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                            Satisfecho.                                                        

El traje de camisa blanca y chaleco verde se abrazaba como segunda piel al cuerpo del castaño, aún con su panza de embarazado.

Las damas de compañía admiraban al omega y lo llenaban de elogios, Jungkook por su parte estaba pensando en que posición ponerlo cuando llegara la noche.
                  

—Se ve usted hermoso, majestad.— dijo Yuna. El nombrado se sonrojó, no estaba acostumbrado a ese tipo de trato todavía.
                     

— Hum, gracias chicas.— Taehyung sonrió aún con sus mejillas sonrojadas y las demás sólo le devolvieron la sonrisa.

El alfa se acercó poco después para decir que ya tenían que salir al comedor.

(..)
                 

Ahora Jungkook debía enfrentarse al jefe final, su madre alfa.

¿Su cabeza iba a sufrir? Sí, sin ninguna duda.

¿Lloverían gritos? En efecto.

Lastimosamente, su esposo tendría que ver todo eso, pero bueno, esa vieja bruja seguía siendo su madre y aunque Jungkook tuviera canas en los vellos de su polla, si ella quería pegarle podía pegarle, y el rubio no se iba a defender. 
                    

—Vamos acabemos con ésto, cariño.— el alfa tomó al menor del brazo, mirando de manera "disimulada" el gordo trasero del menor en esos visibles pantalones azules.

Taehyung sabía que lo miraba, era más que evidente esa mirada de hambre. De alguna forma lo hacía sentir bien, deseado, su "omega interior" se regocijaba por esa atención de su alfa. No podía contradecirlo, sí, se sentía poderoso.
                    

Al terminar de caminar por los pasillos y llegar hasta al comedor, Taehyung pudo ver como un omega de cabellos marrón tenía en sus piernas a la pequeña Minji. Éste le acariciaba el cabello con suavidad y le sonreía dulcemente, una rubia que dedujo que era la alfa solo estaba esperando pacientemente y bebía lo que parecía ser vino o jugo de moras rojas en una copa de vidrio.
                  

— Por fin aparecen.— habló la mayor, era terroríficamente parecido a su hijo, quien por cierto los volteó a ver y sonrió en cuando se cruzó con sus verdosos ojos— Oh, Taehyung cariño, espero que éstos meses hayan sido buenos, sí el ingrato de mi hijo te hizo algo solo debes decírmelo, yo lo pondré en su lugar.
                 

El omega escuchó todo lo que dijo la mayor y casí se rió por lo tenso que se puso su esposo a su lado. Se sentó en una silla del comedor y miró a la rubia con una sonrisa.
                     

—No se preocupe madre, yo... Aprendí cómo mantener a Hyung bajo control, en realidad es alguien lindo.— Taehyung vió como Eunwoo tomó una servilleta para limpiarse una lagrimita, como sí estuviera muy orgulloso de ello.
                    

— Eres todo un Jeon.— felicitó— los omegas siempre sabemos cómo calmar a las bestias. — murmuró después el mayor haciendo bufar a Jungkook y a su esposa Nayeon por igual, pero ninguno dijo nada para negarlo. Al parecer los alfas de esa familia les gustaba ser dominados por sus omegas, o al menos eso deducio Taehyung.
                     

A los pocos segundos, la comida fue servida y el castaño se puso feliz al ver como los pequeños tomaban y ponían alimentos en sus platos sin problemas y sin ningún tipo de miedo. Taehyung tomó lo que quiso y después miró a los demás, la mirada de la rubia se posó en su hijo.

                     
—Sabes Jungkook, quisiera verte en el campo de entrenamiento más tarde.— el rubio que estaba tomando jugo de naranja, casí lo escupe al escucharla— Tendremos una pequeña charla. No sabía que ya tenía dos nietos, y tampoco sabía que venía otro en camino, debemos ponernos al día, ¿no crees?
                     

El castaño miró al rubio a su lado, era evidente que empezaba a sudar frío. Lo vió buscar ayuda con la mirada a su padre omega, pero éste solo lo ignoró mientras seguía hablando con la infante a su lado. Al final terminó resignado y supo que ese día sería un día duro y doloroso, su cabeza iba a sufrir bastante.  
                    

— Ah, ¿Entonces Taehyungie y Jungkook los trajeron aquí después de que ese señor malo casí atrapa a tu hermano?— pronto la atención del omega pasó hacía la conversación de ellos, la sonrisa de Eunwoo no se iba y Minji también sonreía con timidez.                              
                             

— Sí, Tete y Hyung nos rescataron, incluso hicieron que los orfanatos del pueblo fueran más abundantes y los guardias siempre van a revisar que los demás cachorros allí, estén siendo tratados bien.— contó la pequeña Minji. Por un corto tiempo tuvo miedo de que el castaño los dejará en uno de los orfanatos, se había encariñado mucho con él. Aunque para su sorpresa, el omega mayor les aseguró que eso no pasaría. 

—Me alegra oír eso pequeña, como nunca nadie mencionó eso no supe que ustedes pasaban por una difícil situación, hubiera hecho algo antes.— Eunwoo acarició el cabello de la albina, lo malo de dirigir un gran reino era que a veces los pequeños detalles se escapaban de sus manos y no se daban cuenta, tenía vergüenza saber que algo así pasaba en su propia cápital. 

—¡No pasa nada! ¡Papi Tae es bueno con nosotros, incluso me dejó comer de ese delicioso pan relleno con fresas! — Exclamó ella sin darse cuenta que dejó el comedor en completo silencio, todos los pares de ojos estaban en ella y de pronto, Minji sintió que había hecho algo incorrecto— ¿D-dije algo malo?— cuestionó con temor, encogiéndose en su puesto.

Taehyung sintió como su corazón se aceleró, era como una sensación cálida que se asentaba en su estómago, su omega interno estaba chillando y aullando de felicidad también.

—¿C-cómo me llamaste, pequeña? —preguntó con una voz baja, lloraría de felicidad en cualquier momento, de eso estaba seguro.

— Hummm, ¿P-papi Tae?— murmuró bajito y se alarmó cuando vió que el omega de cabellos castaños comenzó a llorar— ¡L-lo siento, fue un accidente, no te llamaré más así! 

— Ouh, no cariño, no es eso.— Taehyung puso un pequeño paño en su rostro para que no vieran su rostro lleno de mocos y lágrimas. Y la pequeña entendió lo que el omega quiso decir cuando el aroma a felicidad llegó a su nariz.

Jungkook pasó una mano suya por la espalda de su esposo, esas hormonas eran dementes. Aunque no podía negar, ni impedir que un sentimiento de felicidad también llenara su pecho.

Después de que Taehyung se calmó y secó bien su cara, miró a la pequeña quien seguía comiendo despacio su tocino y huevos.

—Puedes seguir llamándome así cuando quieras, tú también Minnie.— el niño de cabellos negros solo lo miró antes de asentir levemente. Taehyung pudo notar un pequeño sonrojo en sus mejillas pálidas, los mayores solo estaban sonriendo y disfrutaban de la comida con tranquilidad.

Al castaño le gustaba ese ambiente, era de lo mejor. Ahora estaba aún más feliz por haber hablado con su madre y saber que ella estaba bien, quizás no tan feliz como debería, pero que estuviera con vida y saludable, era todo lo que necesitaba para estar tranquilo. 

(..)

Después de la comida y una plática amena, Jungkook se fue con su madre a "entrenar", el menor solo le deseó suerte y esperaba que no saliera tan lastimado, ya sabía la relación de madre e hijo. Por otra parte, sus damas de compañía le habían contado muchas cosas de ellos. Además siempre le decían que su actitud y personalidad les recordaba a Eunwoo en gran parte.

Poco después, Eunwoo apareció y se quedó junto a él toda la mañana, incluso le ayudó con la lectura que siempre tenía con Minji y Jimin.

Para el omega no había nada mejor, quizás aún le faltaba mucho que aprender en ese mundo y muchas, muchísimas cosas le parecían completamente extrañas y más le iban a sorprender en un futuro, pero allí se sentía cómodo, era su lugar, el mundo y la vida que quería vivir.

Se sentía amado y completo, tenía a alguien que lo amaba, hijos, aunque él fuera prácticamente la mujer en la relación. Aún tenía varias cosas que resolver, quizás enfrentar a su padre de una vez por todas, y conocer a un hermano que nunca tuvo. Conocer de "su reino", el lugar en donde nació y hacer que su madre fuera más feliz, pero, eso lo resolvería con el tiempo y las experiencias que ganara en esa vida.

Por ahora, estaba satisfecho.

(..)

Un año después...

Kim Taehyung, el precioso omega del Rey Jeon Jungkook, se encontraba parado en el balcón de su pieza. Éste admiraba con notable felicidad, como su esposo jugaba con los dos pequeños, que ahora eran sus hijos.

Sobre sus brazos, yacía un pequeño bultito de cabellera rubia; el pequeño dormía plácidamente, mientras su diminuta boquita formaba un puchero, un adorable puchero.

La felicidad se respiraba en el aire, Taehyung sentía una paz incomparable. Tenía todo lo que ninguna vez imagino... Tenía un esposo, tres hijos y ahora estaba en espera de otro más.

No le podía pedir más a la vida.

— Majestad, ya es hora del baño del pequeño Gugkie.— avisó Yuna, quien venía en compañía de Jessica y Soyeon.

Sus tres fieles damas de compañia, le querían y le ayudaban con todo, incluso con sus cachorros.

— Lo sé, Yuna. Venga que yo también necesito un baño.— el omega río y le entregó con sumo cuidado, el cuerpo de su pequeño cachorro.

Las omegas sonrieron complacidas, al observar al pequeño bebé dormir.

Taehyung sonrió aún más ante la escena y a los pocos segundos, pudo notar la figura del alfa rubio, ingresar por el umbral de la puerta, junto a sus dos pequeños.

"Te amo, te amo mucho Hyung..."

De pronto, todo se volvió negro, y lo último que Taehyung pudo escuchar, fue la voz de su esposo.

✨✨

                         Despertar. ⏰

En otra parte, en un lugar completamente distinto; un par de ojos esmeraldas se abrieron notando un raro techo de color blanco. Un aroma algo ácido en su nariz, una cama pequeña y algo fría.

Sentía dolor en mucha partes del cuerpo, pero también sentía que su cuerpo era extraño, de alguna manera... Era más grande. Se removió tratando de espabilar y trató de tapar esa luz que le pegaba en el rostro de manera fuerte.

Una sombra cubrió su campo de visión, una cabellera rubia que no reconoció, apareció de repente. Parpadeó un par de veces antes de que su mirada pudiera aclararse por completo y encontrarse con una mirada rubí, oscura e intensa, sentía que miraba su alma.

— Por fin despiertas, me alegra. Por un segundo creí que no lo ibas a lograr, Cariño.—el hombre le sonrió y Taehyung no sabía que pasaba.

No sabía dónde estaba, no sabía quién era el rubio a su lado y no sabía por qué lo llamó de esa forma.

Definitivamente, tenía que averiguar que fue lo que pasó.

Fin.

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(Imagen +18 eliminada, wattpad no soportó 🤣)

Weno, me voy antes de que me tiren piedras por el tremendo final jajajaja🏃‍♀️🏃‍♀️🏃‍♀️

En fin, espero k la hayan disfrutado la historia, tanto como yo.

Además se viene otra historia omegaverse, temática escoltar ( la típica historia donde apuestan para andar con el nerd) con mucho drama😁

— KoonejitA🐇