Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

6. Conversaciones entre amigas

Disculpen por la tardanza de este capítulo 😅👀 No he abandonado esta historia, pero la universidad y los finales  me han quitado tiempo para escribir. Tampoco me he sentido con ganas de escribir y lo último que quiero es que la historia se sienta forzada de alguna forma.
Lo bueno es que por ahora estoy libre de deberes estudiantiles, asique espero poder traerles actualizaciones más a menudo. No voy a abandonar a estas dos chicas.

Cuando Aki se despertó esa mañana descubrió que tenía un mensaje. Su mente la hizo pensar sobre quien se trataría. Cuando descubrío de quien se trataba se alegró.

-Himeno: ¿te importaría si paso a verte el domingo por la mañana?

***

-Puedo escuchar tu mente hacer ruido- dijo Angel.

Aki volvió la vista hacia ella. Se había dado cuenta que estaba mirando hacia el vacío, pensando en la reunión del día de mañana. Kishibe le había notificado que lo enviaran a él y Aki suspiró de alivio. Después de todo tenía sentido ya que había sido Kishibe quien encontró a Power y Denji y los llevó al departamento de Aki. Pero aún así era lo mejor para ella y sus hermanos.

-Servicios sociales vendrá a mi departamento mañana- dijo Aki. Abrazo más Angel cuando sintió que ella se tensionaba por la respuesta.

-Eso es....¿malo?

-No, para nada. Ellos vienen cada mes para un control de rutina.

-Es la primera vez que me lo mencionas.

-Si, pero antes no eramos tan cercanas como ahora.

-Puede ser.

Angel ahora tenia su propia chaqueta para el frío, pero aún así siguió aferrándose a Aki.

Aki fumaban y siempre cuidaba que el humo estuviera lejos de la otra chica para no molestarla.

Sus cuerpos estaban tan cerca que las dos  podían besarse si quisieran. Si Aki quisiera podría besar el cuello de Angel o cualquiera de sus mejillas, mientras que Angel solo necesitaría pararse de puntillas para besar a Aki en los labios o en la mandíbula.

A veces, Aki soñaba con besar a Angel. No sabía cuales eran sus gustos ya que nunca hablaba sobre su tipo. Aki la respetaba lo suficiente como para no preguntar y parecer grosera más que curiosa. Tampoco quería parecer una interesada.

Aki también pensaba en Makima, pero menos que antes. Todavía seguían viéndose en clases, pero Aki dejó de pensar en los sentimientos que había desarrollado al principio. Quizás solo eran admiración o un primer amor platónico más. Como esos en que los niños tienen en primaria o en sus primeros años de adolescencia. Claro que Makima era una buena persona, pero tampoco la conocía mejor y tampoco eran tan cercanas como quisiera.

A veces podía imaginar que Makima la veía a ella y Angel cuando se escapaban para subir al techo a fumar y comer el bento.

-Deberiamos encontrar otro lugar más cálido- dijo Aki- Afuera hace mucho frío y estamos por entrar en diciembre.

-Si- dijo Angel- Estamos cerca de vacaciones de Navidad.

-¿Que harás para estas fiestas?

-De seguro mi madre planeara una cena como cada año y fingira que somos una familia feliz como siempre que tenemos invitados. ¿Tu que harás?

-Con mis hermanos iremos a ver el mercado de Navidad y cenaremos en casa. Quizás hasta veremos algunas películas y luego abriremos los regalos antes de acostarnos.

-Suena muy doméstico y adorable. ¿Tienes trabajo después de clase?

-Si. Si quieres podemos irnos juntas.

-Llamere a alguien para que nos lleve. También recogeremos a tus hermanos.

-Probablemente les guste- Aki sonrio al imaginar las expresiones de asombro de sus hermanos al viajar con auto demasiado lujoso.- Pero tengo auto, podemos ir en el.

-Le encargare a alguien para que lo lleve a tu casa.

-Ten cuidado o puede que me aproveche de esa generosidad- dijo Aki, claro que estaba bromeando.

-Incluso puedo ir a buscarte el lunes.

Aki frunció el seño.

-Sabes- dijo la chica más alta-  no es necesario que hagas esto por mi.

-Callate, Hayakawa- dijo Angel. Ella se aferro más al pecho de Aki- Solo hago esto porque soy asquerosamente rica y porque quiero sacar algo de todo esto.

-¿Y que sería eso?

-Te lo diré eventualmente.- Aki podía jurar que Angel se estaba ruborizando.

En vez de decir algo sobre las mejillas de Angel, Aki se llevó su cigarrillo a los labios. El humo entró en su boca y luego lo exhalo.

-Deberias dormir más- dijo Aki- ¿Por qué siento que últimamente tus ojeras son más grandes?

-¿Por qué te interesan tanto?

-Me preocupo por ti.

Aki lo dijo con una naturalidad con la  que temió asustar a Angel. Pero tampoco se arrepentía por decir eso. Cualquiera que conociera a Aki Hayakawa sabría reconocer su naturaleza protectora. Sobre todo cuando se trataba de gente a la que le importaba.

-No digas eso, es vergonzoso.

-¿Que me preocupe por ti?

-Si, Aki. Por si no te diste cuenta, no soy alguien con quien deberías gastar tus energías. Mejor ve con otra persona, como mi hermana.

-¿Por qué dices eso?

-¿No te gusta Makima? He visto como la miras.

-Al principio si me gustaba, pero tu me importas más. Ella no es mi amiga, tu si.

Angel miró a Aki a los ojos. Por primera vez desde que se conocieron, Aki pudo ver que Angel se quedaba sin palabras.

-Bueno...- dijo Angel- trabajo en un manga. Últimamente me he sentido más inspirada y a los lectores les gustan los resultados que está teniendo mi trabajo.

-Wow- dijo Aki- No sabias que te gustaban esas cosas. Me alegro por ti.

Me gustaría leer tu manga, pensó Aki.

Angel no dijo nada con palabras. En vez de eso, tomó el cigarrillo de Aki y se lo llevó a los labios. Ninguna de las dos hizo algo para romper el contacto visual.

****

Al día siguiente era sábado. Kishibe estaba cerca de llegar y Aki todavía seguía batallando para que sus hermanos no se ensuciaran la ropa.

Finalmente el timbre sonó y Aki abrió la puerta. Un hombre viejo le saludo y Aki hizo lo mismo.

Sus hermanos seguían corriendo corriendo y persiguiendose.

-Veo que nada ha cambiado- dijo Kishibe- Denji y Power siguen igual de imperativos que siempre.

-Denji va a cumplir catorce años y se sigue comportando como un niño- dijo Aki- Power solo tiene un año de diferencia con él, pero ambos se las arreglan para seguir haciendo desastres.

-Veo- dijo Kishibe.

El anciano no sólo se refería a esos dos. También podía ver la sonrisa grande y cálida de Aki cuando hablaba de sus hermanos. Todo parecía marchar bien.

-Bueno será mejor de que nos sentemos.

Aki les grito a sus hermanos que dejaran de jugar y se comportaran.

La entrevista comenzó.

Kishibe hizo las mismas preguntas de siempre y anotaba en su libreta las respuestas que le daban Denji y Power.

¿Como va la escuela? ¿Como es la vida en casa? ¿Se sienten felices? Etc Etc Etc.

Preguntas que le harían a un niño pequeño (aunque sus hermanos no eran tan jóvenes como para ser niños pequeños). A veces los hermanos de Aki se distraían, pero Kishibe se las arreglaba. Otras preguntas se dirigian a Aki.

Una vez que Kishibe obtuvo la información que consideraba necesaria por medio de la entrevista, se levantó del sillón y comenzó a revisar el departamento.

Kishibe observaba la sala de estar, los dormitorios y cualquier otro rincón al que fuera necesario hecharle un vistazo. Como era de esperarse, también anotaba lo que fuera necesario.

Aki estaba en la sala tomando té mientras sus hermanos corrían por el departamento como siempre. A veces creía que le saldrían ojeras extras.

-Todo está en orden- dijo Kishibe. Aki asintió y le sirvió una taza de té al hombre y que aceptó con gusto.- No me esperaría otra cosa de la familia Hayakawa.

Aki sonrió.

-Gracias, Kishibe- Aki sintió que podía ser libre del peso del mundo por unos minutos. Después  miro a sus hermanos- Cuando les hable sobre qué vendrías ellos se sintieron nerviosos. Es increíble que ahora parezcan tan tranquilos.

-Bueno, tu eres su hermana mayor- dijo Kishibe con sabiduría- y ellos confian en ti. Además, eres quien mejor los conoce.

-A veces son un dolor de cabeza- dijo Aki- Pero no puedo imaginar una vida sin ellos ahora.

Kishibe dejó la taza en la mesa de café y recogió sus cosas. Power y Denji ya no estaban a la vista.

-Mejor iré volviendo a la oficina- dijo Kishibe- Cuídense los tres, ¿si?
-Por supuesto- dijo Aki- Tu también cuídate.

Kishibe asintió con un movimiento de cabeza. Abrió la puerta y la cerró cuando salió.

Por otro lado, Power y Denji salieron de donde sea que se estaban escondiendo.

-¿Kishibe se fue?- preguntó Power.

Aki asintió. La luz entraba por las ventanas. La habitación comenzó a sentirse más calida que antes y Aki quiso dormir mil años por el estrés. Aunque una voz en su cabeza le dijo que el próximo mes volvería a pasar lo mismo.

-¿Que dijo?- preguntó Denji.

-No se preocupen- dijo Aki. Caminó hacia sus hermanos. Se arrodilló en medio de los y cubrió a cada uno con un brazo distinto- Seguiremos siendo la familia Hayakawa por más tiempo. Eso se los prometo.

Aki nunca había sido abierta hacia los demás con sus emociones. Pero existen personas que son una excepción para ella.

****

Eran las siete y media de la mañana y el timbre sonaba. Aki se levantó y abrió la puerta.

Una mujer estaba del otro lado. Aki la miró y después fue derribada por un abrazo.

-Himeno, ¿que haces?- exclamó Aki.
-¿Que? ¿No puedo saludar a una amiga?
-Es muy temprano para esto.
-Tan graciosa como siempre, Aki.

Aki la ignoró y entro en la casa. Himeno la siguió con sus enormes valijas y una vez que estuvo dentro las dejó cerca de la puerta.

-¿Café?- preguntó Aki.
-Si, por favor- dijo Himeno.

Aki comenzó a preparar el café. Primero buscó la tetera y después fue por los granos de café.

-¿Regresaste por las vacaciones de navidad?
-La escuela me tiene tan cansada- dijo la mujer- Voy a ver a mi familia.

Aki asintió. Calentó el agua y empezó a esperar a que se prepare.

-¿Y tu como estas?- preguntó Himeno.
-Agotada. Los exámenes serán en una semana.
-¿Y el trabajo?
-Como siempre.

Aki pensó en su jefe. Podría asegurar de que estaba viéndole el trasero sin su consentimiento el otro día. Era tan incómodo. Una vez trató de quejarse pero el hombre negó rotundamente cualquier palabra que saliera de su boca.

Después pensó en los clientes. No eran muchos los que venían a la heladería. Pero su mente volvió a la chica baja de pelo rosado. Con ojeras demasiado grandes, un lápiz en una mano y un cuaderno de dibujo en la otra.

Recordó que Angel le había dicho que estaba trabajando en un manga. Se preguntó sobre qué sería.

Recordó que Angel le había dicho que la inspiraba. Se preguntó de qué manera.

-¿En que estas pensando?- preguntó Himeno.

Aki sintió que la voz de Himeno sonó como si la despertara de una ensoñación.

-En nada- respondió.

Aki terminó de preparar el café y lo sirvió en unas tazas para ella y Himeno.

-Yo no creo eso- dijo Himeno.- Nunca te había visto sonreír de esa forma.
-¿De que forma?
-Con una felicidad tan evidente.

Aki se sonrojó.
-De seguro te equivocas- dijo Aki- No estaba pensando...
-¡No puedes mentirme así! ¡Soy tu amiga! ¿Por qué no podemos ser como esas chicas de las películas que de cuentan todo en una fiesta de pijama?
-¿De qué estás hablando?
-O me cuentas tu o lo harán mis fuentes confiables.
-¿Fuentes confiables? Espera, ¿estás hablando de mis hermanos?
-No revelaré nada sobre mis fuentes.
-¡Son niños! ¿Y como tienes el número de mis hermanos?
-Detalles, detalles.

Aki no sabía por qué se molestaba en tener amigas. Al menos sus compañeros de trabajo solo eran compañeros de trabajo.

-Aaaaakiiiiiii- dijo Himeno- Dime, por favor.
-No debería dejarte venir a mi casa- se resgino Aki- Bien. Estaba pensando en una chica...
-¿Y esa chica te gusta?

Aki no sabía que contestar. ¿Le gustaba Angel?
La idea no era tan mala. Angel era una de las pocas personas con las que se sentía cómoda. Además, ella era hermosa.

Confiaba en Angel y cada vez se estaba volviendo más cercanas. Angel no sólo tenía un cuerpo pequeño y atractivo. También le atraían sus rasgos faciales y sus...labios. Esos labios eran tan rosados y quería besarlos.

Cuando se abrazaban en la azotea Angel siempre se las arreglaba para encajar con ella. Le gustaba su compañía y le daba calidez en el pecho.

Aki no sabía en que momento había empezaba a sentirse así. Pero si sabía que le gustaba.

Aki miró Himeno y la otra mujer no necesitaba escucharla para confirmar cualquier sospecha.

-Bueno- dijo Himeno- ¿Quieres contarme?

Apenas eran las ocho de la mañana y sol entraba por la ventana de la cocina.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro