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capitulo 2


Ha pasado alrededor de un mes. Ha pasado un mes desde el accidente, desde que mis padres murieron, desde que me salvó alguien a quien no le vi el rostro (el cual no sale de mi mente ni un solo segundo) como desearía poder haberle visto el rostro.

Me regañé tantas veces por no haber estado atenta a todos los detalles ese día, el cual mi estado de shock me descontroló por completo, no creí que fuera capaz de matar a mis padres, pero la bestia tenía hambre y le había prohibido comer por tanto tiempo que ella quería ver sangre correr y hacer pagar a aquellos que la tenían cautiva.

Para informarles y hacerles un resumen de lo que pasó este mes.

Mi tía Rosa (mi única pariente cercana ya que toda mi familia me trata como loca) hizo un papeleo extenso para quedarse con mi custodia completa, ya que no tenía a dónde ir o con quien quedarme y le agradezco por eso.

Hasta que logró conseguir que me quedara con ella, todo siguió normal. Supongo, luego nos mudamos a un pueblo llamado Fallen Night sé que significa noche caída, pero es un nombre algo raro, a decir verdad.

Aunque le va bien con el pueblo, ya que en el día siempre hay niebla, casi no se ve el sol, por las noches es un poco más despejado, el pueblo se encuentra rodeado por el bosque a una hora de la ciudad, me encanta estar aquí es un lugar tranquilo y pacífico, hasta ahora.

Y bueno la mudanza fue algo fastidiosa, ya que no tenía ánimos de nada, pero por mi tía hice lo posible para que todo estuviera bien. Ella es consciente de que tomo medicamentos, para controlarme. Ella me dijo que eso no me iba impedir cumplir mis sueños, que me va a ayudar hasta que triunfe en la vida, nada ni nadie me detendrá.

Y eso último tiene un poco de razón, no dejaré que nadie me detenga.

— Areu, te inscribí en el instituto Night y cómo vas en último año tuve algunos inconvenientes, pero lo arreglé —Dice sonriente.

—Me alegra poder terminar la secundaria y así poder ir a la universidad —Digo con una felicidad inmensa.

—Te compré lo que necesitabas y mañana comienzas, así que acuéstate temprano que mañana será un gran día — ¿Por qué será que cuando dice así todo sale al revés? Pregunta que no tiene una respuesta.

—Ok —Digo emocionada subiendo las escaleras.

No podía creer que esto estaba sucediendo y sin saber qué hacer o por lo menos no sé ni siquiera cómo actuar esto es demasiado extraño, instituto nuevo, personas nuevas, lugar nuevo, todo nuevo y es algo incómodo.

Pero bueno, eso no es lo que importa ahora, así que me di una ducha relajante, me puse el pijama y me fui a dormir un rato, necesitaba recomponerme y poder descansar para un día agotador...

Me encontraba en un lugar extraño, un lugar al que yo no conocía, me encontraba de rodillas junto a un árbol, lo miré confundida.

¿Dónde estoy?

Me levanté como pude, caminé un poco alejándome tan solo unos metros de donde había aparecido, me detuve de inmediato cuando sentí que pisé algo totalmente pegajoso, un escalofrío me recorrió por completo, un poco temblorosa me agaché y unté mis dedos de este líquido, llevé mi mano a mi nariz para olerlo, su olor era metálico como la sangre, eso hizo que mirara a todos lados.

Pero se veía el árbol y un gran campo abierto, aunque la poca luz de la noche no me dejaba ver más allá de veinte o más metros, no sé con exactitud.

Me encontraba estupefacta, no sabía de dónde provenía esa sangre y no podía ver bien, una parte de mi le agradó haber sentido tal líquido, pero un deje de decepción me invadió momentáneamente por no ser la causante de que eso ocurriera.

Caminé pisando el líquido y dancé con la leve brisa que había en esa noche extraña, cuando choqué con algo inerte en el suelo lo cual me hizo caer de inmediato sacándome de la pequeña burbuja que me había creado.

Giré enojada hacia lo que me había hecho caer, una exhalación de sorpresa salió de mí al saber que era eso; un cuerpo inerte tirado en medio de la hierba.

— ¿Qué idiota habrá dejado esto por acá? — Pregunté en voz alta.

Me acerqué con curiosidad para ver si podía reconocer a quién le pertenecía el cuerpo, este se encontraba boca abajo así que no podía ver su rostro, por su vestimenta deduje que era mujer. Llevaba un suéter de lana turquesa con un jean oscuro y... ¿estaba descalza? Al parecer sí.

Como pude lo volteé, los choques de sentimientos hicieron de las suyas dejándome un shock donde nada más podía sentir el leve temblor en mi cuerpo al saber de quién es el cuerpo.

— No, por favor no — Dije sintiendo como mi vista se colocaba borrosa — ¡¿Por qué?¡— Le grité a la oscura noche.

Toqué su cuello para saber si tenía pulso, pero para mí desgracia su cuerpo se encontraba frío, no podía creer que fueran capaz de matar un ser tan bondadoso como lo es mi tía, no podía creerlo en serio.

— ¿Quién lo habrá hecho? — Me pregunto a mí misma en voz alta.

— Fuiste tú, querida — Una fría voz se hace escuchar a mis espaldas, me giré para preguntar.

— ¿Quién eres? — No pude terminar la pregunta, no podía creer de quien se trataba — N-no... es posible –Tartamudeo.

Quien había asesinado a mi tía era yo.

Es algo ilógico, algo que no comprendo en estos momentos. No puedo ser yo.

— Soy tú, querida. Esto es lo que realmente eres — Dice alzando sus brazos a nivel de los hombros y dando una pequeña vuelta, mostrando su apariencia. Un vestido rasgado en las puntas, es un vestido que no llegaba más debajo de las rodillas, dicha tela se encontraba llena de sangre e igual su rostro, la melena negra como la noche se encontraba suelta.

— No, yo no soy tú — Digo exasperada — Nunca voy a ser como tú —Digo levantándome decidida y dejando el cuerpo inerte de mi tía en el suelo.

— Esto es algo que no podrás evitar, ¿o sí? — Dice divertida de la situación.

— Nunca seré como tú — Digo lanzándole un golpe a la cara, pero logró tomar mi puño con su mano. Lo apretó con fuerza — ¡Ay! — Gimo por el dolor que me está causando.

— ¿Ves?, no puedes soportar un simple dolor — Me acerca un poco más a ella — Eres demasiado débil — Dice perversa — No eres rival para mí — Me empuja tan fuerte al suelo que un dolor punzante aparece en la parte baja de mi espalda.

Me despierto de inmediato y me senté al instante. Mi respiración se encontraba muy acelerada y una capa de sudor frío se encontraba en mi frente, me la limpie temblorosa. No podía creer que estuviera pasando otra vez y esta vez viene con más fuerza, un terror se impregnó en mi cuerpo que costó mucho calmarlo, no la dejaría hacer tal cosa. No mientras que yo siga viva.

N/A 

La aventura apenas comienza mis pequeños monstruos.

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besos...

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