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Día 03: "Cafetería/Librería AU"

Día 03.
Nosotros dos

Era otro día común y corriente en la cafebrería Roses, Books & Coffee.

Rusty Rose, una empleada del local, se encontraba barriendo con algo de música de fondo, aprovechando que no había clientes por atender.

Todo estaba tranquilo, o al menos, hasta que se escuchó la campana de la entrada, anunciando la llegada de un cliente.

Aquello se le hizo extraño, casi nadie visitaba el local a esas horas.

Dejó la escoba a un lado y sin demora se acercó al recién llegado, quien ya se había acomodado en una de las mesas, no tan lejos de ella.

Se llevó una gran sorpresa al darse cuenta de quién se trataba, porque aunque cubría su rostro con el menú, Rose pudo reconocer fácilmente esas orejas desalineadas y guantes con distintos diseños.

Se acercó hasta él y ejerció fuerza con un dedo sobre el menú, apartándolo hacia abajo para así poder ver su rostro y confirmar que se trataba de él.

—Tú.

—Me descubriste.— Aquel vulpino sonrió con un tono juguetón —¿Qué hay, tostadora?

Se trataba de Nine, un ex-cliente frecuente del lugar y amigo de Rusty.

—¿Quién lo diría? Tú por aquí... Ha pasado un tiempo desde la última vez que nos vimos.— Comentó la erizo con una sonrisa —Te preguntaría qué ordenarás, pero debo recordarte que mi hermana te prohibió la entrada a este local.

Nine suspiró con fastidio. Era cierto, hace algún tiempo, Black Rose, la hermana de Rusty y la segunda al mando en la cafebrería, lo había vetado por haber derramado café sobre los libros.

También por falsificar su edad, pedir libros prestados y no devolverlos, no pagar los postres que pedía, distraer a Rusty de su trabajo, entre otras cosas, pero eso no era importante.

—Oh, por favor, solo fue una vez.— Rusty solo levantó las cejas, con las palabras "¿En serio?" atoradas en su garganta —Está bien, tal vez fue más de una vez... ¡Pero no volveré a hacerlo!

—Lo siento, sabes como es.

—Vamos... Tu hermana ni siquiera está aquí ahora.

—Pero vendrá. Todo debe estar impecable para cuando lo haga, y el lugar no se limpia solo.

El zorro rodó los ojos y se recostó sobre la silla con los brazos cruzados. Rose dejó el menú sobre la mesa y volvió a la limpieza, permitiendo que el silencio se apoderara del lugar.

Nine tanteó con la mirada a su alrededor, dándose cuenta de la cantidad de asientos vacíos.

—Veo que no hay muchos clientes.— Comentó, dándole un giro inesperado a la conversación.

—El horario de la tarde no es tan popular.— Respondió la erizo sin dejar de barrer —Suelen venir más personas durante la mañana o la noche.

—Ya veo... En ese caso, ¿qué te parece si nos sentamos y...no sé, bebemos una taza de café?

La invitación tomó desprevenida a Rusty. Dejó de barrer y giró sobre sus talones para verlo, con unas inmensas ganas de decirle que sí... Pero no podía.

—Diría que suena a una buena idea, pero no lo es. Cuando mi hermana llegue y te vea aquí, te matará.

—¡Anda! Te prometo que será rápido.— La erizo observa al vulpino con una mueca, aún no del todo convencida —Me portaré bien, en serio.

Finalmente, Rose sonrió negando con la cabeza. Su hermana definitivamente la mataría.

—Bien, ¿qué ordenarás?

—Conoces mi favorito.

Ambos se dedicaron una sonrisa antes de que la erizo partiera a la cocina. Antes de haber sido vetado, Nine siempre pedía un pay de limón y un café, así que, en cuanto lo tuvo todo listo, lo sirvió y se sentó frente a él.

El zorro llevó el primer bocado del postre a su boca y Rusty rió al ver como se le iluminaron los ojos.

—Delicioso.— Murmuró, llevándose el segundo bocado sin demora alguna.

—Y... Nine...— Comenzó la erizo, jugando con sus dedos por debajo de la mesa —¿Cómo has estado? ¿Sigues con ese proyecto de la...? ¿Cómo era que la llamabas?

—He estado bien.— Respondió, con la boca llena. La cubrió al darse cuenta de sus malos modales y se tomó un momento para tragar antes de continuar —Y en cuanto a la nave de fragmento, sí, sigo en ello.

—Eso es genial... Recuerdo que venías aquí a diario.— Mencionó con nostalgia, observando una de las estanterías que el zorro solía frecuentar —Podías estar un día entero leyendo sobre las propiedades de las rocas y esas cosas.

—Aún tengo esos libros que robé.— Recordó, tomando un sorbo de café y observando en la misma dirección que su amiga.

—¿Piensas devolverlos alguna vez?

—En cuanto termine mi proyecto, lo pensaré.

Rusty negó con la cabeza sonriendo. Nine, por otro lado, continuó observando el estante con libros, absorto en sus recuerdos.

—¿Qué ocurre?— Cuestionó la erizo.

—Nada. Solo recordaba la vez que nos conocimos. Aquí, en este lugar.

—Ugh, no me lo recuerdes...— Pidió, avergonzada, a lo que el zorro solo rió y dió paso a un cómodo silencio.

Rusty pensó que esa era la oportunidad perfecta para preguntarle al vulpino algo que se había estado guardando desde hace tiempo.

—Oye... Nine.

—¿Sí?

—¿Por qué esperaste tanto tiempo para venir a verme?

El menor suspiró con pesadez comenzando a picar el pay.

—Bueno, tú sabes... La universidad y mis proyectos han consumido todo mi tiempo, además... Tu hermana...— Respondió, dejando la oración al aire para llevar otro pedazo del postre hasta su boca y deleitarse con su sabor —No tienes idea de cuánto extrañaba la forma en la que cocinas el pay.

—Yo te extrañaba a ti.

El vulpino observó a la oji-jade con los ojos muy abiertos. Luego, sonrió y bajó la mirada para evitar que ella viera el sonrojo en su rostro.

—También te extrañé.

—¡Ay, hermana!— Ambos se quedaron petrificados al oír la campana de la entrada y, posteriormente, ver a Black Rose entrando en la cafebrería —Lamento mucho la demora, el tiempo se me pasó volando conversando con Sails y cuando me di cuenta- ¡Hey! ¿Qué estás haciendo tú aquí?

—Y... Se acabó la fiesta.— De forma apresurada, el zorro tomó a la erizo de la mano y la tiró consigo fuera del local —¡Andando!

—¡Vuelve aquí, sabandija!— Exclamó su hermana corriendo tras ellos.

Ambos corrieron por las calles hasta llegar a un callejón, lugar donde se escondieron. Black siguió de largo y, una vez se aseguraron de que estaba lejos, Nine comenzó a reír escandalosamente.

Por otro lado, el rostro de Rusty estaba muy lejos de formar una sonrisa siquiera.

—No es gracioso, ahora estoy en problemas por tu culpa, me prometiste...— La pelirosa detuvo su sermón al ver que Nine continuaba riendo.

Era la risa más linda que sus oídos habían escuchado. Nine no era el tipo de persona que sonreía demasiado, y escucharlo reír era una experiencia realmente única.

—Ups.— Fue todo lo que el zorro dijo al terminar de reír, encogiéndose de hombros. La oji-jade rodó los ojos con desaprobación —¡Vamos! No puedes negar que eso fue divertido.

—Quizá... Si lo fue. Un poco.— Admitió con una pequeña sonrisa.

Una vez más, el silencio se hizo presente, pero no era de esos típicos silencios incómodos en los que solo quieres que la otra persona diga algo o que la tierra te trague de una vez, no.

Era uno de esos silencios que lo decía todo, y a la vez, nada. Simplemente... Eran ellos dos, tal y como siempre lo habían sido, descifrando los pensamientos del otro con solo verse a los ojos.

—Y bien... Ya que estamos aquí...— Nine rompió el silencio ofreciéndole una mano a Rose al estilo principesco —¿Te gustaría ir a dar un paseo a algún lado?

La pelirosa no lo dudó ni un solo segundo, y aceptó su mano. Sin más, salieron de su escondite y comenzaron a caminar por las calles.

No existía propósito o destino alguno, con la sola compañía del otro, era más que suficiente para pasar un buen rato.

¡Hola, hola! ✌️

Tercer día de la Niusty Week publicado. 💕

Este OS se lo dedico a mi bestie, mi bella winkorion 💖
Gracias por ayudarme con ideas para esta mini historia, realmente me divertí mucho escribiéndola.

Me atrevería a decir que es mi día favorito hasta ahora, ¿ustedes qué opinan?

Por cierto, para los que se quedarom con la intriga de saber la forma en la que se conocieron Nine y Rusty, lo dejaré aquí;

❝Ella se había acercado a él con toda la confianza del mundo creyendo que se trataba del novio de su hermana, y en cuanto se dió cuenta de que era otra persona, se disculpó mil veces, a lo que Nine le dijo que la perdonaba con la condición de que no debía pagar por su orden ni por el libro que se iba a llevar, cosa que obviamente no se iba a poder.❞

No lo coloqué dentro del OS porque no supe bien en qué momento, pero me dió risa y quería que lo leyeran jaksja.

Nos vemos en la próxima actualización. ✨

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