Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

25. Cancún


Cancún

- Este sitio es una pasada 

- Bueno no tiene que envidiarle a los clubs de Madrid -alzo una de mis cejas mirando a Coral, la hermana de Marco, la cual asiente dándome la razón. Me alegro mucho de que se haya venido con nosotras porque se nota que necesitaba desconectar de todo

A Cancún llegamos esta mañana. En cuanto lo hicimos, David por su lado y nosotras tres por el nuestro. Llevo sin verlo desde antes de mediodía. Me da exactamente igual lo que haga. Está muy ocupado con "sus negocios" y con Karin. Ella ha intentado venirse con nosotras pero me he deshecho de ella de una manera amistosa y bueno, también siendo un poco borde. 

Ari, Coral y yo hemos cenado en un restaurante de la Playa del Carmen, la zona más exclusiva de Cancun y ahora nos dirigimos al Grand Coral Golf and Beach Resort donde espero encontrar lo que estoy buscando. Ni a mi hermana ni a Coral les he dicho a que lo vamos allí.  Estoy nerviosa, no puedo negarlo. Estoy jugando con fuego y no sé como me va a salir. Pero, tengo que hacerlo, porque el resto de mis planes dependen en gran parte de ello. Llevo un vestido para la ocasión, para que se fijen en mi. Respiro con fuerza y entramos en el club.

Es bastante exclusivo. Todo de decoración moderna y gritando lujo por todos lados. Vamos a la parte más de la piscina que de día se convierte en discoteca y zona de copas. Un camarero nos lleva hasta una mesa y yo procuro mirar hacia todos lados con discreción buscando mi objetivo. Miro mi reloj y sé que todavía es temprano. Coral va hacia el baño después de que hayamos pedido las bebidas.

- ¿Qué tal todo cariño? -le pregunto a mi hermana

- Supongo que bien -me responde ella encogiendo sus hombros

- Hay muchos chicos monos por aquí hermana

- Me da exactamente igual, paso -me dice ella con una mirada melancólica

- Ari, ¿tú aún quieres a Joshua?

- No, yo ya no lo quiero. Pienso en todo lo que he pasado por su culpa...y la rabia me puede. Hace dos días anunció en su instagram el embarazo de Helga y si te digo la verdad, no me puse triste, me enfadé y le insulté de todas las formas que se me ocurrieron...por eso no quiero meter la pata con nadie

- Pues no lo hagas. Déjate llevar un poco hermana. Ya va siendo hora de que pienses más en ti. Tú eres absolutamente increíble y cuanto antes lo asumas, mejor

Mi hermana abre los ojos sorprendida y sonríe feliz de pensar en mis palabras. En ese momento aparece Coral y cambiamos ambas de tema. De pronto mis ojos se van hacia una de las barras de la parte de arriba. Me empieza a temblar todo el cuerpo cuando veo mi objetivo.

- Hazme un favor, ¿quieres? -le digo a mi hermana en el oído- tengo que hacer una cosa. Tardaré un rato. Así que bailad, bebed y divertíos. Pero no preguntes, ¿vale?

- Lidia -me dice mi hermana mientras me levanto de mi asiento

- Tranquila, estaré bien. Tú disfruta

Le doy un beso a mi hermana y camino en dirección a la parte de arriba. Subo los escalones con el corazón a punto de estallar.  Me dirijo hacia la barra. Mi objetivo es un hombre de unos 30 años, moreno y bastante atractivo. Le rodea un aura de misterio y de poder por los cuatro costados. Y también es peligroso. Y es el socio de David. Y no nos conocemos.

Me acerco a la barra poniendo mis codos en ella para pedir una bebida. Alzo mis caderas y por el espejo que hay enfrente veo que él me está mirando. Bueno, llamar su atención ya lo he conseguido. Estoy haciéndome la impaciente mientras viene el camarero. Le pido un mojito y me doy la vuelta mordiéndome los labios. Lo veo mirarme de arriba a abajo con una sonrisa torcida. De cerca es aún más guapo. 

El camarero pone la bebida delante de mi y cuando voy a pagar él se adelanta y con un gesto el chico se retira. Me doy la vuelta para mirarlo alzando mis ojos.

- No hacía falta -le contesto secamente

- Lo sé. En mi país damos las gracias cuando nos invitan a algo... -me mira intensamente y yo trago saliva

- En mi país cuando alguien nos invita a algo es que quieren que después acabemos en su cama -me llevo la pajita a los labios bebiendo de mi bebida. Él me mira y suelta una carcajada

- ¿Española?

- ¿Tanto se nota? -le contesto riéndome

- Me temo que si

- Gracias por la bebida

- ¿Así piensas darme las gracias? -su voz es de lo más sexy y no se anda por las ramas. Su mirada es intensa de esas que te desnudan con sólo un parpadeo

- Bueno, había pensado darte a elegir, ¿o acostarme contigo o venderte el 20% de Doble M designs?

El moreno me mira sorprendido. Ahora es él, el que está sin palabras. Me llevo la copa a los labios nerviosa. Le he dicho a lo que venía, pero no sé su respuesta. Me mira con dureza y esboza una ligera sonrisa.

- ¿Lidia Ríos? -asiento y él me tiende la mano para estrechármela- ya tenía ganas de conocer a la impresionante mujer que luce mis camisas. Ven, hablemos más tranquilamente

Me quedo mirándolo dubitativa. Pero es ahora o nunca. Este hombre es peligroso. Pertenece a una de las familias más ricas del país. ¿Cómo amasaron su fortuna? Mejor no saberlo. Me relamo los labios y cojo la mano que me tiende. Le hace un gesto a un camarero y él asiente dándonos paso a la parte de atrás de la barra donde hay un reservado lejos de miradas curiosas. Hay un par de sofás y una mesa baja. Cortinas de gasa blanca nos rodean al igual que un par de guardaespaldas. Me señala uno de los sofás y él se sienta también. Un camarero aparece con una botella de champan que abre delante nuestra. Le hace un gesto para que se vaya y él sirve las copas. Me tiende una y choca su copa con la mía.

- Es curioso. Desde que tu novio y yo nos hicimos socios, nunca había tenido la oportunidad de conocerte

- A David no le gusta mezclar los negocios con el placer...menos cuando lo acompaña alguna de sus putas... -le digo bebiendo de mi copa. Con este hombre tengo que ser sincera o no conseguiré lo que quiero

- Si, con respecto a eso, ayer conocí a...su representante...

- Su última amante

- ¿Me puedes explicar como eres capaz de compartirlo con ella? -Manuel pone ambos brazos en el respaldo del sofá y me mira analizando cada una de sus palabras- si te soy sincero me cuesta creer que se decante por...esa mujer teniéndote a ti...

- Porque no lo comparto -le digo saboreando las suaves burbujas de champan. Creo que se me está subiendo un poco a la cabeza porque me tono las mejillas sonrosadas- David y yo tenemos una relación...abierta...él no me molesta a mi, y yo dejo que haga lo que le dé la gana...

- Curioso -me dice bebiendo de su copa- ¿y porqué tendría que comprar tu parte de la empresa?

- Porque tú, estás deseando tener más poder, poder controlarlo todo. Y eso incluye a David. Sinceramente tú y yo sabemos que él de negocios, no tiene ni puta idea. Se deja "asesorar" creyéndose que es muy listo...pero sinceramente, sólo es un jugador de fútbol más jugando al monopoly...

Manuel me mira y se ríe. Creo que está relajado por la forma en que me mira.

- ¿Y tú porqué quieres venderla?

- Porque no quiero compartir nada con él...

- ¿Ni la cama? -sus ojos me miran oscurecidos. Siento como me desnuda con la mirada, y no sé como va a acabar esto ni si soy demasiado convincente

- Y menos eso

- Dime la verdad Lidia -Manuel se inclina hablándome en susurros. Yo tiemblo ante su proximidad y comprendo que sólo siendo sincera podré conseguir lo que quiero

- Hace tiempo que nuestra relación dejó de serla. No me deja que lo abandone. Simplemente soy para él alguien que le hace ganar dinero. Y sé que estaría dispuesto incluso a venderme por un buen fajo de billetes... Le encanta controlarme y no me deja vivir. Estoy muriendo en vida por su culpa - me emociono hasta las lágrimas porque estoy intentando ser fuerte y no puedo. Me rompo cuando se trata de hablar de mi situación

Manuel me mira y se echa hacia atrás en el sofá pensativo. Apuro mi copa de champan dejándolo en la mesa para quitarme las lágrimas de los ojos

- ¿Y si eligiera acostarme contigo? -su pregunta me deja descolocada, pero intento que no se me note

- Serías como él

Trago saliva. Siento que he sido demasiado sincera y que puede que haya metido la pata. O aún peor, que corra a contárselo a David y las consecuencias sean desastrosas.

- ¿Cuánto quieres por tus acciones? -dejo salir el aire que contenía cuando escucho su pregunta

- Nada. Te las regalo. Bueno, sólo quiero un par de camisas para mi hermana -Manuel me mira serio y se ríe a carcajadas- y que David no sepa nada de esto

- Señorita Ríos. Tendría que haber hecho negocios con usted mucho antes. Hablaré con mis abogados y lo tendré listo para mañana en la inauguración -Manuel se levanta dejándome muy sorprendida. Hago lo mismo. Él coge una de mis manos y se la lleva a los labios- ningún hombre debería tratar a un mujer de la manera que David lo hace contigo. No te merece Lidia. Si alguna vez tienes un problema, no dudes en acudir a mi

- Gracias. Lo tendré en cuenta

Me despido de Manuel siendo escoltada por uno de los camareros hasta las mismas escaleras. No miro atrás pero siento como mi corazón late con excesiva fuerza sin creerme aún que todo ha salido mejor de lo que pensaba. Aunque, hasta que no lo tenga todo firmado, no podré respirar tranquila.

Más tarde

Son casi las 2 de la mañana. Mi hermana y Coral se han quedado en el bar del hotel tomándose algo. Yo me he venido a la habitación. Me he quitado el vestido y estoy tumbada en la cama en ropa interior. Sigo nerviosa por lo que ha pasado. Miro mi teléfono y sé que en Sevilla son las 9 de la mañana. Tanto mojito y luego el champan me tienen despierta y alterada. Y solo puedo pensar en Marcos. Cojo mi tablet y entro en la aplicación de Skype. Tarda un poco en responder y cuando su cara aparece en la pantalla yo me muerdo los labios nerviosa .

- Hola preciosa, ¿no deberías estar acostada? - Marcos me mira a través de la pantalla sonriendo. ¿O está más guapo que la última vez que lo vi o es que yo estoy cachonda perdida? Más bien lo segundo

- Debería. Acabo de llegar de tomarnos unas copas y tenía muchas ganas de hablar contigo. ¿Y tú que haces?

- Iba a darme una ducha y bajar a desayunar -dios, una ducha, de imaginármelo desnudo debajo del agua me estoy excitando

- Lo has dicho en voz alta Lidia -me dice Marcos riéndose

- Oh, dios. Es que te echo mucho de menos. Me encantaría que estuvieras aquí Marcos

- A mi también me encantaría estar contigo -su voz es tremendamente sexy y no puedo evitar acariciar mi estómago- ¿Estas en ropa interior?

Me muerdo el labio y le sonrió a Marcos poniendo la tablet apoyada en la mesita para que me vea bien. Él está recostado en su cama y trago saliva al verlo en pantalón corto y camiseta

- Si estuvieras aquí ya te habría tumbado en la cama y estaría encima tuya besándote por todo el cuerpo - le digo relamiendome los labios

- ¡Joder Lidia! No me digas esas cosas que de imaginármelo me la estás poniendo muy dura

- ¿Cómo de dura? -me muerdo los labios

- Tan dura como a ti te gusta

Dios, es que Marcos habla y yo me muero. Mete sus manos por dentro de su pantalón y le veo sacarse el pene el cual empieza a tocarse moviendo sus manos de arriba a abajo haciendo que sienta una presión en mi vientre que me lleva a bajar mis manos y tocarme por encima de mis braguitas

- Marcos... - le digo jadeando sin dejar de mirarlo

-  Joder, como me gustaría quitarte la ropa muy despacio y acariciarte por todo el cuerpo

- Me encantaría ser yo la que te toque. Con mi lengua y con mis manos, haría que te corrieras en 5 minutos -paso una de mis manos por dentro de mis braguitas y me noto muy mojada.
Miro a Marcos mientras me toco y mis ojos se van hacia su mano que acaricia su pene de una manera hipnótica

- Ay, Lidia. Me estas matando. No te puedes imaginar como me tienes, de verte, de oírte... Me vuelves loco

- Marcos -le digo con la voz entrecortada por que me duele muchísimo ahí abajo- te deseo mucho Marcos. Muchísimo. Me tienes muy mojada, deseosa de tus dedos, de tu boca en todo mi cuerpo...

- No dejes de tocarte preciosa. Tócate para mi. Déjame ver como te corres conmigo. Lo que te haría si estuviera ahí Lidia. Te besaría por todo el cuerpo. Pondría mi boca en tu clítoris y movería mi lengua por toda tu abertura, de arriba a abajo, hasta que me mojaras aún más -no puedo evitar gemir pensando en lo que Marcos me dice. Mis dedos se mueven cada vez más deprisa. Los muevo por todo mi sexo. No puedo dejar de mirarlo, de ver como su mano se mueve cada vez más deprisa al compás de mis dedos

- ¡Marcos! -le digo jadeando. Estoy descontrolada- dios, si estuviera ahí, mi mano estaría tocándote, acariciándote hasta que no pudieras más. Primero lo haría muy lento y después rápidamente

Mis dedos se mueven rápido, en círculos. Mis pezones están duros como piedras.

- Te besaría los pezones mientras mis dedos siguen dentro de ti Lidia. Mi lengua te los mojaría enteros, te los mordería hasta que te corrieras

- ¡Como me gustaría eso! Dios Marcos, no puedo más -siento un cosquilleo por todo mi cuerpo. Sé lo que es. No puedo aguantar más- Marcos, voy a correrme

- Yo también

Es increíble como sólo su voz puede hacerme sentir así, hacer esto. Mis dedos se mueven más deprisa y puedo ver a Marcos como se acaricia él. Jadeo el nombre de Marcos mientras me corro con fuerza, imaginando que me embiste mientras lo hago. Lo miro a él hacerlo también y eso me excita aún más. Cuando termino intento recuperar la respiración para poder seguir hablando con él. Marcos me mira con una sonrisa en la cara que me derrite por completo.

- ¿Estás bien Lidia? -me pregunta con dulzura

- Estoy de maravilla, ¿y tú?

- También estoy bien. Aunque, bueno, acabo de tener sexo antes de un partido, veremos a ver esta noche como me influye -me dice riéndose


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro