Capítulo 9
La chica con mala suerte y los pequeños líderes de dormitorio.
.
.
.
Crowley le pidió que llegara rápidamente a la sala, no entendía el porque, solo que era muy urgente, espera que no haya descubierto como regresarla a su mundo, después de todo está muy cómoda aquí, siempre feliz a pesar de una que otra desventura que tiene.
Tocó la puerta, pero nadie la abría, se preguntó si él está bien, se asomó un poco, los ojos de Isabel se abrieron en grande para después abrir la puerta por completo. —¡¿Que paso aquí?!.—Grito en alto, mirando como Crowley trata de controlar a unos pequeños líderes de dormitorios.
Azul con su forma de pulpo mientras se trata de esconder pero no halla como, empieza a llorar porque no le gusta que lo vean, Isabel se sintió mal por él, recordando su pasado, ignoro a Crowley quien le pedía ayuda ya que Malleus y Leona querían pelearse, ella se quitó el mandil y lo puso encima del gordito y pequeño Azul, así se pudo cubrir y esconder, vio unos segundos a Isabel que le sonrió. —Esta bien, eres lindo...—A pesar de decirlo con enorme sinceridad Azul se escondió al fin en el mandil.
Y ya le hizo caso al director, sujeto a Malleus. —Vamos sean amigos, amigos...—Dijo con una voz fuerte, aunque sin sonar regañona.
Después sintió como alguien la jala de su vestido. —¿Jugamos?, ¡Riddle quiere jugar!. —Ese era Kalim, sin duda con su ánimo de siempre.
—Y-Ya dije que no puedo, tengo que estudiar o mamá se molestará. —El pelirrojo dijo con una expresión preocupada, Isabel hizo un puchero para no llorar, solo pensaba en la estricta infancia que tuvo Riddle.
—Se que te conmueve pero por favor, necesito tu ayuda con los chicos, no se por cuánto tiempo estén así...
—Pero... ¿Si se convierten de repente?, Lo siento no puedo. —Nego para así dejar a un tranquilo Malleus en el suelo. —Solo me podría arriesgar por un poco de... Ya sabe money. —Sonrio muy divertida.
—¿En serio le harás esto a tu amable protector?.
—Si.
Vaya que eso fue directo pero sincero. —Bien, bien prometo pagarte.
Entonces cargo al hiperactivo de Kalim que quería y Riddle jugará. —Claro que vamos a jugar, pero, primero un pequeño descanso, es cierto, ¿Dónde está Idia y Vil?. —Los empezó a buscar con la mirada.
Viendo como un Idia asustado al estar rodeado de mucha gente se trata de esconder detrás del director, ella solo lo vio como algo tierno.
—Aqui estoy yo.—Dio un brinco al escuchar al dulce Vil, apareció de la nada, está casi segura. —Todos estaban haciendo demasiado escándalo por eso me aleje.
—A-Ah. —Solo pensaba que hablaba muy maduro para su edad.
—Pues bien, mejor nos vamos a acomodar, ¿Si?.
—¿En dónde?, ¿Después vamos a jugar no?.
Esto era difícil, solo pensó, mejor le hubiera dejado el trabajo a Crowley, pero desapareció, que sopresa solo pensó mientras casi entra en pánico, ¡No puede ella sola!, Necesita ayuda, pensaba usar su celular, pero de repente Idia se le quedó mirando. —¿L-Lo quieres?.—El asintió, no le quería decir que no a esa carita, pero lo necesita.
—Señorita, Azul se siente mal. —Riddle comento.
—¿Azul?.—Es cierto estaba en su verdadera forma, pensó que podía estar como la sirenita o Úrsula, un tiempo en la superficie, pero tal vez por ser pequeño no lo soporta tanto.
Dejo a Kalim, y se apresuró con Azul que no quería salir del mandil, recibió una que otra leve bofetada, siente que su paciencia acabará, pero se las ingenio para agarrarlo y cubrirlo con el mandil. —Muy bien niños, fila india, tomense de las manos, ¿Si?.—Pero Idia se seguía queriendo esconder, Kalim invita a Riddle a jugar, Malleus y Leona piensan pelear. —T-Tenemos que llevar a Azul a una piscina o lugar con agua, se va a secar...—Les trataba de explicar, se sentía algo desesperada. —¡Háganme caso!.—Grito, no pensaba hacerlo pero pasó, cuando abrió sus ojos noto asustados a Idia y Riddle, ella no pretendía esto, suspiró para así ponerse de cuclillas. —L-Lamento por gritar, no debí hacerlo... Pero por favor, necesito que vayamos a un lugar con agua.
Entonces escuchó un aplauso.—Ya oyeron, no causen más problemas para la señorita. —Vil fue la voz de la razón.
—Bueno... Supongo que será divertido ir a una piscina, oh, espera. —Entonces el pequeño Kalim movió sus manos y empezó a llover dentro del lugar.
Eso era bueno y malo a la vez, se apresuró en dejar a los niños en un lugar donde no cayera el agua, y Azul lo dejo allí, de hecho se le ocurrió hacer una mini-piscina con un cajón, lo puso allí y se llenó, después la lluvia acabo, suspiró aliviada. —Muchas gracias Kalim, pero, puedes avisar para la próxima, ¿Si?, No quiero que se resfríen.
—Vale~ oye señorita, ¿Ya podemos jugar?.
—Deja que seque esto, traeré unas cosas, Vil...
—¿Si?.
—Puedes cuidar de ellos, solo un momento, prometo regresar pronto.
El rubio asintió. —Me lo puede dejar a mi, si se portan mal entonces...
—Entonces me dices. —Le asustó oír la respuesta. —Solo unos minutos, ¡Regresaré!.
Se fue corriendo lo más rápido que pudo, menos mal todos los alumnos estaban en sus dormitorios, irá por el trapeador, tal vez algunos libros, lápices y libretas, espera se entretengan con eso. —Me preguntó si debería ir por algo de comida... Sin duda Leona querrá carne, Kalim, picante tal vez... Pero es muy joven, supongo que le gustará carne igual, Vil y Riddle... Algo balanceado tal vez, los demás... Debo encontrar algo que sea para el gusto de todos, recuerdo que los niños adoran los Nuggets, ah, Crowley no me dejó para nada. —Despues recibió un mensaje en su celular, ¡Ortho!.
Se apresuró en llamarle. —¡Isabel~ vayamos a ver las estrellas.
—Ortho... Disculpa si molesto, pero, ¿Podrías ayudarme?.
—¡Claro que sí!, Dime dónde estás e iré enseguida. —Sonrio bastante aliviada, casi a punto de chillar por la amabilidad del Shroud.
Después de ir por las cosas se encontró con Ortho en la cafetería, dió una breve explicación de lo sucedido. —¿Idia es pequeño otra vez?, Vaya...—Dijo con bastante sorpresa pero después cerro los ojos muy alegre. —¡Con gusto te ayudaré, vamos!.
Así volvieron rápido a la sala donde están los niños pequeños, está segura que solo los dejo 15 minutos, pero, todo puede suceder en ese corto lapso de tiempo.
Cuando la abrió se encontró con un poco de caos, pero nada que no pueda manejar, espera.
Vil trataba de quitarle el mandil a Azul, diciendo que estaba bien no esconderse, Malleus y Leona se seguían confrontando, ahora que lo ve mejor Leona es quien no lo tolera pero el pequeño Draconia no capta la indirecta.
Kalim seguía insistente con Riddle, quien solo niega avergonzado.
—¡Nii-Chan!.—Grito un Idia bastante feliz de ver a su hermano, Ortho lo recibió con los brazos abiertos.
—¡Vaya que nostalgia!.—Dijo el mayor Shroud mientras abraza a su hermano.
—¡E-Estaba asustado!, Hay mucha gente aquí.
—No te preocupes tu hermano mayor está aquí~ vamos ayudemos a Isabel con este desastre.
Y ella fue con Vil. —Agradezco que quieras ayudar a Azul, pero, deja que poco a poco se libere, ¿Si?.—El rubio la miró unos segundos molesto, pero después comprendió mejor las palabras de la azabache.
—Vale... Perdón si te moleste, y falle en mi trabajo. —Isabel le dió una suave palmada en su cabeza.
—Yo lamento por haberte pedido un trabajo muy grande, son mi responsabilidad.
Después fue con Riddle y Kalim, el pelirrojo se asustó al verla, y ella se sintió mal. —Kalim... Entiendo que quieras jugar, pero, por favor dale un poquito de tiempo a Riddle ¿Si?.
—¡Pero!... Ya llevamos diciendo que vamos a jugar y nada.
Isabel sea apresuró en ir por las lápices y cuadernos, se los entregó a ambos. —Aqui está, cada quien puede hacer lo que quiera, dibujar, o si quieren escribir, pero, realmente me gustaría ver un dibujo tuyo Riddle.—El Rosehearts se cubrió con la libreta.
—Voy a dibujar.—Susurro muy bajo, mientras iba con Kalim a un lugar quien decía que haría su alfombra mágica.
Ortho se ocupó de Malleus y Leona, o bueno solamente los separó.
Leona gruñó. —Vamos no te ha hecho nada. —El castaño miro a Isabel.
—Es cierto, no sé que le molesta de mi, tal vez porque yo soy más alto.
—Solo te ves alto por tus cuernos...
—No, estoy seguro que con o sin ellos sigo siendo igual de alto.
Leona se lanzaría contra Malleus, pero Isabel lo sujeto del hombro. —Vamos, tu eres el segundo más alto de aquí. —Mal comentario, pero ya no se podía corregir, lo dijo.
El pequeño solo miró más molesta a Isabel. —¡L-Lo siento!... Quiero decir, aún te falta mucho por crecer, ¡El tiempo dirá quién es más grande!.—Aunque realmente ya está decidido, suspiró, realmente no sirve para niñera.
Ortho observa a Isabel mientras carga a Idia. —Serias una buena madre. —Fue su comentario.
—No me veo con hijos...—Dijo ella tranquila, tocando un poco los cuernos de Malleus, el no parece molestarle. —Pero gracias, supongo que sí llego a ser madre no haré tan mal trabajo, je.
...
Cuando al fin termino de limpiar con Ortho se dió un merecido descanso en el suelo, el Shroud tenía energías de más, jugando atrapadas con los chicos, aunque Idia no se animó, de repente lo vio jugando con el celular, ¡Su celular!.
Cuando ella lo sorprendió Idia solo se quedó quieto, esperando no ser notado. —Tu celular solo tiene el juego de la serpiente y tetris.—Dijo, aunque algo asustado.
—¿En qué momento?...
—Se te cayó, pero yo lo recogí, te lo quería dar pero...—Desvio la mirada, supone que por la timidez no lo hizo, y también por asustarlo cuando gritó.
—Esta bien, no estoy molesta solo sorprendida, por favor no veas mi galería...
El asintió. —Así que... ¿Seguro que estás bien aquí?, Podrías jugar con tu hermano.
—Prefiero el celular, de todas maneras no soy muy bueno en los deportes.
—Solo necesitas correr.
—Eso es un deporte.
—Ah. —Se sintió algo tonta.
—Ademas si juego no sería capaz de ver a mi hermano, me da alegría que pueda correr tanto. —Vio una leve y fugaz sonrisa sincera en el rostro del pequeño Shroud.
—¿Ortho está enfermo?.—Se atrevió a preguntar.
—¡Hey, Señorita, se me olvidó darle mi dibujo!.
—Y-Yo también. —Llegaron Kalim y Riddle de repente para darle los cuadernos.
Kalim dibujo su alfombra. —¡Cuando sea más grande demos un paseo en esta!.
Y Riddle una tarta de fresas, Isabel miro el dibujo y después al avergonzando pelirrojo. —¿Quieres una tarta de fresas?.—Pregunto dejando algo impresionado al Rosehearts, se vio el brillo en sus lindos ojos grises, pero nego rapido.
—Mamá no me deja, dice que tiene mucha azúcar.
—Tu mamá tiene razón, pero un pequeño pedazo no le hace mal a nadie, además ya deben de tener hambre ¿No?.
Riddle se veía inseguro ni siquiera sabía si responder. —Esta bien, un pequeño pedazo, no te preocupes, yo hablaré con tu madre.
—V-Vale...
—¡Bien!... ¿Pueden ayudarme a levantar?.—Los tres niños la estiraron un poco, solo necesita eso para pararse por si misma. —Uff.
—¿Señorita usted es una anciana?.—Pregunto de repente Kalim.
—¡Oye!.—Riddle dijo.
—Supongo que ya soy una anciana si me duele la espalda, ¿No?.
—Y yo creí que era el único anciano de este colegio. —Dijo un Lilia de repente que estaba detrás de ellos de cabeza, los niños e Isabel se asustaron, dando un buen brinco, pero ellos se escondieron en el vestido de Isabel, no le importo debido a que traía sus shorts de calabaza.
—Vaya... Con que aquí estaba Malleus.
—¡Lo siento!, Debí avisarle.
—Esta bien, es bueno saber que se divierta, llevas buen rato aquí por lo que veo...—El Vanrouge miro a Malleus que según jugaba a las atrapadas, no corría, solo observa a los demás jugar, aunque de vez en cuando se pone en medio de todos, haciendo enojar a Leona quien ve el juego como una competencia y quiere ganar, Azul los ve lejos, aún cubierto con el mandil de Isabel. —¿Así que tarta de fresas?, Podría ayudarte a hacerla.—Le dió un escalofrío a Isabel, apenas puede con los niños, no se los imagina con indigestión, realmente Lilia tiene muchos puntos fuertes pero la comida no es lo suyo.
—Entre más pronto mejor, conseguiré una rápido, puede... ¿Cuidarlos?. —Pidio bastante avergonzada es su trabajo después de todo, Lilia le sonrió.
—Vamos, no te sientas así, tómate tu tiempo, cuidar niños es mi especialidad, pero no tardes o haré yo algo de comer. —Bromea, Isabel asintió y salió corriendo de allí, apresurada aunque cansada, es más fácil solo limpiar que cuidar niños.
...
No quería hacer esto, pero no le quedaba de otra, un gran sacrificio hará, traga saliva lentamente, y entonces abre su monedero. —Adios ahorros míos.—Menciono con un llanto dramático y falso, no tardó en ir con Sam.
—¡Una tarta eh!~ ¿Quien es el afortunado de comer con tan linda muchacha?. —Piensa que está bien decirle.
—Estoy cuidando a los líderes, se convirtieron en niños y no se el porque... Crowley no me lo dijo.
—Vaya vaya, tal vez yo tenga solución a tu pequeño problema lady. —Sam entre sus manos mostró un pequeño fresco. —Dos gotas y podrás solo ser de nuevo la conserje de la escuela.
—¿Cuánto?. —
—Por ser tu, te hago un descuento de veinte por ciento.—Le susurró el precio.
—Solo la tarta.—Contesto.
—¿Eh?~ segura.
—Si.—Asintio a duras penas, demasiado fuera de su alcancé, prácticamente usará el dinero que le llegue a pagar Crowley para volverlos a la normalidad.
Solo se llevó la tarta y así corrió nuevamente, dió una patada para abrir la puerta, no fue su intención hacerlo, pero sus manos estaban ocupadas, pensaba que tal vez no la oirán con el ruido que hacen los niños. —Ho... La.—Dijo, ya que todos la miraban, Lilia y Ortho hacían tan buen trabajo, seguramente mejor que ella. —¡Traje tarta!.—La alzó como si fuera un tesoro, vio los ojos de Riddle maravillados y a Kalim emocionado.
Ortho trajo los platos y cada un recibió su pedazo, Malleus no se le veía con tantas ganas, Lilia le hacía el truco del trenecito, pero el pequeño lo rechazó. —Vamos, ella lo consiguió para ti.
Kalim lo comía con bastante felicidad, Idia despacio, y Vil igual aunque con sus toque de elegancia, Leona moderadamente sin mucha emoción, solo por comer.
Y Riddle, aún dudaba en probarlo, Isabel se le acercó. —Vamos está delicioso.
—¿Cómo lo sabes si no lo ha probado?.
—Ah... Solo lo sé, no te preocupes, si te preocupa tu mamá yo hablo con ella, así que come. —Le dió una suave palmada en su espalda, él tenía dudas, pero usando el tenedor de plástico cortó un pedazo y después lo llevo a su boca.
—Wow. Está deliciosa... Quiero comerla siempre. —Empezo a comer algo rápido.
—Despacio, disfruta de esta. —Le dijo, trayendo una rebanada en sus manos, o más bien plato, pues Azul no quería salir de su escondite para comer, aunque bien que lo escuchó rugir del estómago.
—Azul, come por favor.—El pequeño niño pulpo ni siquiera quería hacer contacto visual.
—Quiero irme a mi maceta...—Respondio, vaya que estaba incómodo y ella se sentía mal.
—Lo se, pero, lo siento no puedo llevarte, así que ten un poco de tarta... Te prometo que esto terminará pronto.—Le sonríe comprensiva, pero Azul no parece ceder. —Animo, yo creo en ti.—Dejo el plato cerca suyo, y el pulpo pequeño se acercó, lo tomo, ella lo vio como toda una Victoria, lo escuchó comer, que alegría, pensaba.
—¡Ya se!, Venga tomemos una foto todos juntos.—Y con su celular hizo un par de selfies, no muy buenas como las de Cater pero al menos se ven bien sus rostros, o eso cree. —Podria retocar el mío...
—¡Pero ya te ves linda así!.—Ortho protestó.
—Concuerdo.—Lilia prosiguió, y la chica se sonrojo felizmente.
—¡Hey, Azul!~.—No puede ser, justamente tenían que llegar, Ortho y Lilia se miraron y después ayudaron esconder a Isabel, se abrió la puerta, y reveló a los gemelos Leech, quienes miraron bastante sorprendidos a los líderes, aunque Floyd se veía divertido. —¡Vaya!~ eso que veo es al pequeño Azul.
—Asi es, al parecer se vieron afectados por un poción, no te preocupes yo y Ortho los hemos cuidado muy bien. —El Vanrouge comento.
—Se lo agradecemos mucho, pero no creo que Azul quiera ser visto de esa forma frente a los demás, así que nos lo llevaremos.
—Por supuesto deja que te ayudemos. —Lilia puso detrás su mano, haciendo un ademán para que Isabel salga, ella no dudo.
Pero una mirada bicolor la vio, hubo un contacto corto, no puede creerlo la descubrieron, el Leech sonrió y se despidió con la mano, Isabel no se detuvo, corrió lo más rápido que pudo, cuando llegó a la oficina se dió un buen golpe por andar cerrando los ojos. —¡Diablos!.—Entonces de nuevo ese momento vino a su mente, se estiró al cabello y casi se hace bolita en el suelo. —Me van a llevar lejos...—Dijo tristemente. —Lejos de todos... Otra vez.—Quedo anonadada con las últimas palabras que dijo, ¿Otra vez?, De dónde saco eso, sacudió su cabeza. —Ah. Solo digo incoherencias cuando estoy nerviosa. —Se apoyo en el escritorio, miro las fotos que tomo, sonrió esto le calmo. —Esta bien.—Repitio con una sonrisa triste mirando el techo, cerró sus ojos quería un poco más de paz y tranquilidad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro