Capítulo 1
Las decisiones y acciones.
Era extraño, estaba segura de que hace unos minutos estaba en una estación de tren, cerro sus ojos por un breve momento y estaba en un lugar completamente diferente pero que le era familiar.
¡Japón... No, más bien la serie de Jujutsu Kaisen!.
Miro sus manos, eran diferentes, su ropa también.
-El uniforme de la escuela...-Murmuro para si misma, mientras se veía en la puerta del vagón, la falda era algo larga larga hasta los tobillos pero con pequeñas aberturas que le permiten mover las piernas, usaba unos botines y el sacó normal. -Wow. Esto es... Ah, espera. -Antes de emocionarse indagó entre su uniforme, encontró su tarjeta de identificación.
-Momoka Mikan, vaya cuarta categoría...-Suspiro para si misma, se lo veía venir.
En la foto de la identificación se apreciaba un cabello liso gris oscuro, sus ojos cafés. -Oh vamos pudieron darme al menos un color más bonito, parezco anciana. -Suspiro pesadamente, dándose cuenta también del extraño flequillo que tenía, de dos lados en corte de copete, pero en medio un pico. Apenas una parte sostenida por un listón oscuro. -Bah. -Despues se busco el celular, sus ojos brillaron al ver que la solicitaban en la escuela de hechicería.
Más de repente pensó en algo. -¿En qué arco actual estoy?.
Obtendría pronto su respuesta, su propio cuerpo la guío a tal lugar, mientras observaba con detalle el lugar queriendo darse una idea en que tiempo está.
Pronto ve a los lejos a Shoko, Gojo y... Suguru. -Oh. Cuando los amigos se separan...-Su vista se guío hacia Suguru, realmente parecía cansado, lo miro con lastima, recordando lo que pasó.
Espero paciente a qué se retiraran todos, realmente no está segura si debe intervenir o no... Pero al estar fuera mirando cansado a Suguru, como se pierde, como sufre por dentro, como el se siente frustrado al no poder lidiar con todo lo que le pasa, se siente la peor al no hacer nada.
-Bueno, a mejor es un sueño así que... No pasa nada si se altera el pasado ¿Verdad?.-Ella entro al fin al edificio, por la expresión que nota de él ya ha tenido esa conversación con Yuki.
Trago saliva.
-¡Hola!.-Alzo su mano con suma alegría, mientras camina hacia él.
Suguru la miraba fríamente, pero no porque le moleste, simplemente en estos momentos hay tantas cosas en sus cabezas, se esta inundando en Miles de pensamientos, la mayoría negativos.
-Ejem. Un gusto soy... -
-Momoka Mikan, la estudiante incapaz de usar energía maldita... Pero que es conocida con un ritual único que no es revelado.
-Ah... Si esa mera. -La forma en que expreso su debilidad vaya que le dolió se escuchó mucho desprecio hasta asco... Supone que no es tan hechicera aunque tenga ritual.
-Perdona, me escuche muy cruel. -Suguru simplemente uso sus dedos para darse un masaje en la frente.
-No pasa nada, hmm. ¿Un mal día?.-Ella se sentó al lado de él, sonriendo de manera amigable, aunque se notaba en nerviosismo en su rostro, tiene miedo de arruinar esto.
-Mañana tengo una misión temprano.
-¿La misión del pueblo verdad?.-El le volteo a ver intrigado, ups, hablo de más. -Ah. Verás me han pedido que yo vaya, ya que no están seguros si se trata de una maldición yo revisaré eso. -Suguru no parecía confiar mucho en sus palabras.
-Eso suena extraño...-Dijo, y ella se puso aún más nerviosa. -Debe serlo si ya me asignaron.
-A lo que me refiero es que puede tratarse de una maldición de una categoría demasiado baja para que tú vayas. -Seguia sin poder convencerlo de todo. -Te ves muy cansado, por eso pedí tu misión.
-¿Cansado eh?...-Dijo con un suspiro pesado.
-Se ve que no has dormido bien, parece que tienes tanto que decir, si te quieres desahogar puedes hablar conmigo.
-Momoka... Eres extraña. -Bien eso sí que no se lo espero. -Pero bastante intuitiva, para ser casi una no-hechicera.
-Ah... -No sabía si tomarlo como un cumplido.
-Aunque pésima para mentir. -Vaya si la descubrió después de todo. -Realmente quiero tomarte la palabra.
-¡Hazlo!... Habla con tu amigo no guardes lo que te está carcomiendo por dentro. -Le dió una sonrisa sincera. -Y otro consejo que te doy es que no te obligues a consumir maldiciones, al menos por ahora.
Él parecía bastante intrigado de la manera en que hablaba de ella, como parecía saber todo... Sonrió pesadamente.
-Bien. -Oh si, lo pudo convencer no se hará canon la matanza en la aldea. -Puedes ir conmigo, salimos temprano. -El se levantó y se fue, y la cara de Momoka estaba petrificada en una sonrisa, creyó que ya lo tenía.
-Satoru si alguien lo puede persuadir es el... Aunque salió en una misión, espero regrese.
Suspiro, mientras se quedó en el edificio, trataba de vagar por ahí si se sienta es seguro que se quede dormida.
Cuando escucho unos pasos se emociono pensando que se trataba de él, más se topo con el azabache, parecía salir de la ducha por su cabello mojado, ya serían las dos de la mañana. -Deberías dormir... ¿Sigues con el uniforme?.-Suguru se veía bastante cansado, su mirada dejaba mostrar lo mal que estaba, las ojeras que adornan sus ojos, la palidez en su cuerpo, como se notaba que apenas comía.
A veces cuando ingiere la comida pensaba que se trataba de las maldiciones.
-Lo mismo digo, te ves muy mal... Creo que en serio no deberías ir.
-Eres demasiado insistente... Cómo sea quédate despierta pero si no me alcanzas yo no te esperaré. -Se retiro sin dirigirle más la mirada.
-Ah. Bueno se siente mal después de todo, aún no puede lidiar con lo que vivió. -Siente que esto se pone cada vez más difícil.
...
Nunca llegó Satoru, y tenía razón con que necesitaba dormir, por lo mismo mejor descanso, aunque antes leyó artículos de como ayudar a una persona con depresión o que vivió eventos traumáticos... La verdad era bastante complicado el tema, si bien se informó muy bien no entendía muy bien si funcionaria en Suguru, después de todo varios coincidían en que si la persona no se deja ayudar no se puede hacer mucho por esta.
-Ademas esto puede variar para cada individuo, lo importante es no forzar. -Dijo en voz alta para dejar salir un gran suspiro, viendo que no dormiría mucho. -Puedo impedir que mate a la gente del pueblo, yo salvaré a las mellizas a escondidas. -Mas se quedó pensativa con aquello, si pasa eso, no tendrán esa lazo de padre e hijas no quiero arrebatar tal cosa. -Aunque sería lo mejor ¿No?... Ellas tendrían un futuro. -Se dejó caer en la cama cerrando sus ojos con esos pensamientos en la cabeza.
Menos mal su alarma sonó, se sentía cansada pero se levantó justo a tiempo antes de que Suguru se vaya. -¡Buenos días!.-Hablo alegre. -¿Cómo estás, hablaste ya con Satoru?.-Ella le pregunto con emoción a pesar de verse el cansancio en sus ojos, aunque no se compara con los de Suguru.
-No... Y estoy bien, solo algo cansado.
-Sabes aún me puedes tomar la palabra, ¡Yo podré!.-En realidad no, su plan es solo robar a las mellizas de allí y después volver diciendo que no pudo, quedará peor ante los ojos de Suguru pero esa es su única opción.
-Para nada, quiero ver si algo de aire libre me hace bien...-Contesto Suguru secamente, mientras camina dejando atrás a Momoka que debe seguirle el paso.
-Suguru... Por favor no vayas. -Ella sostuvo de repente el saco que usa, el hechicero la miró con curiosidad pero cierta irritación a la vez. -Estas muy mal, pasaste por muchas cosas... Es normal si no puedes ahora. -Le dió una sonrisa amable a él. -Entiendo...
-¿Entiendes que?.-Escupio Suguru con asco hacia ella. -No puedes entender nada, eres casi una no-hechicera, ni siquiera se porque estás aquí. -Le dijo, el Geto no es que odie a la chica, esta actuando de manera irracional. -¿Que podrías hacer tu?... Tan solo vas a empeorar todo de seguro, ni siquiera nos conocemos, no me trates como si fuéramos amigos. -Momoka se quedó petrificada por las palabras de él... Eso dolió un poco.
-Um. Mira no voy a responder de la misma manera porque...
-Porque sabes que tengo razón, mejor quédate serías más un estorbo que un apoyo. -El azabache se dió cuenta que estaba siendo demasiado hiriente, se desahoga con la persona incorrecta, más darse cuenta que no es más que una no-hechicera le hace tener cierto odio injustificado, no debería, siente que es raro, no le ha hecho nada para que se gane su odio.
En realidad no se quiere disculpar, solo se encoge de hombres, se siente avergonzado pero esta recio a lo que ha dicho. -Como dije no te voy a responder...-Momoka contesto, mientras aprieta fuerte sus puños, ¡No es para nada de lo que imagino si llegaba a un anime!, quiere llorar, tal vez soltarle un puñetazo en la cara a Suguru.... Pero no lo hará o bueno no por ahora, debe ser ella la serena.
-Haz lo que quieras. -Dijo Suguru.
...
Habían llegado al fin al pueblo, era bastante pequeño, veía la mirada de aldeanos juzgando, ella los miro de mala gana. -Todavia que los van a ayudar...-Murmuro Momoka, mientras Suguru habla con los representantes del pueblo, ella aprovecha eso para desaparecer, el Geto lo nota y libera una maldición para que la libere, ya que aún erradica a la que esta aquí, no vaya a ser que intente atacarla.
Momoka estuvo de curiosa en cada casa que parecía sola para dar dónde estuvieran las mellizas, pronto dió con una alejada del pueblo, aunque la hiedra está creciente alrededor y hay tablas en las ventanas puede notar que no está descuidada del techo y las paredes, además cuando se asoma atrás no hay hiedra, en cambio esta bien cortado. -Bingo...-Murmuro para si misma, no fue tan difícil entrar como pensó lo hizo fácil sin hacer ruido, no había nadie vigilando posiblemente porque estaba con Suguru ahorita.
-V-Vete...-Murmuro la asustada Mimiko quien era abrazada por Hanako para protegerla.
Momoka no se sentía preparada para toparse con esta imagen debe admitir que en estos momentos le hierve la sangre, solo son niñas y estos ignorantes las maltraraton y acusaron... Asesinaron seguramente a su madre, entiende un poco a Suguru, pero después niega con la cabeza esos pensamientos. -Shh. Soy Momoka... No sé asusten, las voy a sacar de aquí. -Ella trato de dar una sonrisa amable mientras se agachó ante la celda para intentar no verse imponente. -Vengo de la escuela de hechicería.
-¿Eres una hechicera?.-Pregunto la pequeña niña rubia.
-Si... Yo vine ayudar al pueblo pero note este lugar. -Dijo ella, mientras abría la celda, vaya al parecer tenía habilidad con las cerraduras, sonrió orgullosa al descubrir eso. -Vamos...-Las pequeñas mellizas no se veían tan confiadas de ir con ella, Momoka no las culpa, pues extiende su mano hacia las niñas pero cierran sus ojos y se encogen con miedo al pensar que las iba a golpear, la valiente Hanako protege a su hermana.
La mirada de la Mikan suaviza, sintiéndose tan mal, quería llorar, pero no debía era la adulta. -Por favor... Confíen en mí. -De repente se escuchó una puerta abrirse y pasos cerca, las niñas ante el miedo de que fueran los adultos terminaron por ir con Momoka, y así las saco del lugar, corriendo hasta la hiedra alta, haciendo que se agachen.
-¡Le dije esas niñas deben ser las causantes no están!.-Grito la mujer que estaba con Suguru.
Suguru escuchaba las quejas y acusaciones sin pruebas de esos aldeanos, se sentía algo harto en estos momentos, ver la celda vacía solo causó curiosidad en él. -Momoka... Que diablos haces.-Murmuro para si mismo, después de todo su maldición se paseó por aquí eso significa que Momoka estuvo aquí.
-¿Disculpe?.-Uno de los ancianos cuestionó, Suguru sonrió con esfuerzo.
-Recorde que mi compañera ya no está con nosotros, debo buscarla... Por cierto la maldición la he erradicado.
-¡Pero esas niñas!.-Protesto la mujer.
-Yo veo una celda vacía, tal vez solo eran fantasmas o alucinaciones. -Dijo aquello con claro sarcasmo, salió sin darles tiempo a los ancianos para que digan más idioteces.
Mientras tanto Momoka y las niñas habían aprovechado la distracción para irse hasta al bosque, mala idea ya no sabía dónde estaba exactamente. -Ah... Creo que llegábamos por acá ¿Verdad?.-Pregunto nerviosa a las niñas que carga en su espalda, estaban pesadas para ella que no estaba acostumbrada a esto, pero no las podía dejar en el suelo descalzas.
-Si ves un río, es que ya salimos del pueblo. -Comento la pequeña niña castaña.
-Bien eso es justo lo que quiero...-De repente su celular empezó a sonar, pero sus manos estaban ocupadas. -Ah... De casualidad lo pueden alcanzar. -Le pidió Momoka a las niñas, debido a que las lleva en la espalda batallaron un poco, ya eran tres llamadas perdidas por lo mismo de que no se alcanza.
Al fin Hanako respondió. -¿Momoka que diablos haces?.-Pregunto el Geto algo irritado y preocupado a la vez.
-Soy Hanako, la señorita Momoka no puede responder. -Dijo la pequeña niña con timidez, y así desconcertó un poco al hechicero al oír la voz del infantil. -Ah, mira aquí dice alta voz a mejor así escucha. -Presiono la tecla.
-Lo siento... Es que todo fue muy repentino, ya eliminaste a la maldición ¿Verdad?.-Dijo Momoka en voz alta.
-Si... Pero yo necesito saber que...
-Ah que bien, juguemos a las atrapadas entonces...-Lo interrumpió. -Debes encontrarnos a las niñas y a mi, se que la maldición que me sigue no nos puede atrapar, solo la pusiste a vigilar ¿Verdad?, además no querrás asustar a las pequeñas.
-¿Que estas diciendo?... ¡No es tiempo de juegos!, ven aquí y explícame que haces.
-Oh no, se corta la señal. -Hizo un ademán con la cabeza para que Hanako cuelgue. -Si antes le caía mal ahora no me va a aguantar. -Lo que hacía era para sacarlo de la aldea, está seguro que si ve a las niñas así no dudara en actuar como en el canon.
-¿Vamos a jugar?.-Pregunto Mimiko algo emocionada, Momoka les sonrió.
-¡Si!... Ustedes serán mi guía para salir del pueblo y también mis ojos por si Suguru viene detrás, es muy fácil reconocerlo tiene un mechón de emo en la cara.
Hanako y Mimiko se veían felices y emocionadas asintiendo por lo dicho por Momoka.
Aunque ella también se reía estaba nerviosa, esta segura que le irá mal con el Geto. -Bueno mientras lo pueda salvar...-Murmuro, comenzando con el juego.
Llegó la noche cuando llegaron hasta la estación de trenes, no pensaba irse, iba a dejar que Suguru la atrapará, mientras uso su dinero para comprarles ropa y zapatos a las niñas al igual que comida. -Bueno debo ganar bien para que me haya sobrado...-Dijo, mientras las niñas dormían juntas en la silla, ya se veían más tranquilas, y relajadas, sonrió dulcemente. -Lo siento... Para que tengan un futuro largo y feliz voy a separarlas de Suguru. -Les dijo a las mellizas, mientras acaricia las cabezas de ellas, con cuidado y delicadeza para no despertarlas ni asustarlas. -Lo siento Suguru...
-¿Porque?.-Casi grita cuando escucho la voz de él, pero se contuvo para no asustar a las mellizas, volteo lentamente.
-Ah mira, ganaste, yei...-El semblante serio del azabache siguió, aunque se suavizó al notar a las pequeñas, supuso de inmediato que eran las niñas que los aldeanos culparon. -Ellas están bien, Mimiko es la castaña y Hanako la rubia.
-Entiendo... Pero no desvíe el tema, ¿Porque dijiste eso, porque lo sientes?.
-Ah...-Debía pensar en algo rápido. -Porque les dije a las niñas que eras un emo y te gusta ese apodo. -Menos mal se le ocurrió algo bueno, solo se ganó una mirada de desaprobación por parte de Suguru, quien hizo aparecer una maldición la cuál le mojó la cara y después desapareció. -Vale me lo merezco.
-Entonces... Ellos las tenían encerradas allí... Las maltrataron. -Comento Suguru viendo a las niñas dormir, notando las heridas que Momoka ya había tratado. -Son realmente...
-Son unos ignorantes.-Momoka se adelantó. -Pero menos mal todo termino bien para ellas, yo me haré cargo. -Dijo ella dándole una sonrisa a Suguru, quien aún seguía con ese semblante serio, se podía notar algo oscuro en la mirada del azabache.
-¿Que no nos hace pensar que tienen más niños así?... ¿Que no serán así con más hechiceros?. -Le cuestionó Suguru. -No merecen nuestra ayuda.
-Recuerda, nuestro deber es ayudar a los débiles tu mismo lo dijiste. -Respondio rápido Momoka.
Suguru le miro desconcertado. -Vaya que te gusta espiar.
Ella se encogió de hombros, esta bien si desvía el odio que tiene Suguru hacia los no-hechiceros con ella, es mejor eso.
-Pero es cierto ¿No?... Suguru eres una persona que piensa en los demás, admiro eso de ti, espero sigas así, y te conviertas en un hechicero fuerte que este para proteger. -Le dedico una mirada llena de esperanza, se sintió muy cliché pero normalmente eso funciona, el Geto ladeo la cabeza mirándola con extrañes.
-Lo siento no eres mi tipo. -Contesto, bien esa no es la respuesta que esperaba, de hecho habría estado mejor sin saber eso.
-Ah... Ya veo.
-Todo eso que dices, ya no tiene mucho sentido para mí.-Comento él.
Suguru ya no sabía porque se esforzaba tanto, porque hacía esto... ¿Realmente tiene significado lo que hace por esa gente?, ve a las pequeñas niñas que duermen, ¿A quien está protegiendo en realidad?.
La imagen de Riko siendo asesinada, de la secta aplaudiendo por su muerte... Era solo una niña, una inocente comparada a todos esos seguidores locos.
Mimiko y Hanako son otro gran ejemplo de lo que no quiere admitir... Esos monos, son despreciables, son la peor peste, si ellos simplemente no existieran, si los hiciera desaparecer ya no moriría más de los suyos, de la gente que realmente le importa.
Maldito hipócrita.
Se dijo a si mismo en su mente, su discurso moral ya no valía nada, no tenía sentido... Todos los malditos monos que ha conocido son lo mismo, no merecen ser salvados, merecen las maldiciones que tienen.
-¿Suguru?.-La voz de Momoka lo regreso a la realidad.
La mira en silencio unos segundos. -Debo hacer una llamada.
-¿A Satoru verdad?... Habla con él te aseguro que te hará bien. -Comento Momoka felizmente. -Yo te espero aquí, todo lo que necesitas.
-Deberías dormir, de todos modos gracias por tu preocupación. -Se retiro el Geto de allí, la joven deseaba seguirlo pero no podía dejar solas a las niñas.
-Bueno si puede hablar con Satoru todo estará bien, además ya estamos lejos de la aldea, se ha impedido la masacre. -Murmuro, mientras se acomoda con las niñas, pensaba quedarse despierta hasta que volviera Suguru... Pero de repente le ganó el sueño.
Una... Dos... Casi cinco veces llamo a Satoru pero lo enviaba a buzón, seguramente estaba demasiado ocupado con las misiones, Suguru solo suspiro, mientras volvía hacia donde Momoka y las niñas.
Las veía dormir a las mellizas y a la vez pensaba en Riko, si no habría Sido por Momoka, ¿Habrían tenido el mismo destino?... De nuevo se cuestiona si está bien esto, si debe seguir con estas reglas.
...
Momoka abrió los ojos lentamente, dándose cuenta que tenía una manta encima y las niñas también, Suguru estaba a su lado, revisando su celular con tranquilidad. -Al fin despiertas.
-Lo lamento, te quedaste toda la noche despierto ¿Verdad?.-Dijo preocupada viendo las ojeras en Suguru, aunque también nota en su mirada cierto destello, piensa que esa plática que tuvo con Satoru le hizo bien. -¿Cómo te fue hablando con Satoru?.
-Bien... Gracias Momoka. -Suguru le sonrió al fin, y ella esta más que feliz de haber evitado el evento canon.
Las niñas pronto despertaron, las presento ante Suguru y viceversa, vaya que el Geto tenía un encanto con los niños, pues las mellizas se han encariñado fácil, después de todo en el canon él es quien las salva, Hanako era cargada por Suguru, el reía felizmente, y Mimiko se quedó sosteniendo la mano de Momoka.
-Momoka... Te ayudaré con las gemelas.
-Eh. ¿En serio?... Realmente no tienes que hacerlo.
-Quiero hacerlo, deseo que estas niñas tengan una vida larga y feliz, así que da tu mejor esfuerzo.
Se sentía tan mágico aquello, pensó que todo estaría bien... Habría un final feliz para Suguru y las mellizas en está línea o sueño en el que esta.
Vaya ingenua. Pensando que sus acciones tendrían sentido... Ella no es nadie en este mundo.
Al final a veces las acciones y decisiones no siempre cambian algo.
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¡Hola! La verdad, mi plan con este fic ha cambiado un poco, espero terminarlo antes de que termine el año
Mi plan era agregar a Choso! Pero quiero explorar un poco más a Suguru, posiblemente haga un fic corto de Choso!
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