Yael salió de su cuarto, y llego a su taller donde había escondido su proyecto, lentamente se acerco a una caja, la abrió, saco un par de guantes de la caja y los puso observando cada detalle de ellos.

¿Podrán funcionar?, solo me falta una pieza, pero no tengo idea de dónde o cómo conseguirla -giro los ojos sentandose en una silla-

O ya se -sonrrio dejando unas piedras en un anaquel- es esto -se cruzo de brazos con cierto tono de orgullo-

¡¿Que putas?! -salto asustado de su asiento-

¿Nms dos veces seguidas?, eres demasiado fácil de sorprender, te hace falta un poco de carácter -camino el hombre a la silla-

¿Tu otra vez aquí?, ¿que quieres? -le pregunto fastidiado-

Ver como avanzas, mi maestro se intereso en ti, así que me toca venir a cuidarte -bufo con molestia- ojala dejara de mandarme a cuidar mocosos -suspiro profundo y con gran molestia-

Si no quieres venir, ¿pues para que vienes entonces? -respondio con un tono infantil-

Ojala fuera mas sencillo de explicar -tomo una caja y la miro detalladamente- , pero hay fuerzas muy grandes en toda la miserable existencia -sonrrio soltando la caja-, incluso mas que yo además es mi trabajo -concluyo acercándose por el enfrente a Yael-

¿Entonces por que le llamo la atención a tu "maestro"? -indago colocando las piedras en los guantes-

Mi maestro tiene sus razones, siempre piensa como mueve sus piezas conforme su enemigo va llevando su plan acabo -explico cruzando los brazos- además nunca lo menciona -bacilo acariciando la cabeza de Yael-

No toques mi pelo -advirtio quitandole la mano al hombre-

Hay Yael, no me digas que eres tan vanidoso con tu pelo -se burlo revolviendole el pelo a Yael-

¡Si, si, si! Ya, y ¿como sabes mi nombre? -miro con cierta desconfianza al hombre-

Se muchas cosas de ti -sonrrio empuñando su mano- ¿provaras los guantes? -pregunto interesado-

Claro, pero antes ¿tienes nombre? -le pregunto ajustando los guantes-

Tu puedes llamarme E, sabes eres un poco menos estresante que otros que e conocido, pero ya pruevatelos -dispuso acomodando rápidamente unas cajas-

Sabes que solo es una teoría no se si realmente funciona -respiro profundo y se concentro logrando que los guantes formaran líneas moradas-

Vaya tu teoría funciona -se encogio de hombros sarcastico-

Jajaja -volvio a respirar profundo mientras que un aura de color morado invadia el guante y una de las cajas al igual que el guante se llenaba de aura-

Genial, ahora intenta moverla -le miro con interes y se acercó a la caja-

L-lo intentaré -seguia respirando profundo con dificultad- es difícil -dijo manteniendo la respiración y el aura dejaba de inundar aquella caja-

Es un avance, de echo para ser honesto pensé que ni si quiera lograrías usar los guantes -bacilo acomodando las cajas con telequinesis- eso debes aprenderlo a hacer tu -ordeno mirándolo frente a frente-

Es mas difícil de lo que parece -suspiro quitandose los guantes-

Relájate, no lo dominaras en un día, te creo que lo domines en mas o menos, 3 a 6 años -sonrrio acercándose a una de las paredes del fondo-

¡¿Tanto tiempo?! -le miro sorprenfiso-

Quien sabe, si te pones a practicar quizás logres usarlos para tu demostración del lunes -dijo sarcástico desapareciendo envuelto en una nube de humo-

Esto será bastante complicado -se razco la cabeza fastidiado-

Después de unas horas practicando, Yael tenia algo de sueño, estaba cansado y con dolor de cabeza a causa del uso excesivo de los guantes, así que los volvió a guardar en su caja y regreso a su cuarto con Lucario, ella estaba durmiendo placidemanete en la cama, Yael saco el nuevo colchón inflable que compro, lo inflo y se acostó a dormir en este.   

Pasadas las horas los primeros rayos de sol llegaban a la ventana del cuarto, Lucario aún estaba dormida, pero ya era hora de que Yael se fuera a la escuela, lentamente abrió los ojos pos su despertador interno se estiro poco e intento levantarse pero este este se dio cuenta que las patas de lucario le abrazaban por la cintura.

Lucario despierta -susurro intentando safarse pero esta le abrazaba con fuerza- uhh! Si que entrena bastante -respiraba difícilmente aun intentando safarse-

Zzzzz~ -se apegaba mas a Yael mientras lentamente abría los ojos- buenos días Yael~ -le soltaba y se estiraba sonrriente-

Buenos días Lucario, ¿como llegue a la cama? -pregunto levantandose y acomodando su mochila-

Yo te subí a la cama, ¿de que otra manera aparecerias aquí? -se sentó el la cama entre las cobijas-

No te sientes haci -sugirio cerrando las bolsas de su mochila- te vez... Olvídalo no se como explicarlo -suspiro llendo a la puerta del cuarto-

Oyes Yael, ¿te gustaría salir conmigo esta noche? -le pregunto saliendo de la cama-

Mmmm... claro, y creo que se le acabo la pila a tus brazaletes, saca una caja roja que tengo en el 3 cajón de mi escritorio, iré a cambiarme -sonrrio saliendo del cuarto en dirección al baño- 

El 3er cajón de... ¡Ajá! -dijo victoriosa sacando una caja roja de un cajón- 

Bueno -se acomodaba el uniforme de la escuela y entraba a el cuarto y se acercaba a lucario- ven acércate les pondré una nueva batería por si algo llegara a ocurrir -giro los ojos tomando las patas de lucario y reemplazando las baterias-

¡Gracias Yael! -agradecio dándole un beso en la mejilla-

No es nada, y ten cuidado con los besos, no es muy sano que estés haciendo eso conmigo -aclaro tomando su mochila-

¿Por que?, ¿acaso no te gusta como beso? -se burlo un poco mientras agachaba las orejas-

No es que no me guste, mas bien es que nos vemos un poco raros -se razco la cabeza-

Mmm...... ¿Aún piensas cortejarme? -se tapó un poco el rostro con las patas y se le acercó-

Ya te dije que si, se que no esta bien que haya aceptado pero veamos qué sucede -le beso en la frente abriendo la puerta del cuarto- nos vemos en unas horas -le sonrrio cerrando la puerta y retirandose a la escuela-

¡Nos vemos Yael! -se despidió con una gran sonrrisa y empezó a buscar entre los cajones-

Después de varias horas en la escuela, Yael estaba algo enfadado y estaba deseoso de que la hora de salida llegara, de vez en cuando le daba un vistazo a su reloj, minutos después, por fin llego la anhelada hora de irse a casa, Yael rápidamente tomó su mochila, guardo sus libros inmediatamente, salió del salón y espero a Lucy en la entrada de la escuela.

¿Dónde esta?, ya tardo demasiado debería haber salido -bufo mirando su teléfono y recostado en un pilar de la entrada-

¡Yael!, termine la escuela, no vas a creer todo lo que paso con el proyecto -saludo caminando hacia el coche que los esperaba-

¿El maestro no les acepto su volcán de bicarbonato? -sonrrio sarcástico y empezó a soltar ligeras carcajadas-

Jajaja -reprocho Lucy- era nuestra segunda opción y aun así no la aceptó -se cruzó de brazos mientras Yael se reia- dijo que estaría bien si se lleva a cabo una reacción exotermica mas grande, ¿conoces alguna? -pregunto abriendo la puerta del auto-

Si si bastantes en el camino, anda sube -ordeno subiendo al auto con rapidez-

¿Que tienes?, nunca habías hablado.... a sha, es por tu amiguita -le golpeo el hombro con algo de fuerza- pícaro -solto un par de carcajadas-

Cállate -le dijo algo nervioso- pero sabes que debo cuidarla no me gusta que se quede sola, soll debo aguantar un par de días mas eso es todo -suspiro algo preocupado-

Descuida ya, ya solo mantente distraído ¿si?, no quiero que termines vuelto loco para la exposición final -acomodo su mochila con una sonrrisa y veía todos sus libros-

Pasaron 20 minutos,  y ambos habían llegado a la casa de Yael, Ambos bajaron del auto muy rápido, entraron a la casa a la par de que Yael salía despaboriado hacia su cuarto, abría la puerta y entraba de golpe a la habitación. 

¿Lucario estas bien? -llego soltando la mochila un poco cansado-

Hola Yael -sonrrio tendiendo la cama y llevando una bolsa de basura a la cesta-

¿Estas bien? -pregunto Yael con ligera preocupacion-

Si, si lo... awwwwww, en serio viniste volando de la escuela por qué te preocupaba -corrio hacia a el y le daba un abrazo muy apegada a Yael-

Es que por lo que paso ayer no me daba tanta confianza dejarte sola jeje -le abrazo también-

Vez eso me agrada de ti, te importo mucho y en preocupas por mí todo el tiempo -sonrrio dándole un beso en la mejilla-

Oyes, ¿me vas a decir cuales son las reacciónes mas pontentes? -pregunto lucy entrando al cuarto- ustedes dos sepárense se ven medio raritos abrazados -les miro extrañará por el abrazo tan cercano-