Pov. Narradora.

Ojos lilas iluminados por la tenue luz de la luna, reflejando una mirada perdida por parte de nuestro protagonista. La suave brisa movía los mechones celestes en un vaivén lento, poseía una respiración lenta viendo el paisaje ante él, un jardín grande con árboles, arbustos y flores de colores, lugar iluminado por las luces que decoraban aquel jardín.

Un suspiro salió de su boca, pensando y aclarando sus sentimientos ante sus dos pretendientes, que luchaban en destacar sus pros y contras en cada ocasión o cuando veían la oportunidad. Le molestaba y lo hacían sentir incómodo, pues nadie hacia eso para él o por él. Ahora no sabía cómo actuar ante la situaciones que esos dos le ponían.

Fijando su mirada serena en la luna esperando... ¿una respuesta?, algo que lo haga sentir cómodo con todo este ajetreo que se ha vuelto muy monótono.
Sus facciones cambiaron a una más melancólica, recordando el poco tiempo que estuvo con ellos. Cómo lo animaban, velaban por él, y se preocupaban en aquellos días nublados. Ojalá esos días volvieran a ser soleados para él; lo único que podía hacer ahora era seguir.

Un nudo se presentó en su garganta, recordar el pasado no era buena, mucho menos atarse a él, ahogando aquel malestar con su orgullo no se permitiría llorar recordando el pasado y todo por lo que pasó.

— ¿Señorito Lui?— una voz suave se presentó asustando al pequeño ocultando su mal y fingiendo estar bien.

— ¿Qué sucede?— su voz sonó entrecortada, descubriendo que no estaba bien. Un pequeño sollozo casi inaudible escapó de su ser.

— Sabe que no es bueno ocultar sus emociones y hacerse el fuerte, señorito Lui— se acercó hasta él y se puso a la misma altura acariciando su mejilla, levantando su rostro viendo esos ojos lilas cristalizados, en cualquier momento podría quebrar en llanto era lo menos que quería en esos momentos.

El ambiente se tenso al igual que su cuerpo, no se permitirá derrumbarse otra vez por un manojo de emociones, con todas sus fuerzas impedía que esas gotas pesadas y saladas salieran de sus ojos que siempre tenían un brillo opaco.

La sirvienta solo lo veía aguantando el llanto, si lo hacía estaría deprimido por un largo tiempo estando en su habitación tratando de recuperarse; ignorando hasta su salud, como paso hace ya un tiempo atrás.

Mientras...

En otro lado de la mansión, Free y Shu estaban en un pequeño problema con los empleados del lugar. Para resumir, ambos habían sido llamados y guiados por un sirviente que los llevo al comedor simplemente querían ver quién podía cocinar, todo bien hasta ese momento, el albino estaba siendo avalado por los cocineros por sus conocimientos culinarios. Ignorando la presencia del rubio que hervía de envidia hasta había doblando un tenedor con su mano. ¿Qué haría?. . .

Nada bueno, de seguro. En fin.

Por querer llamar la atención intento, si se le puede llamar así, hacer un platillo que Christina le había enseñado, mala idea. Ahora la cocina era un desastre con manchas de comida, uno que otro plato roto, todos estaban manchados de comida y miradas asesinas dirigidas a ambos.

Shu le dio un golpe a Free en la cabeza por la estupidez que había hecho, no se debe mezclar aceite con agua, mucho menos si el aceite está caliente. Por algo algunos no se acercan a la cocina, ambos estaban limpiando el desastre que había provocado el rubio, este veía como el albino limpiaba su propio desastre ¿Lo estaba ayudando?, Por lo general él se encarga de sus problemas sin importar el que; silencio abrumador inundaba la habitación, una presencia rompió aquel ambiente que empezaba hacer ya muy pesado, unos ojos lilas veían el lugar hecha un desastre como si hubiera pasado una estampida de animales.

— Ahora que han hecho— sonó tranquilo sin algún rastro de enojo o sorpresa, de estos dos ya no le sorprendía nada.

— Alguien cometió un error, y estamos limpiando ese error— sus ojos rojos se posaron en aquel que estaba en la puerta observando los con cierta molestia lejana.

— Yo, ya hubiera terminado si no estuviera él— ahí iba de vuelta, queriendo ser el centro de atención, por él ambos están metidos en problemas.

— Claro, como sea— sonó tosco e apático girando sobre sus talones empezando a alejarse de la escena, dejando confundido a ambos.

Se miraron mutuamente esperando que el otro tuviera una respuesta del comportamiento indiferente del celeste.

10:46 p.m.

Todo el lugar estaba en total silencio, la obscuridad se hizo presente dando pasó a la tenue luz de la luna dando luminosidad a la noche.

Giro tras giro, tratando de reconciliar el sueño y olvidar por un momento todo aquello que lo atormenta. La impotencia se apoderaban de él y las lágrimas amenazaban con salir nuevamente de sus ojos demostrando debilidad; aún si estaba solo no le encantaba la idea de llorar, se planteo desde muy pequeño que eso era señal de debilidad, así que con esfuerzo y determinación se hizo fuerte; desechando aquellas emociones y sentimientos que no le servían.

Pero nadie se pude deshacer de sus emociones así de fácil. . .

— ¿Por qué me siento tan inútil?— le hablo a la nada esperando una respuesta ante sus palabras.— Tal vez... Deba de deshacerme de ellos o.. darles una razón para. . . Alejarse. ¡No, no, eso no funcionará! Ellos están tan determinados en querer mi respeto y corazón, qué... ¿¡Por qué es tan difícil?!— tomo una almohada y la arrojó hasta el otro lado de su alcoba.

Ninguno de ellos se alejará por más que él se los diga, ambos se lo prometieron más Shu quien está enfermo y podría derrumbarse en cualquier momento.

Dio un largo suspiro; por un intento de tranquilizar sus emociones y aclarar sus sentimientos para encontrar una solución en su vida, la puerta abriéndose lo saco del trance y por inercia vio a la puerta llevándose una agradable sorpresa.

— ¿Qué hacen los dos aquí?— los miro esperando una respuesta, ya había dormida con Free pero la idea no le agradaba, con Shu sería la primaria vez, claro está si vienen a dormir.

El albino cerro la puerta mientras que el rubio iba directo a la cama del pelí-celeste acostándose al lado de él y abrazándolo de la cintura, el albino vio la escena y se limito a suspirar por el comportamiento del contrario.

— Solo veníamos a verte—

— Yo no me iré, estás muy calientito, flamita~— acurrucando se más.

— Free.. ahh~... Porque me molestó en corregir algo que es incorregible— se acercó donde estaban ambos y se sentó a un lado observando al de ojos lilas.— ¿Te encuentras bien?—

— Si, estoy bien. Solo trato de dormir es todo. ¡Free aléjate!—

— Moo~— abrazo aún más al pequeño.

— Bueno, si no te encuentras bien puedes decírselo a cualquiera de los dos, ambos te apoyamos— acercándose más y acostándose en la cama.— Tú cama es muy suave—

— Lo mejor de lo mejor. . .— hablo bajo, siendo abrazado por De La Hoya y acompañado por Kurenai.

Ambos están ahí por y para él, y nadie más.

Estando sentado en la cama seguía pensando en aquello que lo atormenta a hace ya mucho y que ahora se hacía más presente.

— ¿Algo que tengas que decirnos Lui?— dijo el rubio serio esperando algo, siguiendo abrazado a él siendo observado por el albino que estaba acostado con sus brazos detrás de la cabeza.

— Sí, tengo algo que decirles. . .—

Que les dirá?

Será bueno o.. malo?

Ocurrirá algo?

Pequeño anuncio.

Perdón por no subir el capítulo el sábado, pero estuve ocupada ayudándole a mi mamá con la decoración navideña :3. También estuve ordenando mis ideas para el trayecto de la historia y no romperme el coco en hacerla.

También, mañana subiré los dos pedidos que me hacen falta y luego hasta nuevo aviso haré más pedidos ^^, les subiré unos dibujos luego, también estoy pensando en ello y ya hace mucho lo estaba planeando nomás se me complicó :'(

Pero de que lo subo, lo subo!! >:v

Aquí en Wattpad los subo con censura por políticas de la app :v pinche Wattpad, en mi Twitter los encontrarán sin censura :3

Sí, si spam, lo sé pero es para que lo sepan! >:V

Ahora me despido.

Fuí Allythewolf.
Nos vemos.
Chao 🙌.