— Lo siento, no debí decirle a Hae-In que JungKook quería pedirle matrimonio, es mi culpa — Hizo un puchero, suspirando pesadamente por el cansancio mental que tenía en esos momentos, jamás creyó que fingir ser un demente le traería tanto estrés.

— No es tu culpa — Dijo, comenzando a recoger los pocos juguetes regados en la habitación — De todos modos algo como esto llegaría a pasar tarde o temprano.

— ¿De qué hablas? ¿A qué te refieres? ¿Qué haces? — Atacó con preguntas, viendo como TaeHyung parecía perder la paciencia poco a poco.

— ¿De qué hablo? Hablo de qué después de todo, JungKook y Hae-In debían estar juntos ¿no? ese era el propósito principal de todo esto — Dijo, fingiendo una sonrisa mientras guardaba sus cosas en la maleta — ¿Y qué hago? Me voy, eso hago.

— ¿Te vas? P-pero-

— No me preguntes por qué, tú sabes la razón por la que me voy — Le reprendió antes de que MinGyu pudiera decir algo más — ¿Qué se supone que haga? Quedarme a ver como se casa con Hae-In, agh ni siquiera sé porque sigo aquí, debí haberme ido desde hace mucho, es más no debí aceptar todo esto. Solamente me hice sentir mal a mí mismo.

— Pero tú lo amas, y él te ama a ti — Dijo — Creo que solamente deberían hablar y arreglar todo esto.

— ¿Amarme? JungKook no me ama, él cree hacerlo solo porque estábamos en este jodido juego de los ex-esposos, pero no, claro que no me ama.

— ¡Ay por la Luna! ¡Ya cállate! ¡Guarda silencio por un segundo! — Terminó con la paciencia del Omega.

— ¿De qué?

— Cállate, ahora vas a escucharme — Dijo antes de que TaeHyung pudiera decir algo más — Conozco a JungKook desde que nací, ¿correcto? Lo he visto tomar malas decisiones en la vida, cómo querer casarse con SuHyeok, cómo engañar a un Omega con todo este teatro, pero también lo he visto enamorarse y nunca dije nada de esto porque lo creía irrelevante, pero JungKook se enamoró de ti cuando estudiamos la universidad.

TaeHyung ablandó su expresión tras escuchar sus palabras, el ceño fruncido desapareció poco a poco conforme MinGyu hablaba.

— Jamás lo mencioné porque ya no era importante puesto que él se enamoró de SuHyeok poco después, de ahí cada quien tomó caminos diferentes y después de un tiempo resultaron ser compañeros de trabajo, nunca lo dije porque los años habían pasado y no lo creí importante. Pero me atrevo a decirlo, porque te mira de la misma manera en la que te miraba en ese entonces, y yo sé que esta enamorado de ti, ambos lo están pero ¿por qué no pueden aceptarlo? ¿Es tan difícil abrir sus sentimientos?

El ojiazul negó lentamente, mientras se daba la vuelta para cerrar la maleta y bajarla de la cama.

— Probablemente este actuando como un niño, pero no puedo evitarlo — Tragó con dificultad, pues el nudo en su garganta le hacía las cosas más difíciles — ¿Qué se supone que haga? Este no era el plan, el plan no era venir aquí y seguir enamorándome de JungKook. Hae-In es quien debería estar con él, ¿cómo crees que se sentirá él si se entera de todo esto? No, no puedo ser el malo de la historia.

— Entonces, ¿prefieres ser el que no tenga un final feliz?

— ¿Alguna vez tuve uno? Mírame MinGyu, DaeHo me dejó, ni siquiera sé qué hice mal para que él se alejara de la familia que habíamos formado. Nunca me importó que no me marcara como su Omega, porque realmente esas cosas nunca fueron necesarias. Y ahora él está aquí muy feliz con su Omega, y JungKook está por casarse, lo único que yo necesito es irme a casa — MinGyu no respondió, por una parte comprendía muy bien a TaeHyung, había tenido una relación con un Omega que amó, y ese mismo Omega se encargó de llevar al borde su relación. Sabía que para el menor sería difícil aceptar a otra persona en su vida.

Pocas horas después, las maletas de TaeHyung y sus hijos ya estaban listas. Los niños se acostaron a dormir poco después de mirar la televisión, MinGyu yacía profundamente dormido en el baño y TaeHyung parecía ser el único que no podía conciliar el sueño.

Quería cerrar los ojos y que al abrirlos ya no estuviera en aquel lugar.

No tenía pensado despedirse, simplemente quería terminar con todo, porque ¿qué caso tenía seguir con toda esa farsa cuando JungKook ya había logrado lo que quería?

Y ahora lo único que él quería era irse a casa y seguir con su vida. Tampoco sabía qué tan bueno podría ser el futuro, ¿seguiría trabajando con JungKook a pesar de todo lo que pasó en tan pocos días? ¿Realmente se necesitó solamente una semana para que ambos descubrieran lo que sentían el uno por el otro?

¿Tan fácil era?

De pronto, el teléfono de la habitación comenzó a sonar, se asustó un poco pero ya podía hacerse la idea de quién lo llamaba tan noche. Suspiró algo cansado y se acomodó para tomar el teléfono.

— ¿Hola? — Saludó, lo siguiente que escuchó fue la respiración del menor y una risita que se le escapó.

— Creí que no responderías — Habló — Por un momento pensé que tendría que ir hasta tu habitación para hablar contigo.

— Podemos hablar así, ¿qué sucede? ¿No puedes dormir?

— Por lo visto tú tampoco — Le respondió.

— Es difícil conciliar el sueño justo ahora, ¿dónde estás? — Preguntó.

— Estoy en la sala de la habitación — Le dijo — Hae-In está durmiendo así que quise quedarme despierto para hablar contigo.

— Oh, ¿sucede algo malo? Deberías descansar, mañana será un gran día, ¿no lo crees?

— No, no lo creo — Respondió de inmediato, el Omega mordió su labio inferior con algo de nervios — La verdad es que nada está bien, TaeHyung.

— JungKook, por favor. No hagas esto más difícil — Suplicó — Planeamos esto para que tuvieras un final feliz con Hae-In, ese era el plan en todo esto, y está apunto de suceder. Deberías estar feliz.

— ¿Cómo se supone que voy a hacer eso? — Preguntó inquieto — TaeHyung no está bien, nosotros...

— Nosotros, JungKook. Nosotros no hicimos nada, nada pasó — Le recordó su acuerdo.

El Alfa negó, a pesar de que TaeHyung no pudiera verlo, aún así su semblante permaneció algo triste y agobiado.

— Nos besamos, y debí haber hecho eso desde hace mucho tiempo pero yo era demasiado cobarde como para hacerlo, TaeHyung, por la Luna.

El Omega no respondió, y tras varios minutos de silencio, por fin dijo.

— JungKook, ya no somos jóvenes como antes, eres un adulto y yo también. Hae-In es un Omega joven y muy adorable, es lindo y atento contigo. Probablemente nunca encuentres a alguien como él otra vez en tu vida, no estamos destinados a estar juntos, ¿lo entiendes verdad? Ya pasé por esto antes, tengo dos hijos que me preguntan dónde está papá la mayoría del tiempo y sé que les duele no saber de él, y agradezco también que los hayas hecho feliz en este viaje. Pero ya sufrí una separación, un divorcio que, lo creas o no, acabó poco a poco con mi estabilidad emocional. No es fácil JungKook, llevar a cabo un divorcio y pelear por la custodia de mis hijos, hacerme cargo de ellos y yo no quiero que algo así vuelva a pasar. El amor se acaba poco a poco y la verdad, ya no tengo ánimos de soportar un divorcio más.

— TaeHyung, yo realmente siempre te he ama-

— Lo sé, lo sé, MinGyu me lo dijo — Le respondió antes de que terminara — Para serte sincero, también me gustas, pero no podemos simplemente hacerle esto a Hae-In, él no tiene porque sufrir esto.

— Es demasiado tarde para retractarme de todas las decisiones que tomé, ¿no?

TaeHyung soltó una risita.

— Sí, lo es.

— Pero no voy a hacerlo. Porque si no fuera por esta estúpida idea, no me habría dado cuenta de que ese amor que alguna vez sentí por ti seguía ahí — TaeHyung sonrió enternecido, suspiró algo cansado.

— Ve a dormir, JungKook. Mañana será un gran día.

— Sí, ya lo creo — Fue lo último que escuchó TaeHyung, antes de colgar el teléfono y tratar de dormir.

Aunque en realidad, lo único que pudo hacer fue dormitar un poco. Pues la idea de JungKook casándose con alguien más, fue algo que su corazón y su mente no pudieron aceptar.