Capítulo 2
Aclaraciones: Posible errores al momento de escribir ciertos nombres.
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La chica con mala suerte conoce a un gato.
—¡Phew!... Fue un buen almuerzo después de todo.—En definitiva su suerte tan solo va empeorando, Grimm ahora está flotando encima suyo, como tiene los ojos cerrados y muy feliz por lo que comió ni siquiera la nota, si de por si ya le era complicado escapar ahora es peor.
"Los chicos no deben de verme, pero no dijo nada de Grimm".
Se arriesgaría, no tiene de otra, además Leona junto con Ruggie se van acercando, es cuestión de tiempo para que la encuentren, así que levantó los brazos y atrapó al pequeño "gato", cubriendo su boca para que no la fuera a delatar.
—¿Hmm?.—Por supuesto que Grimm se sorprendió al verla, movía sus patas al tratar de liberarse.
—Por favor no grites, si me ayudas prometo darte 2 latas de atún.—Dejo de forcejear y ella sintió un enorme alivio, lentamente lo libero.
—¡¿Una chica?!.—Lo primero que le pidió y lo primero que hizo.
—Shh.—Pidio desesperada. —Si lo soy, pero eso no importa ahora, por favor haz salir tus llamas.—Junto ambas manos para rogarle, —Te daré tus latas, lo juro.—Grimm se quedó pensativo unos segundos.
No entendía del todo que hace una chica aquí, aunque es algo bonita, seguro sería la envidia de todos porque él la encontró, pero la ve tan desesperada, no sabe porque quiere esconderse, pero bueno, preguntará después. —¡Bien lo haré!.—Entonces la chica en apuros le dedicó una sonrisa.
Las llamas fueron liberadas. —¡¿Pero que?!...—Grito Ruggie.
—¡Sorpresa!.—Grimm dio un salto, sorprendiendo a los estudiantes.
Ella aprovechó para escapar de todo ese alboroto.
—Vaya, así que el aroma provenía de Grimm, pero es raro ¿No crees Leona-Senpai?.—El mencionado miró a Grimm en absoluto silencio, se le acercó un poco, poniendo nervioso al minino. —Estaba seguro que se trataba de una chica.—Ruggie digo bastante decepcionado, encogiéndose de hombros.
—Si, yo también, vámonos.—Obviamente Leona notó algo sospechoso, pero no tenía nada para comprobar lo que pensaba.
Mientras tanto la chica se encerró en el armario donde se guardan los materiales para limpieza, dándose un descanso por ese escape tan improvisado. —Es estrecho pero es seguro.—Se dijo a si misma, ahora atendería mejor sus heridas, tocó una un poco, ahora sí que le dolía. —Ah, arruine este vestido.—Busco papel higiénico para usar y algo de alcohol, menos mal había aquí dentro, debía limpiar rápido, o un estudiante de Savanclaw la puede detectar.
Pero por alguna extraña razón se siente observaba, sería muy difícil que sea así, se supone que todos los estudiantes ya deben estar en sus aulas, o al menos no cerca de esta área, la verdad no quería levantar la vista. —Si no lo veo, no existe.—Cerro sus ojos.
—¿Y que tal si me escuchas?.—Sin duda lo reconoce, abre sus ojos al fin y lo ve, a Lilia, como siempre dando una buena impresión al estar flotando.
Él solo sonrió al verla. —Buuu.—Si, si, sería muy tonto que lo engañe, pero al menos lo intentará.
—No sabía que los fantasmas sangran.—El mayor señaló sus heridas con una sonrisa, y así ya estaba frente suyo.
De cierta manera es raro tenerlo de frente, vaya que le gana un poco de estatura. —Pero si las heridas son tan pequeñas.—Se quejo, por una simple caída ya puso en riesgo su estadía en Night Raven College.
—Es la sangre lo que te delata, por lo que veo el director fue bueno camuflajeado tu aroma con la ropa vieja de fantasma... Pero la sangre fresca te ha delatado.—Lilia notó que ella ya no dijo nada, la miró.
—R-Ropa de fantasma...—Casi se desmaya. —O sea, que un muerto uso esto antes.—
—Es lo más probable.—La verdad es que sintió un enorme rechazo por la ropa ahora, pero no se puede dar el lujo de quitársela, en primera no hay nada más que se pueda poner, y en segunda Lilia está aquí. —Pero vamos, te queda bien...—De verdad que quisiera seguir hablando, ¡Al fin se cumple su sueño de estar cerca de uno de los chicos!, Pero si Crowley se entera...
—Lo siento mucho Lilia-Sama... Yo, de verdad que quisiera platicar un montón con usted, pero, debo de irme.—Entonces lo escuchó reír.
—Hmm. Es adorable que me hables con tanto respeto, y entiendo un poco tu situación, déjame ayudarte.—
Ladeó la cabeza, sabe que Lilia es bastante sabio, pero solo son unas heridas, a menos que las pueda sanar, eso sería genial.
Pero lo único que hizo fue lo que ya tenía pensado hacer, ponerse vendas y limpiar, Lilia se veía feliz por poder hacerlo, la chica se dejo, se sonrojo bastante, que lindo de verdad tan solo piensa. —Listo, y no te preocupes, guardaré tu secreto, de hecho... Es interesante que haya una chica en la academia, pero sobre todo ¿No eres de aquí verdad?.—Como siempre él tan inteligente, ¡Admirable de verdad!, Pensaba ella.
Antes de poder responder su celular sonó, ¡Se le hacía tarde para una tarea!. —¡Adiós!, Muchas gracias por todo.—Era tan angosto el lugar que al tratar de salir y abrir la puerta se golpeó con esta, como había prisa apenas y se inmutó por el dolor y se fue corriendo.
Pero para sus adentros, estaba enormemente feliz, ¡Conoció y hablo con Lilia-Sama!, Se sentía como toda una chica enamorada que hablo con quién le gustaba, aunque después pensó que eso no pasaría otra vez, pero bueno, al menos se queda con ese lindo recuerdo.
Pronto ya había llegado a la oficina del director, aunque llegó tarde, él ya no estaba, pero no importa de todos modos solo limpiará, solo espera no ser regañada por su impuntualidad. —Hmm.—Sintio un molesto dolor en el vientre.
—No puede ser...—Fue rápido al calendario que había, pero como no sabe exactamente cuando termino aquí entonces no tenía idea si ya le había llegado o no. —Baño, baño.—Iba a salir, en serio que lo haría. —De por si una pequeña herida me delató, esto sería peor, ah... ¿Que hago?.—Revolvio sus cabellos como nunca, incluso noto que se le cayó bastante. —¡Diablos me estrese!.—Grito bastante harta de está situación, quiere salirse. —Aunque me preguntó si el director contará con tapones o al menos toallas.—Tan injusto solo piensa, ¡A las chicas en los animes o juegos no les pasa esto, pero a ella si!.
En ese momento escuchó la puerta siendo abierta.
—Oh. Con que aquí estabas...—Dijo Crowley bastante preocupado, aunque algo serio en su voz. —Grimm me dijo que vio una linda chica paseando por los arbustos.
—¿Linda?...—Dijo, un poco avergonzada de que la considere así. —¡N-No!... Más bien, Crowley-Sama, necesito toallas.—
—¿Toallas?... Hay bastantes en el baño, puedo traerlas.—
—¡No de esas, sanitarias!... ¿No me diga que en este mundo las mujeres no tienen menstruación?, ¡Por favor, me voy a manchar!.—Vio a Crowley de pensativo, y después vio como lentamente se fue acercando, mirando hacia abajo, se sonrojo por completo.
—Ah, entiendo.—Dijo, como si hubiera descubierto algo interesante y fascinante, entonces noto como se puso nervioso.
No puede ser, pensó. —No cuento con lo que necesitas, pero...—Y entonces la puerta fue tocada.
—Sensei.—Era la voz de Leona, la chica y el director se quedaron congelados, ninguno de los dos tenía idea de que hacer. —Se que esta ahí.—Dijo el moreno con su típica voz, aunque parecía molesto o eso dedujo la chica.
Esto va de mal a peor.
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