Capítulo 11
Los días iban pasando, el cuidado de Lisa hacia Jennie era igual, siempre atenta y sonriente. Pero Jennie notó algo, Lisa se veía muy cansada aunque quisiera disimular. Preocupada por ella, tuvo que preguntar a sus amigas y ellas le contaron que estaban en unas semanas con demasiados trabajos. Muchas de ellas incluso se quedaban a dormir en la universidad, pero Lisa siempre estaba pendiente a cada malestar y necesidad de Jennie que requería más tiempo para sus estudios y trabajos.
Jennie se había acercado a los salones de cocina y en una de ellas logró encontrar a Lisa. Estaba completamente sola. Escribía en una hoja blanca y había como otras treinta a un lado ya escritas. Pensaba que ser chef era solo cocinar, pero ahora sabe que no es así. La cabeza de Lisa se balanceaba por el sueño. Anoche no había dormido porque Jennie le había avisado que estaba con malestares fuertes y Lisa no dudó en ir a verla. Solo era una conversación casual, lo dijo como solo un detalle, pero Lisa no tardó en aparecer en su puerta a las dos de la mañana.
Jennie se quedó dormida al lado de Lisa. La pelinegra estaba sentada en su cama y la cabeza de la castaña estaba recostado en sus muslos. Daba leves caricias a su cabeza, consolando a Jennie que se quejaba constantemente del dolor de cabeza y dolores musculares junto a las náuseas. Lisa no durmió, cuidaba a Jennie y trataba de terminar de escribir su nuevo informe en su celular, así al día siguiente podría copiarlo a hoja.
Se fue muy temprano sin desayunar, a pesar del pedido de su madre. Jennie observó al lado de las hojas, solo había una botella de agua a medio beber, y una galleta soda abierto. Jennie decidió ingresar y Lisa al verla, simplemente sonrió.
_Hola, Jennie - saludó amigable. Pero quedó extrañada cuando Jennie tomó sus hojas y quiso guardarlos en el folder - ¿Qué haces? - detuvo.
_Debes dormir - respondió serena.
_Jennie, estoy bien - quitó sus manos - debo terminar esto - la castaña quiso volver a tomarlo pero Lisa levantó la mirada al frente - ¡Jennie! - la castaña se sorprendió por su dura voz - es mi trabajo y debo terminarlo. Por favor, no intervengas - pidió seriamente. Tomó la hoja principal y siguió escribiendo.
Jennie se sintió sensible por aquel alta voz, pero reprimió sus emociones y solo asintió, dando un paso atrás.
_No irás conmigo a usar las tarjetas - avisó antes de dirigirte a la puerta.
_Jennie - llamó Lisa en voz alta, Jennie giró a ella - quedamos en que iríamos ambas. ¿En serio vas a ir sin mí?
_Necesitas terminar tu trabajo. Si vas, sería más tiempo el que necesitarías. Y no vengas a mi casa en cinco días, ¿Sí? Necesitas descansar.
_¿Descansar? - se puso de pie, con notoria molestia - ¿Esto es una especie de venganza por ser dura contigo hace segundos? Tomaste mis documentos, Jennie. No tienes porqué tocar mi trabajo. Esto es muy importante para mí y no puedo solo dejarlo para dormir.
_Justamente por eso te pido que no vengas - levantó la voz - solo enfócate en una sola decisión. O terminar tu trabajo o cuidar a una mujer embarazada. Allí te das cuenta cuál puede esperar y cuál no. Así que no vengas a mi casa en cinco días, porque nadie te va a abrir la puerta - salió del salón.
_Jennie - llamó - ¡Jennie! - fue tras ella. Corrió al verla en el pasillo y sujetó su brazo, llamando la atención de algunos pero que siguieron su camino - dijimos que iríamos juntas a traer las cosas para el bebé, ¿Por qué cambiar el plan ahora? - se veía afectada - ¿Sabes lo importante que es para mí? No importa si es algo pequeño, todo lo que tenga que ver con mi hijo, me importa mucho. No puedes solo decirme que no vaya.
_¿Y quieres que ignore esto? - tomó sus brazos y remangó ambas mangas con molestia. Las quemaduras eran muy obvias. Muchas inclusas recientes - ¿Creíste que no me iba a dar cuenta? ¿Qué tan distraída y cansada debes estar para quemarte constantemente en algo que sabes hacer?
_Es una cocina, los accidentes siempre pasan - se excusó.
_A tí no te pasaban esos accidentes - enfrentó - te conozco desde mucho, Lisa. Puede que tú no a mí, que solo me viste este año. Pero yo te he visto siempre...desde el primer día que ingresé. Nunca tuviste que cubrir tus brazos...- se mostró afligida - tus ojos están cansado...y tus notas...- bajó la mirada, sintiéndose culpable - no vengas a mi casa en cinco días - retrocedió para irse.
_Está bien - Jennie se detuvo - no iré en cinco días, terminaré el trabajo y descansaré. Pero no vayas a comprar las cosas del bebé, por favor. Espera estos cinco días e iremos juntas, ¿Sí?
Jennie asintió. No dijo nada más y se retiró, dejando en un suspiró a Lisa.
***
Aquella noche, Lisa seguía escribiendo, eran las dos de la mañana y trataba de concentrarse, pero veía su celular cada cierto tiempo, quizá Jennie le había escrito y era alguna emergencia, pero no encontraba algún mensaje.
Trató en volver a concentrarse en escribir, cuando sintió las náuseas. Al principio leve, pero luego fuerte. Se preguntaba si Jennie estaba pasando por lo mismo. Las veces que había sentido los malestares, mayormente náuseas, habían sido al mismo tiempo que Jennie.
Tuvo la necesidad de llamarla, pero al intentarlo, se dió cuenta que tenía su número bloqueado y había un mensaje que había llegado hace solo segundos.
"Si es alguna urgencia, presiona el botón verde. Si es una emergencia, presiona el botón rojo. Yo te llamaré en cualquiera de los casos. Pero descansa, come bien y por favor, deja de estar viendo el celular"
Lisa se sorprendió, ¿La conocía tanto así?
Ahora un pensamiento invadió su cabeza, Jennie dijo que la había visto desde siempre. Según lo que tiene entendido, Jennie ingresó hace un año y medio recién, cuando ella ya había hecho un cambio drástico a su apareciencia. Eso significa que no la vió como era realmente. Su verdadera personalidad, su verdadero estilo, su manera de disfrutar la vida, que no eran para nada fiestas y alcohol.
Ahora se preguntaba si aquella apariencia falsa fue lo que la atrajo, era más que obvio, pero se preguntaba si Jennie se hubiera enamorado de la primera Lisa. O quizá...solo tenía un gusto muy común como la mayoría, gustarle "la chica sexy con apariencia de mala pero buena onda".
Nadie...quisiera estar con una chica tan aburrida como ella. Alguien tan rara. ¿Quién quisiera pasar su primera cita en un museo de historia y lleno de cráneos en un túnel antigüo?
Lisa suspiró, pensativa. Dejó un momento sus hojas sobre la cama y se puso de pie, quedando frente a su espejo de cuerpo entero al lado de la mesita de noche. Se observó, era un buen estilo, pero seguía sintiéndose incómoda.
Despeinó su cabello un momento, quitando las ligas que sostenían ese poco mechón rebelde detrás de su cabeza. Arregló su cabello como normalmente lo usaba, bien peinado y todo suelto. Abrió el cajón de la mesita y tomó los lentes que estaban allí desde hace dos años. Se los puso, y su visión mejoró mucho. Podía ver sin sus lentes, pero solo de cerca, todo después de dos metros de distancia se veía borroso. Se podía saber qué o quién era, pero algo borroso.
Se observó, a ella le gustaba como se veía. Pero las palabras de su madre llegó a su memoria: "si te sigues viendo tan nerd e idiota, todos se van a aprovechar de tí, porque la apariencia es lo que representa tu carácter" Bonitas palabras que recibió cuando fue a buscar apoyo emocional al enterarse lo que había hecho su hermano.
No recibió ni siquiera un abrazo de sus padres, solo le recalcaron que él era hombre, que debía entender su comportamiento y que lo perdonara, porque es su hermano, es de su sangre y es de su familia.
Meses después...ellos fallecieron en un accidente. Decidió no ir al velorio, y eso es lo que más hizo que recibiera el rechazo y murmullos de los vecinos, amigos y conocidos de sus padres.
"Que mala hija"
"No importa lo que hicieron, son sus padres"
Lisa se quitó los lentes, los observó con tristeza y los volvió a guardar en el cajón.
_Desde que no me veo como una idiota...- murmuro para sí misma -...nadie me ha hecho daño. Ella tenía razón...- sus ojos se cristalizaron - mi madre tenía razón...
***
Al día siguiente, Lisa vió a Jennie cargando una caja con tierra en los pasillos de la universidad. Se apresuró a acercarse y tomó la caja, sorprendiendo a la castaña que se había asustado un momento.
_Yo lo llevo - sonrió levemente. Ambas caminaron juntas y Jennie iba anotando en su libreta, algo que Lisa no entendía, era sobre plantas y demás - ¿Cómo estuviste ayer? Sentí las náuseas y supuse que estabas con fuertes malestares.
_Mi papá me cuidó, no te preocupes - dibujaba una hermosa flor - ¿Pudiste dormir?
_Unas cuántas horas - asintió - pero terminé el trabajo y hoy lo entregaré. Mañana iremos de visita a un restaurante lujoso y haremos una práctica allí. Regresaremos en la noche.
_Parece que cada carretera visitará algún lugar. Mi grupo y yo iremos a un campo de granja. Haremos prácticas allí con los cultivos y también regresaremos de noche.
_¿Tendrás que cargar algo?
_Solo unas cajas y tierra. Ayudaremos a cultivar y cada grupo tendrá una zona donde plantarán.
_¿No es eso muy trabajoso para tí? No sé, quizá pueda ir a ayudarte. Solo pediría permiso para salir temprano-
_Lisa - detuvo su andar, Lisa giró a ella - en serio, deja de pensar tanto en mí, por favor - pidió preocupada - sé qué quieres hacer las cosas bien, pero te estás descuidando. Si quieres lo mejor para nuestro bebé, piensa en esto. Podrás cuidar mejor al bebé si tienes un buen trabajo, y si te descuidas a tí o a tu carrera, no lo vas a tener. Por favor, Lisa. Créeme que lo estás haciendo bien, pero piensa en tí también, ¿Sí?
Jennie tomó la caja y se iba alejando de Lisa.
_¿No es muy pesada para tí? - preguntó en voz alta.
_¡Lisa! - gritó Jennie a lo lejos.
_¡Ya, ya! ¡No dije nada!
***
Al salir de la universidad, Lisa avanzó junto a su motocicleta mientras caminaba a la entrada. Acomodó la moto en dirección a su departamento y cuando apenas subió, una chica se subió detrás de ella con total confianza. Giró extrañada y notó a una de las chicas con quién había tenido algún encuentro hace meses.
_Hola, cariño - sonrió, quitándole el casco de sus manos y poniéndose ella - ¿Vamos a tu departamento? Ya que la otra vez dijiste que estabas apurada, supongo que ahora no será tan rápido.
_¿Qué estás haciendo? Bájate de mi moto - pidió desconcertada. Habían pasado unos minutos juntas, pero no tenía el permiso de tocar su moto y no quiere repetir nada con ella.
_¿Por qué tan seria, cariño? - se abrazó a ella.
Lisa estaba por reclamar, cuando notó a Jennie frenar sus pasos al verla. Su gesto fue de incomodidad y tristeza, algo que no le agradó a Lisa de ver. Jennie acomodó la caja que traía con pequeñas plantas y decidió ignorarla, siguiendo su camino hasta la autopista, justamente frente a la moto de Lisa.
Un auto pasó por su lado y se detuvo frente a Jennie, pudo reconocerlo y fue cuando tragó nerviosa. El señor Kim la miraba seriamente por el espejo retrovisor mientras Jennie subía perdida en sus pensamientos.
_¡Quítate! - Lisa giró y levantó su pie al bajar, tirando de una patada a la chica quien cayó de trasero, gimiendo adolorida - ¡Y dame mi casco! - se lo arrebató.
_¡¿Qué te pasa?! - la chica se puso de pie. Lisa miraba nerviosa en dirección del auto, ni siquiera había prestado atención a la pregunta de la chica, pero ella sí se dió cuenta de a quién miraba, miraba a esa castaña que veía por la ventana, pensativa - ya entiendo...tienes novia.
_¿Qué? - Lisa giró a ella - no, ella n-
_¡Hasta luego, nuera! - el auto del señor Kim pasó por su lado al girar - ¡Nos vemos en el almuerzo familiar en tres días!
_¡Papá! - gritó Jennie sorprendida por lo que dijo - ¡¿Por qué gritaste eso?! - su padre reía por la cara de desconcierto de la emo - ¡¿Y por qué estamos yendo en sentido contrario?!
_¿Cómo que sentid- POR LA MIER-
Lisa vió incrédula como el auto daba un giro torpe y volvían a pasar frente a ella. Jennie y su padre se cubrían sus rostros, avergonzados por la tonta equivocación.
Fue cuando a Lisa se le escapó reír y el auto frenó en seco, el señor Kim apoyó su brazo en la puerta y sacó la cabeza.
_¿De qué te ríes? - preguntó ofendido, Lisa borró su sonrisa de inmediato, nerviosa.
Voten ❤️
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