Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 8

Un padre y sus hijas.

...

La pijamada había marchado bien, se pasaron viendo películas que escogieron las niñas, mientras les hacían peinados, el pobre de Suguru estaba lleno de moños por su largo cabello, pero feliz de compartir este momento con sus queridas hijas.

Miro a Mimiko y Nanako, se prometió a si mismo que las iba a proteger, que le daría una vida y larga feliz, que sería el padre que ellas nunca lograron tener.

"Tu también se un buen padre, no las abandones"

Las palabras de Momoka aún resonaban en su cabeza... También Suguru se había hecho el juramento de que no importaba si moría al último mientras haya logrado su cometido, él sabía que la vida que llevaba lo ponía en riesgo de morir en cualquier momento.

El moriría por darles el mundo ideal a sus hijas, el pensaba que estaba bien mientras tengan a Momoka a su lado.

—¿Señor Geto?.—La pequeña Mimiko sostiene su mano al notar la expresión triste y melancólica de Suguru.

—¿Esta triste?.—Pregunto Nanako.

—Suguru...—Murmuro Momoka al ver la expresión del azabache, parece que en cualquier momento se romperá, aunque en realidad ya pasó hace tiempo.

—No. Me hace muy feliz tener este momento con ustedes. —Suguru abrazo a las niñas y después alcanzo a Momoka para abrazar igual. —Quiero que dure para siempre.

Ojala ese anhelo se pudiera volver realidad, pero el deber lo llama.

Basta ya.

No, a este punto ya no se puede rendir piensa él.

—Lo siento...—Murmuro para Nanako y Mimiko, de cierta manera presentía que no estaría presente en el futuro de sus hijas y todo por las decisiones que está tomando y que tomará.

Las niñas no lo escucharon debido a que están felices abrazando a su padre y madre, pero Momoka si lo escuchó, claramente... Correspondió a su abrazo con fuerza.

...

Durmieron todos en la gran cama de Suguru menos mal era lo suficiente grande para todos, de lo contrario ya estarían Suguru y Momoka tirados debido a que las mellizas vaya que se estiran y patean al dormir.

—Suguru. —Momoka le llamo mientras abrazaba a Mimiko la cuál roncaba un poco.

—Si te preguntas si te voy a castigar no lo haré. —Contesto.

—No es eso...—Aunque si se hallo levemente sorprendida por eso. —¿Estás bien?, lamento mucho lo que dije antes.

—No, tienes razón. —Dijo el Geto mientras acarició la cabeza de Nanako con cariño. —Pensaba en un mundo perfecto para los hechiceros... Para mis hijas, pensando que si moría estaba bien. —Momoka tan solo escucha atentamente. —Pero nunca tome en cuenta sus sentimientos.

—Ellas no quieren a un héroe. —Contesto Momoka. —Ellas quieren a un padre... —Sonrio suavemente y con tristeza. —Por favor aún estás a tiempo para renunciar a esto. —Sabia que no debía insistir con esto, pero veía el rostro de Suguru, tan lleno de tristeza y resignación.

Él no deseaba morir, pero pensaba que ese era su destino.

—No puedo. —Contesto, cerrando sus ojos. —Yo debo de hacerlo...—Desea cargar con esto, ya ha manchado sus manos, desea que esa sangre tenga un significado. —Cuando ese momento llegué, por favor cuida de Nanako y Mimiko.

Que estúpido.

Momoka quiso decir algo más, pero Suguru simplemente se volteo dando a entender que la conversación termino.

En ese momento Momoka pensó en una locura.

Tal vez si arruina los planes de Suguru, y se vuelve el recipiente de Kenjaku o conseguí que prefiera otro cuerpo, puede haber un futuro donde esté con sus hijas.

Está bien, después de todo las niñas desde un principio solo estaban con Suguru, ella solo es un personaje extra.

...

La mañana llegó de lo más tranquila, Momoka fue la primera en levantarse, estaba arreglada desde muy temprano, suspiro mientras estaba sentada en la mesa haciendo unos arreglos a unas pulseras.

—¡Momoka!.—Saludaron alegres las niñas.

—¿Y Suguru?.

—El señor Geto dijo que se iría a bañar que vendría más tarde a desayunar.

Bien, estaba saliendo mejor de lo que espero, pensó ella.

—Les quiero regalar algo. —Momoka se levantó rápido y así mostró las pulseras, eran iguales, con colores morados y marrones. —Les puso las pulseras a las niñas.

—Que bonitas. —Dijo Nanako admirando esto, Momoka sonrió con ternura a ellas.

—Aunque no son mis hijas las quiero como si lo fueran. —Comento Momoka de repente y ambas niñas alzaron su rostro, sintiendose felices por oír aquello. —Por eso quiero que sepan que siempre las amaré y querré con todo mi corazón. —Pronto abrazo a ambas niñas con fuerza y cariño.

Sabe que esta haciendo lo mismo que Suguru, pero hay una diferencia según Momoka y es que salvará a Suguru para que puedan seguir siendo esa familia feliz que deseaban ellas... Se convence que debe ser así al recordarse que es un personaje extra y que en realidad no debió ella ser quien rescatará a las niñas.

—No importa en dónde esté todo mi amor es para ustedes, estoy muy feliz de haberlas conocidos... Aún si ya no me ven quiero que sepan que siempre las cuídare y amaré. —Se contuvo para que no se rompa su voz, mientras susurró aquello, al fin deshizo el abrazo. —Desayunen.

Nanako y Mimiko de principio se tomaron por sorpresa las palabras de Momoka, pero después asintieron sonrientes, sabiendo que eran amadas al fin y eran una familia feliz. —Nosotras también la amamos mucho. —Dijeron ambas, y así las niñas se fueron a desayunar y Momoka se despedía de ellas con una sonrisa.

No había ningún maldición rondando cerca, se imagina que Suguru debe estar muy cansado para emplear una, suspira y saca la servilleta que le había dado Kenjaku/Kaori. —Funcionara...—Dijo decidida y convencida Momoka, abandonando el lugar.

Llegó hasta un edificio de departamentos, reviso de nuevo la dirección comprobando que es la exacta, pronto entro, estaba muy silencioso todo, y habían pocos residentes.

—Ah. Moka eres tu...—Escucho la voz femenina y amable frente suyo. —Me alegra tanto que te hayas animado.

—Yo huí de mi esposo. —Dijo ella. —Supongo que los hechiceros y no hechiceros simplemente no coincidimos. —Momoka se encogió levemente de hombros.

—Vaya, me apena mucho oír eso. —Pero más bien está feliz por eso. —Entonces ¿Deseas saber más de tu técnica?.—Sonrio Kenjaku/Kaori, alzando su mano ante Momoka.

Ella Asintio. —Si. Pero... Antes de confiar en usted, deseo saber quién es en realidad.

—Hmm. —Los ojos de la mujer se ampliaron ligeramente ante ese comentario pero después volvió a sonreír. —Me parece justo.

La llevo hasta su departamento, al entrar no sintió nada extraño, el lugar era de lo más normal, aunque vaya que había plantas y flores en cada rincón de la casa, era bastante acogedor y hogareño, Kenjaku/Kaori la llevo hasta el sillón y la invitó a sentarse, así lo hizo mientras se fue por unos minutos antes de volver con dos tazas de té.

La coloco enfrente de Momoka, quien la sostuvo entre sus manos.

Fingió sorber de esta. —La escuchó.

Kenjaku/Kaori sonrió dando igual un sorbo a su té. —Vaya que tienes una buena corazonada... Si, supongo que no he Sido del todo sincera contigo. —Dio otro sorbo con tranquilidad. —Kaori solo es una de mis tantas identidades... Yo soy un hechicero que ha vivido mucho tiempo. —Explico con calma y lento todo para que Momoka pueda procesarlo, pero nota que su expresión es bastante tranquila. —Hmm. Pero presiento que tú ya sabes de mi verdad...—Dejo la taza de té en la mesa y se sentó al lado de Momoka quien solo frunce el ceño.

—Yo tampoco he Sido muy sincera... Pero, quiero serlo ya, Kenjaku.

La de cabello azabache abrió ampliamente sus ojos, se sorprendió pero lejos de ponerse a la defensiva sonrió bastante curiosa, sin duda ella ha captado su atención por completo... Se ha reído de manera alegre.

—Eres una caja llena de sorpresas Moka.

—No me llamo así... Pero no te diré mi nombre. —Dijo ella encogiéndose de hombros. —Como sea... Ni siquiera vine por qué deseará saber de mi técnica, bueno tengo curiosidad pero eso poco me importa.

—Hmm. ¿Entonces porque has venido conmigo?... Sabes que tipo de persona soy y que tan peligroso puedo ser. —Ladeo la cabeza la mujer con burla.

—Quiero hacer un voto vinculante contigo. —La sonrisa de la mujer mayor prevalece más su mirada deja denotar seriedad por completa.

—No eres tan ignorante del mundo de la hechicería eh... Puedo saber ¿Porque razón deseas eso conmigo?, un voto vinculante es muy serio Moka...

—Lo sé... Jamás he hecho uno, honestamente estoy demasiado asustada y quiero huir. —Cerro sus ojos un momento, recordando a las alegres mellizas, a Suguru que parecía tan feliz siendo un padre, solo desea una vida normal para él y sus hijas. —Pero... No me quiero conformar. —Se había dicho tantas veces que no intentaría ya salvar a Suguru, pero, simplemente no puede dejarlo atrás.

Momoka puede notar como Suguru simplemente está en un rincón, rodeado de sus Maldiciones... Sentado de rodillas mientras cada vez más se deja tragar por la oscuridad y tristeza, ella alza su mano hacia él, ofreciendo su ayuda, pero Suguru solo la mira en silencio, apenas levanta la vista y después esconde su rostro entre sus piernas.

La sangre lo rodea... Las manos de quienes asesino lo jalan directo al infierno, lo maldicen en voz alta deseando lo peor, que su muerte sea dolorosa y lamentable.

"Basta... Ya no puedo más."

Lo oye murmurar, Suguru desea que termine todo esto pero ya no sabe cómo... Él está salvando a todos, pero ¿Quien lo salva a él?.

Después piensa en Mimiko y Nanako... Ellas no tuvieron un futuro, se quedaron estancadas en el dolor de haber perdido a su padre, a la única persona que tenían, simplemente no desearon quedarse con los brazos cruzados, no soportaban la idea de que el cuerpo de su padre haya Sido profanado de esa manera... No importa si era la sonrisa de Suguru, sus expresiones, incluso el aura de él... Jamás sería de nuevo su padre.

Lo único que querían esas pequeñas niñas eran que su padre al fin descansará en paz... Miró con resentimiento a Kenjaku unos segundos, recordando que fue indirectamente culpable de las muertes de Mimiko y Nanako.

Ahora mismo ríen, crecen, estás felices... Pero sabe que si no hace algo eso no durará, esas niñas que les tomo un gran cariño pueden tener ese destino de nuevo y eso impedirá.

Momoka suspira con pesadez, demasiados pensamientos y sentimientos, aprieta fuertemente sus manos y tensa la mandíbula, nunca pudo ayudar a Suguru estando a su lado, no existe tal frase de que el amor lo puede todo. —Así que no me importa si te quedas con mi presente y futuro... Haz mi deseo realidad. —Miro a Kenjaku/Kaori con coraje y valentía o al menos eso intentaba.

—Bien, pero recuerda un voto vinculante debe beneficiar a ambos. —No sabe lo que quiere, no sabe quién es esta mujer... Ni siquiera está seguro que el voto vaya a beneficiarlo de buena manera, pero, adora la mirada de ella, tan determinada al propósito que se ha hecho.

Sabe que no le fallará, obviamente pedirá algo que pueda darle y bueno él deberá cumplir, se siente tan emocionado de saber que es lo que quiere. —Esto es lo que deseo yo...

...

Porque un padre haría lo que fuera por sus hijas...
___________________________________________

Una disculpa por la demora, espero les este gustando! Honestamente ni yo misma pensé que haría tan participe a Kenjaku/Kaori, pero, la trama lo requería, je... Sobre el final, está cerca! 🤓☝🏼 Muchas gracias por haber leído

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro