Lloyd's POV.

Escuchamos el grito de Jay.

Mis músculos reaccionan, alimentados por el miedo que percibo por parte de mi amigo. Levanto mi Súper trueno, consiguiendo detener las fauces de la planta.

-¡Lloyd, justo a tiempo! -exclama Jay, con cierto temblor en su voz.

No puedo despegar la vista de la planta, así que no lo miro. Una gota de sudor desciende por mi frente. Me está costando demasiado someter a ésta planta.

-¡Liberen a Jay! -ordeno a los otros.

Zane salta a un lado mío. Usa sus shurikens para lanzar escarcha directo a la boca de nuestra atacante. Doy un paso atrás cuando la vemos retorcerse, como una lombriz puesta al sol. Parece que no le gusta mucho el frío.

-¡Hay que salir de aquí! -exclama Kai, y con un tirón, libera a Jay su captura.

Resulta que, aunque el hielo mantiene a la planta entretenida, no hace más que empeorar la situación con sus raíces. Una a una se sacuden, sin ningún orden. Son como serpientes verdes que trazan curvas grandes por el suelo, con cada lamento de la planta.

Tenemos que fijarnos bien dónde pisar. Con volteretas y saltos, giros y movimientos dignos de un parkour, conseguimos llegar a las escaleras. Sólo tenemos algunos rasguños en las partes expuestas de la piel, pero nada muy grave.

Cuando llegamos a la cima ésa serpiente traidora sigue de pie en el mismo sitio. Sus ojos escarlata revelan todas sus intenciones. Quería que ésa planta prehistórica nos devorara. ¡Quería deshacerse de nosotros!

-¡Eres un traidor!-exclama Mei, molesta.

Avanza hacia él con las manos cerradas en puños. La ira en ella se desprende como oleadas abrasadoras. La detengo a medio camino, aunque me siento exactamente como ella. La maestra del agua le hace una seña a Scales de que estará vigilándolo. Mientras, el reptil se limita a responder cruzando los brazos mirando a Mei como si fuese ella la que está mal.

-¿¡Qué te ocurre!? -exclama Kai, embravecido. Si nadie más va a atacar, él muy felizmente tomará el puesto de "vengador".

-¿Acasso no esss obvio? ¡Ussstedes losss de la sssuperficie siempre están causssando problemass! Sólo sssé que cometimosss un error al no encerrar a és-s-se chico, no lo volveremos-s-s a cometer.

-¡Pero Cybermad es el malo! -reclama Jay, con la voz ligeramente ronca.

Tal vez no para ellos. Al parecer nosotros somos más peligrosos para los serpentin de lo que en realidad es Cybermad. Claro que ellos no lo ven así. Para empezar, ¿Quiénes son los que -de una forma u otra- no dejan de involucrarlos en conflictos?

Ronin tenía razón en Stiix.

<<-¿Que nunca han sabido resolver algo sin empezar una pelea?>>

Parece ser que nuestras buenas intenciones de proteger a otros no hacen más que ponerlos en peligro.

-Has-s-sta donde lo veo él s-se llevó uno de los-s-s objetos-s-s más-s importantes-s-s de nuestra tribu, as-s-sí como quieren hacerlo us-s-stedes ahora -dice Scales, y siento su repugnancia con tanta fuerza que me duele.

-Sí, así es. Pero si nos llevamos el prisma Cybermad ganará, y éso nos afecta a todos -intento convencerlo. No importa si nos odia, no importa si no cree. Mi papel como ninja verde es hacer lo que creo correcto, por otros, aún si éso parece riesgoso.

-No nos-s-s interes-s-san los conflictos-s-s de la s-s-superficie. Los-s-s serpentin no queremosss vernos-s-s involucrados en uno de sus-s-s bobosss conflictos-s-s.

-Entonces dejen que nos llevemos el prisma y no los molestaremos más -pide Zane.

Scales lo piensa por un momento. Nos mira a todos con escepticismo, como si mirase un árbol navideño repleto de regalos pero para él sería como ver cualquier otro árbol, sin creer, sin esperanzas. Sus ojos saltan de Mei a Cole, a Jay y a Rune, intentando asimilar si está bien darnos otra oportunidad.

-De acuerdo. Pero antes-s-s deberán enfrentar una prueba.

Rune's POV.

Tenemos que agacharnos para entrar a la pequeña casa de la Vidente. Ésa será nuestra prueba. Ella. Vamos, ¿Serpientes que pueden ver el futuro y son tan antiguas como Ninjago mismo? Me sentiría emocionada por verla, pero tampoco es que haya sentido una emoción similar por una serpiente. Nos sentamos alrededor de ella, una serpentin de escamas blancas y doradas, el último Cobrai. Me la quedo mirando, es la serpiente más vieja que veré en mi vida, así que intento grabar cada rasgo en mi memoria. La Vidente abre los ojos cuando se da cuenta de que la estoy viendo y me fulmina con la mirada. Esbozo media sonrisa maliciosa.

-Oh, vamos. La predicción del futuro es una tontería -murmura Kai.

-Trata de ser más abierto, hermano -le pide Nya-. Hay cosas en éste mundo que no se pueden explicar. ¿No sería interesante darle un vistazo al futuro?

-¿Así que quieren conocer su futuro? -pregunta, con la característica voz de los serpentin, intentando esquivar mi persistente mirada-. Antes debo advertirles; a veces queremos saber las respuestas, y otras veces deseamos no haberlo hecho....

-Si, sí. Scales ya nos dió el numerito con lo de la tribu, los objetos importantes y las pruebas mortales y blablabla -interrumpe Jay.

-Aún así... ¿Están seguros?

Los chicos se miran entre sí. Están tardando demasiado en decidir... No es tan difícil, necesitamos el prisma y ésta es la única forma de obtenerlo.

-No quiero etiquetar a nadie, pero... dudo que la Vidente tenga todo el tiempo del mundo -comento. De reojo percibo como frunce el ceño.

-Estamos seguros -decide Lloyd.

-Bien.

La Vidente lanza un poco de veneno al centro de la mesa, veneno de color verde-amarillento, no como el de los Venomari, éste casi parece... niebla. Sus ojos se tornan lechosos y sin vida. Ahora navega por los confines del tiempo, en busca de lo que se avecina. Yo puedo hacer lo mismo que la Vidente, pero no pienso hacerlo, no de nuevo. La vez que lo intenté fue como si me perdiera en el océano dorado de información abrumadora y no pudiese encontrar el regreso a mi cuerpo físico. Sentí que moría, fue horrible.

-Ahora puedo verlo, se aproximan épocas difíciles y de cambio para todos. Cosas buenas, pero también muchas malas. Una traición inesperada se acerca con rapidez, causará daño profundo en todos, pero en especial a una persona a la que está apegado.

Traición. Ésa palabra surca mi mente
como veneno.

-El pasado atormentará el presente. Por más que intente huir de él, más cerca estará.

Veo como Mei agacha la cabeza, de reojo.

-También percibo una muerte.

BAM. Es como una punzada al corazón. Todos levantamos la cabeza y fijamos nuestros ojos en los brumosos de la Vidente.

-Dejará una gran marca para Ninjago... para todos. Me temo que es algo inevitable, algo que estaba escrito en el destino, pero hasta ahora era incierto cuándo sucedería. Ahora es claro y próximo.

Veo como la Vidente parpadea y como al hacerlo sus ojos recuperan un poquito el color.

-¡Espere! -exclama Mei, pero yo sé que la Vidente no puede oírla. Otro parpadeo, cada vez está más cerca de éste mundo-¿Lograremos ganar? -otro parpadeo- ¿Quién va a morir? -otro más- ¡Por favor! Necesitamos más respuestas...

Es tarde. Los ojos de la Vidente han vuelto a la normalidad.

-Lo siento -se disculpa, agachando la cabeza con escamas blancas-, es todo lo que pude ver.

-¿¡TODO!? -exclama Jay.

-¡Tiene que haber algo más! -reclama Kai, poniéndose de pie-. ¡No puede ser todo!

-Lo lamento.

-¡No diga éso! ¿¡Qué más!?

-Es todo.

-¡No es verdad! -contradice Jay- ¿Quién va a traicionarnos? ¿¡Quién va a morir!? ¡DÍGANOS! -se pone de pie y sacude los hombros de la Vidente, con brusquedad-. ¡Tiene que haber algo más! ¡Un nombre, un rostro!... algo... ¡No podré dormir si no sé qué más!

La Vidente se quita a Jay de encima y hace un chasquido con la lengua.

-Vamos, Jay -Zane lo jala del gi ninja y lo obliga a salir.

Los siguen un Kai a punto de estallar, su hermana, un fantasma cabizbajo , una castaña ceñuda y... Lloyd. Me quedo en donde estoy, fulminado con la mirada a la Vidente y ella me regresa la expresión. Nunca me han agradado los serpentin, y después de lo que hemos vivido hoy, menos. Odio a las serpientes. No les tengo miedo, las aborrezco.

Sacudo mi cabeza cuando siento que los recuerdos se agolpan dentro. Abandono la casa, como los otros.

No vale la pena recordar mi pasado.

Zane's POV.

Todos estamos tan conmocionados que comienzo a arrepentirme de haber tomado ésa decisión. Traición, pasado, muerte... La información es peligrosa. Conocer tu futuro puede resultar tan abrumador que cambia tu perspectiva del presente. Ahora me pregunto si el tiempo es como una manta tejida. Si los hilos pueden ser cortados y vueltos a tejer, o si el mero desprendimiento... podría provocar que todo se suelte.

Recuerdo que mi padre una vez intentó explicármelo.

-El tiempo es una de las cosas más misteriosas y hermosas del mundo -me había dicho.

Había puesto una gota de agua sobre la pulida superficie de una lámina de metal. La inclinó, dejando que el agua se dispersara en su trayecto.

-Nunca sabes que camino tomará -continuó. Sus manos movieron la lámina con un rápido movimiento, consiguiendo un ángulo afilado en el camino del agua-. En el momento menos esperado... podría desviarse.

Mis ojos seguían el trayecto de la gota. El mundo está lleno de secretos. Lo que yo más quería en ése tiempo era encontrarlos todos, leer sus significados como en un libro. Pero el sensei me ha enseñado que hay cosas que no están bajo nuestro control. Algunas cosas ocurren sin que puedas hacer nada. Y aunque las predicciones de la Vidente lucen verdaderamente negativas, no está en nuestras manos prevenirlas.

-Fue mala idea -murmura Mei, arrepentida-. Al menos... podrán darnos el prisma elemental.

No puedo culpar a Mei por ser ella misma, por ser positiva, pero ésto no podría ponerse peor.

-Pues yo creo que sólo quieren engañarnos... -musita Rune.

-No lo sé. Yo creo que decía la verdad -admite cierto pelirrojo a un lado mío
- ¿No vieron sus ojos? Estaban más pálidos que Cole. ¡Los ojos! ¡Los ojos no mienten!

Pone su dedo índice bajo su ojo derecho y estira su párpado inferior hacia abajo. Nya hace una cara de repulsión y le retira la mano. Entonces, escuchamos la voz de la Vidente.

-Esperen.

-¿Y ahora qué? -gruñe Rune, molesta.

La Cobrai repta hacia nosotros. Sus movimientos son hipnotizantes. La Vidente luce aún más sobrenatural que a la luz de su casa, luminosa y misteriosa, con los reflejos verdes del exterior.

-Quería decirles que a veces las cosas no son lo que parecen y es mejor confiar... que sospechar.

Intento hacer una conexión de sus palabras, pero no obtengo resultados. Lo que sí percibo es la fría mirada de la Vidente en Rune.

-Ninjas, veo que superaron la prueba -me doy la vuelta, al igual que los demás, y nos encontramos con Lashes y Scales.

-¿Prueba? ¿Qué clase de prueba fue ésa? -gruñe Jay-. ¿Una predicción gratis del futuro?

-Pues yo sigo creyendo que es imposible... -masculla Kai.

-Silencio, aguafiestas -bufa su hermana-. Pero, Jay tiene razón, ¿De qué sirvió que conociéramos nuestro futuro?

-Éso depende de ustedes, del cómo usen ésa información -responde la general Lashes, mientras le entrega un cetro de oro a Lloyd-. Como haya sido, fue suficiente para nosotros. Protejan el prisma, se lo han ganado.

Lloyd mira con extrañeza el objeto en sus manos. Luce como cualquier cetro que utilizan los líderes serpentin. Con la forma de una recta serpiente sosteniendo en sus fauces una gema blanca.

-Aaah. Éso, es un cetro... -señala Jay, enarcando una ceja.

-Olvidas que no todo es lo que aparenta -le recuerdo. Lashes sonríe, mostrando un par de colmillos color perla, grandes y afilados. Resulta tan extraña la visión de una sonrisa en su rostro de mármol que la imagen me extraña.

El cetro en las manos del rubio se transforma frente a nuestros ojos en una piedra alargada de color magenta. Lloyd hace una pequeña reverencia y el resto lo imitamos.

-Gracias, general.

Lashes también se inclina ligeramente. Le da un codazo a Scales en las costillas y éste también hace una reverencia, aunque más bien parece estar encogiéndose por el dolor.

-Tienen nuestro apoyo -nos dice la general aerobrai.

Nos reincorporamos de inmediato al escuchar el ruido de una colisión seguido del grito de algunos serpentin cercanos a la entrada de la ciudad subterránea. Una columna de humo se alza como una torre oscura entré las casas de barro.

-Parece que nuestros "amigos" decidieron unirse a la celebración -comenta Pixal.

-Tenemos que proteger a los serpentin -les digo a los demás, y sin esperar respuesta, salgo corriendo con mis ultra shurikens en las manos.

En efecto, decenas de Cyborg han ingresado en vehículos similares a taladros. El muro de la entrada está agujereado. Los Cyborg salen de él como termitas en una colonia. Serpentin de todas las especies corren a mi alrededor, buscando refugio.

-¿Por dónde quieres empezar? -le pregunto a Pixal, con una sonrisa.

-Lado noroeste, sección de hogar doce. Hay mayor concentración de Cyborg ahí. Trabajo difícil, perfecto para ti.

-Me gusta lo complicado.

Comienzo a andar hacia ésa zona, conforme lanzo mis shurikens a cualquier Cyborg en mi camino. Hago una voltereta, para quedar rodeado por un torbellino de hielo. A mí alrededor, todos los Cyborg cercanos son expulsados hacia las paredes. Pero, cuantos más combato más se acercan para tomar su lugar. Portan uniformes de un color distinto a las divisiones que nos habíamos enfrentado antes.

Celeste. Celeste como el cielo anunciando guerra. Como un maléstrom, un bucle acuático que devora todo cuanto se acerca.

No son todos los Cyborg que combaten por Cybermad, pero sí debe ser la división con mayor número de Cyborg. Los veo arremolinarse a mi alrededor. Marchar alterando a todos los serpentin. Familias siendo aterrorizadas. Y yo... no importa si combato a todos lo que están a mi alcance. Hay más. Muchos más. Demasiados para poder vencerlos.

Mei's POV.

Nos dividimos dispersándonos en grupos. Es tan rápido e improvisado que no noto que me he quedado con Cole hasta que los demás desaparecen para combatir Cyborg. Los vemos desaparecer entre las casas, tomando distintas direcciones. Y aunque a penas los distingo como puntos a la distancia, noto que mis amigos más que proteger a los serpentin, los pasan de largo para dar palizas.

Genial. Luego nos preguntamos por qué tenemos tan mala fama...

Me vuelvo hacia Cole. Su vista parece pérdida en el caos de nuestro alrededor. Sus ojos reflejan las flores rojizas de las explosiones simultáneas, que ocurren una tras otra.

-Cole -como no me mira, tengo que avanzar frente a él-. Tenemos que alejar a los serpentin de aquí.

Sus ojos desfilan por los diamantes de luz. Al fin parece sentir mi mirada. Asiente y, aunque no dice nada, se adelanta para proteger a una familia. Diviso a un niño constrictai en medio del caos. Se hace un ovillo en el suelo, tratando de protegerse de las tropas Cyborg que pasan a su alrededor.

Corro hacia él. Con cada paso mis brazos van cubriéndose de agua. Gota por gota, utilizo la humedad para alargar mis brazos acuáticos, que uso como látigos para alejar a los Cyborg del pequeño. Una vez que llego a él, dejo el agua correr por los ríos que rodean las baldosas del suelo.

-Tranquilo, estás a salvo -le digo, rodeándolo con mis brazos.

Él me dedica una sonrisa.

Cuando tiene la confianza suficiente, nos reincorporamos y avanzamos hacia un área segura. Los generales atienden a otros serpentin, guiándolos a una zona libre de Cyborg en la ciudadela. El pequeño se desprende de mí para correr hacia el general constrictai. El general localiza a su madre, quien corre a abrazar a su hijo.

-Muchas gracias -me agradecen tanto la madre, como el pequeño.

Asiento, con una sonrisa.

Cole se acerca poco después, con un grupo de cuatro serpentin. Sonrío aún más al ver que ya parece el Cole de antes. Se preocupa por saber si la familia que salvó se encuentra bien, y no se aleja hasta ver que Lashes los guía con las demás familias.

-¿¡Ahora ven a lo que me refiero!? -me grita Scales, acercándose a mí, lleno de ira-. Confiamossss en ustedesss y ¿Qué esss lo que pasa?

-¡Pero no sabíamos que ésto sucedería! -repongo, a la defensiva.

-¡Exacto! ¡Nunca sssaben nada!... ¡Oh, ya sssé! -su cara se contorsiona hasta formar una falsa sonrisa-. ¿Por qué no ssse quedan aquí y ven lo que causssaron? Esss culpa sssuya, después de todo.

Abro la boca, pero no salen palabras. Me quedo así, con ésa expresión y sin poder debatir, porque tiene razón. Si no hubiésemos venido... Cybermad tampoco lo hubiese hecho.

Agacho la cabeza, derrotada. Scales se ríe, o éso parece. Siento a alguien acercarse a mí.

-Mei, por lo que más quieras, tú no te rindas -me dice Cole, con una sonrisa alentadora.

Siento un par de bracitos rodearme con un abrazo. Al bajar la mirada me encuentro al pequeño constrictai que salvé hace un momento.

-Los ninjas no se rinden -me dice, con brillos en sus ojitos.

Una mano escamosa se posa en mi hombro. Es la madre del pequeño. Ellos dos son sólo los primeros serpentin en dirigirme miradas alentadoras. Uno a uno -constrictai, venomari, aerobrai e incluso hypnobrai- se les unen, dándonos su apoyo. Los mismos serpentin que nos miraban con recelo justo ahora ponen sus esperanzas en nosotros.

Miro a Cole, con una sonrisa confiada.

-Protejamos a los serpentin.

Zane's POV.

El combate continúa como una lluvia torrencial de golpes. Mei y Cole se aseguran de llevar a un lugar seguro a todos los serpentin, y con el área despejada, el combate se extiende por nuevas zonas.

Antes de darme cuenta, mis amigos y yo formamos un círculo protector, sin nadie en el centro.

-¡Zane! Es bueno verte, amigo -comenta Kai, mientras le da una patada a un Cyborg cercano.

-Igualmente.

Busco maneras de volver a obtener la ventaja. Entonces mis ojos se fijan en las estalactitas que cuelgan del techo.

-¡Cole! -lo llamo, el pelinegro se vuelve hacia mí. Un par de Cyborg lo tienen algo ocupado-. Si diriges tus poderes al techo...

-¡Yo me encargo! -exclama Nya-. Es hora de usar mis poderes.

-Despejaremos tu camino, hermana.

Nos miramos entre nosotros, no hace falta hablar.

-¡Ninja-go!

Giramos sobre nuestro lugar para crear espirales de colores. Nya corre, una vez que el camino queda libre. Se para frente a uno de los taladros y cierra los ojos.

El vehículo se mueve de la misma forma que sus manos. Los Cyborg que aún quedaban en el interior saltan, justo a tiempo. La maestra del magnetismo consigue estrellar el taladro contra el techo, provocando que las estalactitas caigan, con una lluvia de escombros que caen como cascada.

-¡Cuidado! -exclama un Cyborg rubio que reconozco como Dayne, quien nos ayudó en la guarida de Cybermad.

Nosotros también nos quitamos. Me muevo en zigzag para esquivar las enormes piedras que caen del techo. Pero, algunas de ellas se deshacen al tocar el suelo. Los pedazos de roca salen disparados en todas direcciones. Uno de ellos me da en la cabeza y tardo unos segundos en volver a la normalidad.

-Z-d-ane %es-DaS@ #-QuIEN?¿

No entiendo lo que Pixal me dice, mi cabeza sigue dando vueltas, literalmente. Cuando mi mente se despeja noto que la mayoría de los Cyborg están en el suelo, intentando reincorporarse. Mi idea funcionó, aunque mis amigos también salieron afectados. Éso sin mencionar los pedazos de roca que ahora nos tienen rodeados.

-¿Dónde está Lloyd? -pregunta Mei tosiendo debido a la nube de polvo que se ha creado a nuestro alrededor.

Miro en todas direcciones, intentando encontrarlo. Un par de figuras en la cima de una estalactita caída llama mi atención.

-¿Éso responde tu pregunta? -señalo las siluetas que parecen desarrollar una pelea.

Kai es el siguiente en ponerse de pie.

-Ay, no. Ésto no es bueno...

Lloyd's POV.

El estruendo de las rocas sobre mi cabeza desprendiéndose me paraliza. Todos corren a mi alrededor, intentando esquivar la lluvia de escombros. Y yo estoy por hacer lo mismo, cuando alguien me quita el prisma de las manos. Un sujeto enfundado en un traje celeste, que reconozco como el general, no corre lejos de las enormes piedras que caen, sino que salta sobre ellas, como si fueran escalones flotantes. No puedo dejarlo irse, así que lo imito. Una a una voy saltando las rocas.
Lo sigo hasta que llegamos a una roca enorme.

Los humanos hemos dejado de ser las presas, sin embargo, ése instinto de alerta permanece en nuestros genes. El mismo que se activa a veces, cuando estás muy quieto en tu cama, por la noche, y el silencio es tal que ante el menor ruido saltas. Se trata del mismo instinto. He peleado por el tiempo suficiente como para que un instinto similar se active en mí. Un instinto de pelea, de defenderme en caso de ser necesario. Y ante la presencia de éste extraño, ésta posible amenaza, se activa. Entonces, aparece la vocecita que dice:

<<-Prepárate, Lloyd. Puede atacarte en cualquier segundo>>.

Mis músculos se tensan y asumo una posición de pelea.

El extraño se da la vuelta y camina hacia mí. No sé abalanza despresuradamente, como he visto hacer a muchos de mis antiguos enemigos. Sólo camina.

Uno.

Dos.

Tres...

Un torbellino de color celeste brillante lo envuelve. Spinjitzu. Él sabe Spinjitzu.

Retrocedo, alarmado y sorprendido. Me queda más que claro que necesito ir con cuidado. Cuando el chico deja de hacer Spinjitzu el prisma pasa de estar en su mano a desaparecer por completo. Antes de poder preguntarme por su paradero, el chico extiende su pierna para asestarme una patada en las costillas, la cual esquivo con repetidos saltos hacia atrás. Me lanzo hacia él con los puños cerrados, pero él, sin el menor esfuerzo, toma mi muñeca con fuerza y me lanza tras su espalda. Me golpeo con fuerza contra el suelo. Siento todos mis huesos vibrar por el impacto. Me llevo las manos a la cabeza cuando intento ponerme de pie, tratando evitar que de vueltas. Reprimo el dolor. Necesito recuperar ése prisma.

Formo energía verde en mis manos, mientras corro de vuelta hacia él. El chico toma un par de katanas de su espalda y corre a enfrentarme. No recuerdo mucho de la colisión, excepto que ambos salimos disparados a direcciones contrarias por el impacto.

Cuando abro los ojos me doy cuenta de que mi cabeza cuelga de la estalactita. Uso mis manos para poder ponerme en una posición más segura. Un destello a mi izquierda capta mi atención. El prisma de la forma, el cual al parecer había asumido la forma de una de las katanas del chico, se balancea en el borde. Trato de alcanzarla, al mismo tiempo que el extraño, pero el prisma termina cayendo. Choca contra las salientes de la roca. PAM, BAM, TRAC. Rueda por el suelo hasta los pies de Cole.

-¡Bien, Cole! ¡Lo tienes! -exclamo al tiempo que salto.

Me deslizo con mis pies y manos enguantadas por la superficie rocosa, sin molestarme el ardor causado por la fricción.

El fantasma recoge el prisma. Me sorprende ver que parece asustado, como si se tratara de una bomba que puede explotar en cualquier segundo. Mis amigos y los Cyborg dejan de pelear. Al parecer nuestros adversarios se detienen de la nada, como si fueran nindroides desactivados. Dejan de moverse y miran a Cole, esperando.

-Cole -farfullo, al parecer la adrenalina se ha ido-. Dame el prisma.

Extiendo mi mano, pero el ninja negro sólo la mira.

-¿Cole? -repito, confundido. ¿Por qué no me da el prisma? Parece querer mantenerme alejado de el, como si fuese por mi propio bien, lo cual no tiene sentido. Necesitamos el prisma, él lo sabe.

Los demás se acercan a nosotros. Escucho el ruido de algo caer no muy lejos. El ninja celeste está parado en una de las estalactitas caídas. Los Cyborg escalan la piedra y se colocan detrás de él.

-Cole -insisto, algo nervioso por la presencia del ejército sobre nosotros.
El fantasma aprieta los ojos y sujeta el prisma con fuerza.

-¿C-Cole? -pregunta Mei, sin saber cómo reaccionar. Yo tampoco he entrado en razón. El pelinegro intenta evadir la mirada de Mei.

-L-lo siento -murmura tan bajo que a penas y alcanzo a escucharlo.

Sus pasos son rápidos, estoy seguro, pero yo lo veo todo en cámara lenta. Sigue el mismo recorrido que los Cyborg, saltando hacia la roca. Ni siquiera mira hacia atrás, como si temiera arrepentirse por lo que está haciendo, por lo que nos está haciendo. Baja la mirada y le entrega el prisma al ninja celeste. Se lo entrega...

-¡No, Cole! -exclama Jay.

-Cole... ¿Por qué lo haces? -pregunta Kai con un hilo de voz.

El pelinegro sacude la cabeza de manera casi imperceptible, pero no responde.

-¡DÍNOS! -exige Jay.

-Cole -lo llamo-. No lo hagas...

Cole mueve un poco la cabeza, lo noto por la forma en que se mueve su cabello. Siento que va a regresar, que le va a dar una paliza al general y nos va regresar el prisma. Pero, en lugar de éso, salta por el otro lado de la roca, haciendo que lo perdamos de vista. Los Cyborg y el general van tras él. Nadie se mueve, ni aunque yo quisiera hacerlo podría, no después de ésto.

Cybermad acaba de enseñarnos algo importante. No debemos confiar en nadie porque hasta quien menos te lo esperas es capaz de traicionarte.

✳⚫✳⚫✳⚫✳⚫✳⚫✳

Hola, otra vez!

Me dolió mucho escribir ésto 😭 mucho más porque... bueno, no daré espoilers 😶

Uy, la tensión aumenta 😨, surgen más preguntas: ¿Cuál es el pasado de Rune? ¿Por qué odia a las serpientes? ¿Qué habrá provocado que Cole se haya vuelto al bando contrario?... ¿Watrgirl dejará de hacer preguntas y por fin se callará?

Bueno, no sé pierdan el próximo capítulo!

Saludos a tod@s! No pierdan la máscara! 😄