Capítulo 2.
Era el día siguiente y Koro-sensei veía escondido como llegaban sus alumnos, espero hasta que llego Naori, llego en un auto común y corriente color gris, se despidió con un simple "Adiós" y se dirigió a la montaña de la clase E sin más demora. Cuando llego vio a la profesora Irina darle una mirada firme y se adentró a la bodega dándole la señal de seguirla, lo cual hizo, una vez reunidos.
Irina: Sé que pediste 700.000, pero me has dejado sin dinero y no podido traerte nada hoy.
Naori: Me lo sospechaba, ya que.
Irina: ¿Eh?
Naori: Soy una persona codiciosa, pero también soy alguien misericordioso, te lo dejare estar por ahora, pero me deveras un favor después.
Irina: ¿Cómo qué?
Naori: Ya te dije que seré blando contigo esta vez, te la dejare fácil. No quiero tareas de ingles por el mes que viene.
Irina: Eh... Gracias supongo... ¿Pero a que se debe esa generosidad de tu parte?
Naori: He recibido un ingreso extra y con lo tuyo me alcanzara por ahora. Y también... No te mentiré. Hemos sido muy poco discretos y no quiero arriesgarme a nada. Ya sabes. Ni una palabra y dejare esto por la paz.
Naori se dirigió a la puerta y abrió un poco y reviso si había alguien que pudiese verle, una vez segura la zona, salió rápidamente y se dirigió a la clase con total naturalidad.
Irina: Ya la escucharon.
Karasuma: Si.
Koro: Por la forma en que lo dijo parece que alguien le vigila.
Irina: Un ingreso extra y poca discreción. ¿No les suena?
Koro: Un acosador o una deuda importante tal vez.
Karasuma: No saquemos conclusiones, pero quien fuese quien esta moviendo los hilos, parece que le ha reclamado por sus negocios.
Koro: Significa que dejara su extorción. O por lo menos la cambio por algo más escolar. Aún así, hay que tener un ojo en ella.
Tiempo después.
Naori había notado que Koro-sensei y el profesor Karasuma lo veían constantemente, así que se esforzó mucho para bajar su notoriedad, y tal como le prometió a su maestra de inglés, dejo el tema del dinero quieto, tanto que ya casi se le había olvidado, pero ahora tenía un problema, el viaje a Kioto.
La excursión era de dos días, pero él tenia trabajo ese día, no podía ir, aparte necesitaba una firma de padre o tutor, cosa que tampoco podría tener.
Trabajo, solía ir a trabajar los lunes, miércoles y viernes, y con trabajo se refería, a ir con Cyril.
Se la paso todo el rato con la cabeza metida entre sus cuadernos y deberes, no quería pensar, así que cuando llego el día, simplemente le dijo de ante mano a la profesora que no podía ir al viaje y no se presentó.
Ese día Cyril tenía una reunión con Yakuzas en su hotel de Kabukicho, saldría tarde así que debía quedarse en el Pent-house hasta la noche acompañado de un guardaespaldas.
Paso varias horas viendo la ciudad por los ventanales, el como se hacia de noche mientras bebía té helado vestido con una blusa grande y holgada, de vez en cuando daba una vuelta por el lugar para tener mejor visión de la ciudad y de todo lo que Cyril había puesto a sus pies.
¿Cuál era el trabajo de Naori?
Simple, Prostitución.
¿Quién era Cyril?
Cyril Cailloux, jefe de una poderosa mafia francesa que había decidido vivir en Japón, ocultaba su posición de mafioso siendo el dueño del Hotel en el cual estaban, también bajo con una empresa de préstamos y también dueño de un club nocturno que también estaba en Kabukicho, la famosa Zona Roja de Japón.
Ahora, el tiempo pasaba rápidamente y Naori solo veía las luces de la ciudad y las estrellas del cielo, poco a poco sus ojos se serraban, su guardaespaldas, Wakabe Azuma, se sentó en silencio junto a él y dejo que se recostara en su regazo.
Wakabe era un joven simpático de 23 años, estatura media, cabellos oscuros como el carbón y ojos ámbar, siempre sonreía y por alguna razón, llevaba en su cabeza un gorro de gato color rosa pálido, era amable y gentil, bien podría ser su hermano, era uno de los hombres de más confianza de Cyril.
Comenzó a acariciar su cabeza con suavidad hasta que Naori cayó dormido. Cyril siempre gustaba de lo mejor, incluso quería lo mejor para sus allegados, y su Estrellita estaba incluida. Wakabe siempre había tratado a Naori de forma amena y cariñosa, no solían hablar mucho, solo unas cuantas palabras cuando el menor pedía algo o preguntaba por su jefe, pero eso estaba bien. Naori no confiaba mucho en las palabras, las acciones decían más que mil palabras, y eso era lo que lo había hecho sobrevivir en el bajo mundo, pero también, gracias a eso confiaba en Wakabe, no le decía casi nada, solo se mantenía sonriendo en silencio y le trataba gentilmente, le acompañaba en aquellos momentos de melancolía y trataba de complacerle cualquier cosa que pidiese.
"Como mi madre..."
Wakabe era realmente parecido a Monika, la madre de Naori, porque en ese momento, al igual que ella lo hacía, Wakabe miro las estrellas con Naori hasta que el menor cayó dormido.
Una hora después, Cyril entro por la puerta del Pent-house, camino hasta los sofás junto al ventanal y pudo ver el gorro de su fiel subordinado, Wakabe miro a su jefe y sonrió mientras señalaba al menor y saludaba.
Wakabe: Buenas noches, Boss. Naori-chan lo estuvo esperando.
Cyril: Lo veo. ¿No hubo ningún problema con mi Estrellita, verdad?
Wakabe: Negativo. Comió un poco de fruta en la tarde, leyó un libro y bebió té helado el resto del día.
Cyril: ¿Ha consumido alcohol? ¿Algún invitado no deseado? ¿Mensajes de texto?
Wakabe: Negativo, ni siquiera pasa cerca de la barra, nadie vino a excepción de la mandadera que trajo su coctel de frutas y el único mensaje fue el que mando a su maestra en la mañana diciendo que no iría al viaje a Kioto.
Cyril: ¿Viste el contenido del mensaje?
Wakabe: Afirmativo. Naori-chan me lo mostro personalmente. "No voy al viaje a Kioto". Solo eso.
Cyril: Muy bien, puedes retirarte.
Wakabe: Con permiso, Boss. Por cierto, ¿desea que lleve a Naori-chan mañana?
Cyril: Esta vez no. El lunes tengo ocupado todo el día, así que mi Estrellita se queda hoy y mañana.
Wakabe: De acuerdo, Boss. Con su permiso, me retiro. Buenas noches.
Cyril: Buenas noches.
El guardaespaldas se retiro y el jefe miro a su Estrellita, lo movió un poco hasta despertarlo, Naori abrió los ojos con pereza, se incorporo en su sitio y restregó su ojo con ternura mientras bostezaba.
Naori: Tardaste...
Cyril: El trabajo, ya sabes. Bueno Estrellita, lamento despertarte pero... ya va siendo hora de que empiece tu turno.
Naori: ... ... Está bien.
Cyril: Pero antes, tomemos un baño, quiero relajarme y tenemos 2 días para eso. Intenta disfrutar aunque sea una vez.
Naori: Lo intentare...
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Llego el lunes, y Naori iba en auto al escuela, Wakabe siempre lo escoltaba en las mañanas cuando se quedaba con su jefe. Esa mañana Naori se veía diferente, estaba resplandeciente, despedía un aura refrescante y ninguno sabia el porqué.
Llegaron a la escuela, Naori se bajo del auto y se despidió, pero el auto no arranco de inmediato, esto porque unos chicos del campus principal detuvieron al menor.
Chico: Eh, Nishimoto. No te vimos en el viaje a Kioto, pensaba que esta vez me aceptarías una cita.
Naori: ¿Y quién se supone que eres tú?
Chico: ¿Es broma, no? Soy Matsuhiro Hitsugaya, me senté al lado tuyo en el primer y segundo año.
Naori: No me suenas de nada.
Matsuhiro: ¡Heh! Tal vez esa sea la razón de que estés en la clase E. Ni siquiera puedes recordar el nombre de un chico tan genial como yo, normal que terminaras en esa clase de marginados letrados.
Naori: O tal vez tengo mejores cosas que hacer con mi vida que acordarme del nombre de algo que solo sabe desperdiciar oxígeno.
Matsuhiro: ¿¡QUÉ!? ¿QUÍEN TE CREES? ¡No pienses que porque eres guapa vas a hablarme así!
Naori: 30.000 personas terminan con su propia vida en Japón cada año, ¿Por qué no vas y buscas entre esas 30.000 a ver si encuentras una vida propia? Tal vez así dejes de meterte en la de otros los cuales, ni siquiera te conocen.
Naori le dio la espalda al chico y con gran porte se dirigió a la montaña de la clase E, los chicos acompañantes de Matsuhiro se quedaron sonrojados y con la boca abierta, veían como aquella "chica" se levantaba orgullosa ante ellos, por su parte, Matsuhiro, se quedo con los dientes rechinando y las mejillas rojas, no quería admitirlo, pero le había encantado ser dominado por Naori.
Por otro lado, Wakabe seguía en el mismo lugar, sonrió orgulloso con la mirada oculta, su querido Naori finalmente podía defenderse de otros verbalmente, era una lastima que no pudiese hacerlo con la persona que había echado abajo su vida y su oportunidad de ser libre, pero no importaba, él se encargaría de cuidar al pequeño travestido, si Wakabe estaba ahí para protegerle, no necesitaba a "Ese" hombre.
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Lunes.
Una vez en clase, lo primero que nota Naori es la enorme computadora al lado de su asiento, pensó seriamente en si debía preguntar, pero luego recordó que tenia a un elemento del gobierno como profesor, así que ignoro a la maquinaria y su extraña presentación ante la clase, paso el rato y la maquinaria interrumpió de golpe la lección y comenzó a disparar perdigones a diestra y siniestra, no le hubiese dado tanta importancia de no ser porque consiguió volarle los tentáculos a Koro-sensei escondiendo un perdigón en la sombra de otro, cosa que le dio una idea para su intento de asesinato.
Aprovechando la conmoción a lo largo del día, tomo un bloc de notas con las hojas completamente blancas y comenzó a hacer puntos a de forma cuadriculada por debajo de la mesa.
Naori: "Veamos cuánto dura conmigo siendo su ejecutor".
Martes.
Al día siguiente, tuvieron que amarrar con cinta a la artillería fija para que no interrumpiese, cosa que no le permitió a Naori recopilar información e hizo que fuera aburrido. Para el día siguiente se había convertido en una alumna gracias a las programaciones de Koro-sensei, cosa que la hizo el centro de atención, pero a final de cuenta, esa programación era un conveniente para los fabricantes, solo era cuestión de tiempo para que la devolviesen a su configuración original, y así tendría más puntos clave para matar a Koro-sensei.
O eso pensaba.
Miércoles.
Al día siguiente de eso, Ritsu, como la habían nombrado, se revelo con libre albedrio en contra de su creador para ser parte de la clase, algo no muy útil a su plan.
Jueves.
Otro día y Naori se sorprendió con el visitante que recibió la clase, Lovro Brofski, el distribuidor sicario, si Lovro lo veía ahí todo se acabaría, así que se las arreglo todo el día para esconderse, pero se sobre exigió al bajar su notoriedad, entre escondidas y excesos bruscos de adrenalina momentánea termino con un bajón de la presión. Hizo mucho esfuerzo, pero al final fue inevitable.
Al terminar las clases Koro-sensei se llevo a karma y Nagisa a Hawái mientras los demás en el campus se retiraban, una vez creyó que no había nadie salió del aula, camino con prisa hacia la salida, pero una voz fuerte le detuvo.
Lovro: No esperaba encontrarme con usted en este lugar.
Naori: ...
Lovro: ¿Debo preguntar que hace una concubina como usted aquí? ¿Acaso la infiltraron para matar a ese pulpo?
Naori: Nada de eso... Estudio aquí desde el principio. Es... mera coincidencia que llegara un objetivo como ese a mi clase.
Lovro: Planea asesinarle por su cuenta.
Naori: No dejare que nadie se quede con esa recompensa.
Lovro: No interferiré con usted por el respeto que le guardo, pero si el gobierno insiste en pedirme más asesinos, espero que no interfiera usted.
Naori: He aprendido a hacer mis cosas por mi cuenta. Sé que el objetivo no bajara la guardia, estará atento a cualquier cosa que hagan en su contra, no dejare que me considere una amenaza, dejara su punto ciego justo frente a mi con la seguridad de que no le atacare, y entonces... caerá.
Lovro: ¿Y si falla?
Naori: Entonces me veré en la necesidad de usar sus debilidades en su contra. Él espera que todos utilicen sus debilidades para atacarle, jamás esperaría entregarse a sí mismo a la muerte.
Lovro: Tan magnifica como siempre.
Naori: Obviamente cuento con su silencio ¿verdad?
Lovro: Por supuesto. Y cambiando de tema. ¿Qué ha sido de Azuma Wakabe?
Naori: Es una de las personas más cercanas a Cyril, lo ha dejado a cargo de cuidarme y velar por mi seguridad.
Lovro: Es el mejor asesino que he entregado, me enorgullece que haya terminado a su servicio y al de Cailloux.
Naori: Le mandare sus saludos. Y no lo olvide, no me conoce, no soy más que otra estudiante de esta clase.
Lovro: Como ordene, Yego Yasnost' (Su Claridad).
Una vez con todo aclarado, Naori salió del campus y se dirigió a su casa, al día siguiente seria viernes y tenía que ir trabajar.
"Al final... Todo esto es solo... un simple puzzle..."
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