Ya estábamos en la entrada a la finca. En ésta nos esperaban John y Betty. Al acercarnos, Lina se encaminó donde nuestra amiga, y yo en cambio, donde mi mejor amigo.

Ellas sin avisar se fueron, dejándonos a los dos solos.

—¡Vaya! Está colmado el lugar —declaró admirado.

—De acuerdo contigo, ¡es una completa locura!

Y sin mayor preámbulo nos encauzamos al centro de la fiesta.

De manera disimulada buscaba a Richard con la mirada, pero no lo hallaba. Así que para relajarme pensaba que no había llegado, que aún se estaría arreglando; y seguía disfrutando de la celebración.

•

Cansada de bailar con mi acompañante de la infancia y con unos cuantos conocidos más, anduve al baño a retocarme, quería verme arreglada cuando me encontrara con Richy.

A punto de llegar al tocador escuché unos ruidos extravagantes en la habitación de al lado; llegué a pensar que era algún invento de mi mente, y para comprobar de que todo estaba apacible, quise ir para confirmar.

La curiosidad me mataba.

Abrí la puerta. Mis ojos no podían despegarse de aquella escena asquerosa y traumática; aquella escena que hizo derramar una salada lágrima por mi mejilla; aquella escena que me hizo sentir devastada.

Richard y mi "mejor amiga" teniendo intimidad.

Se quedaron mudos cuando me acerqué lo suficiente y notaron mi presencia. Yo no quería hablar, y menos, oír esa frase cliché "espera, puedo explicártelo" o "no es lo que parece".

Y sin perder tiempo decidí acercarme donde Lina y dejarle claras algunos puntos.

—Ahora entiendo todo, mejor amiga —bufé recalcando las dos últimas palabras—, por eso es que me decías aquellas cosas en el vehículo, por eso te colocabas ansiosa cada vez que hablaba de él, y por ésto —los señalé—, es que andaban tan perdidos. Gracias amiga, ahora tengo todo claro.

Ella quedó atónita ante mis palabras. Pero eso no se iba a quedar así.

No, claro que no.

Me acerqué y me agaché ahora a mi amadísimo novio —nótese el sarcasmo—.

—En cuanto a ti, eres repugnante —solté herida—. No pienses buscarme, hablarme, pensarme, mirarme o algo relacionado conmigo porque yo no estaré. Haz como si jamás me hubieras conocido; desde hoy, estoy muerta para ti, ¿entendido?

Ratificó con la cabeza.

Me erguí sin mirarlos, acomodé un poco mi vestido, retrocedí unos cuantos pasos, saqué mi celular, les tomé una foto y salí.

—Espero que se sigan divirtiendo —opiné antes de cerrar la puerta.

Corrí al baño, no podía seguir fingiendo fortaleza cuando mi corazón se estaba quebrantando en pequeños y dolorosos segmentos.

Cuando arribé, cerré la puerta con seguro, me senté en el suelo y comencé a llorar con consternación. Sabía que, aunque uno conociera muy bien a alguien y tuviera toda su confianza puesta en ella, tarde que temprano te iba a defraudar, te iba a fallar.

«Nada en esta vida es seguro... Absolutamente nada».

Cinco minutos transcurridos de estar ahí, decreté que ya había sollozado mucho por hoy y por el resto de la noche; entonces me levanté, me lavé la cara y me maquillé de nuevo.

Antes de salir de aquel lugar, vi de nuevo mi reflejo y pensé: «Como nueva. Ni un sólo rastro de lágrimas por esos cretinos».

Camino fuera de aquel lugar para esperar un taxi e irme, topé con John.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué estás así? ¿Ya te vas tan rápido? —interrogó asustado y preocupado.

Lo pensé, no sabía si era conveniente contarle o no.

A lo lejos aprecié que llegaba el carro de servicio público, tenía que escabullirme.

—Pregúntaselo a ellos —respondí con frialdad mostrándole la foto que había tomado hace unos pocos instantes.

Y sólo me marché.

•

Ya me hallaba en casa. Cuando entré, mi madre estaba en el sofá.

No sé si fue por los tragos o la desesperación, pero le conté con lujos de detalles sobre "mi relación".

—Pero no entiendo, si él decía "amarme" ¿por qué hizo eso? —inquirí al terminar de relatarle la historia ocurrida de hoy.

—Ay hijita mía, no entiendes... Ahora en día los jóvenes dicen amarse, pero no comprenden el gran significado y peso que lleva esa frase.

La miré con detenimiento.

—El amor —prosiguió—, no es sólo decir «te amo», no es estar con esa persona y hacerle sentir que es feliz a su lado, o abrazarla, besarla, consentirla. No es sólo decir que la otra persona es la única en su corazón y mente, no. Hija mía, el amor, es más, mucho más; es estar con ese alguien hasta en los peores momentos, es ser más que su pareja, es ser su confidente, su hombro, su apoyo; es escucharla, ampararla cada vez que necesita ayuda, cada vez que se siente sola, cada vez que sus ojos pidan a gritos compañía, aunque su voz no reproduzca sonido alguno. Amor es brindarle a la otra persona cosas que jamás pensabas que tenías o querrías dar; amor es simplemente, darlo todo.

—No sé qué decir, mamá.

—No tienes que decir nada, sólo no creas en palabras vacías cuando ni el tiempo te ha mostrado a la persona que realmente se expone al mundo, y no, la que finge ser.

Y me abrazó.

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Dios mío, creo que me pasé con este capítulo, a mí personalmente me encantó... Sólo espero que a ustedes también :3 Como siempre espero una estrellita de su parte, que sigan conmigo hasta el final, y que lo compartan si es posible.

Los quiere,

GLPR. ❤