7. Fantasías
⚽ Días después ⚽
VIERNES
Marco no sabe mentir. Bueno, también es porque mi hermana, al ser profesora de primaria, está acostumbrada a pillar las mentiras. Después de cenar en su casa, nos hemos puesto a jugar al mentiroso, bebiendo chupitos.
- Es Lidia -nos dice mi hermana agitando su teléfono después de leer un mensaje que le han mandado - que viene para casa
Cada vez que escucho su nombre siento un cosquilleo por todo mi cuerpo. La última vez que la vi fue la semana pasada en el Metropolitano. Estuvimos hablando un buen rato y si, esta vez me atreví a pedirle el número de teléfono. Sólo me he atrevido a mandarle un par de mensajes, sobre todo comentando los últimos videos que ha publicado en Youtube, todo un éxito por cierto. Cinco minutos después suena el timbre de la calle y Marco se levanta para abrir.
- Quita ya esa cara de tonto que tienes Llorente -me dice mi hermana bebiéndose un chupito
- No tengo ninguna cara Llorente 2
- Eso es porque ella todavía no ha entrado por la puerta -me dice ella riéndose
- Eres muy puta, ¿lo sabías?
Marco entra en el comedor seguido de Lidia. Me doy la vuelta para mirarla. Joder, más guapa no se puede estar. Lleva una falda estampada que le llega por mitad del muslo con una camiseta negra de manga larga. El pelo lo lleva suelto. La miro a la cara y viene resoplando.
- Uy, chupitos, que bien. Lo necesito -dice ella besando a mi hermana y dándome un beso a mi también. Se sienta a mi lado y mi hermana le pone un vaso delante. Lidia se lo toma de un trago
- ¿Y a ti que te pasa? -le pregunta Mónica - ¿no estabas en una cena?
- Estaba. Pero estaba hasta el mismo coño de estar allí. ¿Puedes creerte que no han parado de meterse conmigo en toda la noche?
- ¿Y eso? -le pregunto mirándola. Sus ojazos marrones me miran y me sonríe calentándome el corazón. Me echo ron en un vaso y me lo bebo a palo seco para disimular. No está muy bueno que digamos
- Prim ¿cuando vas a volver a hacer los videos de antes? -Lidia empieza a poner voces imitando a quien quiera que estuviera con ella esta noche- es que no me gusta lo que haces ahora Prim, estás más gorda Prim, ¿qué llevas puesto? ¿eso no es de la temporada pasada? Pues con eso no te dejan entrar a Shoko... total que cuando me he hartado le he dicho a David que quería irme a casa porque estaba cansada...y a él, no le ha dado la gana. Así que nos hemos peleado y él se ha ído con el Club de la Comedia
Marco suelta una carcajada mirando a Lidia mientras ella le saca la lengua y se ríe.
- No entiendo como aguantas todo eso Lidia -le dice mi hermana mirándola con algo de disgusto en su voz
- Déjalo Mónica. Es complicado. Ni lo entenderías ni me apetece hablar de ello -le contesta ella cambiando la cara por otra más seria
- Pues eso es lo que me pasa, que no te entiendo. No sé como puedes seguir con ese pedazo de hijo de puta -sigue diciéndole ella cada vez más cabreada
- Mónica, para -le dice Marco poniéndole la mano en su brazo- lo que tengan o dejen de tener ellos, no es asunto nuestro...cada uno lleva su relación como buenamente puede
- Ya -contesta mi hermana. Y yo aquí mirándolo todo como si fuera un partido de tenis. La rubia mira a mi hermana con algo de decepción en su rostro- si es asunto nuestro cuando tengo que quedarme a dormir con ella en el hospital porque él la ha dejado sola
- ¡Mónica! -le grita su novio muy cabreado
Lidia pega un respingo en su asiento y mira a mi hermana sorprendida. Lo mismo que hago yo. Las miro a las dos sin entender nada. Lidia ha estado en el hospital. Mi hermana no me ha contado nada. Y eso hace que me preocupe. Lidia se pone de pie para salir del comedor.
- ¿Sabes una cosa? -le dice mirando a mi hermana- esta casa y vosotros sois el único sitio donde me siento feliz porque nadie me juzga ni tengo que aparentar ser lo que no soy. Me dais fuerza, tranquilidad y seguridad...pero está claro que también esto lo estoy perdiendo...
Lidia va a salir del comedor entristecida. Voy a levantarme de la silla para impedir que se vaya cuando mi hermana se levanta con rapidez y sale detrás de su amiga abrazándola por la espalda.
- ¡Lo siento! ¡Lo siento! -le dice Mónica con lágrimas en sus ojos- no te vayas por favor. Perdóname, soy una gilipollas.
Lidia se da la vuelta y la veo llorar también. Las dos se miran. La rubia se muerde los labios mirando a mi hermana.
- No te vayas Lidia. Lo siento, de verdad. Pero es que me duele muchísimo que te traten mal. No te lo mereces. Tú mereces que te hagan sonreír todos los días de tu vida
- Eso ya lo haces tú -Lidia y mi hermana se miran sonriendo y se dan un suave beso en los labios para después abrazarse. Me quedo un poco descolocado con lo que ha pasado. Mi hermana la coge de la mano y la vuelve a llevar a la mesa para que se siente. Le sirve un chupito y se lo pone delante
- ¿Os habeís morreado? -le pregunto a Lidia. Ella me mira y se ríe
- No sería la primera vez -dice Marco rodando sus ojos- y esta vez ha sido sin lengua
- Joder. Eso me gustaría verlo -digo mirando a Lidia intentando hacerla reír
- ¿Porqué os da tanto morbo a los tíos ver a dos mujeres besándose? -me dice ella bebiendose el chupito de un solo trago
- No es morbo -le respondo- es erótico
- ¿Así que esa es tu fantasía erótica? -me pregunta Lidia poniendo una voz muy sensual que hace que mi polla de pronto se tense al escucharla
- No -le respondo alzando mi copa para beber también. Mónica y Lidia me miran esperando que siga hablando- ¿qué?
- Que la cuentes Marcos -dice mi hermana riéndose- tus sucias fantasías
- Sois unas cotillas -les contesto haciéndome el interesante. Además, en mi último sueño salía la rubia y no es cuestión de contarlo
- Pues la mía es follar en el Bernabeú -dice Mónica bebiendo un sorbito de su bebida
- ¿Otra vez? -le pregunta Marci haciendo que Lidia y yo los miremos bastante sorprendidos
- Esta vez en el cesped amor -le contesta mi hermana - los baños privados de tu palco no cuenta
- Pues bien que lo disfrutaste. Que te pusiste perraca -Lidia suelta una carcajada con las palabras de Marco y yo miro a mi hermana y mi cuñado rodando mis ojos- pues a mi me gustaría follarte a cuatro patas en la orilla de la playa...
- ¡Joder Marco! -le dice Lidia alzando sus manos
- ¿Y tú qué Lady bug? A ver si lo adivino, ¿hacerlo en directo?
- Pues no, listo -dice ella riéndose- hacerlo encima del capó de un coche y con alguien que no sea David...
Mónica suelta una carcajada y mi hermana me mira fijamente a los ojos riéndose. Yo me pongo como un tomate y procuro no mirar a Lidia porque me lo va a notar. Joder. Joder y joder.
- Te toca hermano -me dice Mónica. Me relamo los labios mientras siento 3 pares de ojos mirándome
- Hacerlo en un probador - les contesto
- Uy como mola - me dice Lidia dando palmitas. Se le están subiendo los chupitos porque se le están poniendo las mejillas coloradas
- Nosotros ya lo hemos hecho - contesta mi hermana con una sonrisa traviesa
- ¿Y porque no me extraña? - le contesto rodando mis ojos
- Hermano, que tú no folles mucho no quiere decir que los demás no lo hagamos
- Ya lo hacéis vosotros dos por todos los de esta mesa - les digo levantando mi vaso. Lidia choca el suyo conmigo y nos lo bebemos de un trago
- ¿Alguien quiere tequila? - dice Marco levantándose. Lidia levanta su mano muy risueña- pues ven y me ayudas Ladybug
Lidia se levanta no sin antes susurrarme en el oído que no me beba su chupito. Su aliento me produce un cosquilleo en el cuerpo y hace que me sonroje. Salen los dos del comedor y yo me paso las manos por la cara.
- He cambiado de opinión - me dice mi hermana mirándome muy seria
- ¿De qué?
- Lidia y tú
- No hay un Lidia y yo
- Pues debería. Tendríais que ser amantes... - trago saliva solo de pensarlo. De imaginarmela en mi cama dormida después de haberle hecho el amor toda la noche
- Estás borracha hermana
- No lo estoy. Os gustáis, los dos. Y está claro que ella necesita a alguien como tú... ¡que coño! te necesita a ti...
- Mónica
- Necesita que la hagas feliz y que se de cuenta que merece que la traten como si fuera la persona más especial del mundo
- ¿Y porque tengo que ser yo esa persona, según tú? -le pregunto a mi hermana con algo de incredulidad en mi voz
- Por que ya la miras como si fuera así -vale. Mi hermana me conoce mejor que nadie, y si, tiene razón
Voy a contestarle cuando las risas de Marco y Lidia volviendo de la cocina hacen que me callen. Traen una botella de tequila, sal y limón. Se vuelven a sentar en la mesa y mi hermana agarra la botella para servir un único vaso de bebida.
- Juguemos a Reto y Beber -dice Mónica llenando el vaso. Lo pone en el centro de la mesa y yo la miro alzando mis cejas
- No estamos en el instituto Monicaca -le digo torciendo mis labios
- Pues no juegues si no quieres -me contesta Lidia sacándome la lengua- pero vaya, te estamos dando la oportunidad de vernos a tu hermana y a mi dándonos el lote
Mónica y ella chocan sus manos para reírse. Marco las mira riéndose también y alza sus hombros en señal de derrota.
- Esta bien, juguemos -les digo haciendo que Lidia de palmitas
- Pues empiezo yo -dice Mónica - Lidia, si quieres el chupito, tienes que quitarte el sujetador y se lo das a Marcos
Abro mis ojos muy sorprendido deseando matar a mi hermana. La fulmino con la mirada y ella se echa a reír.
- Buah. Eres muy mala Moni Moni
Lidia se mete sus manos debajo de su camiseta y se las lleva a su espalda. Yo esto no me lo pierdo. Así que sigo todos y cada uno de sus movimientos mientras la veo desabrochárselo y sacarse un tirante por una de sus mangas, y el otro por la otra. Se mete la mano por delante y se saca el sujetador. Trago saliva porque es negro y transparente. Y de imaginármelo solo con el, pues que me estoy excitando otra vez.
- Aquí tienes
Lidia me lo tiende mordiendo su labio con timidez. Al cogerlo, nuestros dedos se rozan y siento una pequeña descarga eléctrica. La prenda aún está caliente después de haber estado en contacto con su cuerpo. Y yo me estoy poniendo malo de pensar que sus tetas han estado aquí.
Lidia coje una rodaja de limón y la muerde. Después se toma el vaso de tequila de golpe y se echa sal en su mano para después lamerla con su lengua. Vale. Esto también me está excitando porque pienso en su lengua en ciertas partes de mi cuerpo. No puedo evitar bajar mis ojos hasta su camiseta, porque ahora que se ha quitado el sujetador, se le marcan los pezones a través de la tela.
- Marcos - me dice Lidia llamando mi atención. Alzó mis ojos y la miro- ¿me estas mirando las tetas?
- Pues si - le contesto sonrojandome otra vez- para que te voy a mentir
- Eres un diablillo Llorente - me dice ella riéndose. Me río también porque por lo menos no se ha molestado
- Aún no lo sabes, Ladybug -Lidia se sonroja y yo le guiño un ojo. Está muy guapa cuando se le ponen las mejillas coloradas.
- Me toca -dice ella mirando a Marco- Quiero que te quites la camiseta
- Vale -responde él llevando sus manos al borde de la prenda para empezar a quitársela
- Espera tigre -le dice ella riéndose. Busca en el móvil una canción y suena la de "Nueve semanas y media"- te la quitas moviéndote un poquito y despacito, que queremos disfrutar de las vistas
Mónica y ella se ríen mientras Marco se pone en pie y empieza a moverse al ritmo de la música sin ningún pudor escuchando como las dos chicas le jalean. Se quita la camiseta con lentitud y se la da a mi hermana después de acercarse a ella. Le coge una de sus manos y se la lleva al pecho para que se lo acaricie bajando cada vez más su mano por su estómago.
- Vale ya -dice Lidia- que os estáis emocionando demasiado
Marco se sienta y vuelve a ponerse la camiseta. Hace el ritual del tequila y bebe él también.
- Marcos -me dice mi cuñado- quiero que te bebas el tequila y que le des a probarlo a Lidia de tu boca
Abro mis ojos sorprendido y él me mira riéndose. Mi hermana se ríe también. Estos dos se han puesto de acuerdo para amargarme la vida y que hoy no pueda dormir por culpa de la rubia. La miro y la veo que se ha puesto como un tomate.
- Lidia -le digo medio disculpándome
- Reto y Beber Marcos -me dice ella mordiéndose los labios. Pues adelante Llorente.
Así que muerdo el limón, y cojo el vaso de chupito, el cual me bebo de golpe. Me acerco a ella muy despacio. Pongo mi mano en su cuello y la atraigo hacia mi. Mis labios se posan en los de ella con suavidad y la insto a abrir la boca. Ella lo hace y hago que el liquido pase a través de mis labios hacia los de ella. Sus labios son muy suaves y frescos. Y entonces me atrevo a hacer una cosa un tanto atrevida motivado por tanto alcohol ingerido. La punta de mi lengua toca la de ella. Si me da una hostia, me la merezco. Pero no. Su lengua roza también la mía. Son unos segundos pero me saben a gloria. Me separo con desgana de sus labios y nos miramos los dos. Lidia me mira y se ríe, haciendo que me ría yo también.
- Eres un niño muy travieso Marquitos -me dice Lidia medio regañándome. Yo la miro y alzo mis ojos
- ¿De qué os reís? -nos pregunta mi hermana
- Cosas nuestras -le contesta Lidia empezando a sonrojarse- te toca Marcos con tu hermana
- Estoy pensando -les digo todavía con el sabor de la lengua de Lidia en mi boca- dime cual es la mayor locura sexual que has hecho
Mónica me mira riéndose. Se pone a pensar y mira a Marco, el cual se pone colorado y hace como que mira para otro lado.
- Marco y yo fuimos una vez a un bar de ambiente gay. Yo iba disfrazada de hombre y lo hicimos en el cuarto oscuro. Fue muy excitante
Miro a mi hermana muy sorprendido. Lidia la mira también con la boca muy abierta.
- ¡Como te va la marcha amiga! -le dice Lidia riéndose
- ¡Que quieres que te diga! A mi me encanta follarme a mi novio, donde sea y cuando sea. ¿O no me digas que a ti no te gustaría hacerlo en sitios inesperados? -le pregunta ella bebiéndose otro vaso
- Me encantaría hacerlo en la piscina de tu casa -le confiesa ella
- No quiero a tu novio en la piscina de mi casa -gruñe Marco mirándola mal- que luego tendré que vaciarla y llenarla otra vez
- ¿Quién ha dicho que tenga que ser con él? -le responde Lidia bebiéndose otro chupito mientras lo mira riéndose
- Ay amiga. Que te veo en el lado oscuro -le contesta Mónica. Yo las miro a ambas bastante sorprendido con las cosas que dicen
El resto de la noche es así. De confesiones y risas. Estoy pasando un buen rato y tengo que admitir que Lidia es muy divertida, más de lo que esperaba. Además no le da vergüenza reírse de si misma. Son casi las 4 de la mañana y mi hermana empieza a bostezar.
- Yo me voy a acostar chicos -dice ella- Lidia, ¿te quedas a dormir?
- ¿Puedo? -le dice ella muy risueña
- Pues claro que si tonta
- ¿Me puedo quedar yo también? -le pregunto- no tengo ganas de irme a mi casa, y menos andando
- Si quieres -contesta mi hermana levantándose de la silla- pero el desayuno lo hacéis vosotros mañana
- Pues que lo haga Marcos, que conmigo os morís de hambre - dice Lidia sacandome la lengua.
Les ayudo a recoger las cosas y en medio minuto subimos todos arriba para acostarnos. Marco y mi hermana son los primeros en desaparecer por la habitación.
- ¡Os recuerdo que teneis invitados a dormir! -les grita Lidia ganándose que mi hermana le enseñe su dedo anular. Se meten en su habitación y ella se da la vuelta mirándome- buenas noches Marcos
Me recuesto en el marco de la puerta y la me permito mirarla durante unos buenos segundos. Tiene las mejillas encendidas, los ojos brillantes y una sonrisa muy risueña. Cualquiera podría enamorarse de ella simplemente si lo mira como me mira a mi ahora.
- ¿En qué estás pensando Marcos?
Me quedo mirándola y me mojo el labio superior. Si, sé que tiene novio. Lo sé. Pero, me importa una puta mierda.
- En que quiero tu lengua en mi boca
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro