Capitulo 7
La chica con mala suerte y heartslabyul.
.
.
.
El líder de dormitorio toma asiento en uno de los sillones de la sala, mientras deja a la peculiar muñeca en la mesita.
"En cuanto se de la vuelta yo me largo de aquí".
Piensa, la caída no es tan alta, a diferencia de la que sufrió con Grimm no será tan dolorosa gracias al tapete o eso espera, le gustaría usar una de las pequeñas almohadas, pero el tiempo es oro en estos momentos. —Hey, pensé que estarías reunido con Trey.—Aparecio Cater de repente, ¿Porque a ella le pasa esto?.
—Era así, pero dijo que se atrasará... Como sea ¿Has alimentado a los flamencos?.—
—¡Por supuesto!, Incluso me tome un par de fotos ¿Quieres verlas?.—
—Paso.—Contesto secamente, pero la sonrisa de él no desapareció, después Riddle lo miró, no usaba ropa rosa, Cater se puso nervioso, pero él RoseHearts solo suspiro.
—¿Oh?.—
Tenía que ser, la vió, y pronto ya estaba en las manos de Cater. —Que muñeca tan linda ¡Parece tan real!.—Con su mano le pellizca la mejilla, dolía de verdad, pero no podía hacer nada más que tratar de no cerrar los ojos. —¡Wow!, Se siente tan real!.—Despues vio una sonrisa juguetona de Cater.
Por favor no, por favor no, por favor no.
Y no importa cuánto le repitió, de nuevo su vestido fue levantando. —¡Qué detalles!, ¿Es tuya Riddle?, Que buenos gustos.—El Diamond guiño el ojo, pronto el pelirrojo lo miró con cierto "asco" al notar que no le bajaba la falda.
—No... La he encontrado, después preguntaré si le pertenece a alguien del dormitorio, se ve muy valiosa como para que no sea reclamada.—
—¡Sabes que sería más rápido!.—
—¿Qué?.—Y entonces Cater saco su celular y empezó a tomarse fotos con la muñeca.
—Muñeca perdida, ¡Linda de verdad!, Qué su dueño aparezca o me la quedaré.—Se escuchó un click. —Listo, así todos la verán.—
—No te la quedarás.—
—Solo es para que el dueño salga pronto, aunque no me molestaría tenerla, ¡Siento que cualquier atuendo le iría bien!.—De nuevo es agitada con fuerza, menos mal no comió tanto o ya estaría regresando el estómago.
—Me pregunto si la ropa se le puede quitar, un rojo se le vería mejor.—No puede creer lo que escucha, los chicos discuten en ponerle otra ropa, ¡Tiene que hallar una forma de irse de aquí!, Si le quitan la ropa sin duda sabrán que es humana.
La mano de Cater ya iba hacia su ropa de nuevo. —Para ya... No te pertenece, déjala.—
—Oh, de acuerdo.—¡La dejo caer en el sillón!, Menos mal si aterrizó en este, realmente sintió como su corazón se paraba en ese instante.
Escuchó más pasos, genial más gente que la va a manosear, saben que no lo hacen a propósito, pero aún así...
—Vi tu publicación.—Ace apareció junto con Deuce, que raro normalmente Grimm está con ellos o eso recuerda.
¡Es su oportunidad todos se dieron la vuelta!, No dudó y salto, se fue abajo del sillón, cuando se dieron la vuelta ya no estaba. —Seguro se cayó.—Fue lo que dijo Cater para así mirar debajo del sillón, pronto se fue detrás de una de las patas, menos mal la oscuridad le ayudo, aunque quién sabe por cuánto. —Vaya no la encuentro.—Vio a lo lejos como encenderá la linterna, miró rápido a los demás que ven a Cater, entonces corrió lo más rápido que pudo, escondiéndose detrás de otro mueble, esperando que no haya arañas o insectos, no le dan miedo las arañas, al menos no en su tamaño, y a los insectos que de verdad no los tolera.
Pero al parecer se escondió mal, de nuevo una mano la sujeta y la saca debajo, es Deuce, se sonroja demasiado, es uno de sus grandes amores platónicos. —¿Es esta?.—
—Wow. Cómo llego hasta allá... Será que está embrujada.—Dijo, pero dramatizando demasiado que nadie se lo tomaría en serio.
Ella solo quiere irse. —Hmm. Tiene lindas mejillas.—Ve a Deuce sonreír, le encantaría responderle, pero eso solo hará que la crean una muñeca embrujada, menos mal el si fue respetuoso y la dejo en la mesa.
—¡Abran paso!.—Esa voz... ¡Sin duda es Grimm!, Menos mal se ha salvado. —¡Denme eso!.—Grimm al fin la sujeto, aunque no fue muy amable, supone que está actuando, o bueno eso espera.
—¿Es tuya?.—Pregunto Riddle. —Si es tan valiosa para ti no deberías dejarla en cualquier lugar.—
—¡No mes estés diciendo que hacer!.—El gato gruño y se la llevó lejos, sosteniendo con su boca debido que las miradas siguen en él.
Cuando se pudo esconder detrás de unos arbustos la soltó. —De nada.—
Ella solo se puso muy roja, dando vueltas sobre el césped. —¡M-Me siento ultrajada!.—Grito con fuerzas.
—¡¿Que?!... No me digas que...—
—¡No!, Es que, ellos parecen que nunca han tenido una muñeca en sus manos, creo que todo fue una mala idea después, vámonos Grimm.—
—Pero que es esto.—Ambos se quedaron petrificados, pensando que si no se mueven nadie los verá.
Grimm levanto un poco la mirada, viendo al mismísimo Crewel con ellos, ella no sabía si era de los pocos maestros que sabían de su existencia se puso nerviosa. —No puedo creerlo.—Esas palabras le confirmaron que no.
—¡P-Puedo!...—Pero ya no tuvo tiempo de hablar, fue sujetada desde la ropa, mientras la alzó Crewel, no tiene idea de que le hará.
—¡Oye déjala!.—Grimm le desafío, estaba a punto de usar sus llamas.
—¡Pero que horrible vestido!... No, no no... Las muñecas deben vestir con elegancia, dios Crowley es todo un tacaño.—Ambos se quedaron sin palabras.
¿Eso estaba bien no?, No sospecha de ella, menos mal, solo que le encantaría que la dejen en el suelo. —Te daré algo mejor, no entiendo cómo puede andar con esto sin color.—Se la llevó, ¡Ni siquiera le pidió permiso!, Grimm debió de seguirlos mientras ella fingía ser una muñeca para el resto de los alumnos.
—En serio no hace falta esto.—Al fin estan en el salón de clases, mientras el hombre de cabello bicolor se encarga de preparar un lindo vestido para ella, quien está sentada en el escritorio junto con Grimm.
—Por supuesto que lo hace, además hace tiempo que no hacía esto...—El le sonrió y entrego al vestido, se dio la vuelta dándole privacidad.
Estaba insegura pero al último se lo puso, un lindo vestido blanco con lunares negros, abierto de arriba en V, teniendo peluche blanco en los lados, mangas cortas pero guantes negros, se siente demasiado bonita, pero cree que es demasiado.
No podrá hacer sus tareas así. —Gracias de verdad...—Crewel quedó más que encantado y de nuevo es sujetada sin su permiso.
—Simplemente hermosa... Aunque unos zapatos hacen falta, botines en definitiva no.—
—De verdad que me gustó mucho, pero esto no me permitirá hacer mis labores...—No es que le gusten pero ya que. —Ademas debo regresar pronto.—
—Lo se, saliste sin permiso.—
—¿Cómo?...—
—Pequeña dálmata, no me pueden esconder nada a mi.—Sonriente dijo. —Ten come.—Un pedacito de pan le ofreció.
—Lo haré cuando esté en la oficina de Crowley.—
—¿Cómo que te quedas allí?... Creí que al menos te daría un dormitorio, que pena.—
—Oh está bien así, de hecho pensé lo mismo, el dormitorio viejo olvidado, pero seguramente me habrían descubierto.—
—¿Crowley te contó de este?.—Mierda, otra vez lo echó a perder.
—¡No puede ser!, Ya es tarde Grimm vámonos rápido, lo siento.—
Llegaron rápido a la oficina, menos mal se salvó de preguntas, no sabe si es buena mintiendo así que se libro de un interrogatorio. —¡Vaya que decepción!... Tus futuros esposos no te conocen.—Grimm se rió.
—Ya verás... Algún día me casare con uno, formaremos una linda y amorosa familia.—Se ilusiona rápido, imagina cosas que no está segura que pasarán.
Ahora mismo se pregunta si ella tuvo una familia que la quiso, si la echarán de menos. —Familia eh... Yo jamás he tenido tal cosa.—Grimm dice de la nada.
Ella entiende de alguna manera el sentimiento del gato negro. —¿Y si somos familia?.—Dijo de la nada, Grimm se sonrojo.
—¡¿Tu y yo?... Es claro que somos de especies diferentes!.—
—No creo que eso lo impida... ¡Vamos Grimm!, No me gusta pensar que estoy sola en este mundo.—Aunque es posible que si, por ahora no tiene a nadie cercano más que a él.
—¡Bien!... Pero seré el hermano mayor.—Grimm sonrió triunfador y ella solo asintió.
—Ahora como se verá que lo somos...—
—¡Ya se!... —La patita de Grimm fue al cuello de la chica. —¡Ta-Da!.—Habia un collar ahora, con una pequeña piedra, del mismo color que tiene Grimm.
—Wow. Cómo has hecho esto.—
—Es como una parte de mi, así que cuídala bien.—
—Jamas me lo quitaré.—Agarro al pequeño gato y después lo abrazo. —Wow. Eres tan cálido Grimm.—Por alguna razón está sensación es tan melancólica.
Se le revuelve al estómago al verse a ella misma, sola, durmiendo lejos de todo, se separa para que esa memoria no aparezca.
Queda en blanco unos segundos. —¡Hey!.—El gato gruño.
—Perdon... Estoy muy cansada hoy.—Sonrio falsamente, detesto recordar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro