Era una noche serena. El barrio estaba tranquilo, con una atmósfera de calma a pesar de los eventos que sucedían en sus alrededores. Las luces amarillas de las farolas titilaban suavemente, proyectando destellos dorados sobre las aceras silenciosas, que guardaban los secretos de las personas que habían pasado por ahí. El cielo estaba salpicado de estrellas que destellaban como diamantes en la oscura tela del multiverso.

El murmullo distante de la ciudad se desvanecía, dejando espacio para los sonidos suaves de la noche. Los grillos entonaban su melodía, creando una sinfonía natural que llenaba el aire fresco. Una brisa ligera jugaba con las hojas de los árboles, susurrando suavemente.

Dentro del apartamento más sencillo, sin nada interesante en su fachada, ustedes charlaban sobre temas que nadie más entendería.

—Amé a Chizuru, fue un sentimiento muy bonito. Creo que aún la quiero, y aunque Captain se la llevó a otro lado, sé que la volveré a ver —dijiste melancólico, tomando una cucharada de tu sopa marucha—. Eso explica por qué el departamento está vacío. Y a pesar de haber vivido aquí como experimento la primera vez, ahora sí me encomendó una misión.

—¡Woah! No me lo imaginé —dijo Mini, sorprendida—. Entonces, Chizuru anda en otro universo.

—Podría decirse que sí — dijiste desinteresado.

—Yo pensé en hacerla mi novia —Majin soltó una risa—. Aunque aún tengo a Mini y Mami, y me sirve —esto último lo dijo en español.

—Sabes que eres un loquillo, en tus sueños pasará. Es más, seguro ya te metiste en su departamento. Eso te hace un total pervertido — hablaria tambien en español.

—Nah, que esté en el cuerpo de Kazuya no me convierte en un virgen loco como él — diria Majin en español.

—Era de esperarse de ti —te burlaste pero ya en japones—, pero aun así eres chido.

—Nah, mentira. Dejando eso de lado, ¿cuándo vas a ir a ver a Ai? — preguntaria Majin.

—Cierto, tendría que regresar con ella para ver si he cambiado parte de la historia —dijiste, tomando un control de Switch—. Quizás mañana vaya.

—Confirmar si la Death Note mató al padre de Aqua y Ruby —dijo Majin, escribiendo nombres de criminales en la libreta mientras veía las noticias—. Mientras no descubran esto, no podrán atraparme.

—Aparte de eso, no creo que sea tan fácil. Terminaría matando rápidamente a mi rival — diria burlandome de L.

—Aun así, tengo acceso a los datos locales de la policía — comentaria Majin tras haber Hackeado a Soichiro.

—Oigan, ¿pasan contexto? —dijo Mini, que se quedó en silencio unos segundos—. No me la como sin pretexto.

Ambos rieron por el albur que ya le habían aplicado antes. Luego le contaron lo poco que sabían sobre los viajes entre multiversos, explicándolo de forma sencilla y digerible.

—No entendí ni mergas — diria Mini.

—En pocas palabras, me regresaron aquí para proteger a la idol Ai Hoshino. — comentaste.

—Ya veo. Suena interesante que estés involucrado en esos detalles de los mundos — dijo Mini sonriendo.

—Sí, por eso estoy aquí. En todo caso, Majin, que está en el cuerpo de Kazuya, debe evitar que los aliens del esquizofrénico de Reiji vengan a dominar aquí. Eso debería pasar en Ginza.

—¿Acaso algo importante más va a pasar ahí? —preguntó Mini, intrigada—. Parece que es el lugar donde más problemas has tenido.

—El Capi me hizo pelear ahí cuando era un novato, y usé lo más que pude.

—No olvidemos las apuestas que se hicieron ese día en Ginza — burlaria Majin.

—Aun así, los detalles de ahí ya han liberado cosas. Quizás funde una asociación de héroes—  referencia a One punch man

—Yo seré tu mano derecha — diria Majin.

—Siempre y cuando no hagas lavado de dinero — adverti.

—Demonios...

—Aunque pienso que todos los animes juniors se están uniendo aquí. Hay muchos de pelea que se relacionan con este universo — dirias tu hipotesis.

—Pienso que este universo es la combinación de todos ellos —dijo Majin—. Y que, de alguna manera, sus protagonistas vivirán sus vidas sin chocar unas con otras.

—¿Cómo así? —preguntó Mini.

—Mira, ahora mismo tengo en mis manos el arma más letal y masacre masiva conocida como la Death Note.

—Y podemos matar a quien sea con solo escribir su nombre y conocer su rostro — amenazaria a Mini.

—Así que sé mi novia o escribo tu nombre aquí —dijo Majin en español, riéndose—. Es bait, no mataría a mi waifu solo porque no sea mi novia.

—¿Qué dijiste? Saben que no hablo español — se molestaria ella.

—Meh. Detalles que no necesitas saber.

—Volviendo a lo otro, ¿crees que habrá más coincidencias?

—Nosotros estamos cambiando mucho el rumbo de muchas historias —dijiste—. En todo caso, podríamos deshacernos de ellos fácilmente con la libreta.

—Woah, ¿me regalan una hoja?

Ambos te negaron rotundamente, lo que provocó un puchero de su parte. Continuaron conversando y contando historias que sospechaban formaban parte de este universo.

En el barrio, las casas antiguas contaban historias silenciosas, y ustedes no eran la excepción. Sus fachadas, iluminadas por la suave luz de las farolas, brindaban serenidad a un posible mundo postapocalíptico. Las flores en los jardines nocturnos liberaban sus delicados aromas, añadiendo una dulce fragancia al aire.

La chica de cabello negro con puntas azules salió del departamento, ingresando al suyo tras varias horas de charla y datos compartidos. Había sido una buena conversación.

En un rincón del barrio, un banco solitario bajo un farol invitaba a la reflexión. Un joven adulto, fanático del rugby, se sentaba ahí, quizás perdido en pensamientos o simplemente disfrutando de la serenidad nocturna.

Aquel joven estaba cansado de su trabajo en una empresa explotadora, y sabía que salir de ahí sería un martirio. Sentado en aquella banca, frente al vecindario multiversal, saboreaba el confort de la noche. El barrio tranquilo se sumía en un silencio envolvente, donde el tiempo parecía detenerse, y cada momento estaba envuelto en la paz que solo la noche podía ofrecer.

Pronto llegaría el caos, tal vez provocado por un accidente relacionado con una medicina mal colocada.

—Así que te robaron tu libreta — diria una voz gruesa.

Fin del capítulo 9.