lo sé...

_¿Por qué no me dijiste nada...?

_¿Cómo podía acusarlo de algo que no estoy segura? Era un tema muy grave. No sé si fue él quien me drogó. No sé si fuí yo que por estar drogada me acerqué a él. No sé nada, no recuerdo nada - bajó la mirada, ya no podía hablar, la presión en su garganta era muy fuerte.

_Nia - Min abrió la puerta, encontrando a la pelimarrón llorando - ¿Qué pasó?

Lisa lo veía, su enojo iba creciendo lentamente, al igual que su respiración alterada. Se arrancó los tubos de sus brazos sin importar la sangre que salpicó, se quitó la sábanas y para la sorpresa de Min, Lisa se lanzó a él, cayendo ambos en medio de la puerta, dejándose ver un poco en el pasillo.

Lisa lo golpeaba en medio de gritos y llantos furiosa y dolida. Min trataba de cubrirse y detenerla, pero Lisa estaba enloquecida, golpeando sin importar el dolor en sus puños que se acumulaban de sangre, como si quisiera matarlo, y al parecer...eso era lo que quería.

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