Una sombra de tristeza se cierne sobre el hospital, cubriendo a todos con una sensación de pesar. Ai está recostada en la cama de su cuarto el cual era la oficina del doctor, sosteniendo con ternura a sus pequeños gemelos, en sus brazos. La habitación está llena de silencio, solo interrumpido por el suave sonido del latido del monitor y el susurros ocasional de enfermeras que pasan enfrente de esta.

Gorou, el amable doctor que había estado a su lado durante su embarazo y el nacimiento de los gemelos, está ausente. El doloroso eco de su partida aún resuena en el aire, siguen sin saber que fue lo que sucedió, Ai mira a los gemelos con ojos llenos de lagrimas con un atisbo de tristeza. Ella sabía que Gorou había estado luchando contra algo (o , pero nunca imaginó que su partida sería tan repentina y devastadora, claro ella pensaba eso sin conocer qué el fue asesinado.

Recuerdos de conversaciones y momentos compartidos con Gorou se agolpan en su mente. La forma en que la tranquilizaba durante los momentos de incertidumbre, su sonrisa amable y su presencia reconfortante asi lo describia ella. Sabía que Gorou había sido más que un médico; había sido un amigo, un apoyo y un confidente, su primer amigo, una persona especial en su corta vida.

En silencio, la joven acuna a los gemelos mientras las lágrimas se deslizan por sus mejillas. Mirando hacia la ventana, parece buscar respuestas en el cielo, como si esperara que las estrellas le cuenten el destino de Gorou. Pero el cielo guarda sus secretos el universo lo hace, hay un ser superior que lo hace, ella solo puede aferrarse a los recuerdos que compartieron y a la promesa de cuidar y amar a sus hijos, como Gorou lo habría hecho con ella, el hombre poco a poco va a formando parte de su calidez de amor familiar, de la misma manera lo quería bastante.

Mientras la tristeza inunda la habitación, Ai encuentra consuelo en la cálida presencia de los gemelos. A medida que sostiene a Aqua y Ruby cerca de su corazón, se siente conectada con el legado de amor y cuidado que Gorou dejó atrás. Aunque su partida dejó un vacío en sus vidas, también dejó un rastro de afecto y cariño que siempre perdurará en los corazones de aquellos que lo conocieron.

— Vaya decir que el doctor murió fue algo fuerte para ella a diferencia de la versión original, que ni le tomo importancia, o fue por que no supo de eso  — comentaria al aire.

Los días pasan, y el recuerdo de Gorou sigue siendo una presencia palpable en el hospital y en la vida de Ai. Cada vez que mira a sus gemelos, siente la conexión con el hombre que estuvo a su lado durante el embarazo y el nacimiento. Aunque su ausencia duele, el amor y la dedicación que Gorou les brindó siguen vivos en la sonrisa de Aqua y en la risa contagiosa de Ruby.

El hospital también parece extrañar al amable doctor. Sus colegas, enfermeras y pacientes hablan de él con cariño, recordando sus habilidades médicas y su compasión. Las paredes parecen susurrar historias de los momentos en que Gorou marcó una diferencia en la vida de aquellos que lo rodeaban, era de los mejores doctores en su rama.

Un día, mientras Ai pasea por los pasillos del hospital con los gemelos en su carrito, se detiene ante una pequeña sala de espera. Una placa en la pared lleva el nombre de "Descanas en paz Dr. Gorou Ameyima". Ai siente un nudo en la garganta mientras observa la placa, sintiendo un profundo agradecimiento por todo lo que Gorou hizo por ella y por su familia actualmente.

— (Nunca pensé que algo así pasaría) — se dijo a si misma mientras caminaba por el hospital  con su traje para no revelar su "identidad" . En ese momento, una enfermera se acerca y sonríe a Ai. 

— Él era un hombre increíble, ¿verdad? Siempre recordaremos su dedicación y amabilidad.  — dijo esta mujer con una pizca de nostalgia —

— (¿Por que te tuviste que ir?) —asiente, luchando contra las lágrimas.— Sí, lo era. Cuidó de mí y de mis bebés como si fuéramos su familia. — comento a lo que la enfermera coloca una mano reconfortante en el hombro de Ai— ¿eh?

— Su legado perdurará en los corazones de todos los que conoció. Y ahora, tú eres parte de ese legado, cuidando y amando a estos preciosos pequeños.

Con una sonrisa agradecida, Ai continúa su paseo por el hospital, sintiendo el espíritu de Gorou a su lado en cada paso. A medida que cuida a Aqua y Ruby, encuentra consuelo en saber que, aunque Gorou ya no está físicamente presente, su influencia y su amor perduran en el mundo a través de los lazos que formó y las vidas que tocó.

Y así, con el tiempo, Ai sigue adelante, llevando consigo el recuerdo de Gorou y compartiendo su amor con los gemelos que él ayudó a traer al mundo. En cada sonrisa, en cada risa, en cada momento de alegría, el espíritu de Gorou vive, recordándole a Ai y a todos que el amor y la dedicación pueden trascender el tiempo y el espacio, dejando una huella eterna en los corazones de aquellos a quienes tocó.

Ai pasea por los pasillos del hospital con los gemelos en su carrito, claro estaba qué lleva su gorra y lentes, a esto la ves y te le unes a ella con una sonrisa cálida.

— Hola, Ai. ¿Cómo están hoy, pequeños Aqua y Ruby? — te agachas para observar a los gemelos con ternura — (Se ven culeros XD)

—  (...)— Devuelve la sonrisa — Hola Matsha. Parece que están disfrutando del paseo por el hospital. Y, bueno, como siempre, Aqua tiene una actitud seria, mientras que Ruby está más relajada.

Los dos continúan su paseo mientras comparten historias y risas, como un bálsamo para el corazón adolorido por la reciente pérdida de Gorou.

— (Hasta le hicieron una placa bañada en oro) — Miras la placa en la sala "Descanse Dr. Gorou Ameyima" — Realmente extrañamos a Gorou, ¿verdad? Era un hombre increíble. (No negare que si me cayo bien durante estos 10 meses de embarazo)

— Bueno... — Asiente con tristeza mientras Aqua los miraba con cuiriosidad— Sí, fue un verdadero amigo y apoyo para nosotros. Pero sé que siempre llevaré sus enseñanzas y amabilidad en mi corazón, y también en cada vez que miro a Aqua y Ruby, Aqua me recuerda a el

— (Que casualidad) — pensaste al oir eso — se me figura también.

Los gemelos, ajenos a la tristeza que rodea a los adultos, como y gorgotean en su carrito, llenando el aire con su inocente alegría, aunque apenas comprendian Aqua parecia darse cuenta.

— Interesante...— Te ríes suavemente mientras observas a los gemelos — Parece que Aqua y Ruby siempre saben cómo alegrarnos el día, incluso en momentos difíciles (Y se pondra mejor)— Sonríe mientras acaricia suavemente la mejilla de Ruby 

— Sí, tienes razón. Son como un recordatorio constante de la belleza y la alegría de la vida. Ella se parece mucho a mi.

— A mi me recuerda a una paciente que tuve. (Espero y Sarina capte la indirecta)

— ¿A si? — de ladeaba la cabeza — ¿Y como es?

— Como era, ella Fallecio a los 12 años de edad ya te conte, Sarina.

Esto la dejo preocupada y un tanto molesta pero quizo guardar silenció asi mismo mientras continúan su paseo, encuentran consuelo en la presencia el uno del otro y en el amor incondicional de los gemelos. A medida que comparten momentos y conversaciones, sienten la conexión que forjaron con Gorou de una manera nueva y poderosa.

— Sabes, Ai, estoy agradecido por nuestra amistad y por los momentos que compartimos juntos. Siempre estamos aquí el uno para el otro, ¿verdad?

— Uhm eso es un secreto —A pesar de decir eso ella estaba asintiendo, con los ojos brillantes en forma de estrella, los cuales lograste ver — Siempre. No importa lo que enfrentemos, sabemos que tenemos el apoyo y la amistad del otro. Y también sé que Gorou estaría feliz de ver a Aqua y Ruby crecer rodeados de tanto amor, soy una excelente mentirosa.

— (Pero pronto tendrás que volver a tu rutina de Idol, sigo sin saber que pasara después)  — analisaste.

El recuerdo de Gorou sigue vivo en cada sonrisa, en cada risa, en cada paso que dan juntos. A medida que continúan su camino, Ai y Yo saben que, incluso en medio de la tristeza, hay una profunda gratitud por el amor y la amistad que compartieron con Gorou y que ahora comparten entre ellos y con los gemelos que llenan sus vidas de luz.

— (Aun recuerdo el lio que pase esa noche)   — pensaste.

Tu recuerdo era borroso, habías logrado decapitar al acosador y acabado con el sin mucho esfuerzo al principio, pero este te cobro la factura eminentemente para caer de rodillas y tratar de recuperarte del uso de la habilidad.

Respirabas pesada ente ahí mismo para levantarte y dirigirte a lo que sería el lugar donde enterrarías al acosador, una vez que hiciste en un bulto de hojas tomaste sus ropas para cambiarlas ya que estaban menos manchadas de sangre así intentando ocultar la sangre saliste de la escena para ir a esconder el arma y cambiarte correctamente de ropa.

Una vez que lograste entrar y que nadie sospechara de tu estado cambiaste de ropa tomaste la pala y cal para ir a terminar el trabajo.

Sumado a esto llegaste a lo que sería el lugar para recoger el cadáver de ambos ahí, enterrar qué debías y llegar al hospital nuevamente.

—¡¿Que fue lo que le paso?!.

— Mientras iba de camino a la tienda el cayó inconsciente por problemas de respiración golpeándose la cabeza por eso esta manchado de sangre —mentías hasta cierto punto era cierto.

— Llévalo de inmediato al quirofano.

Varios doctores entraron al lugar de manera que te dejaron sin ningún tipo de interés a lo que te pusiste la bata para ir a atender a la idol.

Ahí estabas tu, atendiendo el parto, viendo algo avergonzado el órgano reproductor qué se encarga de sacar al primer hijo, así mismo preparado para todo los sacaste a los dos sin complicaciones. Hasta cierro punto fue incomodo pero lograste hacer el cometido.

Luego de ello, te dieron asistencia medica a ti y vieron los problemas con el doctor Gorou, con esto en mano, ya seria diferente muchos hechos en la historia original, aun así, no es como que la historia siguiera su curso normal con tu presencia en el lugar.

Una vez explicado esto fue cuando volvemos a la actualidad.

Fin del capitulo 6