Los días fueron pasando, Jennie no sabía si decirle a Lisa sobre sus sospechas sobre Nia. La situación era casi evidente pero no había salido una confirmación por parte de la pelimarrón, y si hasta ahora no había nada, quizá ella se meta en un problema por hacer tal acusación.

La relación con Lisa estaba un poco distante, ya no dormían juntas como lo hacían antes cada vez que tenían la oportunidad. Ya no se sostenían la mano para caminar. Lisa evitaba a toda costa ser cariñosa con ella para no dejar malos entendidos, pero seguía siendo atenta y estar al lado de la castaña lo más que podía.

Jennie se sentía culpable, si no la hubiera besado, si no hubiera sido tan directa sobre lo que quería, Lisa hubiera seguido dejándose llevar, hubiera dejado salir sus sentimientos de apoco. Siente que su confesión fue un muro repentino para Lisa, algo que la asustó y solo hizo que quisiera retroceder para protegerse.

Ahora se encontraban en el hospital, Jennie ya tenía cinco meses, el día de saber el sexo de bebé había llegado, pero no para ellas, si no para Moonbyul, que había sido elegida como madrina por ambas chicas. Prácticamente Moonbyul estaba manteniendo al bebé con todas las cosas que les dió, así que esa era su manera de agradecimiento.

Que gaste más dinero.

La doctora veía la pantalla mientras movía la pequeña máquina sobre el vientre de Jennie. Lisa y ella miraban a otro lado, por consejo de la misma doctora que no quería que adivinen si un pequeño penecito se lograba ver. Moonbyul miraba nerviosa, la doctora trataba de que el bebé gire pero al parecer el pequeño feto no quería.

_¿Pateó? - Jennie se mostró sorprendida, Lisa giró a ella con duda - el bebé pateó - una sonrisa de ilusión creció en ella - el bebé pateó, su primera patada - sonreía emocionada.

_¿En serio? - la cara de Lisa se iluminó, nostálgica - ¿Mi bebé pateó? - miró su vientre, tenía ganas de tocarlo pero estaba cubierto de gel.

_Parece que se molestó - la doctora reía - quise moverlo pero pateó, no quiere girar.

_Ya llevamos media hora aquí, feto - Moonbyul comentó con frustración - ¡Gira!

_¿Y si le cantas? - Lisa preguntó a Jennie - tienes una linda voz - evitaba verla, nerviosa.

_¿Cree que funcione? - Jennie preguntó a la doctora, ella asintió casi segura, la madre y el bebé siempre tienen una conexión especial - bien...- comentó avergonzada, ella no era de cantar para otros, solo Lisa la había escuchado cuando la encontró cocinando.

Suspiró y se preparó, no sabía bien qué cantar, hasta que observó la sonrisa de Lisa viendo su vientre. Se había sentado en un mediana silla, quedando su rostro cerca del vientre, admirando mientras esperaba. Un triste sentimiento invadió a Jennie, y como si fuera un hechizo, ya sabía qué canción cantar.

_"Conducir al revés" "Eres mi escape de la realidad" - Lisa acariciaba con cariño el borde de su vientre - "sabes lo que significas para mí" "porque estoy apoyando todo mi peso" "haciendo llorar mi corazón"

_¡Parece que funciona! - Lisa sonreía.

_"Moviéndose en cámara lenta, lenta" - no dejaba de admirarla con tristeza - "si pudiera detener el tiempo de verdad, ¿Me resultaría más fácil amarte?" - Lisa giró a ella, y sonrió con esa brillante mirada.

Jennie tuvo que desviar la mirada al darse cuenta que sus ojos se mantenían entre sí.

_Bien, ya está girando - la doctora volvía a intentar averiguar su sexo - otra vez regresó - comentó con frustración.

_¡Feto, hijo de la...! - Moonbyul levantó una silla.

_¡Hey, hey! - Lisa detuvo - ¡¿Qué haces?!

_Solo me iba a sentar - respondió tranquila y se sentó, sonriendo - vas a ver cuándo nazcas - advirtió en un susurro al vientre.

Tuvieron que esperar minutos, muchos minutos. Moonbyul ya estaba pagando más por el tiempo de la doctora, ella estaba contenta leyendo una revista. Lisa se había quedado dormida, su cabeza estaba recostada al lado del hombro de Jennie. La castaña también dormía, su mano era sostenida por Lisa, quien lo la sostuvo estando media dormida, como si hubiera olvidado su propia regla.

_Escucha - Moonbyul se inclinó frente al vientre - sé que me entiendes, pequeño feto. Así que te hago un trato, tú giras para saber qué eres, y yo le compro mucha comida chatarra a tu mami, ¿De acuerdo? - para extrañeza de Moonbyul y la doctora, el bebé giró mientras se acomodaba - aprovechado.

_Aprovechemos que están dormidas - la doctora susurró, observó rápidamente usando la pequeña máquina y sonrió - ya sé qué es.

***

_Wow, gracias - Jennie sonreía. Moonbyul le había comprado mucha comida sana y fitness. Pura verdura y fruta. Lisa cargaba las cajas e ingresaba a la casa Kim.

_De nada - Moonbyul sonreía con malicia - todo por el feto - se inclinó frente al vientre - eso te pasa por demorar tanto, ahora vas a comer pura verdura y fruta - retrocedió asustada cuando la piel del vientre se movió - cuando se mueven los bebés me dan...cositas - sintió un escalofrío - como la piel se estira y se mueve...- negaba - yo paso.

_Espero que vengas mañana, ya todo está preparado - Lisa llegaba al lado de Jennie.

_Me avisas cuando las chicas hayan terminado de arreglar todo, ya les pasé la información del feto así que ya ellas se encargarán - sonreía - por cierto, vendré con una chica - se sonrojó - es mi novia.

_¿Una chica? - Lisa estaba sorprendida - hace mucho que estás soltera, debe gustarte mucho.

_Sí, bueno, no iba a ser la única soltera del grupo.

_Yo también estoy soltera - respondió Lisa, mirando incómoda a Jennie cuando ella suspiró y evitó su mirada.

_Pensé que ustedes dos...- señaló confundida, ambas negaron - perdón, debió ser imaginación mía - Moonbyul se retiraba - nos vemos mañana.

Lisa asintió, volvió a sentirse incomoda cuando Jennie ingresó a casa y subió a su habitación. Paraba más allí que en la sala. Había veces en que sus cambios de humor eran muy notables y evitaba cruzar miradas porque de inmediato se llevaba un reclamo. Quizá por eso siempre estaba en su habitación, para evitar desquitar su enojo con el resto, o simplemente llorar de lo sensible que se ponía.

_¿Qué pasó entre ustedes? - el señor Kim llegaba a la sala con su taza de café - antes parecían novias y ahora parecen una pareja divorciada.

_Son temas personales, señor - respondió sin ánimo, sentándose en el sillón.

_Eso lo respeto - se sentó frente a ella - pero piensa bien en lo que haces - Lisa lo miró - lo digo ahora como un consejo, no como una amenaza.

_Es que es difícil, señor - pronunció con frustración - ¿Seguro que su hija no se lo contó?

_¿Que te confesó sus sentimientos y tú la rechazaste por un corazón roto del pasado? - se veía pensativo, moviendo la cuchara en su taza - no, creo que no me contó.

_Se supone que era un tema de dos - Lisa pronunció con una leve molestia.

_Lo sé, pero no pudo evitarlo. Mi hija nos despertó a mi esposa y a mí a las tres de la mañana porque necesitaba un abrazo. Estaba llorando y cuando le pregunté, simplemente lo dijo. No puede guardar...

_...sus emociones porque se hace daño a ella misma - terminó su frase, Lisa recordaba lo que Jennie le había dicho antes.

_Exacto - suspiró, veía el semblante triste de Lisa y no le nacía ser duro con ella al ver que estaba igual que su hija - la quieres...¿Verdad?

_No es tan fácil cómo solo decirlo, señor - respondió con voz apagada - de qué vale confesarlo...si mi miedo me aleja.

_¿No quisieras subir y hablar con ella? - Lisa estaba dudosa - creo que ambas lo necesitan. Iba a ser duro contigo, pero veo que estás igual de triste que ella.

_No serviría hablar cuando ambas tenemos ideas contrarias - respondió cabizbaja.

_Entonces no hablen...solo actúa como te sientas.

***

Lisa tocó la puerta y esperó, escuchó el permiso de Jennie e ingresó al cuarto con timidez, la castaña estaba recostada sobre su cama y boca arriba, el vientre ya era más grande. Cerró la puerta tras ella y se acercó a la cama, quedando de pie frente a ella.

_¿Para qué subiste? - preguntó con aparente tranquilidad, miraba pensativa a un lado de la pared.

_¿Podemos...solo no decir nada? - preguntó por lo bajo.

_No te entiendo - giró a verla - ¿Solo subiste para eso? - su voz era serena.

_Yo...- no sabía qué decir - solo...

_Si no vas a decir nada, por favor vete, necesito dormir - le apartó la mirada.

Lisa recordó el consejo del señor Kim. A ella le costaba expresarse, pero entonces vió su reloj y lo acarició, pensativa y dudosa con lo que iba a hacer.

El sonido como un hechizo lanzado se escuchó en la habitación y la pulsera de Jennie vibró.

La castaña, extrañada por lo que había pasado, observó su pulsera, viendo la figura del corazón en él. Guío su vista a Lisa y ella no se atrevía a verla, estaba nerviosa y sus mejillas sonrojadas.

_Es mejor...- Lisa pronunciaba -...no hablar por el momento, solo actuar en cómo se siente uno...¿No creés?

_¿Y cómo te sientes...?

Lisa, lentamente llevó sus dedos a la pulsera otra vez, presionando el botón y haciendo sonar la pulsera de Jennie, quien sonrió con nostalgia al ver ese corazón en la pantalla.

Lisa observó su pulsera cuando el de ella también sonó. Ambas cruzaron miradas y un sonrojo invadió a ambas, pero a la vez, una tímida sonrisa aparecía también.

Ellas sabían lo que significa en ese momento el sonido de la pulsera, era claramente un: "te extraño"

_¿Puedo sentarme...? - Lisa señaló a su lado, Jennie asintió. Lisa se sentó a su lado y ambas mantuvieron silencio, incapaz de verse y solo jugaban con su mano - ¿Estás emocionada por lo de mañana?

_Mucho - suspiró, con un brillo de ilusión en su mirada - ¿Qué crees que sea?

_Mujer - sonrió - me haría mucha ilusión tener una mujercita - se recostó a su lado.

_Yo también quisiera una mujer - estaba pensativa - pero no quisiera verla sufrir por un embarazo y el periodo - ambas rieron.

_¿Tienes nombres en mente? - se recortó de lado, viendo su vientre y posando su mano encima, acariciando.

_Aún no - giró su rostro a ella - ¿Tú ya pensaste en eso?

_No, lo quería conversar contigo...- suspiró - bueno, sí lo pensé, para que lo niego - ambas sonrieron - Jeli (Yeli)

_¿Jeli? - Lisa asintió - ¿Es para hombre o mujer?

_Para ambos. Es...- parecía nerviosa - tu nombre y el mío - ambas cruzaron miradas - pero si no te gusta podremos cambiarlo. A mí me gusta porque podríamos llamarlo Yel, me parece un bonito apodo.

_Yel...- estaba pensativa - espera, hay un problema de lo cual no hemos hablado hasta ahora.

_¿Cuál?

_¿Qué apellido irá primero?

Ambas se miraron fijamente, entre cerrando los ojos.

_El mío - pronunciaron a la vez.

Minutos después el señor Kim miraba a Lisa bajar de mal humor, tenía una almohada en las manos y lo mordía, aguantando su enojo. Al parecer no había salido bien no hablar.

_¿Qué pasó? - preguntó cuando se sentó frente a él.

_¿Qué pasó? Su hija pasó - bufó - quiere que su apellido vaya primero.

_Me parece bien - sonrió, Lisa lo vió seriamente - debo confesar que es la primera vez que me das miedo.

_Debe ir primero mi apellido, yo puse la cosita allí dentro - respondió desafiante.

_Eso suena injusto y cavernario.

_¿Cavernario? - río sin poder creerlo - usted hizo lo mismo, señor - acusó, el mayor desvío la mirada - no se haga el loco.

_Pero será ella quien sufra el parto. Me parece lo ideal que ella elija qué apellido irá primero - se cruzó de brazos.

_¡Ay, sí! Porque le conviene.

_¡Ey, bájame la voz! - señaló - ¡Soy tu mayor!

_¡Y yo su menor! ¡Respete a la madre de su nieto!

_¡Tss! Emo maleducada - le quitó la mirada.

_¡Que no soy emo!

La señora Kim brincó del susto al escuchar un estruendo. Jennie también bajó ante el escándalo y ambas llegaron a la sala al mismo tiempo, viendo a esos dos peleando de manera tan absurda.

_¿Qué hacen? - preguntó Jennie incrédula.

Tanto Lisa como el señor Kim levantaron la mirada. Ambos estaban jadeantes y con el cabello por la cara, despeinados. Lisa lo sostenía de su cuello con un brazo a la altura de su cadera, y el mayor mordía su mano con los ceños fruncidos.

_¿Rompiste...mi taza? - la señora Kim preguntó con voz dura a su esposo, este tragó nervioso.

Minutos después, ambos intentaban arreglar la taza con pegamento. Estaban solos en un rincón y sentados en el suelo, mientras ambas chicas comían en el comedor.

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Gracias a mayrita0909 por el apoyo en arreglar este cel 🥺❤️

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