9
Hacia mucho Jungkook no se juntaba con ellos en el receso. Pero era obvia la razón del porqué estaba ahí ahora. Estaba porque que la noche para habían tenido una cita al cine.
Dios, estaba por él. Siguiéndolo otra vez.
Lo veía en su mirada sobre si aún cuando estaba del otro lado de la mesa. Tenía toda su atención aunque sus amigos estuvieran hablando, tenía toda su atención al igual que... la atención de Taehyung.
Taehyung lo veía desde unos metros, apoyado a la pared blanca del comedor universitario.
—Hoseok.
Se tensó un poco al escucharlo pero lo miró como si nada pasara porque lo que menos que quería era que Taehyung se diera cuenta que algo más pasaba entre ellos. No es que tuviera miedo a su amenaza de matar a quien se le acercara de más -ya que claramente no creía que las manifestaciones podían llegar a tanto- era por la mirada que Taehyung les daba, no le gustaba mucho.
—¿Qué dices de salir en la noche?
—Tengo planes —respondió, estaba firme hasta que Jungkook tomó su mano—. Jungkook —mencionó apartándolo rápidamente.
—¿Qué te pasa? Anoche la pasamos bien.
Su mirada voló a Taehyung, pero él no estaba donde había estado hacía unos segundos. No estaba en ninguna parte.
—Debo irme —dijo Hoseok en general, pero ignoró las preguntas y la expresión aturdida de Jungkook caminando rápido fuera del establecimiento. Sentía una necesidad fuerte de ir a su departamento, sentía una muy mala sensación.
Al llegar y entrar, un silencio total lo envolvió. Era tan fuerte el silencio que cada paso que daba dentro hacía el pasillo, hacía ruido. No se molestó en prender las luces, estaba más preocupado buscándolo, buscando a Taehyung porque sabía que él siempre estaba ahí cuando llegaba. Caminó hacia su habitación, a casi oscuras, pero antes de tocar la puerta para abrirla fue agarrado del brazo y empujado con fuerza contra la pared.
—Ahora dime... —La forma en que los sujetaba, ambos brazos contra la pared detrás, hacía que su voz se sintiera más amenazante de lo que era—. ¿Qué hay entre ese y tú?
Lo miró a los ojos, mostrándole que no le tenía miedo.
—Nada.
Taehyung sonrió de costado, viendo más amenazante que antes: —¿Seguro que nada?
—No sé que te hace pensar que-
Apretó su garganta callándolo de inmediato, su sonrisa de hacía unos segundos desapareció y su ceño se frunció mirándolo como si su paciencia se habría acabado.
—Planeabas acostarte con él ayer, ¿no? —masculló cerca de su oído, dándole lugar a que solo pueda afirmar o negar moviendo la cabeza. No hizo ninguna de las opciones y aquel lo soltó pero para arrastrarlo a su habitación.
—¿Qué haces? —soltó siendo arrastrado, pero su pregunta nos fue respondida cuando lo lanzó a la cama y a subió sobre él—. Déjame, estás actuando raro-
La cachetada sonó rompiendo el silencio, su mejilla quemó.
—Creí que te había quedado bien claro cuando te dije que eres mío y nadie más que yo puede tocarte.
—¡No sucedió nada! —alzó la voz, perdiendo la calma—. ¡Y aunque hubiera sucedido no soy de tu jodida propiedad! ¡Suéltame!
—Dejaste que te besara —gruñó agarrándolo con fuerza de la barbilla—. ¿Crees que no lo sé? —Se calló, porque sabía que era estúpido negarlo.
—Puedo hacer lo que quiero con mi jodido cuerpo, puedo follar con quien quiero si lo deseo. —comenzó diciendo—. No me das miedo, yo te llamé, yo te traje aquí. Estás aquí gracias a mi y cuando quiera me desharé de ti.
Taehyung se burló: —¿Deshacerte de mi? ¿En serio crees que puedes hacer eso?
Tenía razón, la duda de cómo lo haría estaba presente. Los dedos de Taehyung en su barbilla lo apretaron más mientras su mirada bajo a su boca.
—¿En serio crees que dejaría ir a algo que me pertenece tan fácilmente?
—Vete a la mierda —insultó odiando que dijera aquello.
—Quiero que te quede esto bien en claro, Hoseok, nunca podrás deshacerte de mi. Nunca.
Forzó soltarse pero lo único que logró es moverse de tal forma que Taehyung lo agarra de nuevo de ambos brazos y lo sostuviera contra la cama mientras se ponía en medio de sus piernas.
—Suéltame-
—¡Cállate! —le gritó de tal forma que lo paralizó. Tembló cuando Taehyung sonrió con malicia, metiendo una mano por dentro de su camiseta y comenzando a delinear sus cicatrices—. ¿Qué pasa? ¿Te recuerda a él? —murmuró de forma divertida, dejándolo mudo por completo.
Hoseok se estremeció de mala forma y usó toda su fuerza para alejarse de aquel toque doloroso, que comenzaba a traerle los recuerdos que tanto había luchado por olvidar. Pero una vez más Taehyung luchó contra él volviéndolo a inmovilizar y luego volvió a golpearlo, tapando su boca con una mano cuando se quejó del dolor, de la misma forma que aquel hombre lo había hecho cuando tenía trece años.
—¿Crees que no lo sé? —Se burló sobre él—. Puedo ver cómo recuerdas todas noches aún. Como ese tipo entraba a tu habitación todas las noches y... Te gustaba, ¿no?
—C-cállate-
—Por supuesto que te gustaba. —Se rió como si fuera algo gracioso, mientras que él sentía que en su estómago se formaba un nudo y ganas de vomitar—. Eres una puta desde siempre. Te gustaba tanto que dejaste joderte por años hasta que lo mataste a sangre fría.
—¡Volvió para lastimar a mi familia!
Las imágenes de esa noche llegaban tan claras como si no hubiera pasado hace mucho. Su primo lejano, su abusador, estaba metido en las drogas luego de que sus papás murieran. Su familia lo tuvo en su casa desde ese momento. Se creyendo su imagen de chico bueno y huérfano, sin saber en absoluto que entraba a la habitación de su hijo menor todas las noches para hacerle cosas. Nunca pudo contarlo, no hasta el día que lo mató. Fue dos días después de que sus papás descubrieran que su primo era quien les estaba robando a escondías y lo echaran de inmediato, había vuelto para vengarse con amigos suyos, había vuelto para "vengarse" a pesar de los años que sus papás lo ayudaron y le dieron un techo. Hoseok solo defendió a su familia y vengó a su yo de hacía años aunque el daño ya estuviera hecho.
—Odias esto —murmuró divertido, volviendo a ejercer fuerza sobre él cuando Hoseok volvió a empujarlo porque no aguantaba la forma en que lo tocaba—. Odias que te toquen de forma suave, quieres que sean rudos contigo como él lo fue. Piensas que así dejarás de sentirte la víctima porque eres tú quien lo querrá así.
—¡No sabes lo que pienso!
—Odias haber sido la víctima por años, odias haber dejado que te usen, odias haberte callado. Y odias todo eso porque te duele admitir que alguna vez fuiste débil y cobarde. —Sonrió de costado—. Te avergüenza admitir quien eres realmente.
No respondió, aguantaba no derramar ninguna lágrima mientras su pecho subía y bajaba porque estaba por tener una crisis de nervios. Probablemente también un ataque de pánico como hacía mucho no tenía.
—Nadie te querrá cuando se enteren de tu pasado, cuando sepan lo marcado que estás —dijo con voz suave pero escalofriante, mientras acariciaba su mejilla lastimada. Hoseok sabía bien eso—. Y será mejor así.
—¿P-por qué? —Apenas logró susurrar, temiendo que fuera lo que le diría a continuación, ahora que estaba seguro que sabía todo lo que nadie sabía de él.
—Porque no los necesitas —murmuró—, me tienes a mi. Me perteneces y odio compartir lo que es mío —susurro más bajo, sobre su boca hasta juntarla con la suya, paralizando todas sus malas emociones y sentimientos con ese simple beso.
Por primera vez estaba demasiado confundido y asustado como para devolverle el beso.
—No quiero que nadie se acerque a ti —susurró en medio del beso que comenzaba a volverse exigente—. No quiero que nadie te hable o te mire...
Quiso alejarlo: —Tengo amigos-
—Mientras no se acerquen de más a ti, todo estará bien —susurró siguiendo un camino de besos a su cuello, su lugar sensible. Se dejó complacer todo el día por él, casi hasta olvidar todo y sentir que había sido un mal sueño el saber que alguien más sabía de su horrible pasado.
Intentó olvidar todo al día siguiente pero fue imposible luego de que Namjoon lo abrazara y esa misma tarde sufriera un extraño accidente.
–Dualitymask
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