Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

43. Sin Miedo

No puedo estar cerca de Marcos. No soy capaz de estar en la misma habitación que él ni medio minuto. No puedo olvidar todas y cada una de sus palabras. Las tengo clavadas en mi corazón y cuando lo veo resuenan en mi cabeza una y otra vez.

El dolor no ha pasado. Es menos pero aún duele. Aún me despierto por la noche con el corazón desbocado pensando en él, en por qué me ha hecho lo que me ha hecho. Mónica no para de repetirme que tenemos que hablar y solucionar las cosas, pero, sinceramente, estoy harta de luchar por quien no me quiere. Porque yo sí que lo quiero, claro que lo quiero. Le he entregado mi alma y mi corazón a Marcos. Me he enamorado cada día de él y he sentido que éramos uno. Por eso no puedo ni mirarlo a la cara del dolor tan grande que siento.

He pensado que voy a irme. Necesito estar sola, y pensar. Alejarme de todo y aprender a estar sola, a ser yo la dueña de mi vida y no volver a dejar que nadie vuelva a hacerme daño. Creo que ya ha llegado la hora de dejar de sufrir. Me merezco un poquito de felicidad yo también. Aunque mi felicidad tenía los ojos azules y era el dueño de mis miradas y de mis besos.

Un golpe en la puerta me saca de mis pensamientos. Esta se abre poco a poco y Marcos aparece por ella. No puedo evitar que el corazón me de un vuelco y ponerme nerviosa. Y si, tengo ganas de llorar solo de verlo.

- ¿Puedo entrar? - me pregunta con timidez apretando sus labios

- No lo sé - le respondo tragando saliva.

Marcos suspira y cierra la puerta entrando en la habitación. Me muerdo los labios e intento tranquilizarme, algo fue difícil cuando él se sienta en la cama a una distancia prudencial de mi. Lo miro a los ojos y veo que su mirada está triste y apenada

- ¿Como estás? - me pregunta casi en un susurro. Suspiro fuertemente sin saber muy bien que decirle

- Estoy

Nos quedamos los dos en silencio mirándonos a los ojos. Pasa un rato en los que ninguno abre la boca. Miro hacia el techo desviando mi mirada. Tantas cosas que quiero preguntarle. Tanto dolor que siento. Ahora mismo mi cabeza es un lío y mi corazón, dios, mi corazón me ruega que lo bese.

- ¿Sabes que lo único que quiero hacer ahora mismo es besarte para borrar todas las lágrimas que has derramado por mi culpa? - Trago saliva mirando a Marcos y dejo escapar un jadeo- pero me odio tanto a mi mismo que no quiero ni tocarte de lo cabrón que he sido contigo

Aprieto los labios y siento como una lagrima se escapa por mi mejilla

- ¡Dios Lidia! No puedo verte llorar, se me parte el alma

- ¿Porque? ¿Porque lo hiciste Marcos? Me has destrozado el corazón

- Lo siento, lo siento mucho, de verdad. He sido un hijo de puta contigo. No tengo perdón Lidia. Si supieras lo mucho que me odio, el asco que me doy

- No has contestado a mi pregunta - necesito que mi voz suene calmada. Necesito no echarme a llorar

- David me obligó a dejarte Lidia

- ¿David? ¿De qué estas hablando?

Marcos me mira y me cuenta todo lo que pasó con el cabron de mi ex, todo. Como le chantajeo con las fotos y como le pidió ser testigo de como yo sufría. Le juró que llevaría las fotos a las revistas como no lo hiciera. Y como la única forma que tenía de que me alejará de él fue tratándome así y que Marta, la odiosa de su ex, lo acompañara a la fiesta para darle más credibilidad.

Me levanto y me acerco a la ventana temblando de frío. Marcos sacrificó lo nuestro porque yo no me viera expuesta y no puedo evitar pensar que yo he sacrificado mucho casi por lo mismo. ¿Que entiendo a Marcos? Claro que lo entiendo, pero esta no era la manera de afrontar las cosas.

- Guardiola le hizo una propuesta a David una noche que nos encontramos en unos premios. Estaban los dos borrachos y el ex-seleccionador le ofreció ir al Mundial a cambio de pasar una noche conmigo. Y el muy hijo de puta, accedió

- No tienes por qué contármelo Lidia, yo te creo. Sabía que tú no lo habías hecho por propia voluntad

Recuerdos de esa maldita noche invaden mi cabeza haciendo que tiemble de nuevo. Pero tengo que seguir hablando para que él entienda porque lo hice.

- Me suplicó, lloró e imploró que me acostara con él. Que solo sería una noche y que en mis manos estaba que él pudiera cumplir el sueño de su vida. Y yo, como una idiota enamorada, accedí. Y fue la peor decisión que he tomado nunca

- Lidia

Me doy la vuelta viendo como Marcos se pone en pie, pero, le hago un gesto para que se siente. No puedo tenerlo cerca porque sé que me derrumbaré y esta vez tengo que ser fuerte.

- Esto no lo sabe nadie. Solo Jaki. Y a él se lo conté para que me ayudara a romper con David. Nunca lo he contado ni lo contaré, porque aún me siento sucia cuando pienso en esa noche. Y no soy capaz ni de mirarte a la cara de lo mal que me siento

El silencio se instala entre nosotros. Me abrazo a mi misma intentando no temblar, pero los nervios, la culpabilidad y todo lo que ha pasado, pueden más. 

- No me creerás Lidia. Estoy muy arrepentido, mucho. Las cosas que te dije fueron horribles, horribles... Yo no soy así, y lo sabes. Yo no pienso ninguna de las palabras que te dije. Sé que te he hecho mucho daño y ahora mismo me siento una mierda. No sé si podrás perdonarme alguna vez 

Me doy la vuelta y miro a Marcos. Tiene lágrimas en sus ojos. Me siento a su lado y durante unos segundos, ambos nos miramos de esa forma que siempre lo hemos hecho, como si solo existiéramos nosotros.

- Sé que Mónica te contó lo del aborto

- No te enfades con mi hermana, pero, tenía que contármelo. No puedo creerme que te obligara a hacer eso. ¡Que hijo de puta! ¡Como lo odio, dios! -Marcos aprieta sus puños con rabia y lo veo muy cabreado- - Lo mataría si lo tuviera delante. ¡Joder! ¡Joder! Cabrón, hijo de puta. Dios Lidia, has aguantado mucho, demasiado

- No tenía otro remedio Marcos.

- Obligarte a abortar, eso es de sucios y rastrero...

- La noche que nos conocimos... era la fecha probable de parto -le digo suspirando. Las manos me tiemblan y las lágrimas quieren salir ya- por eso me dio el ataque de ansiedad. De pensar que en esos momentos tendría a mi hijo entre mis brazos y que por mi culpa no lo tenía...

- No fue culpa tuya Lidia

- Lo podía haber evitado, y no lo hice. Como todo lo que ha venido detrás...

- Siempre supe que había algo más, siempre. Pero también es culpa mía por no haberte insistido en que me lo contaras. No te he ayudado mucho Lidia. Y ahora mismo me siento una mierda...

- Tampoco era tu problema Marcos, según tú lo nuestro fueron cuatro polvos y ya está...

Si, lo sé, no he podido evitarlo, tenía que decírselo porque sus palabras aún me hieren.
Marcos se gira y me mira muy apenado. Baja su cabeza y no dice nada. No sé ni lo que piensa de mi. Me levanto de la cama deseando salir de esta habitación y terminar ya de una vez con todo esto. Poder irme en paz y tranquila sabiendo que él sabe la verdad. Y lo hago también porque no quiero que me juzgue, no lo podría soportar

- Estoy pensando en irme. Necesito alejarme de todo esto un tiempo. Tengo mucho en lo que pensar. Y bueno, digamos que ahora tengo una buena razón para hacerlo... y de todas maneras, yo ya no quiero ni estar aquí.

Miro a Marcos y camino hacia la puerta para irme. Ya no tenemos que decirnos nada más. No quiero hablar con Marcos. Mi corazón va a estallarme de un momento a otro. Ya me da igual lo que él piense. Tengo decidido lo que voy a hacer y no pienso echarme atrás. Pongo mi mano en el pomo de la puerta para abrirla cuando sus palabras me dejan congelada.

- Te quiero -me dice Marcos haciendo que sienta escalofríos por todo el cuerpo. De verdad que mi corazón se me va a salir del pecho de lo mucho que me late ahora mismo- te escuché decírmelo en la cabaña y me moría por decírtelo yo también. Pero, he sido un cobarde Lidia, y sólo quiero que sepas que yo te quiero, mucho, muchísimo. Y te juro que si pudiera volver atrás en el tiempo, no haría lo que he hecho, no te diría las cosas que te dije...sería diferente... no volvería a hacerte daño nunca más

Cojo aire para respirar y me llevo las manos al pecho. Me giro para mirarlo y veo a Marcos con los puños apretados sin apartar la mirada de mi. Si dijera que mi cabeza es un lío y que no sé que hacer, mentiría, porque yo si sé lo que quiero. Nunca he estado tan segura en mi vida de lo que quiero como hasta ahora. Ambos hemos cometido errores, muchos. Pero una palabra de Marcos y él vuelve a cambiar mi vida y darle un nuevo rumbo a mi corazón.

- No pienso dejar que te vayas - Marcos me mira muy convencido de cada una de sus palabras

- Pues no dejes  que me vaya - le respondo con el corazón latiendo muy agitado

- Pienso luchar por ti hasta mi último aliento

- No tienes que luchar por mi, tú ya has ganado

Marcos viene hacia a mi y yo me arrojo a sus brazos para darnos ese beso que nos hemos negado durante dos semanas. Sus labios están sobre los míos besándome desesperado. Me agarro a su cuello porque él es mi salvavidas. Marcos me agarra de la cintura y me estrecha con fuerza mientras su lengua se abre paso a través de mi boca para buscar la mía y acariciarla con muchas ansías.

- Te quiero, te quiero, te quiero -Marcos me besa por la frente, la mejilla, besa mis lágrimas y yo no puedo evitar sentirme feliz

- Te quiero Marcos. Nunca he dejado de quererte

- Perdóname, por favor, perdóname. Necesito que me perdones o me muero...

- Claro que te perdono. Te amo Marcos. Eres mi vida entera. Pero hay algo más que tengo que contarte...

- ¿Qué pasa Lidia? Sea lo que sea vamos a poder con ello. Estoy contigo, estamos juntos. Ahora si. No pienso volver a dejarte nunca más, te lo juro -Marcos me mira mientras me muerdo los labios nerviosa. Me agarro de sus manos y lo miro a los ojos porque no quiero perderme su reacción cuando le cuente lo que tengo que decirte

- Antes te he dicho que tenía una buena razón para irme, bueno, ahora mismo tengo dos buenas razones para quedarme, una eres tú...

- ¿Y la otra? -Marcos me pregunta y yo trago saliva y cojo aire con fuerza

- Creo que estoy embarazada

La cara de Marcos es de sorpresa. Suelta un jadeo y me mira en silencio. Sólo se escuchan nuestras respiraciones alteradas. Siento como sus manos tiemblan y de pronto lo veo esbozar una sonrisa que se convierte en una carcajada. La cara le ha cambiado completamente. Ahora lo veo sonreír, una verdadera sonrisa de felicidad.

- ¿Estás segura? -me pregunta agarrando mis manos con más fuerza

- No me baja la regla desde que volvimos de la cabaña...y llevo unos días con vómitos y náuseas...

- Pues venga, vamos a la farmacia a comprar un test de embarazo... -Marcos tira de mis manos para salir de la habitación. Yo me agarro de su brazo para detenerlo

- Marcos...llevo uno en el bolso. Lo he comprado esta mañana...

- Pues venga, vamos a hacérnoslo -la sonrisa de Marcos es lo más bonito que he visto en estos días y hace que mi corazón sonría ahora de felicidad

- ¿Sabes que si estoy embarazada, el niño es tuyo, verdad? -se lo pregunto mientras me muerdo los labios nerviosa. Me moriría si por un momento él pensara que es de David

- Claro que sé que el niño es mío. Me dijiste que el cabrón de tu ex y tú ya no teníais relaciones, y sé que tú nunca me mentirías...

- No he estado con él desde antes de que tú y yo empezáramos a estar juntos

- Lo sé mi amor, lo sé

- ¿Mi amor?

- Mi amor, mi vida, lo eres todo Lidia, todo

Abrazo a Marcos con fuerza, dándole ese abrazo que quería darle desde que lo ví entrar por la puerta. Nos separamos y volvemos a besarnos esta vez con más tranquilidad, disfrutando del beso, de nuestros labios que vuelven a recordarse y a encontrarse para no separarse jamás.

Me separo de Marcos y voy hacia mi bolso para coger la prueba. Mientras yo voy al baño para hacer pipi en el palito, le dejo a él leyendo las instrucciones. Salgo un momento después nerviosa perdida pensando en la posibilidad de que este embarazada. Y si, deseándolo. Dejo la prueba encima de la cómoda de la habitación. Marcos me mira sentado en la cama.

- Ven aquí amor -Marcos me tiende su mano para que me siente encima de él. Cuando lo hago, me agarra de la cintura y yo pongo mis manos en su cuello- Lidia...

-Dime -le digo acariciando su pelo

- Quiero que te vengas a vivir conmigo -jadeo de la sorpresa y no puedo evitar sentirme feliz por lo que me pide- Independientemente de si estas o no embarazada, quiero, bueno...me encantaría que viviéramos juntos...

- Si -le contesto sin dudarlo y con unas ganas de llorar y está vez de alegría

- ¿Si? - me pregunta él mordiéndose los labios y con una dulzura en sus ojos

- Creo que ya hemos pasado demasiado tiempo separado y si estoy embarazada...

- Y si estás embarazada...con más razón tienes que estar a mi lado cariño

- Marcos, ¿tú quieres tener un bebe? -mi pregunta va acompañada de dudas, nerviosismo, porque ya he pasado por esto y la otra vez...

- Claro que quiero tener un bebé. Ojalá esa prueba sea positiva Lidia, te lo digo de verdad. Me vas a hacer inmensamente feliz si estás embarazada. Tener un hijo contigo es lo mejor que me podía pasar en la vida

Marcos y yo nos abrazamos. El sonido de su corazón es la melodía más bonita del mundo. Pasamos varios minutos así hasta que Marcos me incorpora. Me coge de la mano y vamos los dos juntos a ver el resultado.

- Nunca he estado tan nervioso en mi vida -me dice él a medida que se acerca.

Miramos la prueba y yo creo que el corazón me va a estallar. Dos rayitas, dos. Marcos me mira y de pronto lo veo reír y llevarse las manos a la cara emocionado. Y yo me pongo a llorar. A llorar de felicidad. Porque estoy embarazada y voy a tener un hijo de Marcos. Él de pronto me coge en brazos y empieza a darme besos por toda la cara haciéndome reír. Me baja al suelo y me coge la cara con ambas manos.

- Vamos a tener un hijo Lidia

- Vamos a tener un hijo

- ¿Sabes que hoy es el día más feliz de mi vida?

Marcos pone sus labios encima de los míos y nos besamos esta vez más hambrientos, más desesperados. Él me alza en brazos y me lleva hasta la cama. Me pone encima de ella y nos miramos los dos con un nuevo sentimiento. Marcos me desabrocha el pantalón, nos quitamos la ropa con prisa, deseando sentirnos, deseando estar juntos. Me bajo el pantalón y me quito las braguitas dejándolas a un lado. Él hace lo mismo con su ropa. Viene hacia y mi y se acomoda entre mis piernas. Yo las alzo para poder recibirlo.

- Te amo tanto que me duele Lidia -Marcos va entrando con lentitud dentro de mi haciendo que sentirlo sea una auténtica delicia. Sus manos están a ambos lados de mi cara y yo estoy perdida en esos ojos azules

- Marcos, ya pasó todo mi amor -le digo entre jadeos recibiendo sus embestidas que cada vez son más rápidas- ahora somos tú y yo contra el mundo

- Ahora tenemos una razón más para luchar por nosotros dos

Marcos acelera sus embestidas besando mi boca de una manera salvaje, algo que me hace descontrolarme y gemir cada vez más alto. Me alza el culo para penetrarme con más intensidad y yo le rodeo la cintura con mis piernas. Me acerco a su cuello y le araño la piel con mis dientes, sintiendo que voy a correrme ya gritando su nombre embriagada de amor por este hombre tan increíble que va a darme un hijo. Marcos se corre también mientras yo lucho con los últimos espasmos de mi orgasmo. Me besa los labios haciendo que me trage su gemido y que su lengua saboree la mia. Marcos alza su cabeza y me mira mientras recuperamos la respiración.

- Te amo Lidia, te amo con locura

- Yo también te amo Marcos -mis manos acarician su frente y si, ahora sonreímos los dos. Marcos sale de dentro de mi y se pone a mi lado. Una de sus manos acaricia mi vientre haciendo que sienta millones de escalofríos por todo mi cuerpo.

- Es la sensación más bonita del mundo saber que dentro de ti está nuestro bebé, el fruto de nuestro amor Lidia

- Tenía miedo de que no volvieras a mirarme así Marcos. De que... bueno, me miraras con asco...

- Jamás mi vida. Mira, me duele tanto lo que David te ha hecho. Te juro que lo mataría... pero la culpa no fue tuya. Joder, Lidia, tú has sido una mujer sometida psicólogicamente a tu pareja. Eso se llama maltrato

Me muerdo el labio intentado no llorar y dándome cuenta de que si, de que David me ha maltratado todos estos meses. Los brazos de Marcos me envuelven tranquilizándome todo lo que puede.

- Ya paso Lidia. Estoy aquí, contigo. Y no voy a dejar que él ni nadie vuelva a hacerte daño nunca más

Me abrazo a Marcos. A mi amor. Al padre de mi bebé. Con él me siento protegida y segura y creo cada una de sus palabras.

- La canción es preciosa, Lidia. No sabía que cantaras tan bien...

- Y no canto tan bien. Una noche me puse a escribir frases...al principio creí que no tendrían sentido, pero a medida que las ordené, me salió la canción... No te enfades, ¿vale? pero decidí cantarla y subirla a Youtube para que me vieras -me muerdo los labios algo nerviosa por lo que acabo de decirle

- Pues te vi, si que te vi. Nunca he dejado de verte

Marcos me besa. Sentir sus labios después de tantos días sin ellos es no querer dejar que deje de besarme, es querer perderme en ellos para siempre. Mi lengua busca la suya y nos saboreamos y acariciamos. Vuelve a tumbarme en el colchón acariciando mis labios con la punta de sus dedos sin dejar de mirarme ni un solo momento. Esta vez nos amamos más despacio, sin prisas. Mirándonos a los ojos cuando ya somos uno, cuando estamos tan unidos que sabemos que ahora no nos va a separar nadie. Arqueo mi cuerpo recibiéndolo, lo abrazo con fuerza y volvemos a corrernos los dos juntos. Nos reímos cuando lo hacemos y nos besamos enloquecidos por todo lo que sentimos.

Nos vestimos entre besos y caricias buscadas, entre risas. Marcos tiene que irse a la Ciudad Deportiva . Él me agarra de la cintura y entramos los dos riéndonos en el comedor. Marco, Mónica y mi hermana, nos miran también sorprendidos y hasta algo aliviados.

- Dame mis 5O euros Asensio -le dice Mónica a Marco enseñándole el móvil para que le haga un Bizum

- ¿Otra vez habéis apostado? ¿Qué ha sido esta vez? -le pregunta Marcos a su hermana

- Que habría polvo de reconciliación -contesta ella

- ¿Y tú qué sabes Mónica? Ni que hubieras estado escuchando detrás de la puerta...

Mi amiga hace una mueca y baja su mirada algo avergonzada.

- ¡Mónica por dios! Eres muy cotilla hermana

- ¡Estaba preocupada por vosotros idiota!

- Pues ya puedes estar tranquila. Tú y todos

Les contamos nuestros planes y mi hermana tarda poco en venir a abrazarme sumamente feliz.

- Ari - le dice Marcos llamando su atención

- Dime Marcos

- Espero que me perdones, y que, si tú quieres, también puedes venirte a vivir con nosotros. Ahora mi casa es también la de tu hermana y allí tienes un sitio para ti que para eso vamos a ser familia

Ari jadea sorprendida y se arroja a los brazos de Marcos riéndose y hasta llorando un poco.

- Me encantaría irme con vosotros

- ¡Eh pequeña rubia! - Marco le pega una voz a mi hermana- ¡ya te vale! Nos abandonas por dos rubios oxigenados

- Yo también soy rubia Marco -Ari se va a por él y lo abraza también. Él pone sus manos en la cintura y la abraza muy fuerte.

- Te quiero -me susurra Marcos mientras me coge de la cintura. Pongo mis manos en su cuello mirándolo perdidamente enamorada de él

- Y yo a ti -Marcos y yo nos damos un dulce beso. Me separo de él y nos miramos siendo conscientes de nuestro secreto. El que por ahora es sólo de nosotros dos

- Os merecéis un gol mañana -me dice Marcos susurrando en mi oído

- Estaré allí para verlo

- Más te vale rubita. Porque a partir de mañana, es el principio de nuestra historia

*** A ver. Creo que todos tenemos claro que esto es una historia de ficción. Porque seguro que alguien estará pensando, Uy, que pronto se enamora aquí la gente, se van a vivir juntos y se quedan embarazados... Pues amigas, estas cosas pasan también en la vida real. Cuando tú vives una vida que no es la tuya, que es una mentira y que estás al lado de alguien a quien ya no quieres... el conocer a otra persona que te haga sentir de nuevo viva, es algo maravilloso.

Esa frase cuando terminas con una persona, y esa persona te dice: Nunca encontrarás a nadie como yo... bueno, pues lo que hay que responder es: esa es la idea.

Esto es una historia de amor. Y si, la escribo como yo quiero y creo. Los personajes se han enamorado muy pronto porque lo que querían era eso, amar, y en el corazón nadie, absolutamente nadie manda. Cuando llega a nuestra vida esa persona que queremos, la que ha hecho que volvamos a creer en nosotros mismos... no queremos que se vaya nunca de nuestro lado

Espero que podáis entender y respetar lo que he escrito. Y como en todas mis historias, SI, HAY UN EMBARAZO, si no, no sería yo

Muchas gracias y muchos besos para todos ***

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro