Ryaga-chan: pasamos toda la noche viajando y ya al día siguiente como a las 10:00am, estábamos en Tokio, me sentía bien, de estar de nuevo en mi ciudad... Shampoo y Mousse fueron a buscar un sitio donde alojarse... Le dije que vinieran a la casa que dejamos aquí en Tokio... Pero ellos quieren quedarse aparte... Yo les acepté su decisión y me fui a dejar mis cosas en la casa – Extrañaba este lugar – Decía mientras entraba en la casa.

Me di un baño para relajarme un poco, porque tenía más de 10 horas viajando... Luego de vestirme dije dentro de mí – Voy a ir a visitar a Serena, hace tiempo que no la veo y la extraño – Salí de casa y al llegar escucho una discusión:

¡No te metas en mis asuntos! – Gritaba Serena.

¡Déjame ayudarte por favor! – Dijo un chico.

¿Qué pasará en casa de Serena?, ella casi nunca discute... Pero, hoy parece que está de malas, ¡Bueno!, de todas formas me acercaré y toqué la puerta, "Toc, Toc, Toc", se escucharon voces y me abrió la puerta un muchacho alto cabello oscuro...

Buenas tardes señorita – Decía el extraño personaje  – ¿Qué se le ofrece?

Bu... Busco a Serena – Conteste algo apenada.

¡Serena Te buscan! – Gritó – Bueno, pasa... Dentro de un momento vendrá.

Me senté con el chico en la sala a esperar a Serena... Luego de 20 minutos decide aparecer... Ella al verme, lloró de la emoción y corrió a abrazarme, – ¡Ryaga-chan!, estás aquí... ¿Cuándo llegaste? – Decía muy emocionada, yo con lágrimas de felicidad le respondí – Hace unas horas Serena, ¿Cómo has estado?

Vayámonos a la habitación – Dijo mirando de una manera fea a el chico – Así tendremos más privacidad.

Asentí y nos fuimos a su habitación.

Después de ponernos cómodas le pregunté porque me mataba la curiosidad – ¿Quién es ese chico que está allá abajo Serena?

Ella revirando los ojos me respondió con aspereza y malcriadez:

Ese es mi ex – Decía – Se llama "Darien Chiba" y vino a buscarme.

Ohh... Bueno... Creo que no quieres hablar sobre eso – Dije para cambiar del tema – Por cierto, ¿No has visto a Ryoga? – Pregunté.

Luego te cuento... Veré si lo mando a hacer algo – Dijo – Pues no... Hoy iba a ir a casa de los Tendo para saber si ellos lo habían visto.

¿Te parece si vamos ahorita? – Dije – Para salir de dudas.

Si me parece buena idea – Dijo – Así me quito de encima a Darien un rato.

Bueno, vayámonos – Dije puesta en pie.

Serena y yo le dejamos dicho a Darien, que íbamos a salir, por el camino íbamos alerta por si veíamos algo extraño con referente a Ryoga, pero todo parecía tranquilo, por el camino encontramos a Ukyo quien dijo que iría a visitar a los "Recién casados", ya que había oído que llegaron de su luna de miel, Serena y yo nos asombramos puesto que se fueron hace unos días y ya llegaron tan rápido...

Llegamos a casa de los Tendo donde Kasumi nos Recibió muy contenta, yo fingía estar bien... Pero en realidad no lo estaba... Y sé que Ukyo está en las mismas que yo. 

Esperen un momento – Dijo Kasumi – Ya vienen en camino.

Serena, Ukyo y yo nos miramos las caras, luego de eso Serena dijo algo para romper el hielo:

Apenas terminamos de hablar, vimos a la pareja de recién casados llegar a la sala... Ukyo y yo... Queríamos que nos tragara la tierra, pero aun así decidimos fingir que todo estaba bien... Akane nos miró a Serena y a mí y acercándose a mí me dio un abrazo diciéndome:

¡Te extrañábamos Ryaga-chan! – Dijo Akane feliz.

Me asusté un poco porque Akane nunca me abraza de esa manera, y yo como siempre para no ser maleducada le respondí diciendo:

Felicidades... Por la boda – Bajé la mirada – Me alegro de que se hayan casado.

Nos hubiera gustado que hubieras estado presente – Intervino Ranma – Oye... Por cierto, ¿Y Ryoga?

Yo me rasqué la cabeza y Serena quién vio que me complique un poco decide responderle por mí:

De eso veníamos a hablarte Ranma – Intervino – Pues verás... Ryoga está...

Mi hermano lanza su paraguas rojo y rompe el televisor, Ranma se puso en guardia de inmediato – Miserable... ¡Vine a acabar contigo Ranma! – Gritó mi hermano... Yo algo aterrada de ver a mi hermano de esa manera... dije en mi mente: – ¡Es demasiado tarde! – Pero... Aun puedo impedir que pase algo peor.