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Capítulo Especial: Parte 3.



— ¿Estás mejor, Tae?— cuestionó Jimin, con la voz llena de intranquilidad.

— Un poco, sí.— el castaño atinó a responder, perdido en su propio mundo.

Ambos se encontraban sentados sobre el verdoso pasto, muy cerca de un pequeño lago ubicado al sur de Busan. Hace aproximadamente, dos horas, habían huido del Hospital muy lejos de Jungkook.

Taehyung decidió hacerlo porque necesitaba su propio espacio, necesitaba un momento a solas para poder pensar en todo lo que pasó desde que fue atropellado y despertó en un mundo diferente al qué, claramente, no pertenecía. Y por sí fuera poco, luego de que finalmente se había adaptado a esa realidad, desapareció de nuevo y en circunstancias extrañas.

No comprendía que demonios sucedía, ¿Era posible que viajará entre sus vidas en el multiverso? Podría ser una posibilidad.

— Tae... No es que quiera presionarte pero, creo que ya es tiempo de que volvamos.— el peliverde tomó sus cosas  y se puso de pie— Hemos estado aquí por horas.

Con un suspiro pesado, Taehyung imitó la acción del bajito.

— Tienes razón, Jiminie.— dijo con voz suave— Tenemos que regresar.

El nombrado sonrió feliz al notar que su mejor amigo parecía más sereno, con la mente mucho más clara a diferencia de cuando recién despertó. Sin embargo, aquello no se acercaba ni tantito a lo que Taehyung realmente sentía.

— Oye, Minnie...— Taehyung llamó al peliverde, quien caminaba a la par de él, con sus manos entrelazadas.

— ¿Hmm?— Jimin giró su mirada en su dirección, dándole a entender que le prestaba atención.

— Necesito que me cuentes todo sobre mi relación con Jungkook. Yo... No puedo recordarlo.— contó bastante apenado. El bajito lo miró comprensivo y asintió con ligereza.

— Bueno... Jungkook y tu se conocieron hace aproximadamente dos años. Él trabajaba como barman en un club nocturno al que nosotros dos, frecuentabamos cada fin de semana.— contó. Taehyung escuchaba todo con absoluta atención, mientras continuaban caminando rumbo a la estación de tren— Tu fuiste el primero en coquetear con él— comentó entre risitas— Incluso le pediste su número de teléfono y Jungkook aceptó gustoso. Supongo que la atracción fue mutua desde un principio.— Taehyung se avergonzó y desvío la mirada.— En resumidas palabras, Jungkook y tu formaron una bonita relación. Llevan saliendo por más de un año, incluso conoces a su familia. Jeon te los presentó cuatro meses después del inicio de su noviazgo.

"Bien, esa información me servirá para adaptarme con más facilidad"

— Gracias, Jiminie. Gracias por comprender mi situación. Yo...— Las palabras se ahogaron en su garganta, reemplazadas por un nuevo nudo de emociones. Jimin lo miró con comprensión, sin presionarlo para que continuara. Posteriormente, se abalanzó al cuerpo de su amigo y lo abrazó con fuerza, transmitiéndole todo su cariño a través de éste.

— No tienes que decir nada más, Taetae. — reconfortó con una sonrisa tranquilizadora.— Sabes que puedes confiar en mí y, siempre que necesites ayuda, ahí estaré yo para hacerlo.

Taehyung asintió con la cabeza, sintiendo una oleada de gratitud hacia el bajito. Sabía que tenía suerte de contar con él en esa vida, a si fuera como su mejor amigo.

— Necesito saber una última cosa, Minnie.— comentó Taehyung en cuanto se separó del abrazo.

— Claro, Tae. Dime, ¿que quieres saber?

— J-jungkook y yo... ¿Vivimos juntos?— cuestionó un tanto nervioso e incluso ansioso. Jimin soltó cortas risitas ante el comportamiento de su amigo.

— No, Taetae. No viven juntos.

El castaño soltó un corto suspiro, se sentía aliviado. No quería perturbar a Jungkook con todo ese desastre que ni él mismo entendía.

— Bien, entonces llevame a mi casa. Necesito un baño con urgencia.— Jimin se acercó hasta el cuerpo de su amigo e inhaló fuerte, una mueca de asco se formó en su rostro mientras fingía querer vomitar.

— ¡Ugh! Definitivamente, necesitas un buen baño.— opinó alejándose de Taehyung con velocidad, riéndose en el proceso.

— Idiota...— Kim murmuró, imitando la acción del peliverde. Una pequeña sonrisa se apoderó de sus labios.

"Después de todo... No fue tan malo que muriera en el otro mundo, ¿cierto?"

Ante ese pensamiento, Taehyung asintió de acuerdo. Luego, juntos subieron al tren que los llevaría de vuelta a la ciudad.



(•••)



Jungkook, con el corazón palpitando con fuerza y la respiración agitada, continuaba su frenética búsqueda por las calles de la ciudad. Dos horas habían pasado desde que Taehyung escapó del hospital sin dejar rastro, y la desesperación comenzaba a apoderarse de él.

Su mente se torturaba con pensamientos angustiosos. ¿Por qué Taehyung había huido? ¿Que razones tendría? ¿Acaso hizo algo mal? Cada pregunta sin respuesta era una puñalada en su corazón.

Recordó las palabras de los médicos: "El paciente Kim Taehyung huyó con la ayuda del tutor a cargo". Maldito Jimin, ¿cómo pudo participar en semejante locura? La ira comenzaba a mezclarse con la desesperación en el interior de Jungkook.

Recorrió callejones desolados, parques solitarios y avenidas concurridas, sin encontrar ninguna pista que lo llevara a su novio. Su rostro, antes radiante de alegría, ahora estaba pálido y surcado por la preocupación. Su ropa, alguna vez impecable, estaba desaliñada y sucia por la carrera frenética.

"Taehyungie, ¿dónde estás, amor?"

Jungkook murmuró con voz cansina y llena de angustia, mientras observaba el paisaje gris y desolado que lo rodeaba. La ciudad, que alguna vez le había parecido tan vibrante y llena de vida, ahora se sentía fría y hostil.

Agotado, Jungkook soltó un fuerte suspiro y se sentó en un banco del parque. En ese momento, su celular vibró con fuerza en su bolsillo. Al revisar y ver que era una llamada de Jimin, contestó la llamada sin pensarlo dos veces.

— ¡¿Donde carajos está Taehyung?!— cuestionó bastante alterado, la ira apoderándose de su cuerpo.

— Bájale dos rayitas a tu intensidad, Jeon.— regañó el bajito tras la línea— Taetae está bien, acabo de dejarlo en su casa.

— Perfecto, entonces voy para allá-

— ¡NO!— Jimin irrumpió con rapidez, haciendo que Jungkook frunciera el ceño, confundido.

— ¿Y por qué no?

— Jungkook, ve a tu casa. Nos vemos ahí, prometo que voy a contarte todo.

— No Jimin, yo-

— Por favor, Kook.— insistió el bajito, su voz sonando un tanto ansiosa.— Hazlo por Tae.

Jungkook era una persona fácil de convencer y ante la insistencia del peliverde, terminó aceptando.

— Esta bien, Jimin. Voy para allá.— dijo refiriéndose a su casa y enseguida, culminó la llamada.

Confundido, con la mente llena de dudas y el corazón latiendo con fuerza, el rubio se dirigió a su casa, siguiendo las instrucciones de Jimin.




(•••)




En cuanto Taehyung puso un pie dentro de aquella casa, se sintió como un completo extraño. Pese a que él era el dueño de esa propiedad, no recordaba nada en lo absoluto. Sentía impotencia por no saber que era lo que realmente pasaba con él.

Justo ahora, el castaño se encontraba hurgando entre las pertenencias que tenía dentro de su "supuesta" habitación. Estaba seguro de que había algo que le podría servir para saber más sobre su vida en ese mundo, tal como pasó en el mundo de fantasía del que salió.

Entre su ardua búsqueda, Taehyung se topó con un libro viejo y bastante empolvado. Éste estaba resguardado entre unos de los cajones dentro del gran clóset. Su título, escrito en una caligrafía elegante pero desgastada, decía: "Viajes Dimensionales: Un Legado Familiar. KTH".

"¿Acaso esas eran las abreviaciones de su nombre?"

Bastante confundido, Taehyung abrió el libro y comenzó a leer. Las páginas amarillentas contenían historias fascinantes sobre sus antepasados y sus "Yo" de cada multiverso, quienes poseían la habilidad de viajar entre dimensiones. El libro explicaba que su alma estaba ligada a un bucle temporal, en cuanto él moría en alguna dimensión, su mente y cuerpo viajaban a través del tiempo y el espacio, experimentando infinitas vidas en diferentes realidades.

El castaño quedó atónito al leer sobre esa herencia ancestral. Las historias del libro coincidían con las experiencias que había estado teniendo últimamente, las vívidas imágenes de otras vidas que había vivido. Era como si el libro contuviera las respuestas a las preguntas que lo atormentaban.

Continuó leyendo, absorbiendo cada palabra como si fuera una sedienta esponja. El libro describía en detalle cómo funcionaba el salto de dimensiones, explicando los mecanismos que permitían a su alma viajar a través del multiverso. También hablaba de los peligros y desafíos que enfrentaban aquellos que poseían esta habilidad. Sin embargo, mientras profundizaba en la lectura del libro ancestral, Taehyung encontró un pasaje que lo dejó sin aliento. El texto hablaba de un alma gemela, un ser con quien estaba conectado a través del bucle temporal. Según el libro, su alma gemela también poseía la habilidad de viajar entre dimensiones, y solo cuando se encontraran y se reconocieran, el bucle temporal se rompería, es decir, si su alma gemela recordaba su vida vívida en otro de los multiversos, los liberaría a ambos del ciclo infinito de vidas.

"Entonces... ¿Jungkook era su alma gemela? ¿Es por eso que siempre aparecía frente a él?

Taehyung estaba seguro que sí pero, había algo que no entendía del todo...

¿El Taehyung de éste mundo sabía sobre aquella maldición? ¡¿Acaso el Jungkook de éste mundo recordaba alguna de su vidas vívidas junto a él en otras de las dimensiones?! O peor aún, ¿el Jungkook de la época pasada también lo sabía y nunca se lo confesó?

La mente del castaño era un completo caos, no sabía ni que pensar. Necesitaba respuestas y la mejor forma de conseguirlas, era hablar con Jungkook de una vez por todas.

Con velocidad, Taehyung se apresuró a vestirse. No importaba la ropa que se pusiera, lo único que importaba era llegar a casa de Jungkook lo más rápido posible.

Tomó una de las mochilas que encontró en su armario y metió dentro el viejo libro que había encontrado en la misma. Era su única pista, la única esperanza de poder parar con todo esa maldición.

Salió corriendo de la casa, sin mirar atrás ni un solo instante. Recordaba con claridad la dirección que Jimin le había dado.



(•••)



En cuanto Jungkook llegó a su casa, abrió y cerró la puerta de un fuerte portazo. La incertidumbre por saber sobre su novio Taehyung, lo puso bastante ansioso.

— ¡Oh, estas aquí!— Jimin, quien ya se encontraba ahí, se levantó del sillón individual de la sala, y se encaminó hasta la par de su amigo.

Jungkook le miró con seriedad, sin ocultar su preocupación.

— Habla de una vez, Park.— demandó con voz firme.

Jimin soltó un suspiro profundo y asintió levemente, dando a entender que estaba a punto de hacerlo.

— Taehyungie está pasando por un momento difícil, Kook.— comentó. Jungkook fruncio el ceño, confundido. No sabía a lo que el peliverde se refería.

— ¿Que quieres decir?

— Mira, Jungkook. Lo único que puedo decirte es que el Taehyung que conocíamos, no existe más... Éste nuevo Taehyung, es una persona completamente distinta.

El rubio lo miró aún más confundido, no sabía a lo que el bajito se refería. ¿Su novio una persona distinta? ¿Como una doble personalidad o algo así?

— ¿De que demonios hablas, Park? Mi Taehyungie es el mismo de siempre.

Jimin negó.

— ¿Entonces que...?

Las palabras del rubio quedaron al aire en cuanto escuchó el timbre de su casa.

— ¡Yo voy!— el grito de su hermana pequeña, impidió que Jungkook atendiera la puerta.

...

Mientras tanto, al otro lado de la puerta, Taehyung esperaba impaciente por la aparición de Jungkook. Sus piernas moviéndose con insistencia, producto de su nerviosismo.

De pronto, aquella espera terminó en cuanto vió cómo la puerta se abría con lentitud.

Una pequeña niña de unos ocho años apareció por el umbral.

Taehyung quedó estupefacto al mirarla.

— No puede ser...

Volví 😀

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