Déjame hacerte feliz y complacerte en todo.

Minho estaba nervioso, ese gran día había llegado, las manos le sudaban y respiraba intranquilo.

- Familiares de Kim Seungmin- una mujer vestida de blanco salió de una habitación.

Minho se levantó de golpe y se acercó a ella.

- Yo... soy el novio - habló con timidez, aún no lo eran pero esperaba que muy pronto se cumpla ese deseo.

- Ok, solo le informaba que ahora empezamos con la anestesia en un par de horas el cirujano nos dirá como le fue al señor Kim y en unos días sabremos los resultados...

Vaya... ya habían pasado seis meses desde que empezaron con el tratamiento y parecía que volaron los días ahora que tenía que esperar menos sentía que se harían una eternidad.

- Gracias - susurró haciendo una reverencia.

Mientras sentía él tiempo pasar a paso de tortuga su mente creaba escenarios de lo pueda pasar.

Sabía que saldría bien, confiaba en que saldría bien.

Pero...

Existía inseguridades, esas malditas inseguridades que lo estaban carcomiendo por dentro.

Sabía que el amor se trataba de sentimientos y no físico pero y si le desepcioba lo que veía, y si su apariencia no era lo suficiente.

O aún peor, y si Seungmin después de recuperar la vista lo dejaba por alguien más, no, no, negó con la cabeza y se levantó para ir a los baños.

Creía conocer lo suficiente a Seungmin para saber que el no haría eso, mojó su rostro con agua fría, miró su reflejo y suspiró.

- Espero ser suficiente para ti...

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Al principio estaba muy asustado, y era normal, pero estaba más preocupado por los resultados.

Quería volver a ver, volver a ver ese mundo colorido, volver a ver caras familiares que ahora solo conocía su voz, aunque lo que más ansiaba ver era a un chico.

Su chico

Esperaba conocer a Minho, había tocado su rostro muchas veces, por como sus facciones se formaban sabía que era un chico bonito, aún que no importaba mucho, él lo quería por como ha sido con él y como lo a ayudado...

Pero existía esa curiosidad no lo negaba.

Cuando la enfermera se acercó a su suero, colocó un medicamento en este, fueron un par de segundos para que empiece a hacer efecto, sintió su cabeza das vueltas y el sueño llegar instantáneamente a él.

El quería vivir esa experiencia que decían de que vez ciertos escenarios de tu vida cuando estas anastesiado, esperaba encontrar los recuerdos de su pasado, pero no ocurrió, sería por el tiempo que pasó sin visión pero había olvidado ya varias cosas, no identificada los colores correctamente y solía deformar los objetos, así que su subconsciente solo le permitió escuchar voces en una oscuridad aterradora.

Lo único que reconfortaba su corazón era que escuchaba a Minho cerca.

Las voces que escuchaba a su alrededor empezaron a desaparecer se sintió como minutos cuando realmente fueron horas, ahora apenas y escuchaba algún pitido, era molesto hacía que su cabeza duela.

Escuchó su respiración y pronto sintió volver a la conciencia, sus manos hicieron un tic indicándole que puede moverlas.

Sentía que la presión en su cabeza lo iba a matar, sentía sus labios resecos, la necesidad de alguna bebía que caiga en sus labios fue muy urgente.

Pasaron minutos sintiéndose solo, estaba un poco mareado, necesitaba de compañía y un poco de agua.

- Ya despertaste, como te sientes- la voz de un hombre que anteriormente se había presentado como su cirujano llegó.

- N-no tengo energía, estoy solito, siento que la cabeza me explotará y tengo sed, puede traerme un poco de agua porfavor - no sabía que su voz estaba tan apagada hasta que la escuchó.

- Es normal, tomamos tres puntos de sutura en tu cabeza por eso la sientes hinchada, lamentablemente no podré traerte agua porque necesitamos que tu cuerpo absorba por completo la anestesia, podría darte un paro cardíaco si ingieres algo - advirtió el médico - llamaré a tu novia para explicarle también las cosas.

Aún con el adormecido cerebro pudo entender que se trataba de Minho, y sus mejillas absorbieron un tono rojo.

Él aún no es su novio.

Aún

Escucho la puerta ser abierta, y los pasos que para él se escucharon estruendosos, demasiado ruido para su pobre cabeza.

- Minnie, me alegro que hayas despertado - la voz de Minho fue esa cura que necesitó.

Su mano fue sujetada con delicadeza, sintiendo aquel tacto suave que le brindaba el mayor.

- Como le estaba comentando a Seungmin por el momento no podrá comer nada, solo serán un par de horas, y respecto a la cirugía, el hematoma que se registró en la cabeza de Kim era considerablemente grande, aún así tratamos de no lastimar mucho el cráneo así que sólo tres puntos serán el recuerdo, pensamos en que llevarás una buena recuperación - el doctor dio ese aliento - aún que ya saben esto aún no termina, aun queda una mini cirugía de reconstrucción de tejidos en el golobo ocular, con esa cirugía sabremos los resultados certeros.

Seungmin y Minho respondieron con un gracias y el médico se retiró para dejarlos solos.

- Todo saldrá bien amor - su mano acarició la mejilla del menor, vio sus labios resecos y preguntó - ¿quieres algo de beber?

- Si, pero dijo que me muero si como algo ahora - hizo un puchero - Gracias pero, no gracias.

Minho sonrió con ternura, al parecer la anestesia al menor le daba una personalidad dramática.

- Nada de líquidos y comida entonces - Seungmin dijo que si.

Sus ojos no sé despegaba de los casi agrietados labios del menor, así que sin sentir el más mínimo asco acercó sus labios al contrario, sorprendiendolo con un beso.

Sabía que no debía ser duro con el menor así que sin moverlo pasó su lengua por las pequeñas heridas que compartía el menor, un suspiro salió del menor, si bien no lo esperaba fue suficiente para acallar la sequía que sentía en sus labios, un dulce beso de Minho lo reavivó por completo.

- Tus bonitos labios no deben estar resecos, cuando eso ocurra ten por seguro que los besaré.

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Viva los 2min carajo, amo mucho aqui♡