4. James...
21 de diciembre de 1978
James Potter
Hacía bastantes días que no sabía de ella, yo quería pensar que estaba bien, pero tenía una mala sensación desde hace unos días, así que le pedí a Marlene que fuera a verla, o al menos a intentarlo. Sabíamos perfectamente que con el marido que ella tenía era un poco complicado, pero no perdía las esperanzas de que Marlene pudiera averiguar algo.
Yo me encontraba en el Ministerio, con mis prácticas de Auror, aunque no me podía concentrar demasiado porque solo podía pensar en ella, no me gustaba tenerla lejos. Siempre pensé que los dos estaríamos juntos hasta ancianos, pero lastimosamente so no paso así y odiaba eso.
Odiaba saber que no la tenía a mi lado, odiaba saber que ella estaba en esa casa con ese maldito desgraciado que solo le hacía la vida imposible. Odiaba el hecho de no haberme dado cuenta de todo y de no haberla sacado a tiempo.
Debí haberlo planeado con tiempo y huir juntos a cualquier parte del mundo sin que nadie pudiera encontrarnos. Pero los hubieras no eran reales y la realidad era otra que no quería afrontar.
—¡James! —levanté la mirada para ver a Sirius esperando a que le contestara a algo que seguramente había dicho, pero que yo no había prestado atención por pensar en ella.
—¿Qué ocurre? —con él no me servía mentir porque me conocía demasiado bien, ese era el don de Canuto. Aunque después de tantos años ya era algo normal. Los dos éramos muy unidos y sabíamos cuando alguno estaba mal y sabía perfectamente que él estaba intuyendo, que algo me estaba pasando.
Estos días en los entrenamientos se notaba y por mucho que intentara concentrarme era un trabajo demasiado complicado, porque solo podía pensar en ella.
Llevaba enamorado de ella desde que la vi por primera vez en la Estación de tren junto a su familia. Tenía un lindo vestido de flores y el pelo recogido en una trenza, se veía como si de un ángel se tratara, era tan hermosa y lo seguía siendo.
Lo bueno es que pude hablar con ella una vez que entramos al tren y era una maravilla, incluso sin apenas conocerla, quedé maravillado cuando me contaba sobre algo que estaba leyendo o de cualquier cosa porque se le iluminaba el rostro y sus ojos azules brillaban como estrellas.
Había sido tan afortunado de tenerla en mi vida, siempre había estado a mi lado en todo momento y no dejó de creer en mí. Ella siempre estaba ahí para alegarme el día y siempre supo qué decir en cualquier situación.
Cuando me confesó sus sentimientos sin duda alguna había sido el chico más afortunado del mundo y lo seguía siendo porque sabía que ella me amaba, al igual que yo la amaba a ella y eso nunca cambiaría. Siempre sería suyo y ella siempre sería mía.
Ella siempre sería la dueña de mi corazón, aun si no estábamos juntos, aun si ella se enamorara de otra persona, yo siempre estaría ahí esperándola, porque ella merecía lo mejor del mundo. Yo quería ser esa persona, quería ser todo lo que ella necesitara y ayudarla en todo como un equipo.
Siempre estaría a su lado, en las buenas y en las malas pasara lo que pasara.
—Estás en tu mundo James —solté un pequeño suspiro mientras veía a Sirius acercarse a mí con una pequeña sonrisa.
—¿Es por Aline? —asentí jugando con mi pulsera que tenía en mi muñeca izquierda, me la había regalado Aline en nuestro tercer año y jamás mela había quitado. Lo había hecho ella y tenía nuestras iniciales. Sonreí al recordar lo nerviosa que estaba cuando me lo dio porque pensó que no me gustaría.
—No puedo sacármela de la cabeza Sirius, necesito sacarla de ahí cuanto antes.
—Te entiendo, pero debes saber que Aline es una chica muy fuerte y estoy seguro de que sabrá arreglárselas sola. Nosotros te ayudaremos, pero no te preocupes por ella. Siempre ha sabido como defenderse y esta vez no será la excepción.
—Confió en ella y en sus capacidades, en el que no confió para nada es en Mason. Lo conozco lo suficiente para saber la horrible persona que es y más si se trata de Aline. No puedo quedarme de brazos cruzados viendo como ella está con él —solo de pensarlo, todo mi cuerpo tembló, pero no de miedo, sentía una fuerte impotencia porque no sabía como hacer para que ella estuviera bien y a salvo.
—Te entiendo James.
—¿Estás seguro? Porque no sé si entiendes que el amor de mi vida está encerrada en una casa, donde sabe Merlín que demonios le puede estar haciendo y todo eso es mi culpa, porque no me pude dar cuenta antes de todo, porque debía haberla salvado en su momento. Tuve que luchar más por ella y no dejar que hiciera todo eso. Que no eligiera ese camino y ahora por eso, ella está con ese infeliz Sirius. Solo quiero tenerla a mi lado y sé que no voy a conseguirlo si no lucho más, necesito ver a Mason en Azkaban y lejos de ella. Necesito tenerla a mi lado para disfrutar de esta vida, porque es demasiado corta y hay una maldita guerra. Al menos sé que si me voy de este mundo pude tenerla a mi lado. Tengo que luchar con más fuerzas para poder sacarla de ahí y tener esa familia con ella. Es lo único que ella se merece, se merece el mundo y sé merece ser feliz después de todo y yo mismo haré que eso sea posible —él me miró sin decir nada y asintió, cuando de pronto vi a Marlene a lo lejos con lágrimas en los ojos y una mirada perdida en su rostro.
Algo malo había pasado y quería pensar que Aline estaba bien. Sirius también miró hacia donde yo estaba mirando y los dos corrimos preocupados hasta ella.
—¿Y Aline? —le susurré una vez que llegamos a ella. Sirius la estaba abrazando fuerte por los hombros.
—James... —ese tono de voz no me gustaba para nada, sabía que eso era algo demasiado malo y no quería creer que estuviera muerta.
—No... —ella me miró con lágrimas en los ojos.
—Fui a su casa y me abrió él. Según él, Aline se fue lejos, pero no le creo nada, se estaba limpiando las manos con un trapo y pude ver un poco de sangre en él.
—Tal vez él no la haya matado, no podemos suponer tal cosa sin pruebas —Marlene miró a Sirius.
—Conozco a Aline y sé perfectamente que no se iría sin decirme a donde, la conozco perfectamente y tú también. Al igual que conoces a ese infeliz —susurró ella rompiendo en llanto mientras Sirius se quedaba callado y la abrazaba fuerte.
Yo dejé de escuchar a mi alrededor, yo no podía creer que ella ya no estuviera, no podía ni imaginarme una vida sin ella. Estaba destrozado, es como si mil cuchillas me apuñalaran en el pecho sin parar. Mi corazón estaba roto, y una parte de mí estaba desvaneciendo con ella.
No podía creer que ese infeliz pudiera hacerlo, y no podía hacer nada sin pruebas.
Quería matarlo con mis propias manos, pero primero quería saber con certeza que Aline estaba muerta y una vez que lo supiera iría a por él sin importarme nada acabar en Azkaban. Lo quería muerto y no pararía hasta conseguirlo.
NOTA DE AUTORA
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Espero que os haya gustado el capítulo, no olvides comentar y votar.
Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es historias.wattpad_ también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia yo encantada de verlos #nobodynocrimewattpad ❤
Os amo❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro