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En los primeros meses fue con facilidad, pero a medida que el señor tiempo hacia el reloj girar las manecillas, las semanas se convirtieron en meses largos, las temporadas en un año y el siguiente.
Tener tal secreto era una agonía cargarlo, fingir ser normal, fingir que le excitaba las revistas que Todd le regalo cuando cumplió 13 y tenía erecciones mañaneras, fingir que le gustaba las niñas de la demás familia nobles que visitaba con su padre, fingir que le llama la atención aquellas mujeres que Dick le enseña en su teléfono, fingir que le avergüenza cuando Stephanie sale casi medio desnuda de la ducha.
Fingir cansaba mucho.
Fingir ser el hijo perfecto agotaba.
Fingir ser normal le hacía llorar.
Fingir que no tenía tal secreto comenzaba a enfermarlo.
Literalmente la última, porque cuando murió su padre, no se explicó porque comenzó a caer en una increíble depresión.
Al leer el testamento de su padre estaban las palabras: eres el mejor niño que nunca conocí. Le dolió, le calo, porque su padre estaba equivocado, no lo conocía por completo, no lo conocía como él creía, quiso que supiera todo de él, desnudar su alma ante los ojos de su progenitor y que lo ame como es.
Entonces las expectativas del heredero legítimo de Bruce Wayne le cayeron en los hombros, tan fuertes que lo hicieron caer de rodillas.
Dick se encargará de la empresa, siendo mayor de edad y primer hijo hasta que el cumpla la mayoría de edad, quedando bajo su tutela en la mansión. Tim se fue por el mundo a buscar a su padre porque afirmaba que no está muerto, y Jason se fue a Bludhaven.
Los días se instituto los pasaba pretendiendo que todo estaba bien, cuando nada lo estaba.
El hombre que respetaba y considera padre está muerto, pero quería creer que lo que decía Tim era cierto. Jason se ha ido de la mansión para proteger Bludhaven, quedando la mansión mas desolada sin esa música Punk. Y Dick, ya no tenia tanto tiempo para el, ya no le besaba la frente en las noches, escasamente le recogida del instituto por estar sumergido en medio de la empresa y manto de Batman.
Ya no le contaba cuentos, aquellos que calmaban tanto sus horribles pesadillas, aquellas que le encanta tanto oír.
Tenía miedo algunas veces entrar al cuarto de su hermano para que le cuente algo, se suponía que tenía 13, debía gustarle otras cosas que Blancanieves, debía ver el partido como hace Jason los sábados a pesar que lo odie, debía comenzar a adoptar cosas que un hombre ya debe hacer.
No era un marica.
entonces, cuando vio el folleto que le fue entregado al llegar a su salón le hizo abrir sus ojos en grande.
Denis estaba loco. Un club amistoso para aquellas personas diferentes que serán bienvenidas con brazos abiertos, y por cierto, había declarado que era gay abiertamente.
Cada dia miraba ese folleto, con su mente partida en dos, como dos caras en una moneda, mirando que seria una buena oportunidad, una ocasión para sentirse por un momento aceptado, observando desde lo lejos a Denis conversando con sus dos miembros recientes.
Quería decir que estaría encantado unírseles, le gustaba la esgrima, los comics y cuentos, especialmente los gatos.
Pero luego se acordado porque, su padre esperaba mucho de él, donde quiera que este, nunca le haría eso, nunca le decepcionara, nunca quería ver la mirada azul de ese calibre a su hermano mayor.
Todos los ojos estaban encima de el, esperando grandes cosas del principito de Gotham, tal como lo fue Bruce Wayne, tal como lo esta logrando Dick sin ayuda de Tim, y tal como él lo hará.
Porque quería mucho a su padre.
Porque amaba a Dick.
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