Capítulo 2
Sigue narrando Ryoga: apenas llevamos unos días en China y ya estoy FASTIDIADO de hacer siempre lo mismo, me hacen falta todas las loqueras que hacíamos en casa de los Tendo, y a pesar de que Ranma... Es como es, pues... Se podría decir que... Me estaba cayendo bien... Un 0,5%; vivo entrenando para lograr vencer a Ranma algún día y cobrar venganza por haberme arrebatado el amor de Akane... Mi hermana no ha hecho más que ver por la ventana y suspirar, desde esta mañana está así, me acerqué a ella y le pregunté que le pasaba y lo que me dijo fue:
Nada Ryoga – Decía – Voy a caminar un poco...
(¡Vaya respuesta!, yo que me preocupo por ella y me trata de una manera tan "Seca y tosca") – Pensaba – Bueno, pero no te tardes ¡Eh!
Tranquilo, volveré dentro de un rato – Contestó y se fue de la casa.
Ryaga-chan: ¡ME SIENTO VACÍA!, extraño mucho el estar en Tokio, me había acostumbrado a estar allá, era la primera vez que hacia amigos de verdad, y de verdad que me dolió separarme de ellos tan pronto; Salí a caminar, para intentar despejar la mente un poco, pero... Cada vez que lo intentaba, aparecía Ranma en mis pensamientos... (Tengo que olvidarte a como dé lugar... Solo así podré estar tranquila...) – Iba pensando – Tropiezo con una chica.
¡Disculpa! – Le decía – Ando un poco distraída, ¡No quise chocar contigo a propósito!
Ella, no me dijo nada al principio, pero... Luego de echarme un vistazo me dijo:
¡TÚ! – Exclamó – ¡TÚ TE ROBASTE MIS TALLARINES!
(¡Ayayay Ryoga!, ¿En qué lío nos has metido?, ¡LA PAGARÁN CONMIGO!, no debí haberme cortado el cabello) – Pensaba.
¡YO NO FUI! – Contesté – Debes de estar confundiéndome con alguien más.
Ella puso a un lado algo que llevaba, se acercó y con una mirada amenazante me dijo:
No me tomes por loca niña, ¡LO PAGARÁS CARO! – Dio media vuelta y se marchaba.
¡ESPERA! – Grité – ¿Cómo te llamas?
Soy Shampoo – Contestó – Ahora... ¡Déjame en paz!
¿Okey? – Dije confundida.
Era la primera vez que veía a esa chica en toda mi vida, pero... Su nombre me suena familiar, pero no recuerdo de dónde. En cuanto a Ryoga... ¿Cómo es posible que le haya robado los tallarines a esa chica?, me dijo que los había comprado... ¡Uy! Si mamá estuviera aquí, ¡LE DARÍA UNA BUENA PALIZA!, ¡ME VA A OIR!
Me fui directo a casa, ya que no tenía a donde más ir...Y en el camino me tope otra vez con esa chica, "Shampoo", ella poniéndose en guardia me dijo:
Si vienes a robarte mis tallarines otra vez, ¡Te arrepentirás!
¡Bájale dos! – Dije poniendo mis manos en la cintura – Solo voy de paso, vivo a dos calles de aquí...
Su semblante cambió un poco – Pues en ese caso, si no tienes nada que ver... Te dejaré en paz.
Quiero disculparme por lo de los tallarines – Dije – muy avergonzada – Mí... Mi hermano gemelo fue quien los tomó, pero no lo hacía con mala intención, yo no tengo trabajo, no tenemos padres y la razón por la que se los llevó fue porque no teníamos con qué comer esa noche.
Shampoo se conmovió un poco por lo que le dije, así que me abrazó y me dijo:
Discúlpame chica, no lo sabía – Me toma de la mano un momento – Siendo así, ¡YO PUEDO AYUDAR!
No quiero que me tengas lástima Shampoo – Contesté – No me gusta andar pidiéndole a nadie.
¡Nada de eso! – Dijo sonriendo – Puedo darte trabajo en el restaurante, así tu hermano no se volverá a llevar mis tallarines.
Ambas nos reímos – Está bien, ¡Acepto!, por cierto... ¡Soy Ryaga!, Ryaga Hibiki.
Mucho gusto – Dijo Shampoo feliz de haber hecho algo por mí – ¡Te espero mañana en el restaurante!
. . .
No pensé que esa chica resultaría ser tan agradable, la buena noticia es que tengo trabajo, y que tengo una conocida aquí; llegué a mi casa y Ryoga se había quedado dormido, me acerque y después de despertarlo con u fuerte coscorrón le reclamé:
¡Ryoga Hibiki! – Exclamé – ¿Cómo te atreves a hacer algo así?
¿A qué te refieres Rya? – Dijo sobándose la cabeza – ¿Por qué tan ruda conmigo?
A que los tallarines de anoche ¡TE LOS ROBASTE! – Dije enfadada.
¡DIANTRES! – Dijo entre dientes.
Yo tuve que salvarte el pellejo como siempre hermanito – Decía – Solo no lo vuelvas a hacer.
¿Qué pasará con ese asunto? – Preguntó algo inquieto.
Shampoo, que es como se llama la chica, me dijo que trabajara en el restaurante de su abuela – Decía – ¿No crees que es una buena noticia P-chan?
¡Deja de decirme así! – Gritó – Ya te pareces a Ranma.
Amo molestar a mi hermano, es que pone una cara de tragedia... Que me causa mucha gracia. Yo solo espero que, mañana cuando comience a trabajar, no haga un reguero... Ya que soy un desastre en esas cosas, pero todo sea por que mi hermano no le quite cosas a los demás – Risa tierna – Y en cuanto a Shampoo, pues, me parece una buena persona y déjenme decirles que sus tallarines son muy sabrosos. Pero... Aún quiero saber de dónde conozco ese nombre.
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