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03. andie's best friends

CHAPTER THREE . . .
❝ andie's best friends ❞

════════ ⋆🎙⋆ ════════

KATHERINE PUDO DIVISAR A PIP apoyada en el capó de su coche a lo lejos con los brazos cruzados, mientras miraba hacia el interior de la cafetería que tenía justo al lado. Ella apresuró su paso, hasta llegar al lado de ella.

―Buenos días, Amobi. ―saludó la chica quitándose los auriculares que llevaba en sus orejas.

Estaba escuchando «Seize The Power» de YONAKA, una de sus canciones favoritas y que estaba muy de moda.

―Buenos días, Bell. ―saludó Pip al desviar su mirada hacia la chica― Oh, vaya, llegas justo a tiempo, me tomaré eso como un pequeño avance.

―Gracias, gracias. ―e hizo una mini reverencia que hizo a Pip reír.

Se podría decir que ambas chicas ya se toleraban mutuamente. No eran amigas, ni mucho menos, pero si ellas querían que el proyecto saliera bien además de descubrir la verdad sobre Andie, tendrían que comportarse como tal.

Al menos, ya no se insultaban cada vez que compartían una mirada.

Pip se había llevado el móvil de Sal para inspeccionarlo mejor, y al encontrar una conversación con Andie muy sospechosa en la que él le decía que no hablaría con ella hasta que «parase», eso despertó las alarmas de Fitz-Amobi.

Llamó de inmediato a Katherine y le contó lo que había descubierto, y acordaron que en unos días irían a interrogar a las mejores amigas de Andie para comprobar si sabía algo de su relación y si habían discutido recientemente antes de su desaparición.

Primero, decidieron interrogar a Emma Hutton: empleada de la cafetería en la que ellas ahora mismo se encontraban.

―Bueno, ¿entramos? ―preguntó Katherine y le hizo una seña a Pip para indicarle que Emma las estaba mirando con el ceño fruncido, extrañada.

Pip miró a la joven Bell y le hizo una seña con la cabeza para que la siguiera. Ella obedeció, claro. Entraron en la cafetería y le explicaron brevemente para qué habían venido.

Resultó un poco difícil convencerla, sinceramente, pero cuando Katherine le contó a la chica que ella era hermana de Andie, finalmente terminó cediendo.

Una vez Pip, Emma y ella se hubieron sentado en una mesa, Katherine sacó su móvil y le dio al botón de la grabadora para que empezara a grabar.

―Entrevista tres: Emma Hutton, la mejor amiga de Andie Bell. ―habló la pelinegra para mirar a la chica.

Emma suspiró antes de hablar.

―Siempre éstábamos juntas: Andie, Nat y yo. ―comenzó ella con una mini sonrisa― Nos conocimos en primaria y nos volvimos inseparables.

Katherine sonrió, estando de acuerdo con ella, pues Emma y Nat Da Silva habían ido un par de veces a su casa cuando Andie aún seguía con vida.

―Ella era divertida, amable, y estar con ella te hacía sentir especial. ―prosiguió la chica de uniforme azul turquesa; Katherine y Pip le dieron un sorbo a su taza de café mientras escuchaban.

―¿Cómo era Sal...?

―Sal la hacía muy feliz. ―interrumpió la morena a Pip― Él era diferente a los otros chicos románticos de la antigua escuela. Aún no se habían acostado.

Katherine y Pip se miraron.

―Él quería esperar. ―siguió diciendo Emma― ¿Cómo alguien puede engañarte tanto? ―ambas chicas no dijeron nada, solo la miraban para que siguiera hablando― No sé, nunca discutían. Supongo que Andie nunca hizo nada malo.

Katherine y Pip se miraron, pues era obvio que Andie y Sal habían discutido, era lo que decía en su conversación.

―¿Ella te hubiese hablado de sus discusiones? ―preguntó Pip.

―Claro, nos lo contábamos todo. ―respondió la mayor, sonriente.

―Es que... hemos visto el móvil de Sal y habían mensajes en los que se ve que sí discutían. ―contestó Katherine.

La sonrisa de Emma desapareció ―¿De qué estás hablando?

―Pues que a lo mejor te has equivocado. ―dijo Katherine mirando a la chica con una sonrisita sarcástica.

Siempre le había caído mejor Nat.

―Creo que estás diciendo que, o estoy mintiendo, o que no conocía a mi mejor amiga. ―dedujo Emma con seriedad, mirando a la chica― ¿Cuál de las dos?

Pip y Katherine se escogieron de hombros, con una sonrisa irónica.

―Ni siquiera sé por qué os estoy diciendo esto.

―¿El qué? ―preguntó Pip intentando no reír, y Katherine la miró con complicidad― Si no nos has contado nada.

―Me marcho. ―dijo Emma con una sonrisa falsa, para levantarse de su lugar; miró a Katherine y Pip― Oh, y, chicas... ni se os ocurra volver a contactar conmigo otra vez.

Y, sin decir nada más, Emma se olvidó a dirigir a su puesto de trabajo.

Katherine agarró su móvil.

―Fin de la entrevista. ―dijo con un poco de sarcasmo y miró a Pip durante unos segundos antes de darle al botón. La grabadora dejó de grabar, y suspiraron― Bien hecho, Katie.

KATHERINE se encontraba en casa de Pip esa misma tarde. Ellas habían quedado únicamente para empezar a ver los tipos de universidades que Cambrige tenía y cuál elegirían.

Si el proyecto salía bien y las aceptaban, claro.

Después de un rato viendo y comentando las distintas facultades que Cambridge tenía, Pip agarró su móvil para meterse en sus mensajes de texto.

Katherine la miró con confusión.

―¿Qué haces? ―le preguntó, pero esta le hizo una seña para que se callara.

―Pip Fitz-Amobi al habla. ¿Me recuerdas? ―dijo la chica con una sonrisa y Katherine alzó una ceja en su dirección― Muffins, disfraz de estrella, EPQ... etcétera.

Pip dejó de grabar el audio.

―¿Por qué le estás hablando a Ravi Singh? ―le preguntó Katherine colocándose mejor en la silla.

Ella se encogió de hombros ―Pues, ahora que los tres somos un equipo, tendremos que involucrarlo también.

Katherine no respondió, solamente asintió para bajar la mirada. Pip volvió a darle el botón para grabar otro audio.

―Hay algunos avances en el caso de Andie Bell que pueden interesarte. ―siguió hablando ella― ¿Te viene bien que Katherine y yo nos pasemos por tu casa?

Ella envió el audio.

―Eh... recuerdo que cuando encontraron el cuerpo de Sal no dormiste en una semana e hiciste un millón de preguntas. ―dijo Leanne, la madre de Pip, con una taza de café en sus manos, mientras miraba la pared llena de fotos y evidencias del caso.

Katherine y Pip se miraron, y esta última apagó su móvil para dejarlo sobre el escritorio.

―Nunca tuvo sentido. ―respondió Pip, recargándose en el respaldo de la silla, y después de unos segundos volvió a hablar― No me dirás que no podemos hacerlo, ¿verdad?

Katherine la fulminó con la mirada, como diciendo: «a mí no me metas».

―Me preocupa mucho, la verdad. ―contestó la mujer, acercándose al escritorio donde ambas se encontraban.

―Siempre te preocupa. ―contestó Pip con una sonrisita, cruzada de brazos.

―Prométeme que no hablarás con los Bell y con los Singh. ―al decir aquel primer apellido, miró a Katherine― Excepto tú, cariño. No te preocupes.

―Gracias, Leanne. ―le sonrió la pelinegra, de forma amable.

No sabía por qué, pero necesitaba caerle bien a esa mujer de un modo u otro.

―Claro. ―murmuró Pip.

―Y que no te impida hacer otras cosas.

―¿Cómo qué?

―¿Como está maravilla de aquí?―respondió de forma retórica, señalando el ordenador del escritorio.

Ambas menores rieron y se acercaron al ordenador.

―Bien, es una lista de las universidades de Cambridge. ―dijo Pip.

―Las hemos ordenado por antigüedad, número de solicitudes al año y perspectivas para los licenciados. ―añadió Katherine.

―Muy bien. ―respondió Leanne, con una sonrisa.

―Ninguna me gusta. ―dijo Pip con una mueca de incomodidad.

Empezó a decir nombres de antiguos alumnos, pero Katherine sabía que a Pip no le convencía.

―¿Por qué no «Trinity»? ―sugirió su madre― Donde estudió tu padre.

―Sí ―respondió la joven Fitz-Amobi, no muy animada―, «Trinity» también está en la lista.

―¿La primera opción? ―sugirió Leanne.

―Claro. ―contestó casi en un susurro.

―Estaría muy orgulloso de ti, cielo. ―aseguró la mujer, y Katherine no pudo evitar bajar la mirada.

Su padre nunca se ha preocupado por ella. Para él, solamente existían Andie y Becca. Las mayores. Las responsables.

Leanne les dedicó una sonrisa a ambas antes de marcharse de la habitación.

El móvil de Pip vibró, y ella lo agarró para ver el mensaje de Ravi.

―Claro, hablaremos como caballeros victorianos cuando nos veamos. ―leyó la castaña con una sonrisa, y Katherine rodó los ojos con diversión.

―Indudablemente. ―decía Pip mientras escribía, antes de enviar el mensaje a Ravi.

Unos segundos después, otro mensaje llegó.

―¿Qué tal aquí? ―leyó Katherine y al cabo de unos segundos Ravi envió una ubicación para que así los tres se vieran.

Pip y la joven Bell se miraron, antes de que esta última asintiera. La joven Fitz-Amobi le envió un emoji en forma de pulgar para afirmar que allí estarían.

NO ME PUEDO CREER QUE HAYÁIS IDO POR LIBRE. ―dijo Ravi una vez él y las chicas se hubieron reunido. Llovía a cántaros y el moreno tenía un paraguas en la mano, protegiendo a Pip.

Katherine se tuvo que conformar con mojarse en la lluvia, pues no había tanto espacio para que los tres cupieran.

―Hicimos el solemne pacto de investigar juntos este caso ―añadió el menor de los Singh mientras los tres caminaban por los alrededores de un lago―, y lo primero que hacéis es entrevistar a Emma Hutton sin mí.

―Tampoco nos dijo gran cosa. ―habló Katherine, encogiéndose de hombros.

―Según dice Emma, Sal y Andie nunca discutían. ―explicó Pip y suspiró― Ojalá Nat respondiera a mis mensajes.

―¿Quién es Nat?

―Nat Da Silva ―respondió la pelinegra mirando a Ravi―, la otra mejor amiga de mi hermana.

―¡Oh!, Nat Da Silva. Nat Nudista. ―contestó el chico y ambas chicas se giraron para mirarlo.

―¿Cómo dices? ―dijeron a la vez.

―No se me ocurrió a mí, alguien filtró unas fotos. ―se defendió el de tez morena, mirándolas― Todo un misterio porque nunca se supo quién fue.

―¿De qué crees que iban los mensajes para Andie? ―preguntó Pip, y todos volvieron a caminar.

―No lo sé, pero entre Sal y Andie siempre había algún drama. ―contestó Ravi― Su padre odiaba a Sal, por eso tenía problemas en casa.

Katherine asintió, corroborando la respuesta del chico. Jason siempre despreciaba a Sal. Y muchas veces tenía discusiones con Andie respecto a eso.

―¿Por qué lo odiaba? ―preguntó Pip.

―¿Su angelito rubio saliendo con un chico de color? ―contestó Ravi.

―Oh. ―fue lo único que pudo salir de la boca de la joven Fitz-Amobi.

Bajaron un peldaño hasta llegar a la orilla del lago. Pip se agachó para recoger algunas piedras del suelo.

Los tres se quedaron mirando el lago en silencio, hasta que Pip habló de nuevo.

―¿No te importa hablar de Sal? ―le preguntó a Ravi.

―Me gusta ―respondió el chico y Katherine y Pip lo miraron con compasión―, y no puedo hacerlo mucho. Andie ha desaparecido y su cara está en todas partes. Sal no está. Como si no hubiese existido.

Ninguna de ellas dijo nada más. Lo entendían perfectamente. Sal había sido pintado de asesino, y Andie solo había sido su pobre víctima de asesinato.

Pip dirigió su mirada hacia el lago, y después de unos segundos les extendió varias piedras a Katherine y Ravi.

―Vale. ―dijo la ojiverde, y echó la mano hacia atrás para preparar el saque. Los dos restantes copiaron su movimiento― ¡Uno... dos... tres!

Katherine, Pip y Ravi tiraron cada uno una piedra hacia el lago, y chocaron contra este. Debido a la fuerza con la que las habían tirado, las piedras recorrieron el lago unos cuantos metros hasta que finalmente se hundieron.

―Otra vez. ―dijo Ravi con una sonrisa.

―¿Al mejor de tres? ―sugirió Katherine, copiando la sonrisa del pelinegro, y ellos asintieron.

AL DÍA SIGUIENTE, KATHERINE Y PIP fueron a casa de Cara. Querían disculparse con ella debido a todo lo sucedido en la fiesta de los Hastings. Por lo que Pip le escribió para preguntarle si ella y la joven Bell podrían ir a su casa.

Ahora, las tres se encontraban en la cocina. Cara hacia como si nada hubiera pasado, pero las tres sabían que no era así. Tendrían que hablarlo cuanto antes.

―Papá está trabajando ―informó Cara―, tengo que hacer la cena.

―Te ayudamos. ―se ofreció Katherine y Pip asintió, corroborando su decisión.

Ambas se levantaron del sofá. La menor de los Ward sonrió levemente y agarró un saco de patatas para llevarlo a la mesa. Katherine y Pip se sentaron delante de Cara, y empezaron a pelar las patatas en un completo silencio.

Cara apoyó su mejilla en un puño, mientras miraba a un punto fijo.

―Ha sido muy duro para Naomi. ―Katherine y Pip la miraron, pues sabían que ese sería el comienzo de la disculpa― Primero mamá murió... y después Sal.

―Lo sé, y lo siento. ―empezó a disculparse Pip, y miró a Katherine de reojo― Bueno, lo sentimos.

―Aún así lo hicísteis.

―Es que... creo que a veces nos obsesionamos con algo y no pensamos en nada más. ―contestó Katherine.

Pip la miró. Sabía que, muy en el fondo, Katherine también se refería a la cantidad de veces que ambas discutían y se obsesionaban por superar la calificación de la otra en casi todo.

―Sí, ni siquiera en las personas que más nos importan. ―añadió Pip, y aquello consiguió sacarle una sonrisa a Cara.

―Si quieres que dejemos el caso, lo haremos. ―habló Katherine con seguridad, y la castaña asintió.

―Podéis hacerlo. ―habló Cara después de unos segundos, con una mini sonrisa― Pero, por favor, dejad a Naomi al margen.

―Está bien.

―¿Lo prometéis?

―Lo prometemos. ―aseguraron con una sonrisa.

Katherine le extendió a Cara una patata, y esta la tomó con burla. Ella le devolvió la sonrisa. Cara empezó a pelarla.

―¿Has enviado desnudos? ―preguntó Pip a Cara de repente y Katherine la miró con las cejas alzadas.

―¡No! ―rió Cara, con una mezcla de confusión y diversión― ¿A qué viene eso ahora?

―Ravi nos dijo que alguien envió fotos de Nat Da Silva desnuda. ―Cara miraba a Pip con curiosidad― Él no las vio pero estaban por todas partes, así que...

―¿Ravi Singh? ―preguntó la menor de los Ward con las cejas alzadas.

―Trabajamos juntos en el caso. ―explicó Katherine― Nunca se supo quién las envió.

―Y menos mal. ―se escuchó la voz de Naomi desde el salón de la casa. Ella estaba viendo algo en su móvil, acostada en el sofá― Es mejor no cabrearla.

―¿La sigues viendo? ―cuestionó Pip.

―Nop.

―Yo la conozco ―habló Cara mirando a sus dos amigas, y ellas la miraron―, vamos al mismo club de tenis. Juego contra ella la semana que viene.

Katherine y Pip asintieron con una sonrisita cómplice.

―¡Hola, chefs! ―se escuchó la voz de Elliot Ward, y las tres se giraron para ver su cabeza asomada por la puerta de la cocina― ¿De qué estabais hablando?

―Tenis / Desnudos / Patatas.

LA SEMANA SIGUIENTE, Katherine se reunió con Pip y sus demás amigos para asistir al partido de Cara y así apoyarla. Pero, aparte de eso, Pip y ella habían acordado ir también para intentar hablar con Nat Da Silva para ver si podían sacarle un poco de información.

Katherine no podía despegar la mirada de Nat Da Silva. No la había visto desde hacía cinco años, no desde que Andie desapareció. Estaba más alta, más guapa y un poco más rubia que antes. Tenía el pelo recogido en una alta coleta y llevaba el uniforme de tenis puesto.

La mayor hizo un saque con su raqueta. Estaba a punto de terminar el segundo set. Cara se encontraba justo en el campo contrario. Iba ganando la menor de los Ward en esos instantes.

Cara devolvió la pelota hacia el campo contrario, y Nat también lo hizo, con la mala suerte de que la pelota de desviara. Había marcado un punto. Todos aplaudieron, animando a la castaña.

―Me dijo que me traería algo de beber y se fue durante... media hora. ―siguió explicando Lauren su desastrosa experiencia con Ant Lowe en la fiesta de los Hastings.

A Katherine no le podría importar menos, pues puso los ojos en blanco lo más sutilmente posible.

―Así que... cuando fui a buscarlo me lo encontré con Stella en el vestidor del señor y la señora Hastings, ya sabes...

Su amigo, Zack Chen, la miró.

―¿Haciendo... qué? ―preguntó.

―Ya sabes...

―No.

―¡Follando! ―exclamó Lauren.

Katherine y Pip se miraron, intentando no reír por todos los medios posibles.

―Punto de partido. ―chistó el señor Ward a los jóvenes, mirando el partido de tenis― Saca Da Silva.

Todos se quedaron en silencio para mirar a Nat. La chica sacó y, después de varias devoluciones de pelota por parte de Cara, esta consiguió que la rubia no pudiera llegar a la pelota a tiempo.

Cara había ganado el partido.

La castaña se abrazó rápidamente a su pareja de partido, muy feliz y contenta de haber ganado. Todos, incluida Katherine, empezaron a aplaudir muy alegremente a la joven Ward.

Sin embargo la joven Bell pudo ver cómo Nat lanzaba su raqueta contra el suelo, llena de rabia e impotencia por no haber conseguido llevarse el título de campeona en el partido.

―¡Menuda mierda! ―exclamó ella.

―Creo que Da Silva se dopa. ―se burló Lauren, y Katherine la miró de reojo. No le caía especialmente bien la chica.

―Con deportividad, por favor. ―dijo Elliot Ward con una sonrisa.

Katherine y Pip contemplaban cómo Nat se dirigía hacia los vestuarios, a rebosar de cólera. Ambas sonrisas se desvanecieron en cuestión de segundos. Parecía que el partido era realmente importante para la joven Da Silva.

Ellas dos se miraron, y asintieron la una a la otra antes de que Pip hablara.

―Volvemos enseguida. ―avisó la de pelo corto antes de levantarse del banco, seguida de Katherine.

Ambas caminaron hacia la puerta del vestuario, y entraron en este. Se dirigieron al de mujeres, claro, y allí vieron a toda variedad de mujeres cambiándose de ropa y duchándose.

Pero ellas solo tenían un objetivo.

Y, cuando lo encontraron, se quedaron detrás de ella. Nat estaba de espaldas y solo llevaba ropa interior de abajo.

―Buen partido. ―felicitó Pip.

―Ha sido una mierda. ―contestó Nat para girarse y mirar a ambas chicas.

Katherine tragó saliva al ver que Nat no tenía parte de arriba. Ni siquiera un sujetador. Estaba a pecho descubierto.

―¿Os conozco? ―preguntó ella.

―Te... hemos escrito un par de veces. ―dijo Pip, evitando mirar hacia arriba de la cintura de Nat Da Silva.

―Estamos... estamos haciendo un proyecto sobre el caso de mi hermana, Andie Bell. ―explicó Katherine con incomodidad, mirando a los ojos de la rubia intentando no bajar la mirada hacia su pecho― Espero que podamos hacerte algunas... algunas preguntas.

La rubia pareció darse cuenta del nerviosismo de las chicas, sobre todo el de la pelinegra, por lo que sonrió.

―Eres Katherine, ¿verdad? ―preguntó y ella asintió― Oh, pues encantada de volver a verte, Katie. De las tres hermanas, ten por seguro que tú siempre has sido y serás mi favorita.

―Encantada de volver a verte igualmente, Nat. Digo lo mismo. ―saludó la pelinegra con una mini sonrisa, la cual ella le devolvió.

Katherine sacó su móvil para buscar la grabadora, intentando no desviar la mirada hacia la chica.

―No seáis tímidas, ya lo han visto todos. ―dijo con burla, pero se podía notar el rencor y el dolor en su tono de voz.

―Nosotras no. ―se apresuró a decir Pip rápidamente, y Katherine asintió.

Nat solamente sonrió mirándolas.

―¿Qué queréis saber?

Katherine y Pip se miraron antes de sentarse en un banco, delante de ella.

―¿Cómo era Andie? ―preguntó Katherine con una sonrisa, una vez le hubo dado al play a la grabadora.

Nat se la devolvió con la camiseta limpia ya puesta.

―Andie era una de esas personas que, cuando te irradiaba con su luz, te hacía sentir bien. ―empezó a decir Nat con una sonrisa, mientras se subía los pantalones vaqueros por su cintura― Como si fueras todo su mundo.

―¿Por qué crees que Sal y Andie discutían tanto? ―preguntó Pip.

―Supongo que, cuando esa luz se alejaba, hacía frío. ―contestó la rubia, bajando la mirada― Tal vez Sal se cansara.

―¿Emma y tú también lo sentíais? ―preguntó Katherine.

―No, era la mejor amiga del mundo. ―aseguró rápidamente, mirando a la chica― Si Andie tenía algún defecto, era que atraía a los chicos equivocados. Había empezado a acostarse con alguien nuevo, y entonces...

Pip y Katherine se miraron de inmediato. Andie se acostaba con alguien. Pero Emma les había dicho que Andie y Sal todavía nunca se habían acostado ya que él quería esperar al momento adecuado.

―Andie no se acostaba con Sal. ―dijo Katherine mirando a Nat, quien se ataba las zapatillas. Ella y Pip se acercaron un poco más a la rubia y esta las miró― Has dicho: «acostarse con alguien nuevo».

―¿Qué querías decir? ―cuestionó Pip, curiosa.

Nat se quedó mirando a las chicas fijamente sin decir nada al respecto. Ella se levantó bruscamente del banco para agarrar su mochila de deporte y todas sus cosas.

―Pareces maja, Pippa. Y a ti te conozco muy bien, Katie. ―dijo la chica una vez se hubo puesto su sudadera, mirándolas― No sabéis en lo que os estáis metiendo. Tened cuidado.

Katherine frunció el ceño debido a eso, aquella no era la Natalie Da Saliva que conocía. La rubia no dijo nada más, tan solo le dedicó una última mirada a la joven Bell antes de marcharse de los ya desolados vestuarios.

Katherine pausó la grabación y compartió una mirada preocupante con Pip. Ambas chicas decidieron salir de los vestuarios para reencontrarse con Cara y los demás. Ellos se encontraban sentados en un banco fuera de las pistas de tenis, hablando animadamente sobre el partido.

―Enhorabuena, Cara. ―felicitó Katherine a la joven Ward con una sonrisa, una vez hubieron llegado― Has hecho un muy buen partido.

―Muchas gracias, Katherine. ―le respondió la chica para darle un mini abrazo.

Se señaró de la chica para abrazar con todas sus fuerzas a Pip, mientras la de pelo corto felicitaba a su mejor amiga. Después de unos minutos, Cara y los demás seguían hablando mientras las jóvenes detectives seguían pensando seriamente en la conversación con Nat.

Si Andie no se acostaba con Sal cuando ellos estaban juntos, ¿con quién se acostaba entonces?

Vieron a Nat Da Silva al otro lado de la calle, mirando su móvil mientras esperaba a que alguien la recogiera. Katherine se quedó mirándola fijamente. Hacía muchos años que no la veía, y ahora... había cambiado. Todo había cambiado.

―Hey, ¿estás bien? ―preguntó Pip al ver la expresión un poco triste de Katherine.

―Sí, no pasa nada. Es solo que estoy... cansada. No he podido dormir muy bien estos días.

―Te entiendo. ―dijo la joven Fitz-Amobi― Oye, mi madre tiene en casa unas pastillas para poder dormir bien cuando tiene que trabajar y eso. Y son muy efectivas. Casi no me deja dormir por los ronquidos. Si quieres, te puedo dar algunas.

―Gracias, Pip. ―le contestó la pelinegra a la chica, y esta le dedicó una sonrisita.

―¿Me acabas de llamar «Pip»?

Katherine sintió sus mejillas acalorarse. ¿De verdad acababa de nombrar a Pippa Fitz-Amobi, su mayor enemiga, por su apodo? ¿Qué demonios?

―No te acostumbres, Amobi. ―le respondió ella, borrando su sonrisa― Me has pillado desprevenida.

Ella alzó las manos en señal de inocencia, mientras tenía una sonrisa burlona en sus labios.

―Tranquila, Bell, no lo haré.

Katherine puso los ojos en blanco para desviar la mirada de ella para ver cómo un coche negro se posicionaba delante de Nat Da Silva. La chica entró en este y se sentó en el asiento del copiloto.

Katherine se fijó en la persona que se encontraba en el asiento del piloto del coche, y alzó las cejas con sorpresa al reconocerla. Se trataba del mismo joven que las había amenazado de la forma más amable posible en la fiesta de los Hastings, la misma en la que él le había intentado robar la nariz.

¿Qué relación tendrían Nat Da Silva y ese chico? Tenían más o menos la misma edad y, debido al comportamiento de ambos ―puesto que no se hablaban―, o eran hermanos o una pareja en medio de una crisis.

Pip pareció verlo también, por lo que le echó una mirada rápida a Katherine para girarse y mirar a sus amigos.

―¿Nos vamos? ―sugirió la chica.

―Sí, claro. ―contestó Lauren con despreocupación, para levantarse del banco junto a los demás. Todos comenzaron a caminar para alejarse del lugar.

Sin embargo, el coche en el que Nat Da Silva y ese joven se encontraban se posicionó al lado de Katherine y Pip mientras este seguía en movimiento y las chicas continuaban caminando. El joven las miraba fijamente, y las chicas hacían todo lo posible por no mantener el contacto visual con él.

Ese joven no era de fiar, y mucho menos si él las miraba de ese modo tan extraño.

Katherine le hizo una seña a Pip para que aceleraran el ritmo de su caminata, y así poder alcanzar a los demás.

A LA MAÑANA SIGUIENTE, Katherine se dirigía hacia casa de Pip. Cara la había invitado a pasar un día de camping con ella y los demás para así celebrar su cumpleaños número dieciocho. Y, claro, la joven Bell no podía negarse a tal invitación así como así. No iba a decepcionar a una de las muy pocas personas que la respetaban.

Por primera vez desde que Margot se mudó, la habían incluido en algo que no tuviera que ver con ridiculizarla en público debido a la muerte de Andie.

Cuando finalmente hubo llegado, se ajustó la correa de la enorme mochila que llevaba colgada en su espalda. Era la antigua mochila vieja de Andie, de un color morado muy oscuro, casi negro. Fue una de las pocas cosas que pudo conservar de ella antes de que su padre las tirara todas.

Suspiró pesadamente y tocó el timbre de la casa de los Fitz-Amobi.

Unos segundos después se abrió la puerta dejándose ver a una Pip con el mismo pelo corto de siempre y sus ojos verdes. La chica le saludó con un leve asentimiento de cabeza el cual Katherine le devolvió. Lo cierto era que habían quedado para verse y, después de salir de la casa, ir a ver a Ravi para contarle todo lo que habían averiguado hasta entonces.

―¡Pipsicola, ven aquí! ―se escuchó la voz de un hombre, y Katherine dedujo que se trataba del padre de la chica.

La pelinegra alzó una ceja al escuchar aquel apodo y miró a la castaña en busca de respuestas, aguantándose la risa. Esta solo la ignoró para poner los ojos en blanco y dirigirse hacia la cocina seguida de Katherine.

―Buenos días. ―saludó la joven Bell con una sonrisa amable al llegar al sitio.

―¡Oh, hola, cariño! ―saludó Leanne a la menor con una enorme sonrisa, llegando a la cocina― No sabía que vendrías hacía aquí.

Aquello último lo dijo mirando a Pip.

―Sí, es que hemos pensado que sería mucho mejor ir juntas a casa de Cara, y así el coche ahorra un poco de gasolina. ―explicó su hija rápidamente.

Katherine sonrió, le agradaba de alguna forma que la buena y angelical Pippa Fitz-Amobi estuviera mintiendo de ese modo.

―Oh, entiendo. ―asintió la mujer con una sonrisita, y así ambas supieron que ella había caído de cabeza en la mentira.

El padre de Pip le hizo una seña para que se acercara a ella y esta obedeció. El hombre empezó a colocarle la enorme mochila de color azul a la ojiverde en la espalda.

―Maravilloso. ―dijo, una vez hubieron hubo conseguido poner bien la mochila en la espalda de su hija.

―¿Has encontrado la linterna? ―preguntó Pip mirando a su madre.

―Sí, pero la pobre no tiene pilas.

―Ni luz. ―murmuró su marido mientras terminaba de ajustar la correa de la mochila de Pip.

―Oh, sí tiene luz, sí tiene luz. ―contestó Leanne después de inspeccionar la gran linterna amarilla por unos segundos.

―No te preocupes, si llevo el móvil, así que... ―intentó restarle importancia Pip.

―Ven aquí. ―dijo su madre antes de envolverlo en un enorme abrazo que empezó a dehar sin respiración a la castaña.

―¡Ay, mamá, suelta! ¡Suelta! ―se quejó Pip mientras su madre seguía estrangulándola por el abrazo― Solo me voy una noche.

Katherine empezó a reír por lo bajini, mientras contemplaba esa interacción. Aunque escondía sus verdaderos sentimientos respecto a eso. Se sentía triste y nostálgica. Lo cierto era que nunca había tenido una buena relación con su madre, y mucho menos desde que Andie desapareció. Sus padres se separaron y su madre se mudó a otra ciudad.

No mucho tiempo después, su padre trajo a casa a una mujer, quien lleva siendo su nueva esposa desde entonces. Ella no lo aprobaba, claro, pues no podía creer lo rápido que él había pasado página, lo que empeoró aún más la relación que tenía con su padre.

―¿Quién conduce? ―preguntó Leanne a su hija, sacando a Katherine de sus tristes pensamientos.

Pip se separó del abrazo de su madre con las mejillas encendidas, mientras miraba a la joven Bell de reojo. Se sentía un poco avergonzada de que ella hubiera visto eso.

―Ya te lo dije, mamá, conduzco yo.

―Tranquila ―habló el padre de Pip mirando a a mujer para abrazar a la menor―, mi hija es responsable.

Y ahí estaba de nuevo esas ganas de romper a llorar provenientes de Katherine, escondidas a través de una aparente feliz sonrisa.

―¿Qué has de recordar al conducir con amigos? ―preguntó su madre con seriedad.

Pip suspiró después de separarse del abrazo de su padre para mirar a la mujer.

―Protegerse bien, no acelerar, tampoco hay que intentar fardar. ―cantó haciendo un bailecito acorde a las palabras que decía.

Katherine se mordió el labio para no reír.

Josh, el hermano pequeño de Pip, empezó a copiar el baile que la chica acababa de hacer.

―Por favor, tú no. ―dijo su padre con diversión, mirando al niño.

―No, porque esa es la primera causa de accidentes de tráfico en adolescentes. ―respondió Leanne para acercarse a su hija y sonreírle mientras colocaba las manos en sus hombros.

―No creo que sea una estadística real. ―opinó el señor Fitz-Amobi, para darle un sorbo a su taza de café.

Pip le hizo una seña a Katherine para que empezaran a caminar hacia la puerta.

―Divertíos mucho, y felicitad a Cara de mi parte. ―habló el hombre.

―Adiós, Katherine. ―se despidió la mujer de la chica, quien solamente le sonrió, y miró a Pip― Te quiero, cielo.

―Te quiero muchísimo, por siempre jamás. ―dijo el padre de Pip.

―¡Y yo, y yo! ―contestó Pip con una sonrisa, para alejarse de allí y abrir la puerta de la casa.

Se hizo a un lado para que Katherine pasara primero. Se montaron en el coche de la chica, y ninguna de ellas dijo nada durante el camino. Todo estaba muy silencioso.

Pip escuchaba alguna que otra canción en la radio con la vista fija en la carretera y Katherine miraba por la ventana mientras cantaba la canción en su cabeza. Una vez hubieron llegado al lugar acordado con Ravi, el bosque, se bajaron del coche para encontrarse con él en una especie de cabaña.

Se saludaron y Katherine le enseñó a Ravi la grabación con Nat Da Silva.

Pareces maja, Pippa. Y a ti te conozco muy bien, Katie. ―se escuchó la voz de la rubia desde el móvil, y Ravi escuchaba atentamente― No sabéis en lo que os estáis metiendo. Tened cuidado.

La grabación terminó y Ravi habló.

―Tenéis razón, es raro.

―Luego subió a un coche con el tío de la fiesta que intentó robarme la nariz. ―dijo Katherine guardando su móvil.

―¿Emma y Nat siguen en contacto? ―preguntó Ravi.

―Creo que no, Emma se mudó a la ciudad. ―respondió Pip.

Pareció que a Katherine y Ravi se les hubo encendido una bombilla a la misma vez, y al darse cuenta de ello se miraron.

―¿Estás pensando lo mismo que yo?

―Creo que sí. ―contestó el chico y miró a Katherine― Dame su número.

―¿Qué vas a hacer? ―preguntó Pip con una sonrisa divertida, mirando a Ravi.

El joven Singh la miró ―Ya lo verás.

Pip y Ravi se quedaron mirando el uno al otro con una sonrisa. La sonrisa de Katherine se esfumó casi de inmediato, mientras desviaba la mirada de ellos.

―Adelante, Einstein. ―dijo la pelinegra con un tono de voz ¿brusco?, para darle el móvil al chico con el número de Emma Hutton ya preparado.

Ambos salieron de su burbuja y Pip miró a Katherine. Ella también la miró. Con la diferencia de que la ojimarrón desvió la mirada de ella casi al instante.

Ravi agregó el número de Emma y no tardó en enviarle un mensaje pasándose por Nat.

Hey, hace mucho tiempo
que no nos vemos. Soy Nat.
Tengo nuevo número.


Esperaron unos segundos y un mensaje llegó.

Hey, Nats. Te echo de menos.

Ravi volvió a escribir, sacando una sonriza a ambas chicas debido a lo que ponía en el mensaje de texto.


¿Cómo te va la vida
en la ciudad? ✨💃🚬


Otro mensaje.

Me va todo bien, babe.

Ravi siguió escribiendo, y Pip sonrió para darle un mini golpe en el hombro al moreno al ver lo que estaba poniendo en el mensaje.

―¡Eh! ―se quejó ella, y Ravi rio.

―No soy yo, es Nat. ―se excusó el pelinegro con una sonrisa y Pip rodó los ojos.

Katherine volvió a borrar su sonrisa al ver esa interacción. Tragó saliva para centrarse de nuevo en la conversación con Nat. No sabía por qué de repente le molestaba que Pip y Ravi tuvieran tantos momentos así. Aquella era la segunda vez que le había pasado.

Ravi envió el mensaje, y el sonido de envío sacó a Katherine de su cabeza.

Ah, qué guay. Por cierto,
¿han contactado contigo
unas chicas súper raritas
para que les
hablaras sobre Andie?

Un nuevo mensaje.

Sí. Me pillaron en el
trabajo. ¿Y a ti?

Katherine le hizo una seña a Ravi para que le devolviera su móvil. El chico suspiró para dárselo, aliviado de quitarse el marrón de encima, al menos por unos minutos.

Katherine escribió.

A mí me pillaron en 🎾.

Un nuevo mensaje de Emma.

¿¿¿Y???

Katherine se relamió los labios con nerviosismo antes de volver a escribir. Tenía que sonar lo más convincente posible y así asegurarse de que Emma se creyera que estaba hablando con Nat, pero también tenía que sacarle información fuera como fuese.

Estoy preocupada de que
haya hablado de más
sobre la complicada vida
amorosa de Andie.

Miró a Pip antes de mandarlo, y esta le asintió, dándole el visto bueno.

Katherine lo envió.

Esperaron durante unos segundos, pues Emma parecía escribir pero después volvía a borrar el mensaje. Como si no supiera qué decir al respecto. La había pillado completamente desprevenida.

Justo como Katherine quería.

Así hablaría más.

Sin embargo, ninguno de los tres se esperaba aquel nuevo mensaje.

¿Les contaste sobre
Hombre Mayor Secreto?

Aquello dejó sin habla tanto a Katherine como a Pip y Ravi. Los tres compartieron una mirada preocupante y confundida. ¿Qué demonios? ¿Tipo Mayor Secreto? ¿Andie se acostaba con alguien mayor que ella? ¿Qué...?

―¡Joder! ―exclamó Ravi, anonadado con esa enorme revelación.

Katherine le pasó el móvil a Pip, pues estaba demasiado confundida, sorprendida y preocupada para siquiera atinar a escribir correctamente en el teclado.

Aquella no era la Andie Bell que conocía. Aquella no era la hermana mayor que conocía. Aquella no era el ejemplo a seguir que conocía.

Pip le contestó rápidamente que no, que ese secreto se iría con ella a la tumba. La conversación no duró mucho más aparte de eso. Nat (los jóvenes) y Emma quedaron en que algún día esta última iría a Little Kilton para visitarla y así poder ponerse al día.

Unos minutos después, todos fueron al coche de Pip. Katherine se sentó en el asiento del copiloto mientras que Ravi se sentó en el asiento trasero, justo en el medio.

Pip había recogido su pelo corto en dos coletitas bajas, y Ravi se había colocado su gorro de lana de color beige. Katherine seguía igual que antes. Igual de confundida. Igual de extrañada.

La chica alzó la mirada y se quedó mirando a Pip por unos segundos, dándose cuenta de que ese peinado no le quedaba tan estúpido como le hubiese gustado admitir.

De hecho, no le quedaba para nada mal.

Y odiaba eso.

―Creo que nada de esto hace quedar muy bien a Sal. ―habló Ravi y Katherine desvió la mirada de Pip para mirar al chico a través del retrovisor― Lo del novio celoso suele ser el motivo por excelencia.

―Sí, pero Andie tenía dos novios. ―contestó Pip para mirar a Ravi― Lo que significa que ese Hombre Mayor Secreto es nuestro principal sospechoso.

―Así que vamos un paso por delante de la policía. Sal era su único sospechoso. ―dedujo Ravi, y Pip lo miró de reojo.

―Buen trabajo, Sargentita. ―dijo Katherine mirando a Pip con una mini sonrisa.

La chica abrió los ojos con sorpresa para mirar a la pelinegra con las cajas alzadas.

―¿Sargentita?

―¿Prefieres que te llame «Pipsicola»?―cuestionó Katherine con una ceja alzada, divertida, y Pip rodó los ojos.

―No, gracias, prefiero el nuevo apodo.

―Fantástico, Sargentita. ―sonrió ella, y pudo escuchar la risa de Ravi proveniente de la parte de atrás.

―Vuelve a decirlo y te doy un puñetazo.

―Está bien, Sargen... ―pero la chica cerró la boca al ver la mirada fulminante de Pip, y alzó los brazos en señal de rendición― Vale, vale.

holisss, ya estoy de vuelta con este maravilloso fanfic 😝 ( eso espero )

quería agradecer el apoyo que está recibiendo últimamente la historia, pues la verdad es que no me esperaba que fuera a tener tanto apoyo 💞

no me gustó cómo quedó el cap ☹

en fin, nuestra hermosa katie está celosa porque no le gusta que pip y ravi tengan esos momentitos !!! ( pero eso no lo va a admitir nunca, i fear )

tendrán más contenido de katherine celosa en el siguiente capítulo 🤭

pobrecita mi katherine, no se merece todo ese sufrimiento 😭

amo a pip y katie, las adoro a mis bebés, ya hasta katie la llamó sargentita 💖💓💕💞💝💟

bueno, espero que les haya gustado el capitulo, y ahora me voy a poner con el siguiente !!! no se olviden de votar y comentar, please, i love y'all.

xoxo, nahia <3

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