Jimin podía jurar que pequeños bocados de vapor salían de su boca por el mismo calor que ardía en su cuerpo. Pegó su nariz al abdomen del rubio y siguió el camino de abdominales hacia abajo, llegando hasta la orilla del pantalón.

No era idiota, sabía que aroma buscaba exactamente y de donde venía, llevó sus manos temblorosas hacia el botón del pantalón para abrirlo junto a la cremallera. Jungkook no llevaba ropa interior y su polla medio erecta se reveló fácilmente.

—Huele tan bien —el menor gimió bajito mientras enterraba su nariz en el vello púbico rubio que nacía desde la base de la gruesa polla.

—¿Jim? —la voz del mayor le hizo alzar el rostro para mirarlo con su rostro sonrojado y sus ojos vidriados—. ¿Estás en celo?

—Humm... —Jimin no respondió a eso y solo volvió a enterrar su rostro entre el vello del rubio, con una de sus manos tomó la polla del alfa y la masturbó levemente.

El omega abrió su boca para chupar levemente la base y trazó un camino lleno de saliva hasta la punta, en cuestión de segundos la polla se volvió tan dura como una roca, incluso palpitó.

—Joder, tu aroma está muy empalagoso —no era algo malo, al contrario, Jungkook sentía que podía estar metiendo su polla en el interior de su omega todo el día si ese aroma agradable también persistía todo el tiempo.

El alfa se apoyó sobre sus codos para tener una mejor vista, el trasero del omega estaba inclinado a su lado por lo que podía mirar a la perfección como una gran mancha se extendía desde su trasero hasta sus muslos.

Un post-celo que se producía por los cambios hormonales de los omegas en cinta, en ese periodo los omegas estaban muy necesitados de sus alfas y trataban de buscar atención y mimos con todos los medios posibles. Ese celo solo duraba un par de horas, medio día en algunos casos.

Jungkook dejó escapar un gemido ronco cuando sintió como Jimin tomaba su polla entre sus labios y chupaba con fuerza, bajaba hasta más de la mitad y volvía a subir, aparentemente no podía tomar más que eso.

—No es suficiente con eso, ¿verdad? —Jungkook murmuró escuchando algunos quejidos de frustración del omega y viendo como éste frotaba sus muslos entre sí.

Decidió cambiar eso, sentándose por completo y utilizando sus garras para destrozar la tela de los pantalones, el sonido del desgarro hizo que el menor dejara a su polla un momento, si iba hablar no tuvo oportunidad de hacerlo, pues Jungkook metió al instante dos dedos en su entrada húmeda sacando un gemido sonoro de él.

—¡K-Kook! —Park gimió fuertemente arqueando su espalda un poco, fue como un alivio para su cuerpo tener los dedos del alfa rubio dentro suyo, entrando y saliendo con rapidez.

El pelinegro trató de atender la polla que estaba al frente suyo de nuevo, aunque le era más difícil al tener la necesidad de gemir. No podía soportarlo por mucho tiempo, sentía lágrimas gruesas escapar de sus ojos y su rostro estaba más caliente, casi igual que su cuerpo.

—¡Mas! —a la final Jimin dejó la polla del alfa y se sentó sobre la mano que tenía dos dedos entre sus paredes internas y cálidas, dando suaves brincos sobre ella.

—Esa no es la polla en la que deberías saltar ni buscar placer, mi Jimin —murmuró el alfa mirando como el omega saltaba sobre su mano y gimiendo.

Sacó los dedos rápidamente del menor haciendo que dejara salir un pequeño gruñido de frustración. Jeon solo sonrió de medio lado mostrando sus colmillos levemente, se había olvidado que su omega era una pequeña fiera descarada a la que le gustaba que lo tratasen rudo.

—Sobre tus rodillas, ahora —Jungkook ordenó con su voz de alfa, notando como el menor le miraba de manera sorprendida levemente y después cumplía con su orden.

Jimin tenía su cara enterrada entre las sábanas, sus brazos estaban a los lados de su cabeza y su trasero estaba alzado y expuesto al rubio. No supo porqué se había acomodado de esa forma, pero no pudo controlar su cuerpo cuando lo hizo, fue como si lo hiciera solo y de manera automática.

El omega quería preguntar, pero antes de que pudiera hacerlo un fuerte azote cayó sobre una de las mejillas de su trasero haciéndolo chillar y gemir descaradamente, una risa malévola lo hizo avergonzarse.

—¿Sabes que me encantas? —el rey dijo justo antes de volver a dejar caer otro azote en la otra mejilla, la piel ya se estaba tornando rosada con sus dedos marcadas en ella—. Me encanta cuando me retas de esa forma, aún sabiendo que siempre estarás por debajo de mí, suplicando por más.

Jungkook azotó su mano nuevamente sobre el trasero del menor, notando como más de su lubricante resbalaba de su entrada húmeda y rosada. Algo adorado por el alfa era como el omega tenía su aguante y sus gustos en ser rudo en la cama, podía azotarlo, jalar de su cabello, incluso apretar su garganta levemente y el omega solo iba a gemir con más fuerza lleno de éxtasis.

Jimin tenía los ojos aún más llorosos, ¡quería que el rubio metiera la polla en su interior y le jodiera hasta el cerebro de una vez! Los azotes en su trasero solo lo hacía querer más, pero el alfa solo parecía burlarse de él, y le quería reclamar por eso.

—¡Métemelo de una maldita vez! —exclamó el menor con obvio enojo, tenía ganas de darle un buen mordisco para que le hiciera caso, ¡¿no veía que estaba necesitado?! Era un insensible.

—¿Ha? —Jungkook solo pudo aguantarse la risa como pudo y dejó caer uno de sus azotes más fuertes hasta en ese momento sobre el trasero magullado de Jimin, haciéndole soltar un gemido lastimero y quebradizo—. Esa no es la forma correcta de pedírmelo, mi lindo Jimin.

El alfa respondió amasando con ambas manos la carne rojiza del otro, hizo que su polla dura y chorreante se frotara entre esas deliciosas bolas de carne.

Un gemido necesitado salió del omega, Jimin sabía que no lo pedía "de la forma correcta" no iba a obtener nada, y aunque era algo humillante para él tener que rogar sabiendo que eso hacía sentir al alfa superior, pero bueno, como dice el dicho 'en la cama manda el hombre, pero en la relación manda la mujer', en ese caso, "el omega".

—Por favor Jungkook, necesito tu polla, por favor... —su interior dolía y necesitaba ser llenado pronto por ese delicioso miembro, y sabía que la única forma de tenerlo era así.

—¿Ves?, era lo único que tenías que hacer —Jeon se había inclinado sobre la espalda del pelinegro para murmurar esas palabras con sorna en su oído, después se volvió a erguir y alineó su glande contra la entrada palpitante de Park.

Presionó entrando dolorosamente despacio, doloroso para Jimin quien solo quería que lo tomase de una vez por todas, pero si lo pedía o empujaba sus caderas contra ese trozo de carne, Jungkook haría algo para frustrarlo aún más, estaba seguro que incluso sacaría su polla para después reírse en su cara.

Tenía un complejo de superioridad bastante alto, y el omega quería darle una patada en la entrepierna por eso, era un idiota, bruto y estúpido.

—¿Si sabes que te estoy escuchando? Mientras más me maldigas más lento será —el menor no se había dado cuenta de que había murmurando esas palabras, aún así miró de reojo al alfa gruñendo por lo bajo, aunque eso solo hizo que se ganara otro azote que le hizo detener su gruñido y lo cambió por un gemido.

Jungkook sonrió lamiendo su labio inferior como un depredador, le costaba demasiado tratar de no tomar con salvajismo al omega y hacerlo gemir hasta que se quedara sin voz, pero un buen alfa mostraba un buen dominio sobre la situación en la que se encontraba.

El mayor suspiró cuando estuvo adentro del omega por completo, movió sus caderas de forma lenta y profundamente, sacando su polla hasta la punta y volviéndola a meter suavemente.

Quería mantener ese ritmo para hacer que el momento durase más, sin embargo, gemidos inconformes empezaron a salir del pelinegro, quien no podía mover sus caderas ya que el rubio las sostenía con fuerza.

—Joder —Jungkook sabía que debía atender al omega como era debido en su post-celo, pero también quería hacer que ese momento fuera más duradero, el aroma dulzón y lleno de lujuria que rondaba en el aire como una nube pesada haría que se corriera en un dos por tres.

Además de ese delicioso agujero caliente y apretado que succionaba su polla de una forma que sentía que sería arrancada. Dejando de lado eso, Jimin lo necesitaba y aunque ese celo no iba durar mucho de todas formas era igual.

Por ello, Jeon empezó a mover sus caderas más rápido haciendo que los gemidos del omega salieran con más fuerza, desde su posición podía ver como ese trasero jugoso se estremecía con cada embestida que daba.

—¡Sí, sí, ahí K-Kook! —Jimin al fin sentía que estaba en el cielo, siendo golpeado con fuerza por esa gran polla que le removía todas las entrañas.

El menor podía sentir como el alfa se perdía cada vez más de sí mismo, haciendo que el ritmo con el que lo embestía fuera más rápido y fuerte, casi errático y sin ningún tipo de control más que el de buscar su placer.

Lo adoraba, adoraba cuando su esposo se dejaba llevar y solo lo usaba como un muñeco para follar, dejándolo al final hecho un desastre satisfecho que ni siquiera se podía mover durante unas cuantas horas.

Parecía que esa ocasión sería una de esas, el dolor y calor de su cuerpo disminuía con las grandes descargas eléctricas de placer que recorrían su cuerpo continuamente y no podía hacer más que gemir. Sollozos y balbuceos incoherentes era lo que salía de la boca del omega, mientras que Jungkook gruñía enterrando su polla con tanta fuerza en su pareja que hasta sus bolas chocaban contra la entrada del menor.

El alfa llevó su mano a los cabellos negros para agarrarlos y hacer que el más bajo quedara solo sobre sus rodillas en la cama, el rubio pasó una de sus manos por el pecho del menor para apretar uno de esos botones rosas y erguidos.

—¡K-Kook! —Jimin gimió al sentir como su pecho era abusado también, desde hacía poco sentía los pezones sensibles, que fueran manoseados era doloroso y placentero al mismo tiempo.

No sabía de donde agarrarse mientras era embestido hacia arriba con fuerza por el alfa, solo pudo tomar los antebrazos de las manos que le sostenían el cabello y pecho, un placer múltiple que le hacía perder por completo la cabeza.

—¡Y-Ya no aguanto! —el menor exclamó como pudo poco antes de dejar que su semen saliera a chorros de su pequeña polla, no esperó que unos dientes se encajarían en su cuello sacándole un gemido que parecía ser un grito.

Jungkook bebió de la sangre que brotaba de la marca de unión que acababa de hacer sobre la anterior, su nudo estalló rápidamente apresándose dentro del omega y su semilla salió a grandes chorros en el interior cálido.

El rubio soltó el cabello del menor y pasó su otra mano a su pecho para sostenerlo suavemente, dejó un par de besos sobre la marca en el cuello mordido y después hizo que se pudieran acostar con cuidado en la cama. La respiración de Jimin era agitada, su mirada aún estaba nublada y parecía que iba a caer en un desmayo de cansancio.

Cuando Jungkook pasó su mano por el pecho del menor notó como un líquido salía del pezón que había apretando, al mirarlo notó que era blanquecino y no pudo evitar que una sonrisa se formara en su rostro.

—Descansa mi Jimin, después te daré un buen baño —murmuró el alfa dando un suave beso en la mejilla del omega, quien se sentía ligero y cansado a la vez, un ronroneo complacido salió de su pecho mientras dejaba que la comodidad lo envolviera.