jaemin no es una persona muy divertida o extrovertida que digamos. al contrario, siempre está serio y evita convivir con los demás. era un poco difícil ya que trabaja en una empresa gigante, donde hay todo tipo de gente, pero luego de años de trabajar ahí supo tenerle paciencia a la gente. eso le había ayudado mucho la verdad. antes, no se aguantaba ni a su familia, esa razón por la cuál no eran tan cercanos. pero bueno, ¿qué importa? de chiquito rogaba por un momento junto a su mamá o su papá, ¿y llegó? no, nunca, entonces no les había desarrollado tanto cariño. suponía que por eso le costaba tanto demostrar afecto. independientemente de eso, siempre fue un éxito en todo sentido según el mismo. en primaria no tenía muchos amigos, pero estaba bien, en los recreos solo se enfocaba en leer libros, o simplemente sacarse las dudas sobre algún tema que no comprendía del todo. había aprendido a estar solo. era un poco aburrido, pero le gustaba en parte. solo tenía un amigo, jisung. oh, lo amaba tanto, aunque nunca lo haya demostrado. jisung era casi un hermano para él, siempre eran ellos dos. en realidad, el otro era mucho más sociable, pero la amistad que tenían era algo que nunca se iba a poder reemplazar. eran tan contrarios, pero había algo que los unía. no sabía qué era, pero lo amaba. también se consideraba alguien organizado. su casa era bastante simple, no tenía nada en especial, pero es demasiado limpia. lo mismo con su escritorio en el trabajo, no había ni una sola gota de café o algún papel desorganizado a comparación de sus compañeros, quienes se quedaban desvelados haciendo esto y aquello, quizás porque tenía hasta horarios de qué hacer. tenía 5 trajes, uno para cada día, los cuales siempre se encontraban previamente perfumados y planchados. su vida se basaba mucho en eso. tenía un muy buen puesto y uno de los mejores sueldos que la empresa podía ofrecer. el esfuerzo siempre tiene su recompensa, ¿verdad? aún así, a veces pensaba que su vida era bastante aburrida en comparación a la de los demás. él siempre escuchaba, nunca contaba porque... ¿qué iba a decir? ¿que el atún aumentó en el supermercado? ¿que su gato había cumplido años? no, nunca se le ocurría nada. le gustaría que algo o alguien cambiara un poco su vida.

pero bueno, hoy iba a ser un día largo. empezaron las entrevistas en la empresa, y eso significaba gente nueva. según lo que le habían informado, era mucha gente, lo que significaba caras nuevas, voces nuevas... ew. lo bueno era que él tenía mucha influencia en quién iba a tener la oportunidad del puesto y quién no. soltó una risa mientras manejaba hacia el trabajo al recordar eso, admitía tener gusto por el más mínimo poder. aún así, esperaba que ninguna mujer al final de la entrevista le entregara algún papelito con su número de teléfono, era algo irritante en ocasiones, en especial cuando eran demasiado charlatanas o insistentes. no decía ser el hombre más lindo de todos, para nada, pero casi siempre había alguno que intentaba chamuyarselo.

ahora estaba bajando de su auto, con los auriculares puestos y la música a todo volumen. empujó con cuidado la puerta de cristal y entró al edificio, ignorando a todos los que lo rodeaban. fue al ascensor que se encontraba a unos pasos de la entrada y apretó el botón para ir directo al piso más alto. y cuando las puertas estaban por cerrarse escuchó un grito.

- ¡espere! - exclamó un chico desde la puerta, se encontraba bastante agitado. era más chiquito que él y asumía que era uno de los nuevos. no entendía por qué tanto apuro, después de todo, las entrevistas eran en una hora. aún así, apretó el botón de "cancelar" y lo esperó. el otro se apuró en entrar y a penas lo hizo, se sostuvo con la pared, intentando mantenerse.

- m-muchas gracias... perdón por las molestias - dijo, y apretó el botón del ante último piso para luego dedicarle una sonrisa, muy linda si tenía que ser sincero. aún así, siguió escuchando música sin decir nada. el nuevo al ver el rostro su rostro serio, sintió que se había enojado... si supiera que jaemin siempre es así.

el ascensor era lento, muy lento según la persona que acababa de tocar el establecimiento, la cuál era bastante ansiosa. bueno... lo que tenía de ansiosa lo tenía de curiosa, así que no le costó mucho escuchar a su cantante favorito cantando su canción favorita en los auriculares del otro. no sabía si decir que a él también le gustaba esa canción, pero después de todo la vida es solo una, ¿no? así que con los huevos que tenía dijo con timidez:

- a mi también me gusta axel fiks. - dudoso sobre lo que iba a responder el otro. ¿qué tal si se estaba confundiendo? iba a pasar tanta vergüenza.

jaemin iba a ignorarlo pero... ¿había mencionado a uno de sus cantantes favoritos?

- ¿disculpa? - preguntó, pidiéndole que volviera a repetir la oración luego de sacarse uno de los auriculares, de esta forma quedando uno de sus oídos libres.

- dije que a mi también me gusta axel fiks - y volvió a sonreir con timidez - ya sabes... me levanto, miro al sol, te miro a vos... - cantó con vergüenza, dirigiendo su cabeza hacia el piso, evitando la mirada del otro. eso era algo que jaemin tendría en cuenta, pero solo asintió. aún así, luego de un rato se atrevió a hablarle.

- disculpa - dijo con un tono de voz bajo, el otro se dio la vuelta, demostrando atención - ¿cuál es tu nombre?

- huang renjun, un gusto - esta vez le dedicó una sonrisa más confiada. jaemin iba a devolversela, pero prefería dársela a su gato. luego de decir esas palabras, sonó el timbre que anunciaba el ante último piso - ¡oh! esta es mi parada, adiós - y se despidió, alargando la última "o" mientras sacudía la mano.

era un chico bastante lindo.

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hace cuanto no escribía? ni idea pero me olvidé de lo lindo que es KAJDLDJDMN
la verdad no sé si dejarlo hasta acá o seguirlo, q dicen?
en fin, disculpen si hay algún error, bai