5
Meliodas llegó justo donde se encontraban los 10 mandamientos. Rápidamente, el rubio aterrizó y miró seriamente a los demonios que antes solían ser sus camaradas.
Meliodas y los 10 mandamientos se miraban, sin decir una sola palabra. Un momento de silencio es lo único que hubo en ese momento, el único sonido que se transmitía era el aire, el viento que soplaba no muy fuerte ahí.
Meliodas buscaba con la mirada a Zeldris, cosa que no tardó en encontrarlo, en encontrar y finalmente volver a ver a su amado y hermano menor, Zeldris.
Meliodas miraba a Zeldris, y éste a él.
Meliodas tenía una mirada sería, mientras que Zeldris tenía una concentrada pero calmado.
El rubio con cuidado y despacio, se acercó a Zeldris, caminando recto para estar enfrente del demonio pelinegro.
Ya estando enfrente del pelinegro, ambo solo se miraban, callados completamente.
Nadie se inperponía o decía algo al respecto, simplemente miraban, como si algo los detuviera en hacer algo y todo lo que pueden hacer es mirar.
Meliodas: Zeldris...
Finalmente te encontré.
Zeldris: Meliodas...
Meliodas: Ha pasado demasiado tiempo...
Pero finalmente... estamos juntos otra vez.
Zeldris: De qué estás hablando?...
Meliodas: Vamos Zel, ya lo olvidaste?
Lo nuestro, nuestro romance prohibido...
Zeldris simplemente no recordaba ya eso, ya no recordaba cuando amó a Meliodas de esa forma.
Ahora Zeldris no era más que un demonio sin sentimientos.
Le daba igual ahora Meliodas, ya no tenía amor por él.
No era más que nada ahora.
Esto lo notó Meliodas, logrando ver unas cuantas sonrisas victoriosas de los mandamientos por esto.
Ya no tenía posibilidad de recuperar a su Zeldris.
O eso es lo que ellos piensan.
Meliodas: *toma de los hombros a Zeldris* Vamos Zeldris.
No me olvidaste.
Tus recuerdos conmigo aún siguen ahí.
Yo sé que aún me amas, tanto como yo a ti.
Nuetsro padre te ha maldecido con un pedazo de él, el mandamiento.
Zel... reacciona porfavor, sé que aún sigues ahí, sé que ese pequeño demonio el que me enamoré aún sigue ahí.
Meliodas soltó con cuidado a Zeldris, para mirarlo a los ojos, mientras extendía su mano izquierda, esperando en silencio pacientemente que el menor la tomara.
Zeldris al ver la mano extendida de Meliodas esperandolo, abrió un poco los ojos, como si eso lo estuviera haciendo despertar nuevamente.
Zeldris parpadeó 2 veces para despertar mejor, extendiendo él su mano izquierda despacio para tomar la mano de su hermano mayor.
Zeldris cerró sus ojos por unos momentos, esto enloqueció internamente a los mandamientos, pero para su mala suerte, ya no podían hacer algo al respecto.
Zeldris abrió los ojos, ya sin el símbolo de demonio en su frente, y mostrando sus ojos verde esmeralda, iguales a los de su hermano mayor.
Zeldris: Meliodas?
Meliodas: *sonríe* Bienvenido hermano.
Finalmente has despertado del sueño que te tuvo nuestro padre.
Zeldris abrazó a Meliodas, con algunas lágrimas en sus ojos, feliz de finalmente ver y estar con su hermano mayor, con el amor de su vida.
Meliodas: Vamonos de aquí.
Zeldris: Sí.
Ambos extendieron sus alas de demonio, llendose volando muy lejos de ahí juntos.
Ya nada ni nadie podía hacer algo al respecto, así que si alguien los ve juntos con su amor, que se aguante se ha dicho.
The end.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro