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Capitulo 3

Justo una semana después de haber dado a luz a su hijo, Izuku, había sido atacado por varios alfas que tan solo  buscaban pasarla bien. Tras lo ocurrido, Inko, llevó a su pequeño a la comisaría para denunciar a aquellos tipos.

- podemos hacerle lo que quiera- decía uno de los culpables mientras veía al pecoso lleno de heridas.

- total, va a morir.
El pecoso escuchaba en silencio sin moverse, simplemente veía sus manos y pensaba en lo mucho que deseaba desaparecer de aquel mundo tan cruel pero el solo hecho de recordar a su pequeño lo mantenía en la tierra, no sería capaz de dejar a su hijo solo y desamparado, sin una figura paterna que cuidase de él.

- su hijo debería de conseguirse un alfa señora- soltó el oficial de policía

- ¡ NO VENIMOS POR UN CONSEJO, VENGO A DEMANDAR A ESOS TIPOS! - grito la omega regordeta.

- lo siento señora, su hijo es un omega sucio...- dijo mientras veía al omega temblar del miedo- si lo embarazaron y lo abandonaron fue porque no vale pena como omega- el policía borró la denuncia y los miró seriamente- le recomiendo que vuelvan a casa y dejen a estos caballeros

Inko sentía impotencia al no poder hacer nada por su hijo, no era capaz de ayudarle por la asquerosa sociedad en la que vivían, una donde parecían crucificar a aquellos padres solteros como si se hubiesen buscado una letra escarlata que los marcará de por vida. Furiosa la mujer tomó a su hijo y se marchó sin poder hacer nada, se limitó simplemente a ir a una farmacia a comprar medicamentos y ella misma curar cada una de las heridas.

Después de aquel macabro acontecimiento, Izuku, se deprimió tanto que por el bien de su pequeño su madre limitó su acercamiento. Inko era consciente del peligro que significaba aquello y temía perder a su hijo y a su nieto por un descuido de su parte.
Durante ese tiempo, Izuku, luchaba por mantenerse alejado de su hijo, recordaba siempre aquellas palabras que una doctora le dijo cuando pensó en acabar con su sufrimiento.

<<- Los omegas sin lazos y con hijos se llevan lo que creen que les pertenece- le explicó la doctora al darle aquellas pastillas para controlar a su omega interior.>>

Por aquella razón Izuku comenzó desesperadamente a buscar un alfa que lo amara a él pero por tener un cachorro siempre había sido rechazado.

Más de alguno de esos malditos alfas abus0 de él por diversión, sabían que a nadie les importaba ayudar a los omegas sin pareja, eran considerados basura.

                                    ...

El único trabajo que había conseguido fue en una tienda de conveniencia, en los demás trabajos había sido rechazado por tener un bebe y ser un omega sin marcar. Para suerte de Izuku la dueña del local le permite llevar a su bebe de un año y medio al trabajo.

No tenía ni una sola queja del trabajo, eran amables con él y podía cuidar a su pequeño sin tener que dejarlo en un lugar con desconocidos. El único problema era el hijo de la dueña del local. Aquel alfa lo acosaba constantemente, le hacía propuestas indecentes todos los días, lo tocaba de forma indecorosa y en más de algún momento lo había forzado a besarlo pero Izuku aguantaba, debía hacerlo por el bien de su pequeño y el de su hijo. Había pensado en decirle a la dueña pero tenía tanto miedo que esta lo despidiera o que le acusara de provocar a su hijo que simplemente aguantaba.

Un día mientras salía del local, y sin percatarse, aquel alfa le seguía. En cuanto vio su oportunidad tomó al pecoso del cuello y lo arrastró dentro de un parque para llevarlo a la zona más oscura del lugar.

-Ahora no podrás negarte-le dijo mientras lo arrastraba.

Izuku hizo todo lo posible para soltarse y huir con su bebe, inclusive intentó despertar su instinto omega ese instinto que en momentos como aquellos estaban diseñados para hacer de todo para proteger a sus hijos más con las pastillas que tomaba no lo consiguió. Las pastillas adormecen a su omega interno dejándolo completamente indefenso.

Aquel alfa en medio del forcejeo empujo el carrito del bebé al suelo. Izuku al ver aquello mordió la mano del alfa y corrió en la dirección de su pequeño, pero entonces su atacante aprovechó para tirarlo al suelo y subirse sobre él.

Mientras estaba en el suelo, el alfa, bajó los pantalones de ambos, cubrió la boca del pecoso, y comenzó a p3netrarlo. Con cada embestida, Izuku, sentía que deseaba m0rir, gemía del dolor y lloraba, por más que intentaba moverse no había ni una sola oportunidad.

Aquel alfa terminó por ponerlo boca arriba para besarlo, el pecoso aprovechó el momento para morder la boca del otro y gritar como pudo,

- ¡AYUDA!- fue todo lo que pudo decir antes de recibir un golpe.
-Maldita p_ta -soltó mientras sacaba su miembro para después volver a posicionarlo.

Izuku seguir llorando, sentia que aquella tortura jamas se acabaria y que a demas no podria hacer nada mas que aceptar su destino. Mientras pensaba en todo aquello vio una sombra acercarse, sentía que era un alfa por lo que tenía la sensación que sería atacado en grupo.

Todo lo que pasó después de aquello estaba borroso, solo recordaba caer desmayado sobre los brazos de alguien con un aroma delicioso.

                                   …

Katsuki llamó a la policía y a una ambulancia en cuanto sostuvo al omega, el tipo que le había hecho aquello fue llevado a urgencias por sus graves heridas mientras que el pequeño omega fue llevado al mejor hospital de la ciudad, a petición de Katsuki.

Ahora, Katsuki esperaba en el pasillo, estaba ansioso y se movía de un lado a otro. En cuanto vio a la doctora acercarse le miró con preocupación, esta no traía una buena expresión.

- señor, las pruebas de abuso sexual salieron positivas...- Al escuchar aquello el pasillo se lleno d eun aroma hostil que mostraba sin duda alguna sus intenciones de acabar con alguien.

- voy a m_tar a ese ...

- ¡KATSUKI!- escucho a lo lejos.

Kaminari que caminaba por el hospital escuchó a su amigo y se acercó, grande fue su sorpresa ver como parecía que este estaba a punto de descargar su furia con aquella doctora por lo que corrió para calmarlo.

- disculpe, yo me haré cargo- dijo el omega rubio mientras colocaba una mano suya en el brazo del alfa.

La doctora simplemente se alejó del lugar, el aroma del alfa le había mareado demasiado.

- ¡Abusaron de él !- gritó el alfa entre lágrimas

- ¿ a quién?- preguntó confundido.

Antes de poder responder algo más una enfermera se acercó a ellos con un pequeño bulto en sus brazos.

- señor, el bebé solo tiene un pequeño moretón por la caída- dijo mientras arrollaba al bebé para luego extender sus brazos y darle al pequeño- es mejor que este con su padre

Kaminari estaba confundido, su amigo no tenía hijos pero aquel pequeño bebé de cabellos rubios, pecoso y de ojos verdes sin duda podría pasar como hijo suyo.

- no es mi hijo - dijo rechazando tomar al pequeño en brazos

- oh, lo siento...¿sabe de alguien que pueda cuidarle mientras su padre omega es curado?- Bakugou negó con la cabeza.

- yo lo cuidaré- dijo Kaminari mientras tomaba al bebé en brazos.

Aquella mujer no dijo nada más y se retiró del lugar.

Ahora Bakugou tenía que explicarle muchas cosas, ¿ qué hacía en el hospital?¿ de quién era el bebé? ¿ por qué estaba su ropa llena de sangre?. Antes de poder preguntar aquello se escuchó como alguien gritaba desesperadamente.

Tanto omega como alfa voltearon y se encontraron con un omega en bata corriendo en su dirección mientras era perseguido por médicos y enfermeros.

- ¡Takahiro !- gritaba el peliverde.

En aquel instante, y al ver la reacción del alfa, se dio cuenta de quién era aquel omega, sin duda alguna era el omega del que habían estado hablando y del que le advirtieron que debía de dejar en paz.

- ¿qué has hecho?- dijo por lo bajo mientras veía el rostro de su amigo.

                                  …

Izuku despertó mientras unos médicos curaban sus heridas, se sentía adolorido y cansado pero su instinto omega se liberó, aquella pastilla que había tomado horas antes había perdido por completo el efecto.

- mi bebé...- dijo Izuku mientras se intentaba poner de pie.

- no se preocupe, está con su padre- dijo una enfermera mientras le daba una sonrisa sincera que a la vista del omega era para burlarse.

Un miedo creció en él, temía que Monoma hubiese ido para quitarle a su hijo por lo que dejó que su lado omega tomara todo el control. De un momento a otro sus pequeñas uñas crecieron y rasgó el brazo de la enfermera.

- ¡¿ Dónde está mi hijo?!- volvió a gritar el omega.

Los presentes en la sala intentaron calmarlo pero les fue imposible, de un momento a otro ya estaba fuera de aquella habitación buscando desesperadamente a su bebé.

Izuku pensaba en que no podía perderlo, era lo único que le daba ganas de vivir.

- ¡TAKAHIRO! - grito el omega mientras corría en dirección de aquellos desconocidos.

Izuku arrebato de los brazos del omega rubio a su bebé, no sin antes darle un zarpazo en la mano y empujarlo lejos.

- ¡TRAIGAN TRANQUILIZANTES! - gritaban algunos médicos.
Katsuki tomó al omega rubio y lo cubrió con su cuerpo, para él el pecoso había atacado a su familia y por lo tanto debía cuidarlo.

Izuku se alejó de todos, estaba buscando un lugar donde esconderse junto a su pequeño hijo quien lloraba desconsoladamente, el aroma de su padre omega era horrible y estaba desestabilizando.

- ¡ QUITENLE AL BEBÉ!- gritó una enfermera.

Ante aquellas palabras, Izuku, paro en seco, miró a todos lados y al no encontrar una vía de escapa terminó colocando sus garras en su propio cuello y extendió las otras en la mano que sostenía a su pequeño.

- si se acercan... nos mat0.- dijo sin titubear.

- ¡NO!- gritó el omega rubio, quien estaba entrando en una crisis de ansiedad.

Izuku quería ignorar aquellos pero el aroma del alfa protegiendo al otro omega llamó su atención, en cuanto vio la escena su corazón se estrujo e involuntariamente apreto su cuello.

Ante aquello, Katsuki, soltó a su amigo y comenzó a caminar en dirección del pecoso, este seguía lastimando se manchando así parte de la bata y de la manta que cubría al pequeño.

- yo cuidare de ti - soltó mientras emanaba aquel delicioso aroma.

El pecoso soltó su propio cuello a abrazar al alfa,en cuanto su cuerpo tocó al del otro un llanto desesperado brotó de él y se aferró a las ropas de aquel hombre.

- eso es- dijo Katsuki mientras retiraba al bebé de sus brazos y se lo entregaba a una enfermera.

- duele- decía entre lágrimas.

Las enfermeras tomaron al bebé con rapidez y comenzaron a revisar si tenía alguna herida, para suerte de todos la sangre que había en la manta pertenecía a su padre y no a él.

- por favor...- dijo mientras veía el rostro del mayor- quiéreme…

Katsuki fue incapaz de decir nada, simplemente acarició la mejilla del pecoso mientras un médico se acercaba y le inyectaba un sedante que lo dejó dormido en cuestión de segundos.
Mientras veia veía aquellos ojos llorosos suplicantes cerrarse , Katsuki, no pudo evitar derramar algunas lágrimas, notaba la desesperación en aquellas palabras, el dolor que sentía en cada letra que pronunciaba y se preguntaba cuánto más habría sufrido aquel angel.

- lo siento, no puedo - dijo antes de besar suavemente la frente del omega.

                                 …

Kaminari se encontraba siendo atendido por un médico mientras que su esposo, quien recientemente había llegado, repartía besos en todo su rostro.

- iba a hacer lo mismo que mi mamá- dijo el omega sollozando.

- pero no lo hizo- el alfa pelirrojo intentaba calmarlo pero Kaminari temblaba.

Sin duda alguna después hablaría seriamente con su amigo, no podía creer que hubiera metido a su omega en aquella situación tan espantosa.

En otra habitación Bakugou sostenía a Izuku quien a su vez abrazaba delicadamente a su hijo. Los médicos le habían recomendaron que hasta que el omega despertara permanecieran de aquella forma, tanto omega como cachorro necesitaba estabilidad en aquel momento.

El alfa rubio estaba realmente cómodo teniendo a aquellos dos a su lado pero por otro lado sabía que no podía permanecer junto a ellos dos.

- no puedo estar junto a ti...- dijo susurrando sin esperar una respuesta.

- está bien, hemos estado solos... solo eres un desconocido- dijo el omega aún con los ojos cerrados.

Aquello alertó a Bakugou quien se removió y alejó al omega de su cuerpo. Aquel omega permanecía aún con los ojos cerrados pero veía como caían gruesas lágrimas que empapaban sus mejillas.

- estabas despierto...

- hace unos minutos- dijo mientras abría sus ojos llorosos

Lentamente se fue levantando de aquel lugar y se alejó aún más. Con una mano limpió sus mejillas mientras que con la otra sostenía al pequeño quien lentamente se despertaba.

- voy a buscar a un médico- dijo mientras caminaba en dirección a la puerta- por favor pídele a tu omega disculpas de mi parte.

Bakugou fue incapaz de moverse de aquel lugar, quería correr y explicarle a él pecoso sus razones por las que le era imposible estar juntos, que no le conocía de nada pero ya se imaginaba una vida entera a su lado y sobre que el omega rubio no era más que una amigo, pero no fue capaz, solo apretó sus puños y permaneció en aquella habitación hasta que el pelirrojo entró.

- Bakugou. - dijo mientras lo veía serio- lo de hoy...

- maldición, duele- decía mientras lloraba- ¿por qué duele?

Kirishima comprendió en aquel momento lo que sucedía, el omega pecoso era su destinado por lo que una vez que ambos se conocían les sería imposible volver a separarse, por lo menos hasta que uno de los dos marcará o fuese marcado por otro.

- esto es malo...

Antes de que llegara Kirishima a la habitación Izuku salió corriendo con su bebé en brazos. Se sentía tan devastado, nunca podría tener una familia feliz, conseguir un alfa y darle todo lo que necesitaba a su pequeño hijo.

- tengo que dejarte ir...- decía entre sollozos- si sigues a mi lado mamá te hará daño…- dijo mientras veía a su pequeño.

Mientras decía todo aquello era observado por alguien que lo conocía muy bien, alguien que se arrepentia de haberlo herido años atrás.

- Zuzu…

                                   …

Izuku tenía un mejor amigo, uno que conoció gracias a su afición por el baile. Todoroki Shoto, un omega hermoso y de buena familia era el mejor amigo del pecoso, pero su amistad se rompió en el momento en que el pecoso insistió en permanecer al lado de aquel alfa rubio que claramente le había dicho que jugaría con él.

Aun a pesar de todo, Shoto, intentaba cuidarlo de aquel monstruo pero todo acabó por un incidente. Shoto llego a buscar a su amigo para sacarlo de aquel lugar pero se encontró con que aquel alfa le estaba dando una paliza, así terminó por meterse entre aquellos dos para defender al pecoso.

- lo siento... no pude protegerte- le dijo entre lágrimas omega bicolor mientras abrazaba al pecoso que se encontraba en peores condiciones que él.

Ambos fueron al hospital y fue así como, Shoto se enteró que había perdido un bebe y que por la paliza había perdido casi toda la posibilidad de intentarlo más adelante. Shoto no culpó a su amigo, al contrario, intentó hacerlo sentir mejor.

- Él me marcó…

Shoto no podía creer lo que escuchaba, después de la paliza que les había propinado, de el perder la oportunidad de tener hijos iba su amigo y se dejaba marcar por un tipo como el. Estaba tan furioso que terminó por soltar cosas en las que realmente no pensaba.

-¡Eres solo una porqueria Izuku!- soltó antes de golpearle con fuerza en el rostro-¡Te mereces que ese maldito te golpee y te haga lo que quiera!

Después de aquella conversación donde el peliverde nunca se defendió no volvieron a verse.

A veces, Shoto, se sentía mal por haberlo abandonado a su suerte pero no podía ver más a aquel chico al que culpaba por la muerte de su bebé.

                                  …

Ahora tres años después de aquel suceso lo vio a lo lejos, herido, con un bebé en brazos y en el suelo llorando desconsoladamente.

- Zuzu...- dijo en un susurro para correr a socorrerlo.

- Todoroki…

Shoto no pudo evitar levantarlo del suelo y llevarlo a su oficina, nadie debía de ver a un omega en ese estado, ese estado tan vulnerable.

Una vez en el despacho del bicolor, Izuku, le contó todo lo que había pasado en esos tres años, sus abusos, el que fue marcado pero lo abandonaron y quitaron su marca, su embarazo, los abusos posteriores y lo último ocurrido.

Al terminar de contar todo no pudo evitar pensar en que estaba cansado de todo y que no podía continuar más.

- quédate con mi bebé...yo no puedo más.

- Zuzu…

Continuará…

Siento la redacción y faltas ortográficas.

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