Epilogo
–Lily, ¿dónde estás?
La pequeña niña reía desde su escondite.
–Dios, tu padre me va a matar si no te encuentro. –Sunghoon se sobo la sien hasta que se le ocurrió una idea.– No sé que haré sin la pequeña, tenía unas ganas de llevarla por un helado.
–¡Aquí estoy! –la pequeña salió detrás del arbusto y corrió donde Sunghoon.– quiero un helado de fresa.
Sunghoon tomó a la niña en brazos picando su naricita.
–Eres una traviesa, tienes tanta energía como tu papi. ¿Qué hacías escondida?
–Me estaba escondiendo del monstruo para atacarlo por detrás. –mencionó moviendo sus manitas emocionada.
–¿Por qué atacarlo? Tú eres una princesa y debes esperar que te salven de los monstruos.
–No, papi dice que soy una heroína y lo protejo de los malos que se le acercan.
–¿Y a las heroínas igual comen helado?
–Si, es su recompensa por salvar el mundo.
Sunghoon dejó a la cachorra en una silla al frente del carrito de helados mientras el iba a comprar.
Ahora seis años después Jake se había graduado de Interpretación musical y Sunghoon gracias a que sacó el primer lugar a nivel global se hizo más conocido convirtiéndose en el representante oficial de Corea en la categoría de patinaje sobre hielo.
Al tercer año de carrera y relación Sunghoon le pidió a Jake que se mudaran a lo que el australiano aceptó con gusto.
Estos últimos meses han estado cargados de trabajo. Jake produciendo nuevas canciones para grupos de kpop y artistas varios y por otro lado Sunghoon tenía entrenamientos constantes porque quedaron seleccionados para los Juegos Olímpicos.
En el viaje logró volver con una medalla de oro que hizo enorgullecer a su novio y como modo de celebración le mencionó que harían un viaje a Australia para tener unas merecidas vacaciones.
¿Donde se encontraban actualmente? En Brisbane por supuesto.
–Bien pequeña heroína, aquí está la recompensa por salvar el mundo.
–¿Dónde está papi? –preguntó la cachorra mientras comía su helado.
–Venía en camino con tu tío. Tenía que hacer algo antes de venir con nosotros.
–¿Por qué Lily pregunta tanto por su padre y no por su tío favorito?
–Hablando del Rey de Roma.
–¡Tío Jake! –la pequeña se paró de su asiento para ir rápido a los brazos del omega.
–Claro, el tío favorito y yo te compré helado. –Sunghoon rueda los ojos ofendido.
La cachorra suelta una risita y sigue comiendo su helado tranquilamente en las piernas de Jake.
–Sabes que igual ella te quiere Hoon, ¿no es así preciosa? –Lily asintió y el alfa sonrió complacido.
Desde que nació Lily, se ha vuelto el rayo de sol de toda su familia. No haya vez que sus tíos o abuelos la oyen querer algo y ya lo tengan para ella.
Y no hablemos de Chris.
La primera vez que tuvo a Lily en brazos se enamoró nuevamente. Para la pareja la pequeña era su razón de vivir y como no, si era un pequeño rayito de sol.
Decidieron tenerla en Australia ya que creían que sería un ambiente más abierto para su hija. Obviamente para festividades y ocasiones viajaban a Corea para que la cachorra pueda dominar ambos idiomas con facilidad.
Jake había salido junto a su hermano pero volvió con su novio quien le habían dejado a su pequeña sobrina porque Chan tuvo cosas que le habían encargado un tercero.
Spoiler, se nos viene pedida de mano.
Sunghoon recibió un mensaje e hizo una sonrisa.
–Bien, ya se está oscureciendo y Felix hyung me envió un mensaje que volvieramos.
Jake ladeó su cabeza extrañado.
–Pero si Felix no sale hasta despues de las seis de trabajar y son recién las cinco.
–Si, pero está algo sensible y quería estar con Lily así que salió antes del trabajo.
–¿Papi está bien? –preguntó Lily con una carita triste.
–Si peque, solo quiere que su rayito de sol esté con él. ¿Vamos? –acarició la mejilla de la pequeña.
Jake no muy convencido se fue con él a la casa de su hermano.
–¡Papi!
–Llegaron. –Felix tomó en brazos a su hija y le dió un beso en la mejilla.– ¿Cómo lo pasaste con tu tío Hoon?
–Bien, jugamos a las escondidas y tío Hoon es muy lento.
Sunghoon gimió cansado tirandose al sofá haciendo reir a los dos omegas presentes.
–Para Navidad no corría tan rápido, ¿qué ocurrió?
–Chan le enseñó a nadar y desde ahí nadie la ha podido parar. –dijo Felix mientras se sentaba con Lily.
–Hablando de mi hermano, dijo que pasaría por aquí pero no lo veo rodando por aquí.
Sunghoon y Felix cruzaron miradas.
–Fue a comprar unas cosas para la cena, hoy vendrán mis padres y quería hacer algo especial.
–Y nosotros saldremos a cenar. –Sunghoon abrazó a Jake por la espalda dandole un beso en la mejilla.
–¿A dónde iremos? –entrelazó las manos con su novio.
–¿Te acuerdas del restaurante que está cerca de la playa? –Jake asintió.– Pues ahí.
Ya se tenía todo planeado.
En todos estos años de relación Sunghoon se sentía cada día más enamorado del australiano. Tenían una sana y estable, más de algún inconveniente como cualquier pareja pero nada que no podían solucionar teniendo conversaciones incómodas y profundas.
Por otro lado Jake también se sentía muy completo con el alfa. Nunca lo hacía sentir menos por ser omega y siempre había un respeto mutuo. Cada vez que podían tenían citas para no perder la chispa de la relación.
Entre conversaciones más de alguna vez tocaron el tema de como se verían a futuro y tenían la idea de ser padres, pero más adelante ya que aún no se sentían preparados.
Y lo que más le gustó a Sunghoon, que el australiano sí pensaba un futuro con él.
Gracias a eso, pidió ayuda a sus cuñados para por fin después de mucho tiempo poder pedirle matrimonio a su precioso novio.
–Sunghoon, ¿podrías ir a buscar la peineta de Lily que está en nuestro baño? –preguntó Felix.
El omega mayor jugó con sus dedos simulando un anillo tratando que el alfa entendiera.
–¿Ah? –Felix lo fulminó con los ojos.– Ya entendí, voy.
Sunghoon subió rápidamente las escaleras.
–Tío Hoon está muy raro. –dijo Lily haciendo una mueca.
–Concuerdo con Lily, ¿Sabes que le pasa Felix? –preguntó Jake.
El nombrado se encogió de hombros.
–Si tú no sabes yo menos, debe estar cerca de su celo.
–¿Qué es celo papi?
Los dos omegas se miraron alarmados.
–P-Pues verás mi amor, cuando entras a la pubertad empiezas a sentir calor muy grande en tu cuerpo por un par de días para ver si serás alfa, beta u omega. –trató de explicar Felix de la mejor forma posible.
–¿Qué es pubertad? –preguntó curiosa.
–Será mejor que tu papá Chris te explique.
Felix asintió a las palabras de su cuñado.
Mientras tanto Sunghoon entró a la habitación principal de la casa para entrar al baño sacando la peineta de su sobrina. Iba a salir rápidamente del lugar hasta que pilló el objetivo principal. Abrió la cajita y ahí estaba, el anillo de compromiso.
Solo queda la propuesta, y que Jake diga el si.
–Llegamos.
Jake estacionó el auto en el estacionamiento exclusivo del restaurante del lugar y bajaron para entra juntos tomados de la mano.
–Buenas noches, tengo una reservación a nombre de Sunghoon Park. –dijo Sunghoon en inglés haciendo enorgullecer a Jake.
–Sí, pase por aquí por favor. –La recepcionista los guió hasta una mesa aparte que estaba en la terraza.
Jake se impresionó al ver todo eso.
La vista de la mesa daba al sol escondiendose detrás de mar logrando un bonito atardecer. En la mesa se encontraba un mantel blanco con bordes azules y al centro se encontraba un florero lleno de flores silvestres y tropicales.
–Hoonie... es todo muy bonito. –dijo Jake conmocionado.
–Toma asiento. –tomó la silla para que su novio se pudiera acomodar y luego se sentó el.
–Has mejorado bastante en tu inglés. –halagó el australiano.
–Es que teniendo un novio australiano y viajando constantemente al extranjero obviamente seré el mejor en el manejo de idiomas. –fanfarreo el coreano haciendo reir al otro.
Jake solamente rodó los ojos divertido.
Minutos después llegó el camarero con los platos que anteriormente Sunghoon había pedido. Filete de salmón con verduras y una salsa que no sabría decir.
A Jake le se cayó la mandíbula del apetito.
–Woah, tenías todo planeado al parecer. –colocó su servilleta en su regazo.
–Por supuesto, para ti siempre habrá lo mejor. –Sunghoon tomó la mano del mayor y Jake sonrió automáticamente.
–Tan lindo como siempre, comamos antes que se enfríe.
Entre plática y comida tuvieron un agradable momento entre pareja. Cuando terminaron el primer plato le dijo que iría al baño.
Aunque era mentira.
Sunghoon fue donde el mesero que los había atendido y le pidió si podía poner el anillo dentro de la bola de helado que tenía el postre de Jake el cual le brindó ayuda sin ningún problema.
Al volver, su novio se encontraba mirando la puesta de sol ya esconderse detrás del Mar. Cuando sintió los pasos de Sunghoon, volteó donde el menor con una sonrisa.
–¿Todo bien? –preguntó el australiano.
–Si, todo en orden.
Cuando llegó el postre Sunghoon pidió champaña para acompañar el dulzor de la comida.
–Quiero brindar. –mencionó el alfa– por nosotros.
Jake chocó copas y le dedicó una sonrisa.
–Por nosotros, y también para nuestro futuro tan incierto.
El postre constaba de waffles con helado acompañada con una mermelada de frutos rojos, algo no muy exquisito pero a ambos les encantaba.
Jake untó el waffle en el helado llevándolo hasta su paladar.
Sunghoon lo observaba nervioso mientras comía con ansias para saciar su nerviosismo.
–Sunghoon cuidado, te puedes atorar. –dijo Jake preocupado al ver como devoraba su plato.
–S-Si, no puedo evitarlo. Es que está muy bueno. –Sonrió nervioso con las mejillas llenas.
Jake solo negó con la cabeza y volvió a untar el waffle en el helado esta vez chocando con algo. Dejó el pedazo de waffle a un lado y con el cuchillo buscó lo que estaba incrustado en el helado.
Se sorprendió al ver el anillo ahí.
–Sunghoon...
El alfa se paró para limpiar con una servilleta el anillo y se puso de rodillas frente a su precioso novio.
–Estos seis años juntos me han hecho concluir que eres la persona correcta en el lugar correcto. La forma en como nos conocimos fue involuntaria pero desde ese día quedé flechado en ese lindo chico con ojos de cachorro. –el ahora rubio soltó una pequeña risa mientras miraba con ojos lloroso a su novio.– cuando me pediste ser tu novio fue uno de los momentos más preciosos de toda mi vida. Ahora yo te quiero hacer la misma pregunta pero para dar el siguiente paso.
–A-Amor. –Jake ya estaba llorando en ese momento.
–¿Harías el honor de ahora poder convertirte en mi esposo?
–Si quiero. –Jake se lanzó a los brazos de su ahora prometido.– Te amo tanto.
Jake juntó sus labios en un beso apasionado y los clientes que igual estaban en el restaurante aplaudieron a la pareja recién comprometida.
–Yo igual te amo mucho amor, siempre juntos. –Limpió las lágrimas de Jake con delicadeza.
–Juntos por siempre y para siempre.
Con esto doy por conclusión a mi primera historia, gracias por la espera.
No piensen que esto es un adiós para siempre, aún tengo muchos proyectos para escribir de aquí en adelante. Espérenlos con ansias.
De todo corazón, agradezco el amor que le dieron a mi humilde historia, nunca pensé que crecería tanto como escritora.
Todo esto es gracias a ustedes.
Nos vemos en otra historia o en mi perfil.
Cuídense mucho, tomen agüita y coman sus comidas.
Lxs adoro. 🤍
Nos leemos pronto~
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