En los canales sobre la vida animal siempre hablan de presas y depredadores, te explican cómo identificar a cada uno.

Los depredadores siempre saldrán a relucir, con su personalidad dominante sus ojos penetrantes, la manera en que se mueven anunciando su ferocidad.

Las presas siempre el eslabón más débil y actitud más pasiva.

Pero existen casos dónde es al revés.

Pueden tener cara de presa y ser el depredador.

-¡Muévanse ese platillo debió salir hace dos minutos!

-¡Si chef!

La cocina siempre será una jungla dónde si no te cuidas puedes ser devorado por alguno de tus compañeros, todos quieren destacar, para un día tener su propia cocina o ser respetados en una, este era el caso de Kitagawa Tsubaki, una chef en sus inicios con excelentes recomendaciones, platillos deliciosos y concentración máxima.

Solo había un pequeño problema, su carácter jamás la haría tener el mando de una cocina, menos la de un restaurante tan prestigioso ubicado en Hells Kitchen. Era eficiente no cabía duda y hacia todo sin pestañear o tener algún error, pero no sabía tomar el control, apenas sentía que el chef principal le gritaría se asustaba y huía.

Por eso aunque era la mejor seguiría en la misma posición de ayudante, estaba al mando del Sous Chef Lee Minho, un año menor que ella pero con la temple de manejar la cocina cuando el Chef principal estaba, todos le temían.

Era aterrador

Implacable

-¡Kitawaga! Deja que ellos hagan su trabajo te necesito en el área de carne.

-¡Ya voy Chef!

La pequeña corría de un lado a otro haciendo los más trabajos que podía, fue uno de esos días dónde el restaurante estaba a tope así que no había tiempo de descansar ni un segundo. Fue un turno pesado y todos saliendo fueron directo a sus casas a descansar.

Ya era la una de la mañana y las calles estaban demasiado tranquilas, un hombre de traje de balanceaba un poco caminando por la acera, hasta que se cayó junto a un árbol riéndose por su torpeza.

-¿Joven Lee?

El hombre levantó el rostro tratando de enfocar a la voz femenina frente a él.

-¿Kitawaga? ¿Qué haces aquí?

-Vivo en los departamentos de aquí, ¿Está bien?

-Solo un poco mareado, me invitaron a tomar unas copas el chef y los inversionistas, pero creo que se me subieron un poco.

Analizo de arriba abajo a la joven, está estaba con un shorts corto, sandalias sencillas una camisa holgada y un moño en la cabeza un poco mal hecho, llevaba en su mano una bolsa de plástico en la mano.

-Venga, vamos a mi departamento le daré algo para que se le baje un poco y le pedio un taxi.

-Déjalo, estaré bien.

-No lo dejaré tirado ahí, luce deplorable.

-¿Qué manera de hablarle a tu superior?

-Fuera de la cocina, solo es una persona más no se confunda.

El creyó que era el alcohol en su sistema que lo engañaba al oír a la joven, ella nunca contestaría así, sintió que lo ayudo a levantarse y comenzaron a caminar, el prácticamente fue arrastrado por los pasillos del lugar, en cuestión de minutos estaba sentado en un mullido sillón.

-Si no tolera el alcohol no debería de aceptar tomar.

-No pensé que me pegaría tan mal, creo que fue porque no comí nada antes.

-Le prepararé un expreso, tengo pollo frito ¿Gusta un poco?

-¿Pollo frito? Eres la chef con la mejor calificación de Hells Kitchen, ¿Y me ofreces pollo frito?

-Es delicioso, además que no pienso llegar a seguir cocinando por hoy fue demasiado -el olor a café lleno el departamento -No sabía que sabía mi clasificación.

-Kitagawa, si tuvieras más carácter ya me hubieras quitado el puesto.

-No se lo he quitado porque no me interesa su puesto.

Se acercó y le dejo la taza de café en la mesa frente al sillón, Minho miró la pequeña taza y la tomo entre sus manos dando un sorbo sintiendo lo amargo de manera intensa.

-Es horrible -hizo muecas pero aún así lo comenzó a beber- ¿Qué puesto quieres entonces?

-Mi propio lugar, estoy ahorrando lo suficiente además ganando puntos entre los otros chefs, no me quedaré tranquila hasta lograrlo.

-No pensé que fueras tan ambiciosa, regularmente eres más tímida.

-Se lo dije no confunda mi actitud dentro de la cocina.

-Demonios, no solo eres talentosa y bonita, tienes un sueño.

-Soy una caja de sorpresa, puedo decir lo mismo de ti, en este momento eres muy vulnerable, ¿Qué dirían los demás si te vieran así?

-Mi carácter es para la cocina también, fuera de ella soy más tranquilo.

-Creo que el alcohol te está sincerando mucho.

-Mañana seré el de siempre.

-Es una pena este Minho me agrada.

-Volverás a ser mi subordinada, eso de que me tutees se quedará aquí.

Tsubaki solo sonrió, se levantó para ir por su teléfono, Minho se le quitó un poco lo mareado, se atrevió a mirar de nuevo a la joven, sus muslos de pronto le parecieron demasiado apetecibles. Estaba embelesado por la facciones de la chica que cuando intento sorber de nuevo de la taza se vacío lo que quedaba en la camisa quemándose un poco.

-¡Mierda!

Se levantó sacudiendo para que la camisa no se le pegará a la piel enrojecida.

-Quítate la camisa, iré por algo limpio y una pomada.

Obedeció sin problemas, la chica llegó con un botiquín y una camisa negra.

-En verdad si que es torpe fuera de la cocina.

-Fue tu culpa.

Tsubaki presiono la mancha roja en la piel de Minho esto causo un gemido leve.

-Yo no te vacíe el café.

-Cuidado-se encogió por el dolor -pero tu vestimenta me distrajo.

Volvió a presionar al untar la pomada, Minho se hizo para atrás.

-Ahora es mi culpa que te imagines no se que al mirarme -lo jala del cinto del pantalón hacia ella - eres un pervertido -coloca la pomada de nuevo -no te muevas ya casi termino.

Los finos dedos en su piel irritada más que una molestia le causaron una corriente eléctrica en el cuerpo, había dejado de respirar y le costaba pasar la saliva, se estaba sintiendo demasiado nervioso y le molestaba un poco que ella estuviera tan tranquila al verlo sin camisa.

-Respira, que si te desmayas tal vez te viole -Minho tomo aire y se intentó cubrir, causando una risa de parte de la joven - tranquilo solo era una broma.

-¿Y si no quiero que sea una broma?

-¿Quiere acostarse conmigo señor?

No respondió, se quedó mirándola y cuando está se levantó a dejar de nuevo el botiquín a su lugar, pero Minho la tomo de la mano. Tsubaki se quitó el moño de la cabeza soltando su cabello.

-Supongo que eso es un sí.

Lo empujó para quitarse la camisa y subirse encima del joven a ahorcajadas.

-No quiero que malinterprete mis intenciones, si me acuesto con usted, no quiero un trato preferente, no quiero una relación y mucho menos quiero un compromiso, será solo sexo, porque mi libido está alto al pensar que podría tener a mi jefe en mi control, quitar mi estrés del día y al final saber que usted -le hablo al oído -fue mi perra chef Lee Minho.

Trago en seco al escuchar la voz en su oído, nunca había visto a la chica tan dominante pero lo peor es que le gustaba, sintió un tirón en su entrepierna de pronto.

-Esta..está bien.

-Mmm que lindo niño.

Lo beso tomando su rostro, mordiendo entre el beso los delgados labios del joven, mientras su cadera se frotaba contra la erección marcada, se bajó de el para quitarse la ropa que le quedaba, Minho se levantó para imitar la acción, cuando ambos estuvieron desnudos, Tsubaki trono sus dedos hacia el chico.

-De rodillas Minho -sin pensarlo obedeció -debes ganar que te deje follarme, quiero que beses mis pies, convénceme.

Algo en el interior del chico se encendía, levantó la pierna de Tsubaki comenzó a besar desde el pie, subiendo por la pierna de manera lenta, el aroma de la crema corporal de la joven llenaba sus fosas nasales, la suave piel hacia que se le aguara la boca en cada beso, saco su lengua para lamer el interior del muslo y seguir subiendo hasta la entrepierna.

-Si..así.

Jalo su cabello mientras sentía que comenzaba a lamer delicadamente hasta que encontró su botón hinchado y palpitante. Apretaba su rostro contra ella, la habilidad de Minho con la lengua estaba causando estragos en el vientre de Tsubaki, lo separó de golpe de su intimidad.

-Arriba.

Sin decir una palabra se levantó, esperando la siguiente orden, observo que se fue caminando hacia un cuarto, Tsubaki me hizo una seña con la mano para que la siguiera.

-Siéntate en la cama, junta tus manos al frente.

-¿Qué harás?

-Shh, guarda silencio.

Junto sus manos mirando como Tsubaki las ataba y las subió sobre su cabeza.

-Debemos prepararte Minho -se arrodilló frente a la cama -quiero probarte un poco.

Metió el rosado miembro a su boca sacando un jadeo del chico, usaba su lengua en el glande degustando el líquido salado que salía de este, se sujeto de los muslos de Minho clavando sus uñas metiendo todo el miembro hasta su garganta su cabeza se movía de arriba abajo con destreza, dejo de succionar al sentir como el chico se tensaba.

-Aun no deseo que te corras -coloco el preservativo y subió sin penetrarse para morder el cuello de Minho -eres muy obediente, eso me gusta demasiado -sacaba leves gemidos de él cuando rasgaba la piel con los dientes -puede que te considere para mí restaurante.

-Tsubaki por favor....mmmmh estoy al límite.

-Esta bien te recompensare.

Tomo el miembro y lo alineó para introducirlo de manera rápida en ella, subió su mano hasta la atadura del chico y juntar su mano con la de él sincronizando los jadeos de ambos y sin dejar de mirarse, su otra mano lo sujetaba del mentón, amaba la cara delicada de Minho sus facciones duras en este momento estaban debilitadas lucía tan tierno, parecía mucho más joven que ella, guardaría esa imagen en su mente para sus días pesados en el trabajo.

-Solo será está noche, solo serás mío está noche.

Tsubaki comenzó a decir mientras seguía bombeando el miembro con sus caderas, cerro los ojos al sentir que su orgasmo su aproximaba de nuevo, ya que sus paredes apretaban con fervor el miembro de Minho este también llegaba a su límite. Uniéndose ambos con un jadeo y un gemido de placer.

Sus respiraciones se comenzaron a calmar sin dejar de mirarse.

-Si solo será está noche, debe ser toda la noche.

Sonrió el chico ganándose un beso de parte de Tsubaki.

-Puede que cambie de opinión, quisiera ver tu linda piel marcada con mis uñas más veces.

-Dios, estoy duro de nuevo.

Seria una noche larga para ambos chefs.