— Expansión de dominio, asesinato criminal por Death Note masiva — diría Majin.

— Oye, ¿estás estúpido o que? — reclamaras viendo como logro llenar dos páginas de nombres criminales sacados de la vaga seguridad de Soichiro.

— Nah, culpamos a Ligth en todo caso eso da igual — diría Majin riéndose.

— He de admitir qué este humano me entretiene bastante — diría Ryuk pero mirandolo seriamente.

— Si, en todo caso asesinar gente masiva mente, culpando a Ligth como en la historia original — comentaría Majin riendo.

—Eso suena bueno — dirias mientras que en otro lado algo pasaba —  ¿Qué es ese sonido? — preguntarias al escuchar un motor.

La nave "Blue Falcon" aterrizó suavemente en las afueras de la ciudad, dejando tras de sí una estela de luz azulada que iluminaba el cielo nocturno. El silencio pesado que rodeaba la llegada se rompió solo por el zumbido de los motores apagándose. Captain Falcon descendió de su nave, con la mirada fija en la lejana metrópolis.

— Esto no debía suceder ellos dos son mis aliados— murmuró, apretando los puños mientras observaba el horizonte.

El viento nocturno golpeaba su rostro, pero no le importaba. Sabía que algo grande estaba a punto de desatarse, algo que requeriría más que su fuerza y habilidades. El Shinigami, Majin y tú habían comenzado un juego peligroso, y él no estaba dispuesto a quedarse al margen.

Mientras tanto, en la casa de Majin, la atmósfera seguía cargada de tensión. Ryuk, ahora parte de la conversación, observaba con una sonrisa torcida mientras tú y Majin afilaban sus estrategias. La Death Note descansaba en la mesa, su poder oscuro llenando el aire.

— ¿Así que quieres ver asesinos contra asesinos, eh? — dijo Ryuk, aún impresionado por la astucia de ambos. — Este mundo es más interesante de lo que pensé.

— Solo estamos comenzando — respondió Majin, mientras dibujaba una serie de planes en un mapa extendido sobre la mesa. — Con tu Death Note en nuestras manos, la industria del Idol caerá en cuestión de días. Pero eso es solo el principio.

— Y lo mejor de todo — añadiste con una sonrisa — es que nadie sabrá lo que está ocurriendo hasta que sea demasiado tarde.

Ryuk rió, divertido por el caos que estaba a punto de desatarse. Sin embargo, una sombra oscura cruzó su mente. Aunque no podía ver el tiempo de vida de Majin ni el tuyo, sabía que estaban jugando con fuerzas que no comprendían del todo.

— Solo asegúrense de no subestimar a aquellos que se opondrán a ustedes — advirtió Ryuk. — No todos son tan fáciles de manipular como crees — Majin lo miró con desdén, su confianza inquebrantable.

— Que lo intenten — respondió con una sonrisa siniestra. — Estamos más que preparados para lo que venga, armas de fuego, respiraciónes, la voz doblaje que me dio Falcon, puff Sento, que lo intenten.

La conversación fue interrumpida por un suave pitido que venía desde la consola de Majin. Miró la pantalla y frunció el ceño.

— El Maestro ha llegado — anunció la IA 3ds, IA que era del Captain Falcon.

— Parece que alguien ha llegado a la ciudad — dijo, abriendo una ventana holográfica que mostraba la figura de Captain Falcon descendiendo de su nave.

— Él otra vez... — susurraste, reconociendo de inmediato la silueta del piloto.

— Falcon... — murmuró Majin, con los ojos entrecerrados. — Esto podría complicarse — comento pensando que su diversión acabaria Ryuk, flotando cerca, miró la imagen de Captain Falcon con curiosidad.

— ¿Quién es ese? — preguntó, inclinado hacia la pantalla.

— Alguien que no debería estar aquí aun — respondieron ambos al unísono.

La situación se volvía más peligrosa con cada segundo. Captain Falcon no era alguien a quien pudieran ignorar, y sabían que si él había llegado a la ciudad, no sería solo para observar. Era una amenaza que debían tener en cuenta.

— Debemos movernos rápido — dijiste, volviendo tu atención al mapa. — Si Falcon está aquí, nuestros planes podrían verse comprometidos, y me obligara a hacerlo a la dificil.

Majin asintió, sin apartar la vista de la pantalla.

— Tienes razón. Tenemos que adelantarnos a él.

El viento soplaba más fuerte afuera, mientras Captain Falcon caminaba por las calles desiertas. Su determinación era palpable, y en su mente solo había una cosa clara: detener el caos que estaba a punto de desatarse.

— Majin, T/n... — susurró para sí mismo, mientras apretaba los puños. — No permitiré que continúen con esto, no asi, el guión no lo dicta asi.

La batalla estaba a punto de comenzar, y todos los jugadores se estaban preparando para lo inevitable.

La sala de la comisaría estaba llena de murmullos. Policías y detectives hablaban en susurros, compartiendo teorías y rumores sobre el misterioso nuevo colaborador que se uniría a la investigación. Un hombre conocido solo como "D" había sido asignado para trabajar junto a L, el mejor detective del mundo.

Las luces blancas de la sala de interrogatorios lanzaban un brillo gélido sobre las mesas de metal. D entró con paso firme, su figura alta y musculosa resaltaba en contraste con los nerviosos oficiales que lo observaban de reojo. Vestía un traje negro impecable, y aunque su rostro estaba parcialmente oculto tras unas gafas oscuras, la presencia que emanaba dejaba claro que no era un hombre común.

— Es un honor finalmente conocerlo, L — dijo D, con una voz que, aunque tranquila, tenía un eco de autoridad.

L estaba sentado en su característico estilo, encorvado en la silla, con la mirada perdida en la pantalla de su computadora. Al escuchar la voz de D, giró lentamente la cabeza. Sus ojos, siempre llenos de una mezcla de desinterés y brillantez, lo estudiaron por unos segundos.

— D... — murmuró L, sin levantar la mirada de la pantalla. — Así que este es el nombre que has elegido.

D sonrió ligeramente.

— Es más un alias, pero funcionará por ahora — respondeira riendo.

El silencio en la habitación era palpable. Ambos sabían que las circunstancias que los habían reunido no eran normales. La creciente amenaza de las muertes inexplicables en la industria del entretenimiento había generado una inquietud global, y las sospechas sobre un asesino oculto, quizás alguien con habilidades más allá de lo terrenal, estaban en el aire.

— He oído hablar mucho de usted, L — continuó D, tomando asiento frente a él. — Sus métodos, su mente... pero esta vez, parece que nos enfrentamos a algo más grande que simples crímenes — analizaria el hombre acercandose a L.

Sin embargo este no respondió de inmediato, pero hizo un pequeño gesto con la mano, indicando a D que continuara.

— Hay fuerzas en juego que van más allá de lo que estamos acostumbrados. No son solo personas lo que estamos enfrentando — dijo D, bajando la voz — sino también a algo o a alguien... fuera de este mundo, alguien que quizas conozca.

L levantó ligeramente una ceja, pero seguía inmóvil.

— Ya lo imaginaba — dijo L. — He visto los patrones. Las muertes son demasiado precisas. No es obra de un ser humano común... Pero, ¿tú sabes más que eso, verdad?

D sonrió. Había algo oscuro y enigmático en su sonrisa.

— Sé más de lo que cualquiera en esta sala podría imaginar, pero por ahora, quiero mantenerlo en secreto. Necesitamos enfocarnos en el próximo movimiento del enemigo, y para eso, necesitaremos trabajar juntos — comento D quien saco un extraño dispocitivo de su bolsillo mostrando un holograma del "Asesino" L finalmente apartó la vista de la pantalla y se incorporó un poco en su silla.

— Muy bien, D. Tienes mi atención. ¿Cuál es tu plan? — volteo para ver como el hombre guardaba su dispocitivo, asi D se inclinó hacia adelante, su voz reducida a un susurro.

— Existe una especie organización dentro de la industria del entretenimiento que controla todo desde las sombras aunque estan algo fuera pronto entraran. Pero ellos están siendo eliminados uno por uno, y la herramienta que están usando para hacerlo no es algo que podamos detener con métodos convencionales.

L permaneció en silencio, pero sus ojos brillaban con interés.

— Necesitamos infiltrar ese círculo, encontrar la fuente del problema. Ya sea un asesino en serie, o algo... más siniestro — D continuó. — El tiempo es esencial. Pero primero, necesito algo de ti, L. Necesito saber hasta qué punto conoces sobre los dioses de la muerte, yo se sobre un tal "Ryuk".

El nombre "Ryuk" cayó en la sala como una bomba. Los oficiales alrededor no comprendían, pero L, por primera vez en mucho tiempo, parecía genuinamente intrigado.

— Ryuk... — susurró L, recostándose en su silla, mientras entrelazaba los dedos frente a su rostro. — Ese nombre es curioso.

D asintió.

— Él está observando, pero no sabe aún de lo que somos capaces, se supone es un Shinigami con la capacidad de ver nuestros tiempos de vida sin embargo, la gente que manipula las muertes estan excentas de esto y eso lo confunde. Pero debemos movernos rápido antes de que decida tomar un interés más activo en nosotros — L se levantó, acercándose lentamente a la ventana que daba hacia la ciudad.

— Si ese tal Ryuk está involucrado, esto es más peligroso de lo que pensé. Pero confío en que, con tu ayuda, podamos descubrir quién está detrás de todo. Trabajemos juntos, D. Desde ahora, eres parte de mi equipo — comento el.

— Eso esperaba escuchar — dijo D, sonriendo mientras se levantaba también.

La alianza estaba sellada. Con D y L trabajando codo a codo, los engranajes del destino comenzaban a girar. Sin embargo, en las sombras se filtra la información cuando se esparcio el rumor muchos renunciaron nombrando al famoso Kira.

Fin del capítulo 13.