47. La oferta
⚽ Al día siguiente ⚽
Vestuario del Atlético de Madrid
Estoy procurando calmarme todo lo que puedo. Pero me es imposible cuando veo a David reirse y hacer sus bromas de mal gusto que casi nadie aguanta. Le tengo unas ganas que no puedo, pero me aguanto porqué sé que eso es lo que a él le gustaría.
Acabo de ducharme y estoy cambiándome de ropa. Lidia me dijo anoche que quiere vender la pulsera que le dió Manuel y donar el dinero a obras de caridad. Así que esta tarde iremos a una joyería del centro para que se la tasen y venderla. Dice que le da igual cuanto le den, que lo quiere es quitársela de en medio. Algo a lo que estoy totalmente de acuerdo.
Me pongo mi camiseta y me siento en el banco para ponerme las zapatillas. Siento una presencia que se sienta a mi lado, y al alzar mi cabeza, David está junto a mi mirándome con su irónica sonrisa. Mis dedos aprietan con fuerza los cordones de las zapatillas y respiro con fuerza siguiendo con lo mío intentando no prestarle atención.
- Bueno Marcos, no te he dado la enhorabuena
- Olvídame, ¿quieres? paso de lo que me digas -le contesto terminando de anudarme las zapatillas
- No te pongas así hombre. En serio, que te doy la enhorabuena, por lo tuyo con Prim. No te vas a aburrir en la cama, te lo digo yo...aunque seguro que eso, ya lo sabes...
Me giro para mirar a David mordiéndome los labios y apretando mis puños con fuerza. Sé lo que quiere, quiere provocarme. Me levanto del banco y cojo mis cosas ignorándolo. Me giro para irme, pero no, no ha terminado de dar por culo el muy hijo de puta.
- ¿Qué se siente al saber que estás con mercancía usada? Y muy usada, por cierto. Que mi ex se dejaba hacer de todo...
Me doy la vuelta y cojo a David del cuello. La rabia me consume, pero mucho. Escucho las voces de Saul y de Koke por detrás pero no pienso soltarlo hasta decirle lo que pienso.
- Eres un hijo de puta. Un cabrón. Casi la destrozas, casi. Porque no lo has logrado. Me tiene a mi y la voy a defender de ti hasta que me muera... - lo suelto asqueado hasta de tocarlo, pero me pongo delante de él para que vea que si quiero le doy una hostia que lo vuelco
- Muy romántico Marcos, mucho...pero Prim no deja de ser...
- ¡Se acabó! Te prohíbo que hables de ella, ¿te queda claro? -le gritó sin poder contenerme, ya no
- ¿O qué? -me contesta él provocándome. Lo cojo ahora de la camiseta tirando de ella con fuerza
- O yo mismo te pego la hostia que estas pidiendo a gritos David -la voz de Koke detrás de mi hace que él mire al primer capitán del Atlético bastante sorprendido- ya está bien de hablar mal de la pareja de un compañero. Asume de una vez que es la novia de Marcos y déjalos vivir, que bastante por culo has dado ya
Suelto a David de la camiseta. Y cojo aire para respirar. Me doy la vuelta para irme cuando él, vuelve a hablar.
- ¿Yo? Si yo no he hecho nada. No sé de lo que habláis -dice David haciéndose el ofendido
- Claro que no, tú nunca haces nada -le respondo mirándolo con todo el odio que puedo- tú nunca has tratado mal a Lidia, ni la has obligado a estar contigo bajo amenazas, ni la convenciste para que abortara callándote que lo habían recomendado los médicos porque el bebé estaba enfermo y así hacerla sentir culpable y como una mierda para poder manejarla a tu antojo. ¿No?
La cara de David es un poema cuando me mira. Todos los que están en el vestuario se quedan callados mirándonos a los dos.
- La última vez que hablas así de mi novia, ¿te queda claro?
Le doy un último vistazo a David y salgo del vestuario con el corazón latiendome a mil por hora. Creo que ya le he dejado claro a este gilipollas que a mi novia no se la toca, o la próxima vez no pienso contenerme y darle las dos buenas hostias que se merece.
⚽ Más tarde ⚽
Llego a casa todavía bastante alterado. Dejo el coche en el sótano y subo las escaleras de dos en dos. Abro la puerta y Lidia sale de la cocina mirándome muy sonriente.
- Iba a ponerme a preparar la comida. ¿Te apetece..?
No la dejó ni terminar la frase cuando la agarro de la cintura y la atraigo a mi para besarla. Lidia responde a mi beso llevando sus manos a mi cuello mientras enreda sus dedos en mi pelo. La alzó de las caderas para que ponga sus piernas en mi cintura y sin apartar mi boca de la suya atravieso el pasillo llevándola hacia el dormitorio.
Abro la puerta de una patada y entramos dentro. Dejo a Lidia en la cama y me bajo los pantalones con rapidez quitándome la ropa interior y las zapatillas de camino. Lidia me mira apoyando sus codos en el colchón mojándose los labios de una manera muy sensual. Me acerco a ella y le subo el vestido hasta la cintura bajando sus bragas hasta quitárselas del todo. Me pongo entre sus piernas y bajo mi mano para tocarla. Mis dedos la rozan un poco para provocarla . Lidia deja escapar un gemido mientras mis dedos la acarician empapándose con su humedad. Me demoro unos segundos y mis dedos la abandonan para colocarme entre sus piernas e ir entrando en ella con suavidad.
- Te necesito - le digo acariciando su mejilla
- Estoy aquí. No me voy a ir a ningún lado
- Cierra las piernas
Abro mis piernas y atrapo las suyas entre las mías mientras voy entrando y saliendo de ella. De esta manera la rozo aún más y sé que ella siente lo mismo. Lidia empieza a jadear agarrada a mis hombros, besando la curva de mi cuello haciéndome sentir que yo no soy de nadie nada más que de ella. Nos besamos ansiosos. Nuestras húmedas lenguas lamen nuestras bocas. La fricción de nuestros cuerpos es totalmente increíble y cada vez que vuelvo a su interior siento que estoy rozando el cielo.
La miro perdido en sus ojos caramelo, en su sonrisa que me calienta el alma y en sus manos que son la calma de mi tormenta. Lidia sonríe, me aprieta más la polla y yo siento que ya no puedo más. Ella lo hace, se corre gimiendo mi nombre en mi oído y diciéndome que me quiere. La dejo que termine y me vengo yo también mientras la miro. Me muerdo los labios sintiendo como me derramo dentro de ella y como ya he bajado del cielo que es su cuerpo. La beso, no, me la como a besos y ella se ríe.
Un rato después estamos los dos mirándonos de lado. Mi mano está en su barriga. Tocarla, saber que mi bebé está ahí, es lo que me da la calma que necesito.
- ¿Me vas a contar que te pasa?
- No me pasa nada -le respondo para no tener que contárselo
- Llorente que nos conocemos
Ella me regaña y se lo cuento todo. No me gusta tener secretos con ella. Nunca los tendré. Lidia me mira con el semblante serio y mordiéndose los labios furiosa.
- Ese cabrón se cree que yo he sido su puta. Y lo peor es que te quiere hacer creer a ti que lo he sido - Lidia se incorpora de la cama con las mejillas encendidas
- A mi no me va a hacer creer nada porque yo te conozco amor
- Marcos, yo... yo no me dejaba hacer de todo con él como dice... había cosas y muchas que yo no estaba dispuesta a hacer... y la mayoría de las veces fingía para que terminara pronto...
- No tienes que darme explicaciones Lidia - acaricio su mejilla con mucha delicadeza para intentar tranquilizarla
- Si te las doy porque me duele que te diga esas cosas, y... que no quiero que dudes de mi
- Preciosa. Tú me has demostrado tanto en tan poco tiempo que jamás, ¿me oyes? jamás dudaré de ti. Que se te meta en esa cabecita tuya que tú, Lidia Ríos eres el amor de mi vida... ya lo dijiste en nuestra canción
- Te amo Marcos
Beso a mi niña y la abrazó muy fuerte sintiendo los fuertes latidos de su corazón. Ese corazón que me pertenece, porque el mio hace tiempo que se lo entregué a ella.
- Y ahora vamos. Que tengo dos niñas que alimentar...
- Dios, como de verdad sea una niña, cualquiera te aguanta Llorente
- Tranquila, que el segundo será un niño
⚽ Por la tarde ⚽
Lidia se quedó frita después de comer. Dice que el embarazo le da mucho sueño y yo me río de ella porque embarazada o no, es una dormilona. Yo me dormí una media hora con ella y después me vine al comedor a jugar un rato al Battlefield. Hablar con ella de todo lo que ha pasado esta mañana me ha dejado más tranquilo.
Lo que sale por la boca de David no me lo creo. Está rabioso porque ella y yo estamos juntos. Y sinceramente, me alegra que esté rabioso. Quiero que vea que ella está feliz a mi lado y que con nosotros no va a poder. Ya no pienso callarme más con respecto a Lidia. La voy a defender a muerte, sobre todo de él.
Me ha cambiado la vida desde que vivimos juntos. Para empezar, porque no tenemos que escondernos más. Es bastante agradable poder salir a la calle cogidos de la mano y sin importarnos que nos vean. Ahora estamos viviendo todas esas cosas que siempre hemos deseado vivir como pareja. Y luego, bueno esto si que me ha cambiado la vida. Voy a ser padre. Padre. Y con ella. Ni en mis mejores sueños podría imaginar que Lidia y yo fuéramos a tener un hijo. Y estoy tan feliz que no se me borra la sonrisa de la cara.
Cada día tengo más claro que ella es lo mejor que me ha pasado en la vida. Y a pesar de lo mucho que hemos sufrido ambos para llegar hasta donde estamos ahora, no me arrepiento ni un sólo segundo de estar con ella.
La puerta del comedor se abre y Lidia entra bostezando. Sonrío como un bobo mirándola.
- Creo que he dormido demasiado - me dice restregándose los ojos
- Para ti nunca es demasiado. Te voy a cambiar el nombre por marmota
- ¡Mira que eres tonto Llorente!
- Ya, pero este tonto está loco por ti, ¿sabes?
Lidia me sonríe y me saca la lengua. La puerta de la calle se abre y una Ariadna exultante de alegría entra por ella.
- ¡He sacado un sobresaliente en las prácticas! -nos dice gritando emocionada.
Lleva un par de semanas viviendo con nosotros y puedo decir que estoy muy contento de que lo haga. La otra noche cuando se fue a acostarse me dio un gran abrazo dándome las gracias por hacerla sentir que tiene una familia, que entre mi hermana y yo le hemos dado la vida. Adoro a esta niña. También ha sufrido mucho como su hermana y se merece ser feliz. Lidia abraza a su hermana y se la come a besos. Me levanto yo también para abrazarla.
- Me alegro mucho Ari, te lo mereces -le digo dándole un beso en su cabecita loca
- Ya solamente los exámenes, y si no pasa nada, seré fisioterapeuta a finales de junio
Mi móvil suena en ese momento y voy hacia la mesa para cogerlo y ver quien es. Es Diego, mi representante. Descuelgo al instante y lo saludo bastante alegre.
- Marcos, ¿tienes un rato para hablar tranquilamente? -me pregunta Diego algo serio
- Si, claro. Dame un minuto -tapo el altavoz saliendo del comedor no sin antes indicarles a las chicas que me voy fuera a hablar. Camino saliendo hacia el jardín y me siento en una de las tumbonas de fuera- ya puedo hablar Diego. Dime
- El Real Madrid acaba de llamarme Marcos, y bueno...no sé si van a ser buenas noticias para ti...
⚽ Media hora después ⚽
Salgo del jardín todavía procesando la conversación que acabo de tener con Diego. Estoy alterado, y mucho. Escucho voces y risas en la cocina y entro dentro. Lidia y Ari están haciendo la merienda y no dejan de abrazarse y de reírse. Lidia se da la vuelta y cuando me ve tan serio deja de reírse.
- ¿Qué pasa Marcos? ¿Porqué estás tan serio?
- Era mi representante, Diego. Quería hablarme sobre los planes que tiene el Madrid conmigo para la próxima temporada... -me siento en la silla de la cocina y Lidia viene a sentarse a mi lado
- Bueno, yo os dejo que habléis entonces -Ari coge su café para salir de la cocina y dejarnos solos
- No Ari, quédate cariño. Si no pasa nada que te enteres
Ari se sienta en la otra silla y las dos me miran expectantes.
- El Real Madrid no cuenta conmigo para la próxima temporada -decirlo en voz alta es todavía peor de lo que pensaba
- Oh, Marcos. Lo siento mucho cariño -Lidia agarra una de mis manos y me la aprieta con fuerza. Ari me mira y me da un suave golpe en el hombro con cara tristona también
- Quieren venderme porque necesitan el dinero, y es que encima el Atlético no quiere gastarse tanto dinero en mi...
- ¿Cuánto pide el Madrid por ti? -me pregunta Ari
- 70 millones de euros...
- ¡Vaya! Desde luego cuñado que vales cada uno de esos malditos millones... pero que vaya, estoy segura que en cuanto se enteren de que el Madrid quiere venderte te van a llover las ofertas como churros ...
- Bueno, ya tengo varias sobre la mesa. Y según Diego, el Madrid me da la opción de que eliga yo donde quiero ir de las ofertas que le hagan...
- ¿Y de qué equipos serían? -Lidia me mira con mucha dulzura y yo es que me derrito por esta mujer
- Pues casi todas de fuera de España Lidia. En la liga española hay muy pocos equipos dispuestos a pagar mi traspaso... aunque hay una oferta muy atractiva... y por eso quería hablarlo con vosotras...
- Marcos -me dice Lidia poniendo una de sus manos en mi mejilla- donde tú quieras irte, yo me voy a ir detrás. Eso ya lo sabes. Así que tienes que decidir tú mi amor donde quieres jugar. A mi me va a dar igual donde ir
- Muchas gracias cariño. Pues resulta que tengo una oferta de un club que me pagaría algo más de lo que gano ahora y 5 años de contrato, y me asegura que voy a jugar porque uno de sus centrocampistas se va a otro equipo... -miro a Ari mientras hablo porque quiero ver su reacción- es el Bayern de Munich, Ari
Ari deja escapar un jadeo y me mira con los ojos muy abiertos. Miro a Lidia y la veo también sorprendida. Mi cuñada me coge la otra mano para hablarme.
- Pues no te lo pienses Marcos, te lo digo de verdad. El Bayern es increíble, como club y como equipo. Y no sé quien es el que se va, pero seguro que tú vas a ser titular...
- Se va Kimmich Ari, se va al Borussia -le digo viendo como ella se sorprende todavía más- su suegro ha dejado la directiva del Bayern y la temporada que viene se va al Borussia, y ya sabes que donde va el suegro, va él...
- Pues mira, mejor. Así si te vas al Bayern no tengo que verle la cara a ese gilipollas...Y encima el otro inútil se va al Barcelona también. Marcos yo no sé de quien serán las otras ofertas, pero te aseguro que si te vas al Bayern no te vas a arrepentir
Les cuento a las dos el resto de ofertas que tengo. Hablamos de los pros y de los contras. Tengo que decirle a Diego mi decisión en unos días porque el Madrid quiere tenerlo todo atado antes de que finalice la temporada. Y si soy sincero, yo también quiero saber donde jugaré la temporada que viene para ir planificando mi futuro.
- ¿Y bien? ¿Qué pensáis de todas las ofertas? ¿Cuál os parece mejor?
Las dos hermanas se miran entre ellas y luego me miran a mi.
- Ay Marcos -me dice Lidia besándome en los labios- que hay que ir estudiando alemán
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