Sakura se sorprendió al sentirse feliz como hace tiempo no lo hacía. La luz del día entraba por su ventana, indicando que ya era momento de prepararse para dirigirse a la escuela.

Oh, sin duda alguna siempre le había gustado su escuela, no podría negarlo, ahí estaban sus amigos, sus maestros y antes el amor de su vida, pero no estaba tan segura, digo ¿cuántos amores de tu vida se pueden tener en una vida? Al final era una adolescente.

Ahora su mente y corazón se habían hecho cómplices. Tenía que aceptarlo; porque sus pensamientos bifurcaba en una sola idea: los cabellos negros de Sasuke Uchiha. Sí señor...Ese chico estaba envolviendo poco a poco los sentimientos que guardaba por Naruto, que sin duda iban dirigido hacia el olvido.

Sasuke Uchiha entró en su mente poco a poco y con cada detalle parecía buscar prevalecer, quedarse ahí; justo para que no dejará de pensar en él. Un plan ingenioso que estaba dando buenos resultados.

Salió de su habitación muy alegre para comenzar la rutina del día. Miró su recamara solo para comprobar que todo estuviera en su sitio. La cama recién hecha, ninguna prenda sobre el suelo; todo en su lugar y bien organizado. Poco común en una adolescente.

Como siempre, su desayuno estaba listo para que ello pudiera comer; acompañando de una pequeña nota: "¡Hoy tendrás un gran día! Tu mamá!"

Era el mismo mensaje desde hace una semana. Estaba perdiendo imaginación o se había levantado muy tarde; seguro era lo segundo, puesto que la cocina estaba hecha un desastre. Últimamente trabajaba demasiado.

Eso le hizo recordar porqué había dejado de visitar la dulcería de los tíos de Sasuke-kun. Sus padres se divorciaron y poco después de eso, su padre viajó al otro lado del país muy lejos de su familia y claro, de ella.

Tal vez esa fue la razón del porque Naruto ganó su corazón, él siempre estaba ahí como un buen amigo cuando la tristeza le invadía por la falta de su padre y la largas ausencias de su madre. Y solo que se quedó en eso: en una linda y hermosa amistad.

Terminó de desayunar con tiempo suficiente para limpiar el desastre. Miró el reloj de su celular por cuarta ocasión.

No faltaba mucho para salir rumbo a la escuela.

¡Al Diablo! Tomó sus cosas. Tenía que salir rumbo a la escuela con un poco de suerte lo podría ver antes de iniciar las clases, pero ¿con qué pretexto? Tal vez confirmar que aún estudiarían juntos. No, eso se escuchaba estúpido. Improvisaría. Tampoco sonaba mejor, ni un poquito, tal vez se conformara por verlo de lejos.

Tomó su mochila, abrió la puerta y su corazón tuvo un mini infarto. Sasuke estaba frente a ella con la intención de tocar su timbre.

—¿Sasuke-kun? ¿Qué haces aquí?

—¡Ah! Hola, Sakura, me pareció buena idea pasar por ti para ir a la escuela. ¿Estás lista?

—Sí, sí, claro. —En eso extendió su mano, Sakura lo miró sin entender sus intenciones. —¿Qué pasa?

—Dame tu mochila, te ayudaré con ella.

Sakura se sonrojó y titubeante le entregó su mochila, murmurando con una voz tierna: —Gracias.

Sasuke sonrió de lado y luego de acomodar su mochila sobre su hombro; tomó la mano de Sakura para dirigirse juntos a la escuela.

La pelirrosa se sintió afortunada, pues estaba a punto de salir y no verlo. Sí, su mamá tenía razón: Sería un gran día.

—¿Y cómo dormiste? —preguntó Sasuke tratando de caminar normalmente, aunque se encontraba muy nervioso, por lo que buscó un tema neutral, buscando una oportunidad.

—¿Eh?

Aunque no era el único.

—¿Qué si dormiste bien? —repitió la pregunta de otra manera.

—Bien, gracias. —Sakura hizo una pausa antes de devolver la pregunta más lógica: —¿Y tú?

—Francamente, no dormí bien pensando en ti. Tu rostro no lo pude quitar de mi mente; aferrándose a quedarse ahí, para no dejarme dormir.

—¿Qué? —Se detuvo avergonzada.

—¡Vaya! Eso se escuchó muy mal. Lo admito —dijo mirándola a los ojos—. Quiero decir que tú me quitas el sueño. Eres muy bonita. ¿Me darás una oportunidad? —Terminó en un suspiro.

—¿¡Sasuke-kun!?

—Digo, ya es momento que te des, que nos des una oportunidad. Mira, te prometo que seré un excelente novio, te cuidaré y...¿qué te parece gracioso, Sakura?

—Que tú también eres muy bonito —dijo con aun una sonrisa.

—¿Eso qué quiere decir? ¿Te burlas de mí?

—Que sí, acepto darte una oportunidad. Tú también me gustas. —Buscó su mochila para aferrarse a algo, mientras confesaba sus sentimientos. No era fácil. Tal vez por eso quiso hacer una broma.

En cambio Sasuke pensó que esto era la felicidad. La chica de la que había vivido enamorado desde niño, ahora le decía que sí. Por lo que no esperó más...

Le abrazó para poder besarla por primera vez. Un sueño hecho realidad. Apenas rozó sus labios y supo que era lo correcto. Ese era su lugar. Junto a Sakura y lucharía contra todo y contra todos para quedarse a su lado.

Sakura correspondió al tierno beso. Fue como vivir una escena en cámara lenta, un feliz momento, que podría evaporarse, pero tenía que pensar que no era así; tenía que confiar en él.

Así que se dejó llevar por el momento, fugaz o no lo estaba disfrutando. Era un momento para darse una oportunidad y abrir su corazón a Sasuke.

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La noticia de que Sakura y Sasuke habían llegado juntos y tomados de la mando fue lo primero que se escuchó en la escuela, una cotilleo sin sentido para algunos, pues no se explicaban cómo la chica de cabello rosa que siempre se había distinguido por su amor "secreto" por Naruto, ahora estaba junto a Sasuke. ¿A qué demonios estaba jugando?

—¡Sakura! —Llegó gritando una rubia. —Es cierto lo que dicen por los pasillos.

La pelirrosa miró a su amiga y dijo: —No sé qué dicen.

—Que tú y Sasuke son novios.

—¡Ah sí! —Restándole importancia para enterrar su nariz en el libro.

—Ash, solo dirás eso, ya, dime qué ocurre. —Golpeó la banca donde estaba sentada su amiga. —¿En dónde quedó el interés por Naruto? ¿Acaso ya lo olvidaste? ¿O solo es una venganza? Porque Sasuke es su mejor amigo.

—Ino, te recomiendo que dejes de ver tonterías en la televisión y mejor te pongas a estudiar, solo te hace crear ideas tontas en tu cabeza.

—¿Qué? ¿Cómo puedes decir eso? Tú ves lo mismo que yo.

—Tienes un punto, pero la relación con Sasuke no es nada de lo que dices.

—Ah, entonces debo suponer que ahora te gusta.

—Podría ser. —Levantando los hombros. —Eso responde a tu pregunta, ¿no? Ahora déjame estudiar.

Ino chasqueo la lengua y se sentó junto a ella. —Eres una mala amiga. —Cruzó los brazos decepcionad. —Ahora resulta que tienes secretos para conmigo.

Sakura rodó los ojos, bajó su libro a regañadientes para mirarla y decirle: — Pues te daré la premisa. Sí, me gusta y he decido darle una oportunidad.

Un gritillo agudo fue emitido por Ino y llena de emoción.

—Sí, sí, sí, lo sabía era imposible que fuera de otra manera, el hecho de jugar a ser su tutora traería beneficios.

—¿Jugar? Exactamente a qué te refieres.

Ino había cometido un error, más cuando miró el rostro de su amiga.

—Nada en particular, olvida lo que dije y cuéntame todo sobre él.

—Puerca, habla.

—Sí, claro, ahora quieres que yo hable, ¿no?

—Habla. —Fue el turno de Sakura por golpear el escritorio de su amiga.

—Ya pues, te lo diré —dijo con algo de miedo por la actitud de Sakura—, que Sasuke es un excelente estudiante, incluyendo español. Él ganó varios concursos de ortografía en su anterior escuela.

—¿Y por qué nunca me lo dijiste? Ahora quién es la mala amiga, ¿eh?

—Pues porque te veías muy contenta, que te olvidaste incluso de ese rubio desabrido.

—Te recuerdo que tú también eres rubia.

—¡Oye! Eso son detalles y yo no estoy desabrida, ¿eh?

—Lo sé —dijo mirando hacia el techo—. Sasuke me mintió y no me agrada.

—Pues tú le agradas mucho. No creo que lo haya hecho con la intención de jugar contigo, sino todo lo contrario —dijo mientras brincaba a su amiga par mirarla a los ojos— ¿O estoy equivocada?

Sakura suspiró pesadamente. —No lo sé, amiga, no lo sé.

—Ok, ¿y qué vas hacer ahora? —La pelirrosa alzó la mirada para ver a su amiga a los ojos. —No creo que lo haya hecho malamente. ¿O qué opinas? —le preguntó a su amiga pelirrosa nuevamente.

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—Bien, ¿qué opinas? —preguntó Naruto mientras jugaba con una pequeña pelota afuera del salón junto a Sasuke, su siempre e incomparable mejor amigo.

—Es muy linda y me gusta.

Naruto lo miró con una boba sonrisa. —¡Ah! Lo sabía. Ella te gusta.

—Cállate, idiota. Tú tienes la culpa, siempre hablando de tu pequeña hermana de caballo rosa.

—Mentira, y tú lo sabes. Sakura-chan te ha gustado desde que teníamos cinco años. ¿Crees que no lo sé?

—¡Ah! Lo sé, solo ayudaste a mantener la imagen de esa linda pelirrosa en mi mente.

—Hacen una linda pareja —dijo, regresándolo a la realidad—. Claro, no tanto como mi Hinata y yo.

Sasuke arqueó una ceja. —¿Te estás escuchando, Naruto?

La risa del chico rubio sonó muy boba. —No puedo negarlo. Estoy enamorado y loco de amor por Hinata, así como tú por Sakura, porque se te nota en el rostro, amigo, no hay forma que lo puedas negar.

La chica escuchó las últimas palabras y la paró en seco.

—¿¡Sakura!?

Los chicos le miraron sorprendidos

—Y...yo, lamento molestarlos. Te veré después.

Sakura no supo qué hacer, simplemente se dio la vuelta para huir...

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Fin de la cuarta parte / 06062020

Cada día se me complica más actualizar. En fin...tendré que hacer espacio, por lo que debo agradecerles por regalarme un poco de su tiempo al leer mi historia.

En especial, me gustaría agradecer a: Valangle | @Valangle435 que me regaló la linda portada. Muchísimas Gracias.

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