6
—Deberías dejar de insistirle, él no te quiere... al menos no para algo serio.
—Tenemos un cita pendiente para cuando los exámenes terminen. No me rendiré, Yoon.
Suspiró frustrado, ambos eran sus amigos pero eran muy diferentes y si alguien saldría lastimado sería Jungkook. No quería que el menor sufriera.
—No se que es lo que Hoseok tiene para que estés tan obsesionado con él pero estoy seguro que por ahí habrán más personas que tengan eso que buscas y que si te aceptarán.
Jungkook lo sorprendió negando: —Yo quiero a Hoseok, quiero hacerlo feliz.
—Créeme, Hoseok es muy feliz —dijo—. Tiene una vida un poco ajetreada pero fuera de eso es feliz. Su vida es perfecta empezando por sus padres que son amorosos y tienen mucho dinero.
—Hoseok no es feliz —contradijo haciéndolo tensarse por la seguridad con la que lo dijo—. ¿Has visto las cicatrices de su cuerpo?
—Eso... eso no es de tu incumbencia, Jungkook. Y te aconsejo que no se lo preguntes tampoco. —Quiso irse.
—Así que tú sabes de que son... ¿no? —No le respondió y por supuesto Jungkook no quedó satisfecho con eso—. Sé que no me dirás pero no lo necesito, puedo reconocer las autoflagelaciones.
—¿Crees que son eso? —Sintió su voz flaquear y carraspeó—. He visto las cicatrices de sus piernas hace años pero él no quiso decirme de que eran... se enojó cuando se lo pregunté.
Jungkook suspiró triste y miró a otro lugar: —No creo que todas fueron hechas por él mismo pero estoy seguro que es algo que le hace daño o que al menos le hizo daño alguna vez. De verdad me gustaría ganarme su confianza y conocerlo más, siento que la personalidad que tiene la adoptó para protegerse de algo.
—Bueno... ciertamente el cambió los últimos años —dijo pensativo—. Joder, no quiero creer que está ocultando algo malo y no me he dado cuenta. Se supone que soy su mejor amigo...
—Está bien —tranquilizó Jungkook—. Eres su mejor amigo, no un adivino. Intentaré seguir acercándome a él, no solo me preocupa, como te he dicho él me gusta mucho.
—Mierda —gruñó mirándose al espejo. Los moretones de su cuello eran tan notorios esta vez que debía usar el doble de maquillaje.
—Te ves mejor golpeado...
Hoseok casi gritó cuando escuchó a alguien más detrás suyo y de pronto frente lo vio través del espejo porque no había invitado a nadie, apenas había despertado hacía unos minutos.
—Taehyung —exhaló girándose a él. Mirándolo con un poco de confusión porque era la primera vez que lo veía sin tener que llamarlo—. ¿Quién te dijo que podías aparecer? Vete —ordenó despectivamente volviendo a girarse al espejo para seguir maquillándose.
Pero entonces esta vez si gritó cuando fue tomado del brazo y empujado contra la pared, su espalda chocó tan fuerte que chilló del dolor.
—Creí que ya te había dicho que no eres nadie para darme órdenes —murmuró agarrándolo de la barbilla—. Solo yo puedo darte ordenes.
Hoseok se rió: —Lamento comunicarte que eres tú quien no es nadie, solo apareciste porque yo te llame.
La mano de Taehyung que sostenía su barbilla se deslizó a su cuello y lo apretó.
—¿Cómo te atreves a hablarme de esa forma, Jung Hoseok? No sabes quien soy, no sabes de lo que soy capaz de hacerte.
—Podrías ser el mismo satanás y me daría absolutamente igual tu amenaza. —Apenas dijo a través de agarre—. Jó-de-te.
Lo hizo enojar, se dio cuenta porque el agarre se apretó muy fuerte oprimiendo su garganta sin piedad y quedó sin aire, no fue divertido. No esta vez. Luego fue lanzado a la cama, pero cayó como si fuera una cosa antes de comenzar a jadear aire desesperado. Por un momento creyó que moriría, y no tuvo tiempo de recuperarse ni pensar porque Taehyung lo giró dejándolo boca abajo en la cama.
—¿Qué tal si mejor te jodo a ti? —preguntó cómo diversión mientras se subía encima suyo.
—Aléjate, cosa estúpida que no existe.
Taehyung rió en su oído y bajó su ropa de un solo tirón, sin hacerle caso en lo absoluto: —Me gusta tu valor de enfrentarme, pero... deberías cuidar tus palabras.
—Métete tus amenazas por el culo. No me asustas. —soltó sin miedo, excitándose con la discusión y la erección que comenzaba a sentir en medios de sus nalgas desnudas.
—Mejor te meteré a ti algo por el culo. —No lo alejó y tal vez por eso fue tan fácil para el otro introducirse en él. Sin preparación—. ¿Qué? ¿Dolió? —Se burló cuando lloriqueó hundiendo su cara en la almohada bajo suyo.
—Sigue, idiota —ordenó arqueándose más a él.
Taehyung quedó en silencio unos segundos, luego lo sintió acomodarse: —Eres increíble.
Fueron las únicas palabras antes de que comience a follarlo rudamente, haciéndolo olvidarse hasta su nombre o que tenía vecinos.
Al día siguiente lo hicieron casi por la misma razón, una pelea de quien era el que daba órdenes y quien no. Esta vez fue una pelea más ruda donde Taehyung, una vez más, le dio un par cachetadas como la vez anterior y luego lo jaló del cabello mientras lo volvía a follar boca abajo. Y a Hoseok le gustaba. El dolor y la sumisión, era lo que mejoraba todo, lo que tanto había deseado en sus anteriores encuentros sexuales con otros. Lo que potenciaba sus orgasmos.
Tal vez debería traerle recuerdos de aquella vez pero no lo hacía, lo ayudaba a superarlo... cosa que la psicóloga no pudo en años.
—¿Qué haces aquí? —preguntó cuando se encontró con Taehyung en su cocina otra mañana más. Últimamente lo veía sin tener que llamarlo, simplemente aparecía cuando quería.
Y aparecía muchas veces, demasiadas veces.
—Estaba aburrido.
—¿Ah, si? Qué lástima, ahora no tengo tiempo para follar. Tengo que ir a la universidad así que vuélvete a tu... ¿de dónde se supone que vienes?
Taehyung rió bajo acercándose a él sin dejar de recorrerlo con la mirada como si lo estuviera desvistiendo con ella. Era tan alto y elegante como nadie que había conocido. Llamativo.
Atractivo.
—No es algo que los humanos estén listos para escuchar de nosotros.
Se rió falsamente.
—También has dicho que los humanos no deben ver la identidad real de ustedes y si lo hacían debían morir. Y, acá estoy.
Taehyung lo acorraló a la pared detrás suyo, su rostro tan cerca que sus narices se rozaban: —Tal vez porque aún no decido matarte.
—¿Aún? —murmuró sin temer por su vida por alguna razón, casi como si estuviera seguro que no lo mataría.
—Aún —susurró, subiendo su mano por su cintura—... Aún no se que hacer contigo.
—¿P-por qué? —titubeó pero no por miedo, sino por la excitación de tenerlo tan hermoso ser cerca suyo.
—Llévame contigo —dijo y se alejó de él. Hoseok estaba agitado apoyado en la pared detrás suyo.
—¿Llevarte conmigo?
—Si —respondió mirándolo fijamente a un metro suyo—. Llévame a donde vayas.
Hoseok rió bajo: —¿Por qué lo haría?
—Porque sabes que quieres tenerme cerca todo el tiempo.
—¿No serás tú ese? —cuestionó con diversión y se sorprendió cuando Taehyung no respondió.
—Llévame contigo, Hoseok.
–Dualitymask
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro