18. Guerra interna
Lar's POV.
Cybermad y Nightmare nos dan la espalda y se disponen a entrar al templo de la mente.
-¿Y qué haremos nosotros? -pregunta Dayne, desde la otra fila de vehículos.
-Ustedes esperen aquí. Cuando les dé la orden atacaremos la ciudad.
Una gota de sudor desciende por mi frente. Miro a Benzin, alterado. El aerobrai me mira con sus grandes ojos turquesas y sacude la cabeza, tenso. Bueno, si él no va a ayudarme, supongo que tendré que hacer esto solo.
Doy un paso firme, saliendo de la cómoda y fresca sombra del vehículo-taladro hacia el sol abrasador. De reojo noto como Benzin cierra los ojos y se hace un ovillo contra el metal teñido de negro, como si no quisiera ver mi propio final.
-Alto.
Nightmare y Cybermad se detienen. Mi antiguo maestro se da la vuelta, haciendo que una tenebrosa sombra surque su rostro, como si fuera una extensión misma de la cicatriz en su ojo. Su brazo de titanio brilla tanto con la luz reflejada del sol que debo entrecerrar los ojos.
-¿Sucede algo, Lar? -pregunta, enarcando una de sus pobladas cejas.
Su tono de voz me hace fruncir el ceño. Es como si no pasara nada malo, como si atacar la ciudad fuese lo más normal del mundo.
-Sí. No puede atacar la ciudad. Hay gente inocente viviendo allí. Hay familias.
Nightmare mira divertido a Cybermad, burlándose de mí, como si sólo fuese un niño pequeño diciendo tonterías. Pero esto es serio, se trata de la vida de personas.
-Primero fue el cetro de materia oscura, después Cole, ¡Y ahora quiere atacar la ciudad!
-Dijiste que apoyarías el plan hasta el final -me recuerda, cruzándose de brazos, molesto.
-Este no era el plan.
-Pues ahora lo es.
Cybermad deja escapar un suspiro y se pasea de un lado a otro pensando. Tras él, Nightmare lo observa con cautela.
-Esto es de lo que hablaba -murmura Cybermad, sin dejar de moverse-. Ves por un momento a tu hermana y esto pasa -al fin se detiene y me mira-. Te entrené, Lar. Te enseñé todo lo que sabía, como si fueras mi hijo. Esos ninjas te están metiendo ideas erróneas en la cabeza, que solo te debilitan.
-Tener compasión por otros no es ser débil -insisto, algo molesto.
-Sabemos que eres malo -me sobresalto al escuchar a Nightmare hablar ésta vez, dando un paso al frente-. Acepta tu lado malo, es tu destino, naciste para ser villano.
Aprieto los puños y los dientes. Ya no puedo más con esto. Jamás dejaré que lastime a una persona más, menos a mi hermana. No dejaré que convierta a Mei en uno de sus lacayos del mal... así como me engañó a mí para serlo.
-Dijiste que éramos los buenos al hacer esto -musito, Cybermad se da la vuelta, para no verme-. Dijiste que al construir la máquina del tiempo podríamos borrar todos los errores que las personas han cometido... Dijiste que no lastimarías a nadie...
-Ellos se interpusieron -escupe las palabras.
Doblo mi brazo, listo para asestar un golpe.
-Creía que eras una buena persona, llegué a considerarte mi maestro, sé que cometí un grave error y que es tarde para arreglarlo, pero no dejaré que lastimes a mi hermana. Ya he aprendido muchas cosas de ti. Por eso ya no te necesito, ni te soporto.
Todos los Cyborg alrededor ahogan una exclamación.
Cybermad se mantiene firme, sin una pizca de emoción o algún gesto que revele su estado de ánimo.
-Ten -Nightmare le extiende el cetro de materia oscura. Abro los ojos de par en par y retrocedo, alarmado-. Acaba con esto. La esperanza es una plaga que debe ser eliminada.
Cybermad no mira el cetro. Se mantiene distante, con su vista fija en el suelo, lo sé por la manera en que su cabeza se inclina hacia este.
-No... -murmura Jinx, a punto de intervenir, pero sus otros tres amigos, Dayne, Ben y Clyde, la detienen.
-Bien, Lar -habla al fin, dándose la vuelta hacia mí-. Entonces, ¿Por qué no vas y le adviertes a los ninjas? Tu tampoco me sirves. Ve, anda. Seguro que confiarán en ti, en especial tu hermana.
Los músculos de mi cara se relajan. Bajo el brazo, lentamente. Miro el suelo, irritado.
-¿Qué sucede? ¿Vas a quedarte, entonces? Sabia decisión, muchacho. Al menos ahora les haces un favor y no empeoras las cosas para ellos. ¡Cryptor!
La cafetera ambulante se para a un lado mío, con firmeza.
-¿Sí, señor?
-Vigílalo. Igual no creo que haga falta -me mira fijamente, con una mirada llena de odio, una mirada igual a Nightmare-. Si es tan listo como aparenta seguramente ya sabe quién paga sus fallas.
Muerdo mi labio inferior y aprieto los puños. Cybermad se da la vuelta y se aleja junto con Nightmare, quien me lanza una sonrisa maliciosa antes de desaparecer en las sombras.
-¿E-estásss b-bien? -me pregunta Benzin , acercándose junto con Jinx, Ben, Dayne y Clyde.
-Sí...
-Lo que hiciste fue muy valiente -me dice Jinx, con una sonrisa triste.
-Y algo tonto -añade Ben, a lo que Dayne le da un codazo.
-Siempre que intento hacer algo bueno... sucede algo malo... -murmuro.
Los cuatro se miran entre ellos, con expresiones de lástima en sus rostros.
-Tal vez tienen razón... -me reincorporo y miro a la entrada del templo-. Tal vez esto no es lo mío...
Jay's POV.
No estoy muy seguro de qué esperaba encontrar: un gran templo antiguo, un cerebro enorme o algo así. La verdad es que la entrada al templo de la mente es exactamente igual a cualquier otra cueva que haya visto en mi vida.
-¿Seguro de que es aquí, Neuras? -le pregunto, mientras me rasco la cabeza.
-Sí, y es NEURO -masculla, molesto.
Pfft, aburrido.
-Recuerden lo que dijo el sensei -apostilla Kai, parándose delante de todos-. Debemos ser cuidadosos con lo que pensamos.
-Bien, bien -farfullo, aburrido, al tiempo que me encamino al interior. Cuanto antes terminemos con esto mejor. Alguien me jala del brazo e impide que siga adelante.
-¡Oye, imprudente! Ni se te ocurra ir adelante -me advierte Cole, en tono acusador. Entrecierro los ojos.
-¿Y por qué no?
-Obviamente ni tú ni Kai irán adelante con Neuro, con los más pesimistas -asiente Lloyd. ¿Soy yo o el niño está algo raro desde que salimos? No lo sé, parece algo desanimado. Tal vez es por lo que le dijo el sensei, de usar la violencia contra Cybermad.
-¡Oye! -reclama Kai, desde atrás.
-Bueno, tú tampoco, Cole -mascullo, cruzándome de brazos-. En cuanto te dé hambre estoy seguro de que empezarás a imaginarnos como comida.
-¿Qué? C-como sea, Mei irá al frente con Neuro.
-¿Qué? -la chica pone los ojos en blanco.
-Tú eres la más optimista -le dice Cole, con una sonrisa.
-Bueno...
-En ése caso -dice Neuro, desde la entrada-. Será mejor entrar cuanto antes.
-Por el primer maestro -musita Kai, sin aliento.
Todos nos quedamos boquiabiertos. Aunque en el interior también parece una cueva común, en realidad hay grandes muros de piedra que cambian de dirección de vez en cuando y nos impiden ver que hay al fondo. Es un laberinto.
-Estamos pe-
Mei pone su mano en mi boca para evitar que siga hablando.
-¡Ni se te ocurra terminar ésa frase!
-Neuro, ¿Puedes guiarnos? -pide Lloyd.
El maestro de la mente cierra los ojos para concentrarse. Se le forman unas arrugas alrededor de los ojos. Al cabo de un rato abre los ojos.
-N-no, lo lamento. El poder del prisma es demasiado y está obstruyendo mis habilidades.
¿¡Cómo que no!? ¡Estamos perdidos!... Ay, no... ¡No, no, no! Me llevo las manos a la cabeza y me muerdo el labio inferior, esperando no haberlo echado todo a perder.
Hm... no pasó nada.
Me empiezo a reír con nerviosismo, aliviado. Entonces, el suelo se sacude. Pierdo el equilibrio y me caigo al suelo. La piedra bajo nosotros se agrieta y se parte. Unos grandes muros de piedra salen de las aberturas y nos dividen unos a otros. Cuando todo deja de dar vueltas me pongo de pie y lo compruebo. Me quedé solo.
Empiezo a desesperarme y a sentir como el miedo se apodera de mí y me paraliza. Mi respiración se agita y me pongo a dar vueltas por mi lugar, con las manos en la cabeza.
-¡Muy bien! -escucho el grito de Kai, al otro lado de la pared de piedra-. ¿Quién pensó esto?
Me quedo un rato en silencio. Tal vez debería decirles...
-Fui yo -declara Lloyd, antes de que yo pueda hacerlo.
-Okay, yo también -resopla Cole, en algún lugar del laberinto.
-Bueno, creo que esta fue culpa de todos -musita Kai.
-¿Culpa de todos? -repite Zane-. En realidad yo tenía mi mente centrada en el camino, pero sí, culpa de todos.
Lanzo un bufido y me dejo caer contra la pared. Levanto la vista y miro el muro de piedra idéntico a en el que tengo mi espalda recargada... ¡Hey, eso es!
-¡Tengo una idea! -grito, poniéndome de pie, animado.
Tomo impulso con mis piernas y salto al muro contrario, luego me impulso en éste y salto de nuevo al otro. ¡Bien pensado, Jay! Mis manos se empiezan a resbalar, al igual que las suelas de mis botas.
-¡NO! -exclamo, intentando aferrarme con lo que sea, pero es inútil y termino cayendo de sentón contra el suelo-. Au... olvídenlo...
-¿Y ahora qué hacemos? -pregunta Neuro, puedo imaginármelo de brazos cruzados.
-¡Hay que seguir avanzando! -nos dice Lloyd, después de pensarlo un rato, todos lanzamos resoplidos de protesta-. Es la única opción. Debe haber algún punto en que todos los caminos se unan. Neuro, ¿Puedes comunicarte con nosotros a través de tu telepatía?
-Sí, puede funcionar.
-¡Hagámoslo! -exclama Mei, animada.
-Ninja-go... -resoplo, sin ánimo, moviendo mis manos en círculos.
Me pongo de pie entre tambaleos y avanzo hacia delante.
Intento seguir caminando, sin detenerme ni una sola vez. Tengo miedo hasta de respirar. Cualquier cosa que diga o piense se hará realidad. Debo mantenerme positivo y pensar cosas buenas.
-Am... ¿hola? -murmuro-. ¿Neuro? ¿Mei? ¿Lloyd?... ¿Alguien?
<<-Sigue adelante, Jay, sigue adelante>>, me repito a mí mismo, a medida que intento ignorar la oscuridad que me rodea y como el camino sigue y sigue, pareciendo no tener fin.
-...Creo que deberíamos dejarlo aquí... -escucho la voz de alguien, rebotando en las paredes, como un eco.
-¡Hey! ¡Chicos! -exclamo, animado, al tiempo que comienzo a correr hacia el lugar del que provino la voz.
-Tenemos el prisma...
-¡Mei!
Su voz parece venir de todos lados. ¿Dónde están? Doy círculos en mi lugar, pero solo hay muros de piedra.
-¿Para qué lo necesitamos? Hay que dejar aquí a Jay.
Me detengo. Mi expresión de euforia desaparece, mis ánimos se caen al suelo y creo que incluso tengo la mirada en blanco.
¿D-dejarme?
-¿Qué? ¿C-chicos? -pregunto, con un hilo de voz. Entonces, un pensamiento cruza mi mente-. Jajajajajaja, muy graciosos. Oigan, mejor déjenme las bromas a mí.
Me cruzo de brazos, divertido, a la espera de una respuesta.
-¿Y por qué bromearíamos? -escucho la voz de Nya, como si estuviese a mi lado, pero no hay nadie, estoy solo.
-No eres más que un estorbo -Zane aparece detrás de mí.
-¿Q-qué? ¿Z-Zane? -exclamo, cada vez me empiezo a sentir más agitado.
-Walker, tú siempre arruinas todo -ahora Cole menea la cabeza a un lado mío.
Ni siquiera sé cómo, pero ahora estoy rodeado. Kai, Mei, Lloyd, ¡Incluso el sensei Wu! Todos formando un círculo a mi alrededor. Alguien me empuja, causando que caiga sobre mi espalda mientras las carcajadas atronan mi mente como terribles zumbidos.
-Sólo eres un estorbo.
-No mereces estar en el equipo.
Me llevo las manos a la cabeza, rogando que se callen, que dejen de hablar.
-Ustedes son mis amigos... -murmuro.
-¡Ja! ¿Escucharon eso? -pregunta Cole con una sonrisa burlona en el rostro-. El pobre iluso cree que somos sus amigos.
Todos lo corean con sus risas. Mi cabeza va a explotar, ya no lo soporto. ¿Por qué lo hacen? Son mi familia, ellos nunca...
Alguien me toma de la playera y me levanta del suelo. Quiero cerrar los ojos y fingir que nada está pasando, pero no puedo. Algo me obliga a enfrenarme a Cole cara a cara.
-Despierta de una vez, Walker.
Levanta su brazo. Me cubro la cabeza, para defenderme. Igual no sirve de nada. Me asesta un golpe en la cara que me deja tumbado contra el suelo, escuchando únicamente las risas de mis amigos.
Kai's POV.
Me aferro con fuerza a la ultra espada en mis manos. De algún modo, sentir el calor que emana el cristal rojo me reconforta. Escucho el sonido de algo desplomándose a un lado mío. Me doy la vuelta, con todos mis instintos alerta. Una de las paredes de roca parece haberse desvanecido, dejando a la vista un nuevo camino para recorrer.
-Eso es raro...
<<-No, Kai, considerando lo que has vivido eso ya no es para nada extraño>>.
Continúo caminando, esta vez por el nuevo sendero. Eh, ya saben lo que dice el sensei; "Si un camino se abre, aventúrate a él". Vaya, éste templo me puso filosófico.
-¿Huh?
Miro con extrañeza el suelo, notándolo distinto. La roca casi azul marino se ha tornado rojiza e incluso siento como emana calor. Reconozco ésta clase de suelo. Casi de inmediato mi vista se pierde hacia el frente, al río de lava que fluye alrededor de un pedazo de roca al centro.
Mi respiración se agita, mis manos se vuelven resbalosas y húmedas. Un sudor pegajoso recorre mi cara e inhalo con desesperación el humo ardiente que consume mis pulmones y garganta como una llamarada.
Olvido todo lo demás y me sumerjo en aquel recuerdo que recorre mi mente, que me tiene tan aterrado y que parece increíblemente real. El arma en mis manos empieza a quemarme y debo arrojarla contra el suelo.
Miro con desesperación a mi alrededor, agitado. Solo escucho la lava burbujear y el latido de mi corazón como un tambor de batalla en mis oídos. Necesito salir de aquí, necesito escapar del Templo del Fuego.
-¡KAI! -un grito desgarra el aire.
El alma se me va a los pies al ver a Nya en el pedazo de roca rodeado por lava, gritando por ayuda, mientras la lava consume cada vez más el lugar sobre el que se encuentra.
-¡Nya! ¡Ya voy!
Intento correr hacia ella, pero algo me lo impide. No importa cuanto corra no avanzo ni un poco.
-¡Kai, por favor ayúdame! ¡Kai!
-Nya...
Tengo lágrimas en los ojos, mientras veo como la lava casi termina de consumir la roca, fundiéndose con ella. Nya deja de intentar huir y me mira, con sus ojos vidriosos, suplicando, temiendo que la lava a unos milímetros de sus pies la alcance. Pero no puedo hacer nada. No puedo evitarlo, ya no. Es mi culpa. Voy a perder a mi hermana, ésta vez, para siempre.
Neuro's POV.
Sigo el único sendero que hay frente a mí. Presiento que el prisma no está muy lejos. Es muy extraño, no sé cómo describirlo, es como una fuerza que hace cosquillear mis dedos.
Percibo la presencia de alguien detrás de mí. Me doy la vuelta, al instante, con una posición de defensa. Un hombre alto de pelo ennegrecido me mira, con seriedad. Lo primero que noto es la cicatriz en su ojo derecho, como una fina línea escarlata que se corta en su iris castaña antes de seguir por sobre su ceja. Después, mis ojos se posan en el cetro en sus manos, un cetro con una llamativa piedra en tonos grises.
<<-Este debe ser Cybermad>>, pienso <<-Mejor le advierto a los...>>
-Yo no haría eso, si fuera tú, anciano.
Aquella voz me recorre con un escalofrío. Me doy la vuelta, nuevamente, esta vez para quedar frente a un sujeto de piel color ceniza y mirada aterradora.
-Tú eres Nightmare -menciono, el sujeto sonríe, mostrando una hilera de dientes pequeños y afilados.
-Ahora vas a llevarnos hasta donde está el prisma -sisea Cybermad.
-Los ninjas van a detenerlos -digo, imprimiendo confianza en mi voz.
-¡Argh, los ninjas! -Nightmare rueda los ojos-. ¿Por qué todos tienen tanta confianza en un grupo de adolescentes?
-Han enfrentado a villanos como ustedes cientos de veces.
-Creéme, no se han enfrentado contra algo o alguien como yo.
Trago saliva y retrocedo, alterado.
-¿Y sabes qué es lo mejor de éste lugar? Vuelve mis pesadillas tan... reales. Ya veremos si pueden enfrentarse a sus propios temores.
Zane's POV.
Conforme avanzo noto un extraño rastro helado, como si más adelante estuviese nevando, lo cual no tiene ningún sentido. Estoy dentro de una cueva, aquí no puede nevar. Algo más debió dejar esta nieve.
-¿Pixal, esto es...?
-En definitiva, no es una ilusión.
Examino las cifras que han aparecido en mi mente, aquellos números azules que confirman los análisis. Es nieve real.
-Que... peculiar -comento.
La nieve aumenta cada vez más, haciendo que mis botas se hundan en ella con cada paso.
-¿Crees que alguien haya pensado esto? -pregunto.
-El templo de la mente materializa los pensamientos de quienes entran. Es acertado pensar que uno de tus amigos esté involucrado.
-Hm... No consigo imaginarme qué pudo hacerlos pensar en... nieve...
-Los seres humanos son capaces de pensar en cualquier cosa con tal de despejar su mente de sentimientos como duda o... temor.
Me detengo al ver las hendiduras en la nieve. Enormes marcas de que algo aún más grande pasó por aquí antes. Examino la profundidad en la nieve intentando determinar el peso o el tamaño de la criatura que pasó por aquí. Incluso comparo las huellas de cinco garras con las que mis botas han dejado en la nieve.
-¿Pixal... crees que haya sido yo quien...? -no puedo terminar de hablar.
-¿Zane? ¿estás bien? Tus censores están por las nubes pero no hay ningún rastro de alguna...
-¿Amenaza? -completo.
El suelo retumba cuando el dragón de hielo avanza hacia mí. Sus grandes ojos centellantes me miran como dos faroles azules en la oscuridad. Retrocedo, alarmado. Trato de hacer uso de mis poderes. Nada funciona para alejarlo. Las advertencias de Pixal no tienen ningún efecto en mí. Esta vez, el dragón es real.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro