02 +
Ese abrigo tan grande fue despojado del cuerpo del castaño.
Hyunjin lo lanzó con fuerza a la cama desordenando su cabello, ambos ya estaban vestidos para la cena pero siempre podían posponerla.
Hyunjin desabrochó el pantalón del castaño y con la correa de este ató las manos del menor.
- Arriba - ordenó con firmeza.
Seungmin mantuvo las manos tras su cabeza dejando que Hyunjin muerda su cuello, jadeó cuando las manos del mayor empezaron a desnudarlo.
- Sin preparaciones hyung - Seungmin empezó a frotarse contra el cuerpo sobre él - Jinnie~
Hyunjin miró sus ojos brillosos llenos de lujuria, amaba ver a su chico así de desesperado por él.
Mordió su labio inferior sacándole un exquisito gemido, su lengua jugó con la otra mordiendo ese suave músculo hasta hacerlo sangrar y su oreja fue testigo de sucios susurros.
Seungmin gimió cuando Hyunjin abrió sus piernas y lo sintió tan cerca.
- Si gimes en las diez primeras estocadas seré malo contigo - Hyunjin volvió a besar sus labios en un beso rudo y sucio.
Sintió a Seungmin retener un gemido cuando entró de golpe sin aviso y preparación, solo su respiración siendo ruidosa y su aliento perdiendose por los duros golpes que proporcionaba Hyunjin en su interior.
La respiración se cortaba con cada embestida, necesitaba gritar a todo el mundo que Hyunjin era un dios en la cama, gemir hasta que sus vecinos se enteren y el mayor sepa lo mucho que lo complace.
Contó nueve embestidas y un pequeño gemido escapó de sus labios, Hyunjin se detuvo y salió de el dejándolo sin aire.
- J-jinnie - habló desorientado, su cuerpo fue volteado y puesto en cuatro.
- Que desobediente, deberé castigarte, te gusta ser bullicioso ahora gritalo hasta que me corra - Hyunjin volvió a entrar de golpe sacándole un gran gemido - vas bien hermoso.
Seungmin empezó a gemir muy en alto, Hyunjin estaba siendo muy duro con él azotando su trasero con fuerza.
No complacido con el alto sonido, metio dos dedos en el interior, haciéndolo doloroso pero extrañamente placentero para ambos.
Sus dedos lo dilataban más para que su pene entre por completo y golpee ese sencibles punto, Seungmin enloquecía por ello, los dedos del mayor eran largos y ásperos haciendo que su sencibles zona sea un choque de sensaciones cuando era tocado.
- A-ahg~ ma-ahg~ mas~ - Hyunjin arremetió con velocidad al menor haciéndolo morder el cinturón, por más que sus labios estaban cerrados sus gemido se escuchaban a través de su garganta.
La erección del menor fue masturbada lenta y dolorosamente, deteniéndose cuando estaba a punto de llegar al orgasmo.
- N-no lindo primero yo - Hyunjin movió más rápido sus dedos y introdujo un tercero, haciendo que la espalda del menor se arquee y una posición más comprometedora sea la que haga correr al mayor, su semen salió en un chorro grueso y caliente entre las nalgas del castaño, dejando que por fin el menor libere su esencia en las sábanas y la mano de Hyunjin que aún lo acariciaba emocionado.
- Eso estuvo más que bien - Hyunjin bajó su rostro y mordió una nalga del menor haciéndolo llorar.
- Jinnie... Te quiero - mencionó suspirando, después del sexo se ponía meloso, le gustaba decir y que le digan cosas cursis.
- También te quiero mi lindo Kim - se estiró y desató sus manos, besando sus muñecas rojas, lo abrazó por la espalda y descansaron unos minutos del orgasmo.
Seungmin parecía ronronear entre sus brazos frotando su mejilla en su pecho.
- Vamos cariño la cena nos espera - lo vistió con la misma ropa que llevaba antes y le besó cuando estuvieron listos.
El olor a sexo en sus cuerpos era algo que siempre lo tenían presente la pareja, todos debían entender que ya eran exclusivos
Tomó su mano y fueron al lugar reservado, un restaurante exclusivo muy bien resguardado, con varios de sus hombres atentos a algún movimiento extraño.
Un mesero que parecía ser nuevo los atendió, un poco nervioso porque sabía que ahí asistía personas poderosas y cometer un error sería un despido asegurado.
Mala suerte para el chico fue tener que ver que ellos eran pareja. Su religión no aceptaba a dos hombres como pareja, un poco receloso con la situación los atendió.
Hyunjin percibió eso desde que vio que el chico miró raro a Seungmin y lo dejo pasar solo porque era una noche especial.
- Brindo porque está noche te luciste, eres magnífico y te amo - Hyunjin cocho sus copas y empezaron a contarse anécdotas de trabajo, Hyunjin era vendedor de armas legalmente estable en el país, solo venta de armas para uso defensivo.
Ellos pasaron la noche tan amena que no notaron como el joven les fotografiaba, más al castaño que llevaba un bonito y extraño tatuaje en la muñeca, algo que suponía haría valer en un futuro.
Al restaurante asistían en su mayoría políticos y millonarios para hacer tratos pero se sabía de casos que uno que otro mafioso asistía, quería ver si la información podía valer.
- La próxima semana será nuestro aniversario - mencionó Hyunjin con una sonrisa.
- Iremos a un lugar donde recordarás los viejos tiempos - Seungmin le acarició la mano y sonrió con él, pero su bonita sonrisa se deformó y un ceño fruncido apareció cuando el joven llegó y por accidente derramó el vino sobre Seungmin - Idiota!
Se levantó enojado y sacudió su ropa, el joven asustado tomó las servilletas y lo intentó limpiar, Hyunjin lo empujó evitando que siquiera lo rose.
- No lo toques - amenazó con su mirada fría.
- Eres un imbécil - Seungmin tomó la copa y la rompió en la mesa con los restos de ella lo bofetió dejándole una gran marca en el rostro, la sangre escurriendo por su rostro - !que lo despidan! - sacó de su bolsillo un billete de cien y se lo lanzó a la cara, mientras salía del lugar.
- Jefe ... - uno de los chicos que esperaban por él en la puerta entró al escuchar el alboroto, Seungmin movió su cabeza dando una orden y a los segundos de escuchó un disparo.
- Que sexy - Hyunjin bromeó un poco con la situación, sacó su abrigo y le arrancó la camiseta al menor - tenla, no quiero que te enfermes.
Hyunjin fue delicado con él, abrochando hasta el último boton.
----
Son mafiosos pero son lindos entre ellos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro