Cap. 3 Cambiando la rutina
Yael se encontraba durmiendo encima del colchón inflable, tomo la cobija, la subió hasta su cuello, se acorruco y giro de lado; por otro lado, la Lucario ya se había levantado así que empezó a revisar las cosas de Yael, se acercó a un escrito y abrió los diversos cajones e investigaba que había dentro, el ligero ruido que generaba la Pokémon perturbo al joven y este se movía un poco, la Lucario se hacerco un poco y empezó a mover a éste.
Yael, Yael, Yael despierta -susurraba para no llamar la atención de los padres de Yael-
Mhhn... 5 minutos más por favor es sábado -hablo dormido !ientras abrazaba la cobija-
Debo despertarlo, ya se -se subió a la cama y empezaba a saltar sobre ella- esto lo va a levantar -salto en dirección del colchón inflable y golpeó el estómago de Yael con el codo-
!Ahhgg! -se quejo Yael mientras el colchón empezaba a desinflarse-
Ya levántate es tarde -dijo la Lucario mientras se incaba sobre el estómago de Yael-
¿Qué? -miro al reloj sorprendido- ¡Son las 6 de la mañana! -exclamo molesto- y bajate de allí me duele -intentaba safarse de la Lucario-
Tienes que entrenar más -suspiro y se cruzaba de brazos-
Chicos... -lentamente entro al cuarto Lucy y veía la ecena- dije que sin pokefilia a caso no te resististe a la tentación 7w7 -dijo en un tono sarcástico y ligeramente pervertido-
¡Cállate que yo no soy haci y bajate luacrio! -grito algo molesto-
No aguantas nada 7-7 -reprocho la Lucario mientras se ponía de pie-
Bueno Lucario, ¿que deseas desayunar? -pregunto Lucy-
Hazme un licuado de bayas por favor -pidio la Lucario mientras se sentaba en la cama-
¿Bayas?, Lamentablemente aquí no existen las bayas como las del mundo Pokémon -aclaro lucy mientras se apoyaba en el marco de la puerta-
Comprale unos 6 sobres de esos que salen en la tele, de todas maneras es como un perro a lo que e investigado -bufo un poco mientras hiba a su escritorio-
Insensato -reclamo mientras caminaba hacia el y le daba un zape- bueno Lucario que te parece si te traigo un simple cereal, poco a poco veré que es lo que puedes comer -concluyo mientras salía del cuarto-
Espera... ¿¡Ya no tienes heridas!? -cuestiono confundido al ver a la Lucario-
Encerio no te diste cuenta -se rasco la cabeza y cruzó las piernas- los Pokémon tenemos la habilidad de curarnos con solo una noche de descanso, bueno eso también depende de qué tan mal salgas de la pelea -sonrreia mientras abrazaba la almohada-
Eres tan kawai -rapidamente tomaba su teléfono pero se detenia al momento de tocarlo- ¡¿qué estupido error cometi?! -exclamo molesto golpeándose su cabeza, se levantó de la cama y fue a su escritorio de allí saco un cautín y algunas otras piezas-
Rápidamente Yael se puso a trabajar, tomo un poco de cinta y tapó la cámara, empezó a desoldar varias piezas del teléfono, además lo conecto a su computadora y lo empezó a codificar para evitar que rastrearán sus llamadas.
¡Listo!, Ahora ya no pueden ni rastrear mi teléfono ni escuchar o ver que hablo con tigo, pero debo infiltrarme en varios sitios para borrar lo que hablamos, no quiero que te hagan algo -le dijo con una gran sonrisa mientras tecleaba su computadora-
Gracias Yael por todo lo que haces por mí, eres una gran persona te has ganado la confianza de esta guerrera -saludo orgullosa y le daba un abrazo por la espalda a Yael-
Es tan suave.... -penso el joven- ¿no es muy pronto para confiar en mí? -pregunto Yael mientras aceptaba el abrazo y tecleaba en la computadora-
Bueno, me trajiste a tu casa, me estás cuidando me ofreciste sustento y no veo que seas mal chico, si no pareces estar solo -concluyo la Pokémon mientras se sentaba en la cama- yo seré tu compañera Pokémon -ofrecio alegremente mientras veía a los ojos a Yael-
De acuerdo compañera, será emocionante tenerte aquí como compañera, por qué no me enseñas algunos golpes y llaves supongo que como eres guerrera sabes muchas cosas de esa ¿no? -miro a la Pokémon mientras se ponía de pie-
Claro que se -afirmo mientras tomaba por sorpresa la mano de Yael haciendole una llave por la espalda y poniendo su rostro contra el piso-
Vaya ahora ella te quiere violar a ti -se burló Lucy y camino dejando un plato de cereal encima del escritorio de Yael- disfrútalo -se despidió y salió del cuarto-
¡Que no soy pokefilico! -exclamo Yael molesto mientras se intentaba poner de pie-
¿Esa es mi comida? -pregunto la Pokémon extrañada-
Si ese es tu plato de cereal ¡ahgg! -se quejo por la llave y la Pokémon lo soltó para ir por el plato-
Tontas patas -miro molesta lucario la cuchara mientras intentaba tomarla-
Calma yo te ayudo -tomo la cuchara del plato mientras las ponía en la pata de la Lucario y está la ponía entre sus dedos-
¡Gracias! -sonrrio mientras empezaba a comer-
Yael siguió trabajando en la computadora el resto del día mientras Lucario y el compartían cosas de su vida diaria, que era los que más les gustaba de esta y cuáles eran sus metas e inspiraciones; por su lado Lucario quería ser una gran guerrera para proteger a su aldea además de hacerla más prospera, por su parte Yael quería ser físico y seguir investigando a cerca de la teoría del multiverso. Pasaron las horas pero el par no dejaba de hablar de cómo eran las vidas de cada uno y sus familiares.
Yo tengo un hermano y una hermana, ambos son buenas personas pero mas que a mi hermano le interesa ser un guerrero como mi padre y mi madre, mi hermana solo quiere vivir una vida normal al lado de su querido Zoroark -comentaba la Lucario mientras jugaba con la almohada-
Tú no te ves tan temible, eres tierna y adorable no creo que puedas matar ni a una mosca, o en tu caso un caterpie por lo menos -bufo un poco mientras giraba en su silla-
Gracias por el cumplido -agradecio con un ligero sonrrojo- ¿y tú tienes hermanos? -indago un poco curiosa-
Solo mi hermano mayor, viene de visita de vez en cuando ya que ser futbolista es algo extenuante, pero es un patán me trata mal cuando viene a la casa -freno y miro el techo algo triste-
Se debe sentir terrible que tú hermano no te apoye así -agacho la Pokémon sus orejas algo apenada- oyes, y Lucy que es para ti, ¿una amiga, como tu hermana o tu prometida? -le miro la Pokémon mientras abrazaba la almohada-
¡¿Prometida?! Jajajajaja -reia a carcajadas mientras golpeaba los manerales de la silla y le salian lagrimas por las carcajadas- no ni en sueños no es mi tipo, solo una vieja gran amiga y ¿tú tienes novio? -se limpio los ojos y tomo un lápiz de su escritorio-
Tengo varios pretendientes, pero ninguno me agrada son algo exagerados a la hora de querer conquistarme solo por ser la hija del jefe de la aldea -conto mientras mullia la almohada-
Es cierto que los Pokémon como tú tienen habilidades de aura, ¿puedes usar esfera aural? -pregunto con emoción-
Si, mira -la Pokémon se levantó y empezó a concentrar algo de aura azul en toda su pata mientras que Yael quedaba atónito y lucario de deshacia de la esfera-
A lo que comprendo todos tenemos aura ¿No? -señalo a la Pokémon con el lápiz mientras tomaba una pequeña libreta y la abría-
Si, todos tenemos aura solo que no todos logran manipular el aura como nosotros -explico mientras veía sus patas y Yael apuntaba en la libreta-
Entonces luego me muestras más de esas habilidades por favor, quiero crear algo por si las cosas se ponen dudas y quieren venir por ti -comento mientras escribía en su libreta-
Lucario y Yael siguieron hablando durante varias horas más, Lucy les llevo de comer a su cuarto pero esta no se quedó con ellos para dedicarse a las tareas que le había asignado su madre; Yael y lucario no paraba de hablar, Yael empezó a mostrarle cosas de su mundo como los videojuegos e internet además de varias cosas tecnologicas del mundo de Yael. Lucario abrió uno de los cajones de él escritorio de la habitación y vio un reloj, acto seguido Yael le regaló el reloj ya que algo haci le hiba a hacer falta en este mundo para darse cuenta del tiempo.
La noche empezó a caer y estos dos no paran de hablar, les parecía fascinante el mundo del otro, aunque Yael aún se preguntaba cómo es que la idea de los Pokémon que existían habían llegado a este mundo, pero no le tomo tanta importancia y siguió hablando con su nueva amiga.
Es genial tu mundo y todo, pero... -miro a la venta algo decepcionada-
¿Pero qué? -miro a la Pokémon entristecída-
No puedo salir de aquí, si salgo como tú !e lo explicaste algunas horas me pueden atrapar -miro la Pokémon el cielo con tristeza-
Eso tiene solución ahora que lo pienso, solo que debo trabajar en ello, además de que me será útil como proyecto de física -sonrrio algo convenenciero mientras empezaba a reinflar el colchón de aire con una pequeña bomba-
Lo bueno es que podré conocer tu mundo, sería genial visitar tu..., Pueblo mágico, si eso -dijo la Lucario con ilusión-
Es lindo por las noches, espero poder acabarlo el lunes por la tarde, aunque mañana podemos escaparnos al bosque con cuidado y llevarte al mirador un lugar muy bonito -sonrrio mientras sacaba algunas cosas de su cajon-
Me parece perfecto -acepto la Pokémon con entusiasmo-
¡Magnífico!, Ahora ya cenamos ambos hace un par de horas así que a la cama, ¿de acuerdo? -pregunto con una pequeña risa mientras preparaba sus cobijas-
De echo tengo sueño -boztezo Lucario mientras se acomodaba en la cama- dulces sueños Yael -cerro sus ojos y se quedaba lentamente dormida-
En eso un pequeño toquido llamo a la puerta, Yael se acercó y abrió, detrás de esta estaba lucy quien le miró con una sonrisa algo pervertida y saco del cuarto a Yael.
Así que, mañana tienes una cita con la Lucario ¿ehh? -le miro algo pervertida mientras se reía un poco-
Noooo, solo la voy a llevar de paseo -reprocho mientras le daba un zape a su amiga- y no soy pokefilico -susurro a su amiga molesto-
Anda vete a dormir, debes dormir para tu cita, hombre -se burlaba Lucy de lo que había escuchado rumbo a su cuarto-
Yael entro de nuevo a su cuarto, apagó la luz y se metió al colchón inflable mientras miraba el techo.
Yo no la invite con esa intención -penso el joven- además de que no me gustan los pokemon, eso es para Otakus tremendos -bacilo un poco mientras veía a la Lucario y soltaba una ligera sonrrisa y se quedaba dormido-
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